Capitulo 20; Que te den

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Ángel, Alejandro y Alina esperaban junto a las escaleras a Caliope, pasarían el Sábado con ella e irían a visitar la obra del orfanato.

-Chicos –Néstor salio del salón y se paro junto a ellos

-Hola –Damian bajo las escaleras serio -¿Caliope aun no baja?

-Ahí viene –Néstor respondió en voz baja observando como ella bajaba tranquilamente las escaleras

-Caliope –Damian la miro esperanzado, tenia que hablar con ella

-Vete al infierno –Ella respondió sin siquiera mirarle, camino hacia los chicos y tomo a Alina de la mano –Vamonos

-¿Estas bien? –Néstor miro a Damian aun sorprendido en cuanto Caliope y los niños salieron de la casa

-Medea va a estar aun peor –subió las escaleras a toda prisa y entro en la habitación de su tía

-¿Damian? –Ella le observo con el ceño fruncido mientras terminaba de cepillarse el pelo

-¡¿Por qué demonios me mentiste?! ¡Sabias que Caliope estaba construyendo un orfanato! –la observaba furioso -¡Me manipulaste!

-Yo nunca manipulo a nadie –Medea camino por la habitación despacio –Y no sabia nada

-¡No mientas! ¡Ayer hablaste con ella! –Damian camino hacia su tía furioso -¡¿A que estas jugando?!

-¡¿Yo?! ¡Es esa mujer la que juega! ¡¿No lo ves?! ¡Quiere separarnos! –Medea se llevo la mano al corazón afligida -¡Yo os e cuidado todo estos años! ¡Soy como una madre para vosotros!

-¡Eso no te da derecho a actuar de esta forma! –Damian apretó los puños -¡¿Cómo puedes ser así?!

-¡No me juzgues! ¡Yo no hice nada! –frunció el ceño -¡¿Por qué la defiendes?! ¡Esa mujerzuela es la que te esta manejando!

-¡Caliope no maneja a nadie! –Néstor entro a la habitación furioso -¡Y deja de hablar de ella en esos términos! ¡Desde que llego aquí tuvo que aguantar nuestros desplantes nuestros malos tratos y sin embargo nunca perdió la compostura! ¡Somos nosotros los que actuamos mal no ella!

-Ya veo que os dejáis impresionar por cualquiera –Medea negó con la cabeza

-Ella no es cualquiera, es de esta familia –Néstor la miro fijamente –Es mi hermana

-¿Tu hermana? –Medea le observo incrédula -¿Has dicho tu hermana?

-Si, eso ha dicho –Damian asintió –Y si esta aquí es porque mi tío, tu hermano y abuelo de ellos lo decidió.  No deberías olvidarlo, no deberíamos olvidarlo.

-¿Todo bien? –Sebastián miro a Caliope con el ceño fruncido –No me has contado que paso ayer

Pasión GriegaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora