Narra Lysandro
Me dirigía al círculo de Alexy, Sucrette, Kentin y Nath, pero me dijieron que volviera con Armin y lo cuidara.
Ya sabía lo que ellos planeaban para mí, preferí no hacer comentarios. Cualquier cosa que dijera, podría ser usada en mi contra. Llegué hasta el alejado banco en el que Armin se sentaba, habían cerca unos faroles que alumbraban la calle y la oscuridad de esa noche las hacía resaltar.
Los de la calle no eran los únicos faroles brillantes, al mirar al moreno pude notar esos bellos luceros azules, más resplandecientes que nunca. Él me miró de vuelta, lástima que mis ojos no sean tan bonitos cómo los de él.
No es que no me gusten mis ojos, pero estos se vuelven la nada misma en presencia de los de Armin.
- ¿Lysandro... Qué miras?
Me distraje pues sentía que volaba, el color cielo de esos ojos era tan potente, que por un momento sentí que estaba en el paraíso.
- Tus ojos... S-son realmente bonitos...
Él se puso algo rojo y miró a otro lado. No pude evitar decirlo, debí pensarlo mejor. Sentí que Armin no iría a soportar mi compañía si actúo de una manera tan cursi.
- ¡L- Lo siento! No quería molestarte con mi comentario...
- Tranquilo Lys, está bien...
Hubo un poco de silencio entre los dos, se escucharon grillos entre la oscuridad y el sonido de los autos se oía lejano.
- Ven, sientate conmigo Lysandro. No me gusta mucho la oscuridad.
Nunca pensé que él realmente quería mi compañía. Me senté a su lado, bien cerca de él.
Unos segundos después, el chico del cabello negro, giró su cabeza hacía mí me dijo:
- Abrásame.
Lo miré sorprendido.
No me lo creía, me había pedido que lo abrazara, que invadiera su espacio personal.
-Yo... Yo...
- ¿Tú?
- ..... Está bien.
Puse mi brazo tras su espalda, y Armin se acurrucó sobre éste.
- Gracias ...
- ¿Gracias?... ¿Por qué "gracias", Armin?
Se quedó callado unos segundos, hasta decidirse a hablar.
-Por llegar a mi vida...
Me sonrojé. Se estaba confesando, y yo no decía nada. No quería que se sintiera mal, yo también sentía lo mismo que él, yo también quería agradecerle por llegar a mi vida,pero las palabras no salían de mi boca.
- A-Armin...
- No lo digas... Te incomodé...
Se separó se mi abrazo y miró al cielo, vi como sus ojos color cielo se cubrieron de lágrimas.
- ¡Armin!- me acerqué lo abracé- ... No me incomodas, es sólo que-
Me tapó la boca.
- No te disculpes... No debí haberlo dicho... Es obvio que esto no podría funcionar...
- Armin, no, no seas así... Yo siento...
Cerré los ojos, tragué saliva y suspiré.
- Yo siento lo mismo.
- Ah?
- Te adoro, Armin.
Sus ojos azules se pusieron aún más brillantes, las lágrimas calleron, pero esta vez eran de felicidad.
- Lys -sollozaba- te amo...
Nos quedamos en silencio un rato, mirándonos fijamente. De a poco Armin se calmó, y sonrió. Yo sonreí también, no tolero verlo triste, suerte que sólo fue un segundo.
Una suave brisa llenó el lugar dónde nos hallábamos, el pelo de Armin se sacudía en el aire, mientras ambos nos mirábamos. No pude resistir mis impulsos, mis ganas de tocar sus labios con los míos eran demasiadas. Me acerqué lo más que pude,agarré sus brazos y cerré mis ojos. Lo besé. Se notaba que él no era experto, aunque no es que yo lo sea tampoco. En mi vida había dado un sólo beso, con Leight, pero no había sido tan maravilloso y cálido cómo el de Armin. Sus labios eran taén suaves, tan bellos. La sensación que cubría mi cuerpo era tan hermosa, quería continuar pero, justo un ruido nos interrumpió. Había alguien detrás de nosotros, ambos nos separamos y nos volteamos desesperados, esperando saber quien había interrumpido tal momento. Sin embargo, fue en vano, ya que no pudimos ver a nadie. Se había marchado.
Todo volvió a estar tranquilo, pero el silencio se volvió incómodo. Armin miraba al cielo con tristeza.
- No creo que puedas encontrar estrellas ahora... Es imposible verlas correctamente en la ciudad.
