Las puertas de emergencia volvieron a encenderse en un color verde, dando por entendido, que estaba prohibido el pase hasta que esta volviese a su normalidad. Iniciaba la operación para salvar la vida de Lucy y la criatura en su vientre. Habían pasado casi dos días desde que los amigos de Lucy habían estado allá, desesperados y preocupados e incapaces de cerrar sus ojos.
Mientras la operación transcurría, todos estaban sentados en la sala de espera, Mavis estaba sentada, apoyando su cabeza sobre el hombro de Zeref con sus ojos cansados mientras Zeref sostenía su mano, Juvia y Levy sus palmas cerradas, rezando por la vida de ellos, Jellal, Gajeel y Erza mirando de reojo la habitación donde se veían los movimientos de personas con batas azules dentro de la sala, Natsu también era uno de ellos. Tenía sus manos entrelazadas, apoyando sus codos en sus rodillas y miraba hacia la sala de emergencia.
—Van a estar bien. —Gray se sentó en el brazo del sillón donde estaba Natsu y le apretó el hombro. —Ten fe. —Gray le sonrió.
—Lucy..—Natsu murmuró con preocupación y miró el reloj, que hacía un tic tac, desesperando a todos.
—¿Estás bien? —Zeref le murmuró suavemente a Mavis. —¿Por qué no descansas? —Zeref la miró acariciando su cabello.
—Estoy bien. —Mavis asintió. —Estoy segura de que hay peores que yo. —Mavis le murmuró observando con tristeza a Natsu.
—No te preocupes. —Zeref besó la corona de Mavis. —Todo estará bien. —Zeref le sonrió y pasó su brazo por el hombro de Mavis.
—Iré a la cafetería por un café. —Gray se puso de pie. —¿Ustedes quieren algo? —Gray preguntó.
—Yo también iré. —Juvia se puso de pie con pesadez. —Quiero comer algo. —Juvia comentó.
—Natsu, tu..—Gray lo miró con pena. —Tienes que comer...—Gray le dijo.
—Un café está bien. —Natsu le dijo sin quitar la vista de aquella sala.
—E..Está bien..—Gray suspiró.
—¿Zeref, Mavis? —Juvia los miró esperando que pidiesen algo.
—Yo estoy bien. —Zeref asintió. —¿Mavis? —Zeref giró sus ojos hacia ella. —¿Mav..—Zeref la llamó otra vez pero se detuvo al ver que su pecho solo subía y bajaba, se había dormido.
—Se ha dormido. —Juvia asintió con una sonrisa.
—Dejemosle descansar. —Gray asintió. —Esto ha sido un desastre. —Gray comentó pasando su mano por su rostro.
—Levy. —Gajeel la miró. —Vayamos a comer algo también. — Gajeel le tendió la mano.
—D..De acuerdo..—Levy respondió.
—¿Erza? —Jellal la miró.
—Y..Yo estoy bie..—Erza dijo mirando a Natsu cuando su estómago hizo un ruido.
—Está bien. —Natsu asintió. — Vayan. —Natsu les pidió.
—Yo me quedaré con el. —Zeref les dijo.
—Volveremos enseguida. —Gray comentó mientras se salían.
—Natsu..—Zeref lo miró con tristeza, pues más que todos, era el más cansado, el más desesperado, su mundo se venía abajo y el estaba ahí, sin quitar la vista de aquella puerta que lo dividía de Lucy. —Lucy es fuerte. —Zeref le dijo sentado en el sofá mientras Mavis descansaba sobre su hombro.
—Eso ya lo sé. —Natsu respondió apretando sus manos enlazadas.
—¿S..Sigues molesto..? —Zeref preguntó.
—¿Tú que crees? —Natsu lo miró y luego dirigió su vista la puerta de emergencia.
—Debes querer golpearme, ¿no es así? —Zeref preguntó.
—No me des ideas. —Natsu respondió.
—Supongo que le he ganado a Lucy. —Zeref suspiró.
—¿De qué hablas?—Natsu preguntó.
