Impact. {Stiles Stilinski} [C...

By orianaarias1

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Bianca McCall es la reina del instituto de Beacon Hills. Es inteligente, sumamente hermosa, tierna, buena y... More

Prólogo.
1. Perfecto imbécil.
2. Allison Argent.
3. Veterinaria.
4. Casa de Stiles.
5. Fiesta de Lydia.
6. La venganza.
7. Perdiendo el control.
8. Discusión.
9. Error y confrontación.
10. El juego.
11. Ataque en el autobús.
12. ¿Stiles es gay?
14. Abdominales.
15. León de Montaña.
16. Un muy mal día.
17. Noche en el Instituto.
18. Ocultar.

13. Pensamientos.

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By orianaarias1

POV Bianca. 


Me encontraba en mi habitación cuando escucho la voz de mi madre en el pasillo. 

- Hey chicos, me voy a ir a-... dormir. - Suspiró con frustración.

Curiosa, dejé mi computadora para acercarme al pasillo en mi piyama y ver a mi madre con un rostro de frustración al ver la habitación de Scott vacía. 

- Oh... eh, él tuvo... que ir a... comprar. - Tartamudeé. 

Diablos, era mala en esto. 

- ¿Comprar? ¿En medio de la noche? ¿Y con toque de queda? - Preguntó mi madre con evidente sarcasmo mientras me veía seria. 

- Uh... él tenía... ¿hambre? - Bufé al ver la mueca seria de mi madre. - Lo sé, patético. Lo siento mamá, no se mentir bien. 

- Ya, eso lo sabemos todos, querida. ¿Dónde está tu hermano? 

Iba a comenzar a balbucear de nuevo pero de repente fui interrumpida por un sonido de un golpe. 

Un sonido de un golpe en la habitación vacía de mi hermano.

Melissa y yo vimos rápidamente la puerta, para luego ella me indicara con un movimiento de su cabeza que me quedara atrás. Abrí bien los ojos ante lo que estaba haciendo. Mi madre se acercó lentamente a la puerta. Le seguí intentando hacer el menor ruido posible y lista para saltar sobre algún ladrón si atacaba a mi madre. 

Aunque, literalmente, estoy aguantando el deseo de gritar y salir corriendo y gritando como niña.

Mi madre tomó su bate de béisbol que se encontraba justo al lado de la puerta, y lo sostuvo en lo alto mientras entraba. 

Una figura se encontraba rebotando en la cama de Scott, obviamente había ingresado por la ventana para caer en su cama. No se podía ver mucho en la oscuridad de la habitación, pero parecía una figura masculina. 

Mi madre alzó el bate para pegarle en la cabeza pero ambas saltamos y gritamos con susto cuando el ''maleante'' nos vio y gritó como niña. 

Resulta que el maleante era Stiles.

- ¡Stiles! - Grité asustada e intentando tranquilizarme. 

- ¡Stiles! ¡¿Qué demonios estas haciendo aquí?! - Gritó mi madre. 

- ¡¿Qué estoy haciendo yo?! ¡Dios! ¿Alguno de ustedes juega siquiera al béisbol? - Se quejó el chico con frustración mientras trataba de reponerse. 

- ¿Qué-...? 

- Mamá, tranquilízate, todo está bien. Solo es Stiles. - Intenté tranquilizarla mientras tomaba el bate de su mano y lo alejaba. 

Mi madre suspiró con cansancio y nos envió una mirada rápida antes de hablar. 

- Bianca, ¿puedes decirle, por favor, a su amigo que use la puerta delantera? 

- Pero la puerta delantera está bloqueada, no podrá entrar. - Susurré confundida. 

- ¡Exacto! - Exclamó ella frustrada. Rodeé los ojos sigilosamente. - ¿Y a alguno de ustedes le importa que la policía haya puesto toque de queda? Sí, no me mires así Bianca, sé que llegaste tarde tú también, jovencita. 

- ¡Él entró por la ventana! - Exclamé señalando con el dedo al chico, intentando desviar su atención de mi. 

Mi madre cerró los ojos con frustración y suspiró antes de volver a hablar. 

- Como sea, ¿a alguno de ustedes, incluyendo a Scott, siquiera les importa? 

- No. - Respondimos al unísono con el chico. 

- No. - Bufó con burla. - Ok, ¿saben qué? Yo ya cumplí con mi papel de madre aquí. Así que buenas noches niños. 

Y sin esperar respuesta, se fue con rapidez ante nuestra atenta mirada. 

Sonreí de medio lado antes de darme vuelta y observar al chico todavía sentado en la cama de mi hermano. Él me miraba con un brillo particular en sus ojos y no pareció darse cuenta de que hace diez minutos mi madre nos estaba gritando. Stiles parecía estar en su mundo mientras me miraba. 

- ¿Qué? -Pregunté intentando no sonreír con vergüenza.

- Yo... lo siento, lo siento, no quería mirarte tan fijamente... solo que... nada, no importa. - Se sonrojó ligeramente y bajó la vista mientras tartamudeaba. 

No pude evitar una sonrisa dulce ante su actitud, era muy tierno. Me senté a su lado, con mis piernas cruzadas de manera tal, que pueda verlo y hablé.

- No tienes porqué callarlo. Puedes decirme lo que quieras, no me enojaré. Vamos, confía en mi, Stiles. - Golpeé su hombro suavemente en juego. 

Stiles dudó un poco pero finalmente terminó suspirando y murmurando mientras su sonrojo se intensificaba.

- Solo que... nunca te había visto así antes. 

- ¿Así como? - Fruncí el ceño. 

- Tan... natural. Siempre usas ropa para salir, maquillaje, accesorios y todas esas cosas para chicas encima... pe-pero no digo que te veas mal con esas cosas. De hecho, te ves muy bien con ellas, uh- mu-mucho más que bien... yo-...

- Stiles. - Le corté con una pequeña sonrisa divertida al ver que comenzó a ponerse nervioso y hablar más rápido.  Él suspiró y se obligó a tranquilizarse antes de volver a hablar.

- Lo siento. Lo que quiero decir... es que siempre te veo arreglada y ahora te veo sin maquillaje, sin collares o anillos, despeinada y con tu piyama. Es la primera vez que te puedo ver así. - Murmuró con una pequeña sonrisa hacia mi. 

Hice una mueca antes de hablar con incomodidad.

- Sí... lo siento. Me encuentro hecha un desastre, lo sé. - Me aclaré la garganta e intenté bromear para aligerar el ambiente. - Pero tú también te colaste a mi casa muy de noche y-...

- Bianca, nunca te podría haber visto más hermosa de lo que estas ahora. - Me interrumpió con seriedad, mientras daba vuelta su cuerpo para verte mejor. 

No pude evitar abrir mi boca con sorpresa y poner una ligera mirada soñadora. 

Era la primera vez que alguien me dice algo así de... perfecto.

- ¿En-... en serio crees eso? - Susurré con voz tímida. Pude sentir mis mejillas sonrojarse. 

- Esto es probablemente lo más cierto que dije en toda mi vida. Bianca... e-eres.... simplemente la chica más hermosa que alguna vez conocí. Toda tú lo eres. 

Sé que probablemente es estúpido, o esté siendo muy dramática pero... no pude evitar que mis ojos se empañaran un poco ante sus palabras. 

No era la primera vez que alguien me llamaba hermosa, me lo dijeron muchos chicos a lo largo de mi corta vida, pero Stiles... fue diferente con él. Él no era un chico cualquiera que intentaba ligar conmigo o llevarme a su cama con las frases típicas. Pude notar, por el brillo sincero en sus ojos y su nerviosismo en su voz, que lo decía en verdad. No tenía segundas intenciones, solo... él me veía así. 

Stiles creía que yo era hermosa. 

No impedí que la sonrisa llorosa salga antes de lanzarme a sus brazos y abrazarlo como nunca lo había hecho antes. 

- Gracias Stiles Stilinski. - Susurré con suavidad en su oído.

Estuvimos así por minutos, hasta que me tranquilicé y me separé lentamente de él. Aunque no me alejé del todo, intenté estar lo más cerca posible de él para seguir viendo sus preciosos ojos. Stiles tenía los ojos mas bonitos que alguna vez vi en mi vida, no me importa que alguien diga lo contrario. Para mi, lo eran. 

Sus ojos recorrían mi rostro lentamente y brillaban a la vez, pero su mirada en un momento se centró en una sola cosa. 

Mis labios. 

Al principio me confundí, ¿qué no era gay?, pero finalmente aparté esos pensamientos y no pude evitar desviar mis ojos a los suyos. Los labios finos y tiernos de Stiles. 

Me pregunto como se sentirá besarle... 

Detuve mis pensamientos en ese instante. Y abrí los ojos ligeramente al darme cuenta del camino que estaba siguiendo. ¡¿Qué rayos?! ¡Era Stiles! ¡El mejor amigo de mi hermano, y era gay! ¡¿Cómo puedo estar siquiera pensando en él de esa forma?! Pero no podía evitarlo, el chico era tierno y dulce... diablos, algo estaba mal conmigo. 

Me aclaré la garganta y me alejé ligeramente de él con suavidad. 

- Uh... creo que deberíamos-... 

- No soy gay. - Me interrumpió frunciendo las cejas levemente y alternando la mirada entre mis ojos y mis labios. 

- ¿Qué...?

- Lo que escuchaste en la escuela... no era así. N-no soy gay, me gusta-... me gustan las mujeres. - Murmuró con rapidez. 

Abrí mi boca con sorpresa. 

- Oh. 

Me alejé completamente de él y ambos nos enderezamos para mirar al frente por unos segundos que parecieron interminables. Finalmente, pude ver como él suspiraba con una mueca mientras asentía. Sacó pecho con seguridad y una mirada de determinación cruzó por su rostro antes de darse media vuelta y verme. Stiles me tomó de los hombros con rigidez. 

- Bi... Bianca. S-sé que no nos conocemos mucho, pero yo te conozco más de lo que te imaginas. - Habló con nervios. - Y-yo... hace un tiempo quería decirte esto pero siempre ocurre algo o simplemente no tengo la valentía para hacerlo. - Su pecho subía y bajaba con rapidez a causa de sus respiraciones aceleradas. Pude notar que comenzó a sudar ligeramente. - Bi-Bianca... yo-...

- ¡Stiles! ¡Bianca! ¿Qué hacen aqu-... uh, interrumpo algo? 

Ambos nos dimos vuelta para ver como Scott ingresaba por la puerta con rapidez y nos miraba extrañado. Sentí las manos de Stiles tensarse en mis hombros. 

Me separé rápidamente del chico y le envié una mirada antes de levantarme, él veía a un punto fijamente y su rostro no expresaba emociones ni nada, parecía una estatua. Noté la tensión en sus hombros e incluso... creo que logré vislumbrar como una pequeña vena palpitante se acentuó en su frente. 

- Oh, eh... no es nada, Scott. Stiles y yo solo estábamos hablando, en realidad lo interrumpiste y-...

- No es nada. - Murmuró el chico con la mirada perdida y los ojos abiertos. 

La vena seguía allí, solo que mas acentuada. 

- ¿Pero no me ibas a decir algo importante o-...? 

- No, no tiene importancia, descuiden. - Volvió a murmurar en el mismo estado. 

- Uh... de acuerdo... - Susurré extrañada. - Creo que me iré a mi habitación así hablan tranquilos, chicos. Suerte, los veo mañana-...

- Espera Bianca... - Murmuró Stiles antes de suspirar con los ojos cerrados y estar así por un pequeño tiempo. Parecía como si estuviera forzándose a tranquilizarse. - vine aquí para decirle algo a Scott, pero creo que deberías oírlo tú también. 

- ¿Qué sucede Stiles? - Preguntó Scott confundido.

- Mi padre fue al hospital hace media hora. Es el conductor del autobús que los llevaba a ambos hace un tiempo. - Suspiró con tristeza y nos vio con algo de pena. Oh no... - Dijeron que sucumbió a sus heridas. 

Tapé mi boca con mi mano por la sorpresa. Oh no, no, no, no... ¡maldición! 

- ¿Sucumbió? - Preguntó confundido mi hermano. 

En ese momento me olvidé de mi enojo con Scott, olvidé la distancia que habíamos tomado desde su comportamiento extraño estos días. 

- Scotty... - Tomé su hombro con conforte. - Él murió. 



La mañana siguiente nuestro profesor de Física estaba entregando las últimas evaluaciones, en la que saqué un B+, e intentaba escuchar los susurros de Scott y Stiles. Ambos se encontraban a una distancia corta de mi lugar, pero aún así me era imposible escuchar sus susurros. 

Excepto cuando mi hermano gritó en medio de toda la clase, claro. 

- ¡No lo sé! 

Literalmente, todos nos dimos vuelta para vera ambos chicos extrañados. 

Cuando las cosas se tranquilizaron, los chicos dejaron de susurrar y comenzaron a hablar con voz normal, haciendo posible escucharles. 

Muy bien, en cualquier situación no escucharía a escondidas las conversaciones de mi hermano y su mejo amigo pero... habían tantas cosas pasando últimamente, que no podía evitar escuchar a escondidas para ver si decían algo que respondía mis preguntas. 

