No te lleves el control (Lysandro X Armin)

Capítulo 1: La Libreta

Narra Lysandro

Era una mañana tranquila e inspiradora, perfecta para que pudiera escribir algo en mi libreta...

Mi libreta...

La había perdido otra vez.

Y yo que quería escribir, tenía tantas ideas que podría olvidar de un momento a otro.

Como...

La descripción de una mañana tan bella como ésta, el sonido de los pájaros cantando que se hacía cada vez más presente y relajante, este banco del patio donde me siento para recordar y escribir, donde estoy sentado ahora mismo, este presentimiento de que olvido algo que me persigue todo el tiempo, la tierra y el polvo que se levanta lentamente por los chicos y chicas que corren dentro, temiendo llegar tarde, la cara de Castiel sentado al lado mío mirándome fijamente de forma enojada...

Esperen, ¿Castiel estaba ahí?

— ¿Lysandro? ¿Me estás escuchando? - me dijo el teñido de rojo, con una obvia cara de desesperación. Eso era lo que olvidaba.

— Oh, lo siento. Estaba pensando en...

— En que perdiste tu libreta.

¿Cómo lo había adivinado? Da igual, seguramente es porque somos buenos amigos ¿O me equivoco?

— Sí, especialmente hoy siento necesitarla más que otros días.

— Bueno, te dejo. Me voy, tengo cosas que hacer, si veo tu libreta te la daré.

Acto seguido se paró, y se fue, en dirección al pasillo.

Parecía algo... ¿Enojado? No lo sé, con Castiel es díficil saberlo.

Yo me paré también, debía buscar mi libreta antes de que fuera hora de clases. Caminé por los pasillos, tal vez la había dejado en mi casillero. Lo abrí, nada. Sólo un libro de Historia y ... ¿Un peluche de oveja? ¿Me habré confundido de casillero?

—Em... Disculpa Lysandro.. Ese es mi casillero... ¿P-Puedes moverte? - era Violeta.

Sí, me había confundido de casillero.

— Oh, sí... Lo lamento, no recuerdo cuál era el mío.

— Es el que está a la derecha, arriba - Dijo ella, apuntando hacia donde está el mío. Que raro, yo recordaba que era el del medio.

"Hoy estoy muy distraído, más que de costumbre." pensé.

Como sea, le agradecí a Violeta por ayudarme. Abrí mi casillero, pero la libreta no estaba.
Decidí buscar en el club de jardinería, pero tampoco la encontré ahí.

No me preocupé mucho en un principio, esto me pasa seguido y tarde o temprano terminaría encontrándola, solo esperaba que nadie la leyera, no me agrada que se metan en mis cosas privadas.

Llegué hasta la entrada, y vi a dos chicos que nunca había visto. Uno tenía el pelo azul y los ojos rosa, usaba una ropa colorida y extravagante. El otro tenía el pelo de color oscuro, estaba leyendo algo, así que no pude ver bien sus ojos, estaba leyendo...

¿Mi libreta?

— "Esta pasión me está matando, necesito sentir tu cuerpo contra el mío. Estar juntos en un lugar vacío, sin más ruido que el de nuestros ..." ¿¡Qué?! - leyó el moreno.

¿Qué hacía leyendo mi libreta? ¿Y en voz alta? ¡Estaba loco! ¿Por qué nadie le ha dicho que no debe meterse en cosas ajenas?

— Armin, no creo que deberías leer eso, tal vez el dueño o dueña de esta libreta no quiere que lo lean- no, no quiero que la lean ¡Pero ya la leyeron! - además, tú sabes que no hay que meterse en las cosas ajenas - el de pelo azul me ha robado las palabras de la boca.