—Dijo que nosotros podríamos ser amigos, ¿sabes? —Zeref bajó su miranda. —Creo que eso...—Zeref fue interrumpido.
—Zeref. —Natsu lo miró suavizando su mirada. —No seremos amigos. —Natsu le respondió.
—L..Lo sabía..—Zeref asintió.
—Somos hermanos. —Natsu lo miró con media sonrisa y devolvió su rostro al frente, los ojos de Zeref se abrieron en sorpresa.
—¿Q..Qué..—Zeref se quedó mirándolo, perplejo. —E..Es cierto.. —Zeref asintió. —Somos hermanos. —Zeref sonrió tímidamente.
—Gracias por cuidar de Lucy. —Natsu le dijo sin mirarlo. —M..Mientras yo no estuve..—Agregó.
—Creo que invertimos chicas. —Zeref sonrió. —Gracias a ti por regresarla a mi. —Zeref miró con amor a Mavis mientras dormía.
—Es algo extrovertida. —Natsu la miró. —Pero es una buena chica, no dejes que se te vaya otra vez. —Natsu lo miró.
—Lo sé. —Zeref acarició la mano de Mavis.
—Procura no decir nada de su comida. —Natsu rió por unos breves segundos.
—¿Acaso la haz probado? —Zeref le preguntó en asco. —¡Sabe horrible! —Zeref dijo.
—C..Créeme que lo sé. —Natsu asintió.
— Pero sabes..—Zeref comentó con suavidad. —Este tiempo que no la tuve conmigo, llegue a extrañar mucho ese sabor...—Zeref rió —Por muy loco que suene. —Zeref sonrió.
—Pues, no te preocupes, porque ahora ha venido con muchas recetas para ti. —Natsu le dijo sonriendo. —Con mucha suerte, no morirás. —Natsu rió.
—¡O..Oye! —Zeref le dijo. —No es para tanto. —Zeref defendió. —S..Solo tiene un sabor..P..Peculiar..— Dijo bajando su tono.
—Por supuesto..—Natsu sonrió por unos segundos y volvió su rostro una vez más.
—Natsu. —Zeref lo miró. —Lo que está sucediendo no es tu culpa, ¿lo entiendes, verdad? —Zeref preguntó.
— ...—Natsu se mantuvo en silencio.
—Vamos, Natsu. —Zeref le dijo. —Esto no ha sido culpa tuya. — Zeref le repitió. —Esto solo ha salido... Mal ...—Zeref tragó saliva.
—¿Algo ha salido mal? —Natsu preguntó. —¡No he podido protegerla! —Natsu lo miró desesperado.
—No pudiste evitarlo, esto..—Zeref bajo su mirada.
—Todo lo que le grité a Jude ... —Natsu bajó su tono. —Es todo lo que siento hacia mi..—Natsu dijo y apretó sus ojos. —Esa bala debió haberme dado a mi.. —Natsu apretó sus puños. —No a ella ... No a Lucy... —La voz de Natsu se cortó. —Ella es..—Natsu estaba a punto de llorar. —Lucy... Mi hijo..—Natsu se veía desesperado.
—Natsu..—Zeref lo miró con tristeza. —L..Lamento no haberte dicho..—Zeref fue interrumpido cuando su teléfono sonó.
—Contesta. —Natsu limpió sus ojos que estaban a punto de soltar lagrimas.
—P..Permíteme. —Zeref sacó su teléfono y lo puso en su oreja. —¿Bueno? —Zeref habló y se quedó en silencio unos segundos. —N..No puedo atender eso en estos momentos..—Zeref respondió con tristeza. —N..No... No la tiene..—Zeref negó. —¿A..Ahora? —Zeref preguntó y miró a Natsu. —N..No pue..—Zeref calló. —Yo le avisaré. —Zeref colgó y se quedó en silencio.
—¿Qué es lo que sucede? —Natsu le preguntó preocupado.
—N..No es nada..—Zeref sonrió falsamente.
—¿Zeref? —Natsu lo miró esperando respuesta.