Preguntas como: ¿En qué estarán metidos esos dos? ¿Hicieron algo que probablemente sea ilegal? ¿Serán drogas? ¿Me atrae Stiles? ¿Será que el chico también consume drogas junto con mi hermano? ¿Por qué Scott cambió tanto como para... alejarse de mi y-...? 

Un momento... ¿acabo de pensar si me atrae Stiles? 

No, ni hablar. 

Eso no me sucede, debe ser por la frustración o... algo. Pero acabo de conocerlo, no sé mucho de él, acabo de salir de una relación y no quiero involucrarme con nadie por ahora, así que... no. No puede gustarme Stiles. 

Sacudí mi cabeza ligeramente, intentando apartar mis pensamientos cuando escuché lo que decía el mejor amigo de mi hermano a este último. 

- Amigo, deberías estudiar mas.... - Volteé mi cabeza ligeramente y pude ver una D- en la evaluación del moreno. Diablos, mamá se iba a enojar. Scott se dio vuelta en su pupitre para mirarle fulminante. - ¡Es broma! ¡Es broma! ¿Quieres que te ayude a estudiar? 

- No, estudiaré con Allison luego de la escuela... 

- ¡Ese es mi muchacho...! - Comentó Stiles con un brillo en sus ojos de orgullo. 

- Solo vamos a estudiar-... 

- Ah, no, no lo harán. 

- ¿No, no lo haremos-...? 

- ¡No si estoy forzado a vivir mi vida a través de ti! - Le interrumpió desesperado Stiles. - Escucha, si vas a su casa y desaprovechas esa colosal oportunidad, te juro- ¡Te juro por dios que te castraré! 

Rodeé los ojos con molestia. Chicos... siempre pensando específicamente en eso. Idiotas. 

Pero por lo menos ya tengo información que me sirve, si Allison y mi hermano van a... pasar tiempo juntos después de clases, Lydia y yo tendríamos que aconsejarle. Allison es... inocente, en ese aspecto. 




- Así que... Scott va esta noche... - Murmuré hacia Allison con una pequeña sonrisa. 

- ¿Scott va a ir? ¿Esta noche? - Frunció el ceño Lydia, para luego soltar una sonrisa burlesca. 

Allison sonrió incómoda. 

- Solo vamos a estudiar-...

- Si, claro... ''estudiar'' nunca termina en solo estudiar. Es como... meterse en un jacuzzi. Al final, alguien se mete mano. - Murmuró Lydia mientras subíamos las escaleras. 

- Espera, entonces ¿qué están diciendo? - Nos preguntó Allison con una mueca confundida. 

- Solo digo, ya sabes... asegúrate de que se cubra. 

Desvié la vista ante el comentario de Lydia. 

Bien, sé que yo saqué el tema, pero aún así me incomodaba hablar de la vida sexual de mi hermano. Debería haber pensado esto mejor... 

Allison solo nos miró aún más confundida. 

- ¡Hola, blanca nieves! - Murmuró Lydia divertida antes de mandarme una mirada. Rodeé los ojos.

- Se refiere a que te asegures de tener condones. 

Allison abrió la boca sorprendida antes de reír con nerviosismo. 

- ¿Estás bromeando, Lydia? ¿Luego de una cita? 

Mi amiga rubia rojiza rodó los ojos molesta. 

- No seas tan mojigata, dale una pequeña probadita-... 

- Lydia. - Ella me miró con falsa inocencia. - Creo que lo que quiere decir, es que no tengas miedo. Es algo natural, Allison. No te vas a morir por intentarlo, ver como es, aprender cosas nuevas... ya sabes.

Allison nos miró con duda antes de murmurar en voz baja y mirar hacia ambos lados. 

- Y... ¿cuánto es una ''pequeña probadita''? 

- Oh, dios, en verdad te gusta... - Murmuró Lydia algo incrédula. 

- Eh, que mi hermano es un buen partido. - Defendí a Scotty. Puede que estemos distanciados en este momento, pero no puedo evitar defenderlo. 

- Es verdad. - Comentó Allison sonriendo hacia mi. Miré burlesca a Lydia, ella solo rodó los ojos. - Pero él es... diferente. Cuando me mudé aquí, tenía un plan... nada de novios hasta la universidad. Me mudo demasiado. - Explicó. - Pero... pero le conocí y... es diferente. - Sonrió. - No lo sé... no puedo explicarlo.

