Pilas de libros junto a mapas desplegados sobre aquel escritorio que se encontraba en medio de la recamara, un par de espadas incrustadas en el piso de madera al lado de las alborotadas sabanas sobre la cama del capitán, listas para ser tomadas en caso de una defensa rápida, rollos de mapas metidos notoriamente con prisa en aquel barril que estaba en un rincón de la habitación, la ligera luz que ingresaba por la ventanilla de la recamara, con una vista al mar sin igual, pero alrededor de este todo era un caos, todos eran elementos tan típicos de una habitación de un pirata.
Hasta que algo atrajo mi vista con mucha curiosidad, aquel tablero de ajedrez que estaba en uno de los estantes, pero solo era el tablero, no habia rastro de las piezas cerca de este, mi instinto fue en ir hacia este, pero tan solo termino en un paso, ya que recorde que no estaba en un lugar cualquiera como en la bodega con WooYoung o en la enfermería con YeoSang, estaba en la recamara del capitán del Treasure, de nuestro capitán, Kim HongJoong.
Escuche el sonido de la cerradura cuando la puerta fue cerrada y la luz disminuyo aun más en aquella habitación, mi respiración se volvio algo pesada, el oir de cada uno de sus pasos, acercándose hacia mi era como una mano invisible en mi hombro, apretándolo con fuerza con cada paso que él daba.
Junte mis manos y empece a apretarlas cada vez con más fuerza, intentando mantener mi postura erguida y no quebrantarme ante la presencia de aquel pirata. Podia sentir su mirada sobre mi, sus pasos fueron haciéndose un poco más lento, como si se hubiera dado cuenta del efecto que este causaba en mi y de alguna forma estuviera alargando mi agonía alli.
—Pido una disculpa capitán. — decidi tomar la iniciativa con un tonto acto de valentía en un intento de verme un poco menos minúscula ante los ojos de Kim HongJoong dándome la vuelta y dando una reverencia en señal de disculpas. —...si de alguna forma nuestra tonta pelea entre San y yo le despertó de su sueño, le pido disculpas.
—Sin duda fue una pelea muy tonta, hasta cierto punto entretenida, pero realmente innecesaria...— senti como un par de piedras eran colocadas sobre mis hombros. —...por lo visto ya estas casi recuperado. — su mirada bajo hasta mi pierna, asenti ante sus palabras. —Pero veo que aun no has cumplido con uno de los puntos que te di para que te quedes en mi barco. —se estaba refiriendo a la cofa, iba a abrir la boca para poder decirle la razón del por que aun no me habia atrevido a tomar aquellas sogas y subir junto con JongHo, pero este me lo impidió. —Pero veo que has hecho una buena labor en la enfermeria con Kang. —me senti un poco aliviada, ya que eso se sintió como una ligera palmadita en el hombro con una pequeña felicitación por un buen trabajo. —Casi perfecta diría yo...— pero cuando oi ese tono en su voz, esta conversación empezó a tornarse un poco difícil de leer entre lineas para mi. Sus pasos continuaron con rapidez y HongJoong por fin llego hasta su silla, tomando asiento y recargando su espalda en ella para mirarme a mi. — ¿Ya has tenido experiencia antes en esto Hwan?
— ¿A esto? — frunci el ceño, aquella mirada en sus ojos, fria, calculadora, sin duda cargaba aquella aura amenazante típica de un pirata, muy diferente a la que vi en WooYoung, MinGi y mis otros compañeros. Pero era normal, yo seguía siendo una extraña no deseada en este barco para él, esto se estaba tornando un tanto tedioso, vamos Haneul, tu puedes, tienes que salir de esto.
—Escuche por alli que tu y los otro dos bobos terminaron en una prisión. — estaba refiriéndose a San y a WooYoung, asenti. —...y que no recuerdas nada, ¿es cierto? —vamos Haneul piensa rápido, HongJoong parece ser ese tipo de personas a las cuales no les gusta respuestas inconclusas, decirle que vienes de otra época pues no es posible, te tomara como loca y hasta en el peor de los casos no dudaría en echarte por la borda para librarse de ti con facilidad en lugar de llegar al próximo puerto como te prometieron, él necesitaba respuestas y tu tiempo a tu favor, por lo que opte por la mejor opción que tenia ahora.
—En realidad, me encerraron alli por hacer disturbios. —...mentirle. Este alzo una ceja, poco convencido por mis palabras, vamos Haneul, puedes hacer algo mejor que eso. —Cuando llegue al pueblo, alguien intento robarme mis collares. — saque las dos cadenas que ocultaba en el interior de mi camisa y se las mostre al capitán. —Casi los pierdo si no hubiera sido por la ayuda de WooYoung. — el recuerdo de aquella sonrisa que este me dio cuando me los devolvió vino a mi mente con una agradable sensación de calidez que me envolvió. —...en su momento no recorde como es que llegue alli tras los golpes, pero...poco a poco los recuerdos están volviendo a mi.
—¿A si? — este ladeo la cabeza, apoyo su codo en uno de los brazos de su silla y apoyo su barbilla en su mano mientras me daba una mirada de arriba abajo, buscando algo, lo que sea que el crea que no deberia de estar alli, una respiración acelerada, una mirada nerviosa, un pequeño detalle que el crea conveniente para usarlo a su favor, mis manos empezaban a adormecerse, alguien por favor, quien sea, sáqueme de aquí, no se por cuanto tiempo más podre mantener esta fachada de calma y serenidad. —¿Y por que llegaste al pueblo? —por fin, despues de largos minutos este dijo algo, rompiendo aquel denso ambiente.
—¿Perdona? —me acerque a él un poco simulando que no habia logrado escucharle bien en la primera vez.
—¿Por qué llegaste al pueblo? —genial Haneul, ¿y ahora que diras?
—Por...—baje la cabeza intentando pensar en todas mis opciones, todo era poco claro en mi cabeza, no sabia hasta cuando iba a lograr mantener esto, pero estaba bien metida hasta el fondo, por lo que solo queda seguir, tienes que seguir con esto Haneul. —...por... — murmure.
"Cuidado..."
Me congele casi en el acto tras oir aquello, ¿pero que ha sido eso?
— ¡Capitán! — el grito desesperado de San rompió entre los vientos, llamando nuestra atención, cortando rapidamente con la densa charla, dejándonos poco tiempo de respuesta, ya que en menos de un par de segundos algo impacto al barco, provocando una gran sacudida que ocasiono que HongJoong-hyung terminara sobre su escritorio y yo por los suelos a pocos centimetros de la pared.
El capitán reacciono con rapidez y se levanto, yendo con prisa hacia la puerta, abriéndola, dejando ingresar una humareda de polvo combinado con polvora al interior de la recamara.
Coloque ambas manos en el piso y tras dar un impulso logre pararme, corri con prisa detrás de mi capitán, cubriendo mis ojos con el antebrazo para evitar el polvo, apartándolo una vez estaba afuera para ver el caos que se habia armado en cubierta, HongJoong me empujo hacia un lado, volviendo a ingresar a su habitación, me acerque a San por que no habia nadie más cerca a mi para preguntarle que es lo que acababa de ocurrir.
—Sa...
—¡Es el barco español! — respondio antes de que pudiera si quiera formularle una pregunta. —Hemos bajado la guardia, necesitamos ir a mar abierto antes de que nos alcancen. —HongJoong salio rapidamente de la recamara e intercambio lugares con San, este tomo los mapas que el capitán le trajo para él y empezaron a trazar entre ambos una ruta para poder salir de aquí. Seonghwa corrió con prisa escaleras arriba, sorprendiéndose de encontrarme alli, antes de que pudiera pronunciar palabra alguna, el capitán le corto.
—Revisa todos los cañones, si ninguno ha sido dañado los quiero a todos a babor, cargados y a disposición. —eso fue más que suficiente para él, SeongHwa regreso por sobre sus pasos y empezó a repartir ordenes a todos los hombres ya en cubierta, para luego sumarse a ellos. —Hwan ve a la enfermería, cierra la puerta y no estorbes el paso a nadie, ¿entendido?
—Pero...
—No tienes conocimientos en cañones niño, tampoco en armas de largo alcance, mucho menos en batalla, por lo que no me eres útil en estos momentos, asi que ve a la enfermería y no estorbes, ¿quieres? —querias salir de aquella situación Haneul, pues lo lograste, ahora por favor trágate tu orgullo y solo haz lo que el capitán te ordena e implora que salgan vivos de esto para un día más con vida.
Piensas que lo mejor es seguir los pasos de SeongHwa, asi que te dispones a bajar con rapidez por las mismas escaleras segundos despues, para ver todo el agetreo que se ha formado en cubierta, parecia un campo de batalla, uno que sin duda seria difícil de atravesar hasta el otro extremo del barco en donde se encontraba la enfermeria.
No entendia nada, no sabia que era lo que pasaba, solo que nos habían disparado, pero no tenia el tiempo suficiente para detenerme y preguntarle a alguien que era lo que habia ocurrido.
Trataba de no tropezar con nadie, también en no perder nada, ya que uno de los cañones casi me deja sin una pierna cuando fue arrastrado con rapidez por cuatro hombres hasta el otro lado del barco, poniéndolo a disposición como ordeno el capitán.
Alguien me empujo y mis manos terminaron una pila de sogas enrolladas, alce la mirada y por pocos centimetros mi cabeza casi era golpeada por el palo mayor, vaya, si que he tenido suerte.
No se como pero he logrado llegar hasta la mitad del camino casi intacta. Me levante y colocando mi espalda sobre la madera, justo al lado de nuestro tripulante quien aun seguia atado, mirando a todos lados, nadie estaba viendo, además creo que tampoco tenian tiempo para ello, mucho menos el capitán, asi que me arme de valor e intente desatar aquel buen nudo que MinGi habia hecho, pero mis manos no eran suficiente para ello, decidi buscar ayuda y logre visualizar la puerta de la enfermeria, respire hondo, tenia que llegar alli, sin duda YeoSang tenia muchas cosas punzocortantes bajo su poder, estaba esperando el momento adecuado, que se abriera una ventana de oportunidad en mi camino para yo poder correr con prisa hasta alli, mis piernas estaban por tomar impulso, cuando en eso algo llamo mi atención.
—¡Hwan! —alguien me llamo. Pero antes de poder buscar de donde se originaba aquel grito un pequeño ruido a mi lado atrajo mi atención, algo se habia incrustado en la baranda, con una forma poco peculiar, hasta que vi como otro de esos se incrusto al lado del primero, era un gancho.
—¡SeongHwa! — llame a nuestro teniente, quien era el que más cerca de mi tenia ahora y al unico que conocia alli en medio de todo ese caos, al tercer grito que le di este por fin logro encontrarme entre toda esa multitud, empezando a abrirse paso entre todos intentando querer llegar a mi. —¡SeongHwa, alla! —le señale, en donde habia visto los ganchos, justo a tiempo para ver como un par de hombres subían a cubierta con estos y desenvainaban sus espadas, con claras intenciones de atacarnos.
—¡Nos abordan! — advirtió él, siendo uno de los primeros de la tripulación en sacar su espada y lanzándose a ellos para defender la nave, siendo seguido por otros más, pero más ganchos empezaron a llegar.
—¡Hwan! — aquella voz, nuevamente me estaba llamando. —¡Hwan aquí! — algo cayo sobre mi cabeza, era una cuerda, mire hacia arriba logrando ver a JongHo, su mirada me suplicaba en que subiera con él, asi que tome el extremo, el cual tenia algo atado, un pequeño estuche del cual en su interior habia una daga con la que corte la soga y empuje a nuestro tripulante rumbo hacia la enfermeria, viendo como este llegaba a buen resguardo justo a tiempo ya que aquellos soldados empezaron a abrirse paso y a acumularse en cubierta, MinGi y YunHo dejaron los asparejos y se unieron en la batalla con nuestros demás tripulantes, uno de esos soldados me vio y vino con prisa hacia mi con clara intenciones de querer acabar con un pirata más, uno más a su lista, pero no se lo iba a permitir, se que YeoSang me odiara por esto, pero subi a como de lugar hacia la cofa con la ayuda de esa soga, mi pierna mañana tendría un hermoso moretón decorándola, pero preferia mil veces eso que a perder la vida alli.
