Caliope se miro al espejo y prácticamente no se conocía. Ahora si podía verse como una Durtzed, porque debía ser así. Tenia que usar quien era y la influencia del apellido que tomaba para lo que tenia en mente. Y sabia que tenia que llevar a su lado a la gente de la alta sociedad y para ello debía ser una de ellos.
Al bajar las escaleras se encontró de frente con Medea que la observo sorprendida
-¿Vas a cazar a algún millonario querida? –la miro de arriba abajo con desprecio
-Buenos días a ti tambien Medea –Caliope siguió su camino sin siquiera pararse. Hoy se sentía segura, hoy necesitaba sentirse así para sacar adelante su plan.
Cuando salio de la casa lo que menos esperaba era encontrarse a Damian, pero ahí estaba el, subiendo las escaleras del porche hacia la entrada. Iba distraído y cuando levanto la mirada para verla dejo de caminar y se quedo parado en el ultimo escalón.
-Buenos días –Caliope paso a su lado sin mirarle y se dirigió a su auto que se encontraba estacionado frente a la casa
-Hola –Damian se giro siguiéndola con la vista ¿Esa era Caliope? ¿Dónde iba? Frunció el ceño, después de todo lo que Néstor le había contado ayer sobre y ella, el dinero que había donado en la fiesta, estaba muy confundido. Ella le confundía y verla tan radiante, tan segura, tan sexy, no ayudaba para nada.
Cuando Caliope entro a la oficina de Sebastián, este se quedo sentado tras su despacho mirándola sorprendido.
-Cuando me dijiste que era urgente no pensaba que fueras a venir tan arreglada –se levanto del asiento y se acerco a darle dos besos –Te ves radiante
-Gracias –Ella sonrió –He decidido aprovechar la oportunidad de quien soy para ayudar
-Ya veo –Sebastián la miro fijamente –Y dime ¿en que puedo serte de ayuda?
-En primer lugar es un asunto legal –Caliope se acomodo en el sillón frente a el –Se que como mi abogado tienes los documentos de mis propiedades, en especial una. La única que realmente es mía.
-La casa de tu madre –Sebastián entendió al instante –Pero ese barrio ya no es lo que era Caliope
-Eso ya he podido comprobarlo –Ella asintió –Pero de ese inconveniente nos ocuparemos después. Lo primero son las escrituras de la casa, quiero que redactes un contrato de cese de propiedad a nombre de la señora Bárbara Dalaras.
-¿Vas a vender la casa? –El frunció el ceño ¿a que venia eso?
-No precisamente –Caliope sonrió –Voy a cedérsela a ella y a su hijo
-No entiendo –Sebastián apoyo los codos en la mesa -¿Por qué?
-Porque son lo único que me quedan de mi pasado –ella suspiro –Bárbara era mi tata, ella me cuidaba cuando mi madre tenia que trabajar y Esteban, su hijo, el y yo estábamos constantemente peleándonos. Averigüe que se estan quedando allí como ocupas, porque derribaron su casa.
-Y quieres ayudarles –El sonrió –Es muy noble por tu parte. Tengo las escrituras, solo deja que le pida a mi secretaria que redacte el documento de cese y enseguida vuelvo.
Caliope se relajo en su asiento, lo mas fácil estaba hecho, ahora quedaba la parte complicada. Ella nunca había preparado algo así y necesitaba el consejo de el.
-Todo preparado –Sebastián regreso con los documentos y se los entrego, después volvió a tomar lugar en su asiento –Sabrás que la casa no esta en muy buen estado ¿no?
-De eso vamos a ocuparnos ahora –Caliope sonrió –Necesito que me expliques como organizar un evento benéfico para recaudar dinero para el arreglo de esa zona de la ciudad
-Ahora entiendo –Sebastián sonrió complacido –Sabias que teñirías que comportarte como una Durtzed para lograr el apoyo necesario para el evento. De ahí tu vestimenta.
-Supongo que deberé encontrar un lugar para la celebración –Ella se quedo pensativa- Avisar al ayuntamiento de la donación, hacer las invitaciones al evento
-Tendrás toda mi ayuda –Sebastián asintió –Lo primero es el lugar ¿Qué tal tu Hotel?
-¿Mi hotel? –Ella frunció el ceño ¿el hotel de la familia Durtzed?