Me fijé en su sonrisa atentamente. Esa no era una de las sonrisas normales de mi amiga pelinegra. Esa sonrisa era... de amor. Creo que Allison se estaba enamorando, de verdad, de mi hermano. Y no es la única... Scott también estaba pasando por lo mismo. 

Ya no era solo tema de gustarse mutuamente, era... era amor. Tan simple y puro como eso. 

- Yo puedo, tu cerebro está lleno de feniletilamina. 

Miré a Lydia molesta por interrumpir ese momento tan bonito. Ella solo moduló con los labios un ''¿qué?''. Rodeé los ojos. 

- Ok, Allison, te diré que hacer. - Me adelanté unos pasos hacia mi amiga. - Va a ir después del colegio, ¿verdad? - Ella asintió. - De acuerdo, procura tener la casa vacía lo más posible, si está completamente mejor. Consigue condones, varios. Hey, nunca sabes cuando terminarán satisfechos. Tal vez lo hagan dos veces. - Sonreí con diversión ante su sonrojo. - Y por sobre todo, tienes que sentirte segura. Tienes que quitarte el miedo e intentar disfrutarlo lo máximo posible, ese, es tú momento Allison Argent... tuyo y de Scott. 

Allison hizo una mueca indecisa pero terminó asintiendo. 

Solo espero que todo salga bien... 



- Entonces, Bi-...

- No me hables, Jackson, sigo enojada contigo. - Interrumpí al chico.

Los tres, Lydia, Jackson y yo no encontrábamos en su amado Porsche. Yo incómoda en los asientos pequeños de atrás y ellos en frente. Había intentado ir con Danny, pero él tenía que irse a trabajar hoy y Lydia se ofreció a llevarme. Solo que olvidó mencionarme un detalle. 

Jackson era nuestro conductor e íbamos en su auto. 

Desde el partido, él ha intentado iniciar una conversación conmigo, pero me negué a responder o hablar más de lo necesario porque estaba enojada con el adolescente. Sabía que él tenía algo que ver con que Scott la hay pasado mal en el campo de Lacrosse, y eso casi nos cuesta la victoria, así que no iba a hablarle hasta que acepte la culpa. No lo hizo. 

- Bianca, por favor-... 

- Jackson, ya sabes como es, no te perdonará fácilmente, solo dale lo que quiere. - Murmuró su novia en su dirección. 

- ¿Pensé que eras tú la que siempre tiene lo que quiere? - Alzó una ceja el chico.

- ¿Acaso quieres estar el resto del año enojado con Bi? Yo siempre tengo lo que quiero, sí, pero ella es mi mejor amiga así que no es menos. - Rodó los ojos presumida. 

Oculté mi sonrisa de diversión. 

Jackson suspiró con cansancio e iba a hablar pero se distrajo al ver que la fila para salir del estacionamiento no avanzaba. 

- ¿Qué rayos sucede allí que la fila no avanza? - Gruñó mientras hacía resonar la bocina, de hecho todos los autos estancados hicieron lo mismo que él. 

- No lo sé, ¿tal vez deberías salir a ver que sucede? - Preguntó Lydia, aunque en realidad parecía más una orden. 

Su novio la miró fastidiado pero igualmente abrió la puerta y salió a ver que sucedía.  

- ¿Piensas perdonarle? 

Volteé mi rostro para ver a Lydia, ella examinaba a su novio a la lejanía. 

- Sabes lo que haré. Tiene que admitir y pedir perdón si quiere que lo haga. Sabes que no le hablaré más de lo necesario hasta entonces. Oh, ¿y el pequeño detalle de que él nos llevará sabiendo de que estoy enfadada con él? Te lo cobraré. - Murmuré con amargura. 

Lydia se dio vuelta para mirarme con ojos de cachorro. 

- Sabes que no lo hice con mala intención ¿verdad? Solo quiero que se reconcilien, no puedo tener a mi mejor amiga y a mi novio enfrentados. Vamos Bi... no te enfades conmigo por intentarlo. 

- Lydia, ¿no te gusta que estemos peleados? Lidia con ello. No quiero que vuelvas a mentirme y engatusarme para que haga las pases con él. ¿Entendido? - Ella hizo una mueca de molestia y abrió la boca para insistir pero la interrumpí. - Lydia. 

- ¡De acuerdo! ¡Bien! Lo siento... - Suspiró. - Espero que lo arreglen pronto. Y no te enojes conmigo, por favor. 

Le miré aparentando seriedad pero no pude evitar sonreír al ver esos ojos verdes suplicantes en mi dirección. 

- Bien, no estoy enojada contigo. 

- Excelente, sabría que caerías. - Cambió su mueca y sonrió satisfecha para darse vuelta. - Simplemente no puedes resistir mi cara de súplica. 

- Me recuerda a un cachorro, es difícil resistirse... - Bromeé. 

Lydia rió un poco antes de volver a darse vuelta para verme con cariño. 

- Te quiero, Bi. En serio lo hago. - Y su sonrisa sincera cambió para volverse una insinuante al hablar de nuevo. - ¿Y... cómo están las cosas con tu Stiles? 

- Ya te dije que no es ''mi Stiles'' - Rodeé los ojos. - Y me sorprende que te acuerdes su nombre. 

- Si tiene que ver con mi mejor amiga, claro que tengo que acordarme. 

- De acuerdo, tenías razón-... 

- Siempre la tengo. - Interrumpió con altanería. Ignoré ese comentario sabiondo. 

- Tenías razón, Stiles no es gay. Me lo dijo ayer por la noche. 

- Así que... ¿por la noche? - Alzó las cejas sugestiva-mente. 

- No es lo que piensas, él solo vino a decirnos algo a Scott y a mi para luego irse. - Bufé. - Pero sí... tenías razón acerca de su orientación sexual. Siempre tienes razón en eso, deberías decirme algún día tu truco. - Fruncí el ceño. 

Lydia solo sonrió nuevamente con altanería en contestación. 

Finalmente la fila de la salida del estacionamiento avanzó y Jackson llegó junto a nosotras para arrancar el coche. 



- ¿Así que tu tía le dijo eso? - Pregunté mientras empaquetaba la cena de Scott. 

- ¡Sí! ¡No lo puedo creer! Es que... fue tan vergonzoso. Kate literalmente le acusó de haber revuelto entre sus cosas cuando se estaba por ir, y luego llegó mi padre y fue peor. Scott estaba casi sudando de los nervios... 

- ¿Y tú que hiciste? 

- ¿Qué más haría? Les dije la verdad para que lo dejaran tranquilo. 

- Y... ¿qué verdad es esa? - Murmuré con cautela. Ella no contestó al instante, pero pude escuchar un suspiro al otro lado de la línea. - Allison...

- Les mostré el condón que había sacado de la maleta de Kate. - Murmuró con rapidez. Literalmente abrí la boca en sorpresa ante eso. - ¿Bianca? ¿Sigues allí-...?

Pero Allison no pudo seguir hablando ya que la interrumpió mi estruendosa carcajada. 

Bien, sé que debe haber sido incómodo y todo pero... me imagino el rostro de todos los presentes cuando Alli sacó el condón con tranquilidad. En especial la cara de Scott. 

La pelinegra bufó al otro lado de la línea. 

- No te rías, fue vergonzoso... - Pero por su tono de voz, supe que estaba sonriendo.  

- Oh dios, creo que nunca me había reído tanto en mi vida... 

- Bien, me alegro de ser el motivo de tu risa. 

- Oh dios, Alli, me alegro tanto de haberte conocido, en serio... - Murmuré con algo de diversión, pero en realidad lo decía de verdad. 

- Yo igual... oh, espera. ¿Si? - Se escucharon unos murmullos al otro lado de la línea, que me confirmaron que estaba hablando con alguien. - De acuerdo, Kate, solo déjame que me despida. ¿Bianca? - Hice un sonido afirmativo. - Tengo que irme, mi tía me necesita para hacer la cena. Nos vemos mañana. 

- De acuerdo, de igual manera tendría que ir yendo a dejarle la comida a Scott en la veterinaria. Hablamos mañana. - Y colgué. 

Tomé las cosas y salí rumbo a la veterinaria para entregarle la comida a mi hermano. 

Sería una pequeña sorpresa, quería hacer las paces con él. Extrañaba a mi hermano, así que iba a llevarle la comida y hablar. Tal vez con esto decida abrirse y contarme lo que le sucede... es improbable, pero tengo que intentarlo. 

Lo que no sabía, es que la ''pequeña sorpresa'' me la llevaría yo al ingresar a la veterinaria y ver a los tres hombres en ella. 

Joder... 


RECORDATORIO: Outfit de Bianca en el Vinculo Externo :)

*****

[¿No sabes o no te acuerdas de dónde se encuentra el vínculo externo?

Al final de cada capítulo hay un cuadro dónde pone varias opciones, solo tienes que darle click al último que estará señalado entre dos paréntesis a continuación. Este link abrirá una nueva ventana con el outfit.

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