—No te preocupes. —Zeref guardó su teléfono. —Han pasado algunas cosas, pero debemos centrarnos en Lucy, ¿está bien? —Zeref dijo sonriendo.
—Puedes confiar en mi. —Natsu le dijo.
—Está bien. —Zeref asintió suspirando.
—¿Quien era? —Natsu preguntó.
—El abogado de mi..—Zeref se detuvo. —De Acnología. —Zeref continuó.
—¿Ha pasado algo? —Natsu preguntó.
—Acnología ha muerto. —Zeref tragó saliva. —Supongo que alguien debe hacerse cargo de su entierro. —Zeref dijo mirando hacia abajo con tristeza.
—Zeref..—Natsu lo miró.
—No tiene otro familiar. —Zeref se encogió de hombros.
—No tienes que fingir, Zeref. —Natsu le dijo apretando su rodilla. —Puedes llorar si quieres. —Natsu le dijo.
—¿Llorar..? —Zeref lo miró ofendido. —¿Q..Quién lloraría por.. —Zeref se detuvo cuando sus ojos empezaron a aguarse. —P..Por ese... Hombre... —Zeref apretaba sus ojos evitando soltar lagrimas. —¿Q..Quién lloraría..? —Zeref bajó su rostro y las lagrimas empezaron a brotar de sus ojos.
—A pesar de todo lo que haya hecho... —Natsu apretó la rodilla de Zeref. —Era tu padre. Y sé que muy en el fondo, le querías mucho. —Natsu dijo dándole apoyo.
—¿Q..Querer? —Zeref lo miró. —Y..Yo nunca.. —Zeref lloraba. —U..Un asesino.. N..No.. —Zeref lloraba. —Mi.. Padre.. —La voz de Zeref se perdió en un sollozo y sus lagrimas caían una detrás de otra.
—Lo siento mucho, Zeref. —Natsu asintió con su rostro.
—E..El se lo buscó..¿no? —Zeref decía llorando.
—Creo que deberías ir. —Natsu le aconsejó.
—N..No yo.. —Zeref se detuvo. —E..Esperaré a que Lucy.. —Zeref decía mientras lloraba.
—Zeref. —Natsu lo miró. —Es tu padre. —Natsu le recordó.
—¡L..Lo sé! —Zeref dijo en un sollozo. —¡L..Lo sé! —P..Pero es el mismo que mató a la madre de Lucy.. —Zeref lloró. —El mismo que la puso ahí dentro.. —Zeref siguió soltando lagrimas mientras apretaba con fuerza el brazo sobre Mavis. —¡A Lucy... A tu hijo... Yo... —Zeref se calló cuando Natsu levantó su palma, para que se detuviera.
—Está bien Zeref.. —Natsu le sonrió. —Dale un último adiós y reza por el alma de tu padre. —Natsu asintió. Entonces Mavis se revolvió en los brazos de Zeref y abrió sus ojos.
—¿Z..Zeref? —Mavis dijo adormilada.
—¿Te he despertado? —Zeref le preguntó mirándola a los ojos.
—D..Dime que no.. —Mavis miró el rostro de Zeref en pánico. —L..Lucy ... —Mavis tapó su boca.
—Descuida, Mavis. —Natsu le sonrió. —Lucy sigue ahí dentro. —Natsu miró la puerta.
—¿Que sucede, Zeref? —Mavis le preguntó seria.
—¿Q..Qué suced.. —Zeref preguntó y sintió su rostro mojado. —¿E..Esto? —Zeref empezaba a secar sus lagrimas con rápidez. —N..No es nada... Esto solo es... —Zeref se quedaba sin excusas.
—Mavis. —Natsu la miró. —¿Por qué no acompañas a Zeref? —Natsu le preguntó.
—¿A dónde vamos? —Mavis preguntó.
—Zeref irá a despedirse de su padre. —Natsu le dijo. —¿Podrías ir con el? —Natsu preguntó.
—¿A.. Acnología? —Mavis miró a Zeref quien de inmediato apretó sus ojos.
—N..No tienes que venir.. —Zeref dijo sin mirarla. —El te hizo mucho daño y .. —Zeref abrió sus ojos cuando sintió los brazos de Mavis alrededor suyo.
—Claro que iré. —Mavis lo apretó.
—¿M..Mavis..? —Zeref bajó su mirada. —¿E..Estás segura? —Zeref le preguntó.
—Vayamos, Zeref. —Mavis asintió y apretó su mano.
—Natsu. —Zeref se puso de pie. —Gracias, hermano. —Zeref le dijo.
—Estaré esperándolos. —Natsu asintió y vio como ambos salían de la sala de espera.
—Natsu, te traje un café. —Gray y los demás regresaron después de unos minutos.
—Gracias. —Natsu tomó el vaso y le dio un sorbo.
—¿Dónde están Zeref y Mavis? —Erza preguntó.
—Han ido a resolver... Algo. —Natsu respondió. —Estarán de regreso pronto. —Natsu dijo poniendo el vaso sobre la mesa de cristal del centro.
—Ya veo. —Gray se sentó.
—¿Alguna novedad de Lucy y Jude? —Juvia preguntó junto a Gray.
—Todavía no. —Natsu miró a la puerta.
—Solo nos queda seguir esperando. —Levy suspiró y se sentó. Así lo hicieron Jellal, Erza y Gajeel.
El trasplante de pulmón, tardó 5 horas. Natsu y los demás, tenían los ojos cansados, ojeras en cada uno, ninguno había dormido en estas últimas horas. La desesperación se los comía poco a poco, no sabían si esta operación funcionaría, si Lucy despertaría, lo único que les deparaba era esperar y confiar en todo detrás de aquel letrero de emergencia. Después de que dieran las 7:30 de la noche, pasadas ya las 4 horas de la operación, el doctor salió.
—¡Doctor! —Natsu fue el primero en ponerse de pie, volando hacia el. —¡Dígame, ¿ha funcionado?! —Natsu preguntó con desesperación.
—La operación ha sido un éxito. —El doctor suspiró, orgulloso.
—¿D..De verdad? —Natsu lo miró sin poder creérselo.
—Tanto la señorita Lucy como su padre Jude, se encuentran fuera de peligro. —El doctor asintió retirándose su gorro azul.
—¡Dios mio! —Zeref apretó sus palmas y miró hacia el cielo.
—¡Lo sabía! —Gray dijo levantando su puño en felicidad.
—¡Lucy! —Juvia se abrazó a Levy con algunas lagrimas de felicidad.
—¡Está bien, está bien! —Gajeel abrazaba a Juvia y a Levy, formando un trió.
—Lucy.. —Erza miró la puerta en felicidad.
—¡Gracias doctor! —Jellal agradeció y al igual que todos, con lagrimas de felicidad.
—L..Lucy.. —Natsu miró la puerta sin poder creérselo y empezó a llorar. —E..Estás bien.. —Natsu lloraba mientras miraba hacia la puerta. —Mi hijo... —Natsu lloraba.
—Están bien, Natsu. —Mavis apretó el hombro de Natsu sonriendole.
—G..Gracias.. —Natsu miró hacia el doctor. —¡M..Muchas gracias! —Natsu se abalanzó al doctor, y le dio un abrazo. —¡G..Gracias por salvar la vida de Lucy y mi hijo! —Natsu lo abrazó con fuerza mientras las lagrimas de felicidad recorrían su rostro.
—Ese es mi trabajo, hijo. —El doctor recibió el abrazo sonriente.
—¿P..Puedo verla? —Natsu preguntó emocionado.
—En cuanto su camilla sea movida hacía las habitaciones de cuidados intensivos, se le permitirán las visitas. —El doctor les decía. —Solo una persona, por ahora, ¿está bien? —El doctor les dijo.
—¡Entendido! —Natsu asintió feliz.
—Doctor. —Juvia llamó su atención. —¿Qué hay del señor Jude? —Juvia preguntó.
—Su pulmón ha sido removido, así que ahora solo tiene uno, debemos seguir en chequeos para estar seguros de que seguirá trabajando. —El doctor explicaba.