-Quedaría extraño que lo celebraras en otro lugar –El le guiño un ojo –Antes que nada te acompañare al ayuntamiento y después iremos en busca de las damas de alta sociedad mas influyentes. Te presentaras en sus casas, dándoles el honor de recibir tu visita y les propondrás participar en el evento –sonrió divertido –Créeme no se negaran por aparecer a tu lado. Y de esa forma te quitaras un poco de trabajo, que se encarguen de la comida, música, adornos y las invitaciones. Tu arreglaras el papeleo y pondrás el lugar.
-Pues ¿a que esperamos? –Caliope se levanto impaciente
-Por supuesto –Sebastián se levanto
Tal y como habian planeado, la primera parada fue el ayuntamiento. Por supuesto al conocer quien era ella y el ir acompañada de Sebastián que se encargo del papeleo todo estuvo arreglado enseguida. El dinero seria dirigido al arreglo de las casas de esa zona, además de las calles y servicios de limpieza. La siguiente parada fue la casa de dos de las mujeres mas conocidas, sobre todo por su colaboración en la mayor parte de eventos de sociedad. Por supuesto en cuanto Caliope les propuso la participación, aceptaron encantadas y no dejaron de elogiarla por su gran idea. Sebastián observo divertido en todo momento como Caliope se comportaba con ellas y como correspondía a sus elogios de una manera tan elegante y sofisticada.
-Te has comportado como una autentica dama de sociedad –El la miraba de reojo mientras caminaban por el vestíbulo del hotel –Has estado estupenda
-Gracias, pero ya estoy cansada de esto –ella suspiro
-Sebastián –Damian se encontraba ante ellos mirándoles sorprendidos –Caliope
-Hola Damian –Sebastián asintió con la cabeza fríamente, en saludo –teníamos un asunto que tratar con el director
-¿Te vale el dueño? –Damian se señalo a si mismo
-Uno de los dueños –Sebastián miro de reojo a Caliope –Bien, así trataremos el tema con dos de los dueños presentes
-Claro –Damian frunció el ceño y señalo su despacho Mientras caminaba tras ellos no podía dejar de mirar el cuerpo de Caliope ¿Era su impresión o la temperatura en el Hotel estaba demasiado alta?
Entraron al despacho y todos tomaron asiento, Damian les ofreció algo de tomar y ambos pidieron una limonada.
-¿Y bien? –Damian miraba fijamente a Caliope
-Tenemos un evento que organizar –Sebastián sonrió a Caliope dándole valor
-Una fiesta benéfica para conseguir donaciones para el barrio de Narettea –Ella tomo un sorbo de limonada –Ya tengo arreglados los papeles y toda la organización
-Solo nos queda el lugar –Sebastián levanto las cejas –Y que mejor que el hotel del que Caliope posee acciones
-Claro –Damian la observaba atento ¿fiesta benéfica? Para el peor barrio que había, el de ella Sin poder evitarlo sonrió –Me parece bien ¿Y para cuando seria?
-Tres días –Caliope respondió segura de si misma –No es mucho tiempo pero todo estará organizado
-Perfecto –Damian asintió -¿Os parece bien los jardines del Hotel?
-Estupendo –Sebastián se levanto de su lugar y tendió la mano a Caliope –Ahora si nos disculpas Damian, tenemos asuntos que resolver
Caliope no dejaba de dar vueltas a lo fácil que había sido que Damian aceptara ¿Por qué? Miro de nuevo a su alrededor, acababan de entrar en su barrio, Sebastián aparco el auto frente a la que había sido su casa.
-No creo que lleves el atuendo mas adecuado para este lugar –Sebastián miro su vestido y se encogió –Pero no hay tiempo de cambiarse
-No tardaremos mucho –Caliope sonrió y se bajo del auto
Cuando Esteban abrió la puerta de la casa se quedo sorprendido al verla frente a el, pero sobre todo al verla así.
-Estas –el silbo –increíble
-Gracias –ella le dio un beso en la mejilla y después señalo a Sebastián –El es Sebastián un amigo y mi abogado
-Hola –Sebastián asintió
-¿Abogado? –El frunció el ceño, después se aparto para que pudieran pasar –Adelante
-Caliope niña –Bárbara salio corriendo hacia ella y la abrazo fuertemente –Oh vienes acompañada
-Si, es mi abogado –Caliope sonrió –Tengo algo que necesito que firméis
-Aquí esta –Sebastián tendió el documento a Bárbara
-¿Qué es? –Esteban se paro junto a su madre para leerlo -¿Ceder? ¿Nos estas cediendo tu casa?