Mis manos me dolian, logre llegar hasta la mitad de la cuerda antes de que sintiera que estaba cayendo de nuevo hacia abajo o más bien dicho, alguien me estaba jalando hacia abajo, sin duda era aquel soldado que no me iba a dejar escapar con tanta facilidad, pero en eso algo desde arriba me empezó a jalar con gran fuerza, sorprendiendo a más de uno alli, mejor dicho JongHo empezó a jalar la cuerda, logrando que aquel soldado la soltara y llevandome a salvo hasta la cofa.
Una vez que mis piernas llegaron adentro, respire tan hondo como pude.
—...gra...gracias. —JongHo solto la cuerda, dejándola caer hacia el vacio y se quito sus guantes, sin duda necesitare un par de esos para poder usar una soga, mis manos estaban muy raspadas por haber intentado usarla sin la debida practica, era un desastre con ella claro esta, también tengo que apuntarme a una clase maestra con YunHo-hyung para evitar este incidente de nuevo.
—Quedate aquí. — este me entrego su monóculo. —Tengo que bajar a apoyar. —antes de que este pusiera un pie afuera de la cofa, le detuve.
—¿Qué es lo que pasa? — se que era un mal momento para preguntar algo asi, pero necesitaba saberlo. JongHo tomo nuevamente el monóculo de mis manos y busco algo en el mar con este.
—Alli...— se lo quito y me lo entrego. —...es el barco español del que escapamos, parece que nos ha estado siguiendo y espero al momento adecuado para atacarnos. — lo vi, pude verlo, a lo lejos camuflado entre la vegetación de la costa. —Parecen que han enviado hombres por tierra, han esperado un momento de baja guardia de la mañana y han decidido atacar...—un segundo disparo se escucho, era otra bala de cañon, pero gracias a un agíl movimiento del capitán, el barco no logro recibir impato alguno y esta solo cayo al mar, pero todo en cubierta se revolvio debido a aquel movimiento que hizo con el timón, por suerte los cañones estaban bien anclados, por lo que estos no terminaron aplastando a nadie. Vi algo en el agua, algo que se iba acercando, agarre el monóculo de JongHo y al ver a través de este note que eran botes, con más hombres que venían hacia aquí.
—¡Necesito más velocidad! — escuchamos al capitán desde aquí.
—Tengo que irme. —mis manos intentaron retener a JongHo por un momento más.
—Quiero ayudar.
—¿Sabes como manejar y recargar un cañon? —pregunto, negué con la cabeza. —¿Usar un sable? —negué nuevamente. —¿Una daga? — y nuevamente. —¿Armas de largo alcance? —largo alcance. JongHo al ver mi duda, decidio sacar el rifle que tenia cargando en su espalda y entregarmelo. —Estas...—lo tome entre mis manos y trate de analizar rapidamente su anatomía. — ¿Sabes disparar?
—Creo...creo que si...—esto no se compara en nada con las flechas y el arco, pero podria intentar ajustar mi puntería en un caso como estos.
—Mira, tienes que cargarlo así. — de su bolsillo saco una pequeña bolita metalica y del otro una bolsa de tela marrón de la cual caian un poco de polvillo negro, por el olor que llego a mi nariz, salado y peculiar, pude darme cuenta de que se trataba de polvora, coloco la pistola con la boquilla hacia arriba, abrió la bolsita y virtio un poco de esta en su interior, luego introdujo la munición, con una delgada barilla de metal los acomodo y tras soltar aquello, cayendo al interior de la cofa, se levanto y tomo el arma, ya cargada, coloco su vista en su próximo objetivo y tras respirar hondo. Apretó el gatillo, una pequeña chispa se produjo, encendiendo la polvora en el interior, mandando la municion a el brazo de un desafortunado soldado que estaba peleando con YunHo, dándole la ventaja en su pelea, acabando con este con un solo golpe, directo al cuello, probablemente cortándole una de las arterias, un escalosfrios recorrio todo mi cuerpo en ese momento, en eso JongHo me entrego su arma. —Cargala. — titubee, pero tome el arma. Bajo su supervicion verti la cantidad necesaria de polvora y luego la municion que me dio, para luego acomodarlo con la varilla metalica, ya estaba lista, iba a pararme para poder apuntar a mi objetivo como le vi a él, pero en eso una mano se colocó en el borde de la cofa y de un impulso vimos a uno de esos soldados intentando subir a donde nosotros nos encontrabamos.
— ¡Ahh! — grite del susto, cerré los ojos pero rápidamente le di un puñete en el rostro. Escuche como este grito de dolor, mis dedos me dolieron como el infierno, no estaba tan acostumbrada a golpear así, juro que mínimo le he roto la nariz a ese sujeto, escuche a JongHo reírse, abrí poco a poco los ojos y le vi como este se asomó por la baranda mirando hacia abajo. — ¿Q-que paso?
—Ya cayó. — murmuro él. —Nada mal...— sonrió. —Veo que WooYoung no mentía. —mal momento para tus comentarios JongHo. Al asomarme vi a aquel hombre en la cubierta, probablemente medio muerto, inmediatamente me horrorice y deje de asomarme. —Aquí te dejo más municiones. — de su otro bolsillos saco una pequeña bolsita blanca, en la cual podia escuchar el tintineo de las municiones metálicas con cada movimiento que producia JongHo. La tome y al abrirla vi que tenia lo suficiente para acabar con todos los que estaban en cubierta. —Ahhh, ¡bien YeoSang! —al escuchar ese nombre me asome y le vi como estaba dando pelea con un sable a un par de soldados que intentaban subir por la escaleras hacia donde estaba nuestro capitán. —Iré a ayudarlo. — asentí. Mi mirada recayó nuevamente en YeoSang. — ¿Sería mucho pedir que nos cubras? — omiti las palabras de JongHo al darme cuenta como otro soldado intentaba acercarse hacia él por la espalda.
Alce el fusil, alineando mi arma con la punta, dedo en el gatillo, una vez que visualice mi objetivo, inhalar, exhalar, justo alli, fue que apreté sutilmente el gatillo, hiriendo de gravedad a aquel soldado, tras un tiro directo al pecho. YeoSang logro acabar con los hombres que tenia en su frente y al escuchar algo cayendo por su espalda se dio la vuelta, solo para encontrarse a un cuerpo casi sin vida que caia de rodillas primero antes de desplomarse por completo.
YeoSang busco a su alrededor al autor de aquel disparo que acabo con ese soldado, hasta que alzo su mirada y se encontro conmigo, observándole desde la cofa, vi una sonrisa llena de satisfacción aparecer en sus labios para luego correr en busca del siguiente soldado desafortunado, JongHo me dio una palmada en la espalda antes de colocarse nuevamente sus guantes y tomar una soga con la cual se deslizo hasta que sus pies tocaron la cubierta, sacando una navaja de su cintura, para tomar por el cuello a un soldado desprevenido que estaba ayudando a uno de sus compañeros a subir al Treasure. Golpe limpio en el cuello y luego lo tiro al mar, acto seguido empezó a cortar todas las sogas y a quitar los ganchos para tirarlos al agua, solo dejándonos a los que teníamos en cubierta.
Me arrodille y empece con la polvora nuevamente, luego una bala y al final la varilla, una vez todo en su lugar, me asome, busque mi próximo objetivo y dispare.
Recarga, apunta, respira y dispara...
No estoy muy segura por cuanto tiempo estuve haciendo eso, algunas balas dieron en su objetivo, otras no lo lograron, era mi primera vez disparando a un blanco en movimiento, estuve en aquel trance hasta que mi mano se demoró un poco más de lo debido en encontrar la proxima bala en el interior de la pequeña bolsa de tela, entre en pánico, la sacudi y de su interior solo cayo una.
En efecto, se habían acabado, me quede sin balas.