- No necesito estrellas estando junto a tí, Lysandro.
Este chico sabe como hacerme sonrojar.
- Pensé que no te gustaba estar al aire libre...
- No, no me gusta pero...
Armin no dejaba de mirar el cielo.
- ¿Pero?
- Una vez... Recuerdo haber estado con Alexy y mi madre... Observando el cielo.
Alexy y teníamos 8 años....estaba triste ese día, porque me obligaron a salir de casa cuando yo no lo quería...
*Flashback*
En un principio, yo no quería mirar nada. Quería marcharme. Estuve a punto de irme corriendo, por la calle, en la noche.
Pero mamá me agarró del brazo, mientras yo lloraba, y nos llevó a mi hermano y a mí hacia una pequeña colina que daba la vista al mar y el cielo se veía perfectamente.
-Levanten la cabeza, y digánme que ven- dijo ella.
- Estrellas, dijimos Alexy y yo al unísono.
- Exacto. Las estrellas. Esas pequeñas esferas de luz,repartidas por el espacio.
Todos los días nacen unas y mueren otras.mooj Al igual que con los humanos. Algunos nacen, mientras otros mueren. Es por eso que algunos piensan que cada estrella pertenece a un humano.
-¿Cada estrella?, preguntó Alex.
- Sí, todos tenemos una estrella, porque hay miles de estrellas y hay miles de humanos. La estrella y el humano están conectados, cuando la estrella se apaga, el humano muere, si el humano es lastimado, la estrella brilla con menor intensidad, y si uno está contento, la estrella brillará más fuerte que nunca, representando la felicidad en el interior de un ser humano.
La historia de mi mamá me parecía muy linda, pero yo tenía una duda en la cabeza:
- ¿Cómo puedo saber cuál es mi estrella?
- Fácil, sólo debes buscar la estrella que te parezca más bonita, esa es la tuya.
- ¿Crees que pueda encontrar mi estrella aquí?, dijo mi hermano.
- Posiblemente.
Miré al cielo, ninguna estrella me llamaba realmente la atención hasta que...
Vi una estrella, tan brillante, yo la veía más brillante y más grande que las otras. Hasta creía haberla visto de un color azulado. Esa era. Estaba seguro.
Esa era mi estrella.
- Mami- dije inocentemente- ¿Dos personas pueden tener la misma estrella?
- Las personas que están destinadas a estar juntas, suelen tener la misma estrella.
- ¿Crees que yo pueda compartir la estrella con alguien?
No recuerdo por qué hice esa pregunta, es posible que en ese tiempo me gustaba alguien y juraba de corazón que esa persona sentía lo mismo. Qué puedo decir, era un niño que no sabía de amor.
- No lo sé, hay muy pocas personas que encontraron a su compañero o compañera de estrella.
- ¡Yo no quiero compartir mi estrella!, interrumpió Alex. ¡Yo quiero mi estrella para mí solito!
Nos la pasamos de maravilla esa noche. Sobretodo observando las estrellas, justamente llegó mi papá con bebidas y galletas para todos.
*Fin F.B*
-Fue la primera y la última vez que disfruté del aire libre.
- Y ahora, supongo que mirabas al cielo buscando tu estrella ¿No?
- Sí... Lástima que la luz de la ciudad las tape por completo.
En ese momento vi a Armin como un niño, frustrado por no poder ver algo que tanto quiere ver. Que inocente podía ser aveces.
Es tan impredecible.
- También fue la última vez que vi las estrellas, no volví a salir a un lugar donde el cielo se viera tan perfecto cómo en esa playa.
- Algún día las verás otra vez...
- Quiero ver las estrellas contigo, Lysandro.
Estoy sonrojado, otra vez. Armin es muy tierno.
- Ojalá compartamos la misma estrella, dije yo, sin ensar
- Ojalá...
Nos levantamos y nos fuimos donde los demás, al parecer, Castiel había despertado, pero Nathaniel se había ido.
No pude acompañar a Armin a su casa, bueno, al menos sé que él estaba bien acompañado, se fue con Alexy y Kentin que lo ayudaban a caminar.
Volví al departamento, con una sonrisa.
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Gaggsga
Está algo corto pero aún así espero les haya gustado :3
¿Quién habrá sido el maldito que interrumpió ese beso, QUIÉN?
Nath: No tengo ni la menor idea...
Anda a lanzar sillas mejor :v
Nath: OK :v
Cuidense, hay un yandere suelto :vvv:vvvv:v:
Bye~