-Si, solo falta vuestra firma –Caliope miro a Esteban y cogio las escrituras que el le tendía –Y estas son las escrituras, son vuestras. Es vuestra casa .
-No, no podemos aceptarlo –Bárbara la miraba con lagrimas en los ojos –Es tu casa
-Ahora será la tuya –Ella sonrió –Yo no la necesito
-Siempre has sido un ángel –Bárbara la abrazo con cariño
-jamás podremos pagarte esto Caliope –Esteban la miraba maravillado –Gracias
Tras la firma de los documentos, Caliope le entrego las escrituras y los cuatro juntos tomaron un café charlando. Sebastián les informo de la idea de ella para recaudar dinero para la mejora el barrio y de nuevo madre e hijo le estaban dando las gracias
Al regreso al edificio del despacho Caliope se despidió de Sebastián con un fuerte abrazo, después se dirigió a su auto. Aun no regresaría a casa, tenia que pasar por el cementerio, quería ver a los niños.
-Pensaba que ya no vendrías –La voz de Ángel que estaba escondido tras una tumba la sobresalto
-¿Qué haces aquí fuera? –Caliope miro a todos lados, entonces fijo la vista en las manos de el -¿Eso es un bolso?
-¿Y?-Ángel entro al panteón
-¿Te has vuelto loco? ¿Y si traen a la policía? –Caliope se acerco rápidamente a el y de un tirón le quito el bolso –Lo dejare en la comisaría diciendo que me lo encontré
-¡¿Pero tu quien te has creído que eres?! –Ángel alzo la voz y el llanto de la pequeña Alina inundo el lugar
-Tranquila –Caliope soltó el bolso en el suelo y cogio a la niña entre sus brazos para abrazarla. Ángel la miro confundido –Si lo que necesitas es dinero yo te lo doy
-Ya veo que te sobra –El la miro de arriba abajo –Y pensar que me creí que sabias como era esta vida
-Y lo se –Caliope se quedo pensativa El no la creería, no si no le contaba su historia, con la niña entre sus brazos se deslizo contra la pared y se sentó en el suelo junto a Alejandro sin importarle mancharse –Mi madre murió cuando yo tenia diecisiete años, estaba sola y no tenia mucho dinero. Me escape de aquí, sabiendo que la vida que me esperaba no era la que yo quería. Con el poco dinero que tenia compre un billete de avión para Londres, pero después tuve que apañármelas. Durante un día permanecí en las cercanías al aeropuerto, escondiéndome, a la espera del vuelo. Necesitaba llegar hasta mi tío, el era el único que podía ayudarme. Pero no tenia dinero para lograrlo, tarde unas semanas en reunir suficiente para poder tomar un autobús.
-¿Y en esa semana? –Ángel se sentó a su lado y la miraba fijamente
-No me enorgullezco de esto pero robe, robe en algunas tiendas de alimentos para poder comer –Caliope suspiro –Y conseguí trabajar ilegalmente en un local de mala muerte, sirviendo copas por una miseria. Pero al fin logre el dinero para el autobús y llegue hasta mi tío.
-Al menos tu tenias alguien que se preocupara por ti –Ángel suspiro
-Vosotros me tenéis a mi –Caliope le miro con cariño –Si queréis
Al regresar a la casa de nuevo la suerte no estaba de su lado, en la entrada se encontraban Néstor, Damian y Medea. Parecían estar discutiendo pero se callaron al verla entrar. Damian se sorprendió al ver el vestido de ella sucio, era como si se hubiera revolcado por el suelo, revolcado con alguien ¿Con quien? La imagen de ella retozando con un hombre le hacia hervir la sangre ¡Que demonios le pasaba con esa mujer! Peor aun ¡¿Qué demonios le pasaba a el?!
ATENTOS, PRONTO UN CAPITULO HARA QUE TODO GIRE SITUANDO A CALIOPE EN UNA SITUACIÓN Y CAMBIANDO SU VIDA DE AHORA EN ADELANTE PARECE QUE DAMIAN CADA VEZ SIENTE MAS POR ELLA ¿HASTA QUE PUNTO? QUIZA OS SORPRENDA PROXIMAMENTE OS DEJO LA FOTO DE CALIOPE ARREGLADA PARA INICIAR SU PLAN, COMO UNA DURTZED, DESPUES DE TODO, ESE ES SU APELLIDO