Estaba a punto de agarrar aquella bala, pero algo tiro de mi cabello, soltando el fusil, haciendo que este cayera hacia la cubierta y aterrizara entre aquella pila de sogas a los pies del palo mayor.
Era uno de ellos, con ambas manos intente quitar su agarre de mi cabello, pero pelear en aquel pequeño espacio de la cofa sin duda era todo un reto.
Hasta que senti que su rodilla termino en mi estomago, dejándome sin aire, por un segundo mis manos dejaron de pelear, mi vista se nublo, este me solto, cayendo como un saco de patatas para luego ser tomada por la nuca y levantarme de nuevo, sus dedos rodeaban mi cuello con una clara intención, asfixiarme.
Pude ver aquella sonrisa llena de satisfacción macabra en sus labios.
Pero en eso aquella expresión parecio romperse en añicos cuando me vio a los ojos, como si hubiera visto a un fantasma, el agarre de sus dedos se aflojo un poco, dándome una perfecta oportunidad que no estaba dispuesta a desaprovechar, asi que cerre los ojos y con todas mis fuerzas le di un cabezazo, aturdiéndolo, pero lamentablemente no lo suficiente como para que me soltara, haciendo que ambos cayéramos por la borda, rumbo hacia el duro piso de madera de la cubierta, me abrace fuertemente a su cuerpo, usándolo como un colchón cuando ambos aterrizamos.
Cuando todo mi cuerpo dejo de moverse decidi alzar la cabeza, veía siluetas borrosas peleando a mi alrededor, escuche un silbido en mis oidos y trate de recobrar un poco la conciencia lo más pronto que pudiera, alce la mirada para ver a aquel soldado.
Solo para encontrar una expresión vacia en sus ojos, junto con un charco rojo brillante formándose alrededor de su cráneo, seguramente este hubiera sido mi final si yo hubiera recibido todo el impacto de la cubierta.
—¿Ha...Haneul, estas bien? — las manos de YeoSang rodearon mi cintura y me ayudaron a levantarme, recargue todo el peso de mi cuerpo en su hombro mientras me recuperaba un poco de todo lo sucedido. —Mirame...— este tomo mi barbilla y me miro, en busqueda de algun rastro de heridas o cortes que hubira sufrido. —Bien hecho. — para luego pasar su mano por mi nuca, acercándome hacia este, envolviéndome con su brazo en un intento de darme algo de confort. —Ya paso...— murmuro una y otra vez mientras pasaba su mano entre mis cabellos. —Ya acabo...
***
Todos los cuerpos habían sido reunidos en cubierta, YunHo y MinGi revisaban si tenían algo de valor como dagas, municiones y pistolas entre sus ropas, antes de ser tirados al mar por la borda del Treasure.
Habiamos logrado perder por completo al barco español, pero esta vez escuche que HongJoong no cometeria el mismo error de bajar la guardia en territorios de la costa española por lo que nos prepararíamos para ir a mar abierto, lo cual seria navegación recta por cuatro días hasta poder llegar al siguiente puerto.
Los cañones fueron colocados en sus respectivos lugares, las partes afectadas causadas por aquella bala de cañon habían sido analizadas, escuche por SeongHwa que no habian daños muy importantes por lo que podíamos ir a mar abierto pronto.
—Listo capitán. — exclamo MinGi tras soltar el ultimo cuerpo sin vida en aquella pila humana. San tenia el timón, HongJoong bajo por las escaleras para reunirse con SeongHwa quien aun se encontraba en cubierta, probablemente para pedirle un reporte de todos los daños.
WooYoung ayudaba a JongHo entre las velas y la cofa por si aquel barco volvia a aparecer cerca de nosotros.
Mientras que yo, me encontraba observando todo por encima del hombro de YeoSang.
Ambos, parados en la puerta de la enfermeria. Hasta que en eso lo vi, el rifle que JongHo me habia dado, por fin habia podido localizarlo, asi que me abri paso y fui hacia este, queria devolvérselo a su dueño como era debido y darle las gracias por aquella clase tan significativa que me dio, ya que sin su ayuda no hubiera sido capaz de hacer nada.