—Ya veo. —Levy asintió.
—Es lo mismo con Lucy. —El doctor se dirigió a Natsu. —Debemos estar seguros de que el pulmón que le hemos puesto funciona perfectamente en su organismo.. —El doctor continuó. —Mientras esté en (UCI), estaremos haciendole chequeos, incluso después de despertar, deberá estar aquí unas semanas. —El doctor los miró. —Esperemos a ver como responde. —El doctor les sonrió.
—El tiempo que sea necesario. —Gray asintió.
—El bebé.. —Natsu murmuró. —¿E..Está bien mi hijo? —Natsu preguntó con temor.
—Hijo, no tienes que preocuparte. —El doctor puso una mano en su hombro. —El bebé se encuentra perfectamente dentro de su vientre. —El doctor le sonrió a Natsu. —Es una mujer difícil de vencer. —Le dijo.
—¿No es eso genial, Natsu? —Gray se acercó y lo abrazó. —Te dije que todo estaría bien. —Gray lo apretó y Natsu respondió al abrazo.
—G..Gray.. —Natsu murmuró en un sollozo. —E..Están bien... —Natsu dijo en lagrimas. —Los dos... —Natsu dijo y empezó a llorar de felicidad.
Mientras la camilla de Lucy era movida hacia las habitaciones de la unidad de cuidados intensivos (UCI), sus amigos, ahora se veían más felices de saber que ella estaba fuera de peligro, así como Jude y el bebé. En cuanto a Jude, fue movido hacia una de las habitaciones por igual. Después de que le removieran algunos aparatos, Lucy ahora descansaba bajo los efectos de la anestesia, con un suero en su muñeca y una pantalla a su lado que daba su ritmo cardíaco en perfectas condiciones.
Después de las horas acordadas, a Natsu le dejaron entrar. Y entonces se detuvo en la puerta, antes de acercarse y la vio; ella yacía tranquilamente en aquella camilla, sus ojos estaban cerrados y se preguntó cuántos días habían pasado sin ver aquel rostro, su cabello rubio quedaba a cada lado de su cuerpo y sus mejillas que antes estaban pálidas poco a poco empezaban a tomar su color, y sus labios empezaban a recuperar su tono por igual. Sus largas pestañas, hacían de aquel rostro una belleza ante sus ojos, tenía una sábana que cubría desde sus pies hasta su abdomen, dejando en descubierto una camiseta de hospital blanca y algunos cables que estaban conectados a su pecho, el cual se limitaba a subir y a bajar.
Natsu la observaba desde la puerta, sus manos temblaban y llevó una de ellas a su boca para evitar un sollozo, ya que sin previo aviso, sus ojos empezaron a llorar. Ella estaba ahí, estaba viva, su hijo y ella estaban bien, el amor de su vida se hallaba fuera de peligro; después de haber pasado por esas largas horas de infierno sin ella, sin saber si estaría bien, por fin pudo verla, su sufrimiento empezaba a cesar. Entonces, secó sus lagrimas y se acercó casi tambaleándose hacia la silla que estaba a un lado de la camilla. Aquello parecía un sueño para el.
Natsu se sentó en la silla y miró el rostro de Lucy más de cerca, levantó una mano con timidez y pasó sus dedos sobre su rostro, entonces sonrió.
—E..Estás bien.. —Murmuró en un sollozo. —E..Estás bien, Luce..—Natsu acercó su rostro hacia el suyo y pegó su frente en su mejilla. —G..Gracias por quedarte conmigo.. —Natsu apretó su puño y dejo caer lagrimas sobre el pelo de Lucy.
Natsu levantó su rostro y la miró una vez más, sus ojos empezaban a abrirse y a cerrarse con cansancio, buscó su mano, y la apretó. Alzó su cuerpo y puso sus labios sobre su frente, y la besó, apretando sus ojos. Entonces, regresó a su silla y dejó caer con suavidad su rostro sobre la mano de Lucy, y sus ojos se cerraron.