Amy
Sentia como poco a poco me estaban moviendo, pero no podia abrir mis ojos, estaba muy cansada y aun mas con el hecho de que en toda la semana no dormi mucho que digamos.
- Amy. Susurraron en mi oido.
Sin nada mas que hacer tuve que abrir mis ojos y vi esa mirada penetrante atravesarme firmemente, esos ojos verdes que cautibarian a cualquiera me estaba mirando fijamente.
Pasando algunos minutos senti como mis pies empezaban a tocar el piso, sin darme cuenta esta entre sus brazos dormida.
- Ven te llevare a tu habitacion. Me susurro sin apartar su mirada.
Sin poder evitarlos mis pies empezaron a moverse detras de él, mis ojos recorrian toda la gran casa en la cual estaba, era grande con elegancia pero no ostentosa, sino todo lo contrario parecia acogedora.
Mientras pasabamos por ese enorme pasillo, pude observar varias puerta, todo parecia un gran laberinto sin final.
Justo cuando llegamos a la que supuse seria mi habitacion, cuando estaba por abrir la puerta en todo ese silencio se escucho un grito de alegria.
- Papi!! Gritaron desde atras, al darme vuelta pude obserbar a un niño con grandes ojos celestes, su piel se devatia entre un bronseado natural y una piel palida visiblemente, sus labios finos de color rosa palido, mas su cabello castaño oscuro. Podria jurar que el niño estaba entre los 2 y 2 y medio de edad mas de eso no tenia.
- Nathan. Escuche que susurro Alexander, al girarme para mirarlo pude notar como sus labios se encurbaban en una pequeña sonrisa.
Segundos pasaron hasta que Alexander tubo entre sus brazos a ese pequño Nathan, besando sus mejillas y tratando de abrazarlo con sus cortos brazitos.
- Papi...Yo...Lucy... Empezo a balbucear el pequeño.
- Nathan, que se hacia cuando habia visitas? Le pregunto Alexander a su hijo.
- Sadudar? Susurro como pregunta el pequeño, mirandome y mirando a su padre.
- Exacto. Dijo Alexander con una sonrisa.
- Hola, me yamo Neitha. Dijo el pequeño mirandome con sus mejillas sonrojadas.
- Mucho gusto Nathan, mi nombre es Amy. Dije agachandome para besar sonoramente una de sus cachetonas mejillas.
- Amy. Susurro el pequño mirandome.
Sin poder evitar mi incomodes, me levante rapidamente, sentia como esos ojos me perseguian a todos lados, cada paso que daba ahi estaban.
- Bueno Amy, te dejamos para que descanses. Me dijo avriendo la puerta para que pasara.
Tan solo di un paso dentro, cuando senti como la puerta era ruscamente cerrada. Claro luego de dejar mi maleta adentro de esta.
Toda la habitacion estaba decorada en tonos cremas, con una gran cama con corcel y en centro y uno que otro mueble.
Sin prestarle mucha atencion a lo demas, solo me diriji a la cama.
Pensar, que muy pronto vere a Ethan, sin pensar mucho un escalofrio me recorrio de pies a cabeza, por pensar en todo lo que me hiso.
Si, puede que nunca halla sentido algo por él, pero duele, duele saber que la persona a la cual estas destinada solo se dedico a hacerte daño.
Y con ese pensamiento, mis ojos se cerraron, para fundirme en una gran oscuridad.
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Sentia como el viento rosaba mi cuerpo, como la luz de la luna iluminaba la habitacion, pero no podia quitarme esa sensacion de ser observada.
Habre despertado tan solo hace unos minutos, en los cuales esa sensacion no se me quita, en este momento estoy en la misma posicion en la que me desperte, dandole la espalda a la puerta y mirando a una ventana.
- Amy. Susurraron detras de mi.
Mi respiracion se corto, todo mi cuerpo se puso rigido, mi cabeza no reaccionada a todo lo que estaba pasando, no me podia mover, no podia hacer nada, por esa voz, Ethan.
- Amy. Volvio a susurrar, pero mas cerca, hasta que senti su toque, como recorria con su mano mi hombro hasta llegar a mi mano.
Sentia su respiracion muy cerca, pero no queria, o no podia moverme, no porque tenga miedo, sino porque nose como reaccionare a ver esos ojos que me fueron atormentando por tanto tiempo.
Como reaccionare a ver a la persona que me hiso tanto daño, que me humillo, que destruyo toda mi felicidad, todo lo bueno que tenia, quien me quito mi libertad, mi vida.
Porque eso fue lo que hiso, me arrebato todo.
- Porque él, Amy?, Porque no otro? Tenia que ser Alexander? Escuche que susurro lentamente.
Sentia su mano tomando la mia y poner algo dentro de esta, era algo suave, pequeño y suave.
- Eres mia, Amy, espero que lo entiendas - Susurro lentamente y muy cerca mio, lo sentia, su cuerpo tan cerca - Perdon Amy. Dijo dejandome un suave beso en mi mejilla.
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Sentia como los rayos de sol me daban en mi rostro, poco a poco fue abriendo mis ojos, denjando a la vista esa gran ventana con un enorme sol mañanero.
Ethan.
Sin poder evitarlo, mis manos recorrieron todo el camino que el hiso, hasta tocar mi mejilla.
Un sueño.
Solo fue eso, un sueño.
Mientras intentaba borrar esos pensmaientos, vi la puerta segunda a la salida, era hora de un baño.
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Luego de haberme baño y demas, era hora de acomodar todo, mientras acomodaba la poca ropa que habia traido en el armario, mi mirada se poso en ese vestido, muy pronto te vere Ethan. Muy pronto.
Con ese pensamiento me diriji a hacer la cama, mientras quitaba las sabanas y demas, escuche como algo callo a piso, al agacharme para recogerlo, vi una pequeña caja de terciopelo negro, al tenerla en mi mano, sentia ese sensacion de nuevo, algo suave, pequeño y suave.
Sin poder creerlo, un escalofrio me recorrio nuevamente; él estuvo aqui anoche, vino a verme.
Mi mirada rapidamente se poso en esa cajita, al abrirla pude contemplar un hermoso anillo, con unos diamantes muy pequeños a los costados. Casi color oro, muy hermoso.
Toc, Toc, Toc
Se escucho por toda la habitacion.
- Adelante. Dije sin quitar la mirada del anillo.
- Amy! Eschuche que chillaron, justo cuando levante mi mirada ya tenia un cuerpo abrazando al
mio.
- Angelica. Susurre.
Anillo de Amy en multimedia.