MinGi se me adelanto, no se como, pero este corrió y llego primero hacia mi rifle y lo alzo para evitar que yo lo tomara.
—Oye...—le di un pequeño golpe en su estomago, pero eso solo causo risas en él. —No es mio, es de JongHo, damelo.
— ¿Cuál es la palabra mágica? — sin duda aquella faceta de pirata habia quedado a un lado, el MinGi que tenia ahora enfrente de no no se comparaba en nada al que vi en batalla contra aquellos soldados.
—Te golpeare. —aquella sonrisa se intensifico aun más en sus labios.
MinGi, aquel pirata de casi dos metros de alto, con su inusual cabello rojizo y su característico parche en el ojo, con una postura algo estoica y sin duda algo intimidante a simple vista, parecia tan solo ser una fachada que esconde a aquel tripulante juguetón quien no desaprovecha una oportunidad cuando la ve en fastidiar a alguien.
— ¡Capitán! — pero en eso las risas cesaron cuando escuchamos ruido proviniendo detrás de nosotros, ambos nos dimos la vuelta y vimos a uno de aquellos soldados que supuestamente estaba muerto o eso nos hizo creer, que habia resurgido de aquel montículo de cadáveres y ahora tenia una espada apuntando a la cabeza de nuestro capitán.
—¡Que nadie se mueva o mato a su capitán! — grito. Una sonrisa burlona provino de MinGi. Parece que aquel soldado estaba subestimando mucho a nuestro capitán.
—Sabes que valgo mucho más vivo que muerto para tus superiores, ¿o no? — murmuro HongJoong. —...estas rodeado, no saldrás de aquí, no con vida al menos. —una sonrisa ladeada aparecio en los labios del capitán. Los ojos de aquel soldado iban posándose en cada uno de los que se encontraban en cubierta, hasta que en un movimiento rápido corrió hacia HongJoong y rodeo su cuello, inmovilizándolo, o eso parecia. — ¿Y, que piensas hacer luego de esto? —más parece que HongJoong se dejo atrapar por aquel sujeto y que estaba jugando alguna especie de juego psicológico con él. —Estas solo, tu barco esta lo suficientemente lejos de ti, no tienes un plan, no tienes refuerzos, no vas a volver a casa marinero...—palabras un poco crueles, pero no me sorprende mucho, ya que vienen del mismo capitán del Treasure, un pirata.
Las manos de aquel hombre empezaron a temblar, agitando su espada de un lado hacia otro, pensando en que iba a ser atacado pronto por alguno de nosotros, cuando todos estaban quietos, parecia ser que HongJoong tenia controlada aquella situación, pero en eso la espada tomo un rumbo diferente, no fue apuntada hacia algún tripulante del barco, si no se acerco mortalmente hacia el cuello de HongJoong.
—No importa cuanto se tarden, se que el Buenaventura esta cerca, ellos no se cansaran, cueste lo que les cueste, la flota española no se cansara hasta verte colgado en la horca junto con toda tu tripulación y el Treasure sea desmantelado y quemado hasta los cimientos. —algo frio rozo con mis manos, asi que baje la mirada, viendo como MinGi habia colocado el fusil cerca de mi, le mire a los ojos y este me hizo una sutil señal, moviendo la cabeza hacia ese sujeto, entendí a la perfección, asi que lo tome y la recargue, con la bolsita de polvora que habia guardado en el bolsillo de mi chaqueta, pero me faltaba algo importante, una bala.
Empece a palpar en mis bolsillos con la corazonada de que encontraria algo por alli, pero no, hasta que en eso la mano del mas alto se acerco hasta la altura de mis labios con un par de municiones que saco de su bolsillo, perfecto.
Usando a MinGi como una especie de fachada que me ocultaba ante la vista de aquel soldado, termine de cargar el fusil y lo alce, alinee mi mirada con el objetivo y me di cuenta de algo, sin duda este tiro iba a ser muy difícil, ya que su cabeza estaba muy cerca a la del capitán.
—Por favor no falles...— escuche a MinGi susurrarme al oído. Aunque más que una petición, parecio ser una suplica...