Y tal y como Zeref lo había propuesto, ambos bajaron a desayunar. Lucy lavó sus dientes mientras Zeref la esperaba sentado en la cama, cuando terminó, caminaron por el pasillo hacia las escaleras.
Lucy se sorprendió al ver la decoración tan llamativa que tenía la casa, la escalera estaba enrollada con flores doradas, y había ramos de flores en cada esquina de la casa, la escalera también tenía una larga y dorada alfombra, llegando hasta abajo. Y Lucy se llegó a preguntar cuanto tiempo habría pasado desde la última vez que salió de su habitación.
—Es que no habías querido salir. —Zeref se encogió de hombros. —Quiero decir..—Zeref buscaba las palabras. —Supongo que Levy y Juvia hicieron buen trabajo. —Zeref respondió mientras bajaba la escalera despacio y Lucy miraba todo.
—¿N..No piensas que es algo exagerado? —Lucy le preguntó con una gota en la cien mientras terminaba de bajar el penúltimo escalón.
—En realidad, a mi me parece bien. —Zeref confesó. —Ha decir verdad, es un buen malgaste de dinero pero ni modo, luce bien. —Zeref dijo. —Y déjame decirte que careces de gusto. —Zeref dijo riendo.
—¿Oh, no me digas? —Lucy lo miró de arriba a abajo.
—¿Qué tengo de malo? —Zeref le preguntó mirándose.
—No lo sé. —Lucy calló. —Tal vez si debiste encontrar esa camisa roja —Lucy rió.
—¿Eso que significa? —Zeref le preguntó confuso.
—¡Vaya, tengo hambre! —Lucy dijo cambiando el tema mientras sobaba su vientre.
—Yo tendría bastante si tuviera que comer para dos. —Zeref rió y le dijo por lo bajo. —Pero no te pases, después..—Zeref calló.
—¿Me estás diciendo gorda? —Lucy lo miró con una mirada asesina.
—Y..Yo no he dicho eso..—Zeref se encogió de hombros.
—Me dijiste gorda. —Lucy le repitió.
—¡Que no! —Zeref se defendió.
—¿Podemos seguir esta conversación luego? —Lucy preguntó llevándose el cubierto a la boca.
—¡Pero si eres tú quien pelea! —Zeref le gritó
—Vamos, vamos, toma asiento. —Lucy le dijo balancenaod su mano.
—N..No sé como es que Natsu...—Zeref murmuró.
—¿Haz dicho algo? —Lucy preguntó con la boca llena, sin entenderse.
—No hables con la boca llena. —Zeref dijo sentándose. —No te entiendo nada. —Zeref decía con una gota en la cien.
—He preguntado si haz dicho algo. —Lucy dijo una vez más con la boca llena.
—No te he pedido que lo repitas, te he pedido que tragues. —Zeref dijo sin paciencia. Lucy murmuró algo y a Zeref le pareció cómica su cara, así que rió.
—¿De qué te ríes? —Lucy tragó.
—N..No es nada..—Zeref limpiaba una lagrima de risa. Lucy se quedó mirándolo.
—No puede ser nada si te estás partiendo de la risa. —Lucy se quejó. —¿Acaso tengo algo en la cara? —Lucy preguntó. Y Zeref se quedó en silencio.
—O..Oye, Lucy...—Zeref miraba su plato.
—¿Si? —Lucy lo miró tomando un bocado.
—¿C..Crees que después de todo..—Zeref pausó. —Quiero decir, cuando todo esto termine... Tu y yo podríamos seguir viéndonos? —Zeref preguntó nervioso.
—¿Qué dijiste? —Lucy preguntó.
—¡No me hagas repetirlo! —Zeref dijo sonrojado.
—Claro que si, Zeref. —Lucy le sonrió con la boca llena. —Somos amigos, después de todo. —Lucy le dijo y Zeref se explotó de la risa.
—¡Te digo que tragues! —Zeref rió.
—Creo que me he convertido en algo parecido a una payasa hoy. —Lucy dijo confundida por la risa de Zeref.
—Y que lo digas. —Zeref siguió riendo.
—Veo que se están llevando muy bien después de todo. —Jude se acercó a la mesa. Después de que habló, la mesa quedo en silencio.
—He terminado. —Lucy se puso de pie.
—Pero todavía hay comida en pl..—Jude estuvo a punto de decir.
—Zeref, te espero arriba. —Lucy se despidió y se retiró. Jude suspiró frustrado.
—¿Qué es lo que puedo hacer? —Jude preguntó en voz baja.
—Tal vez podría empezar en no obligandola a casarse. —Zeref comentó mientras lo miraba.
—Zeref, sabes que no puedo hacer eso..—Jude le respondió.
—Claro que puede. —Zeref le dijo.
—Acnología no lo permitiría. —Jude dijo mirándolo.
—¿Está usted seguro que es por eso? —Zeref le preguntó y se puso de pie.
—¿De qué estás..—Jude fue interrumpido.
—Me pregunto si está usted siendo sincero con usted mismo. —Zeref lo miró. —Tal vez usted también esté siendo un peón. —Zeref se fue, dejando a Jude perplejo en la mesa.
Jude se quedó sentado en aquella vacía mesa, mientras pensaba en las palabras que le había dicho Zeref antes de irse. ¿De verdad estaba haciendo lo correcto? Ahora Jude no estaba seguro, entonces recordó la última vez donde estuvo sentado en aquella mesa junto a Layla y su pequeña hija, Lucy. Ella les había preguntado como se habían conocido, y después de que Layla se lo había dicho, soltó unas pequeñas lagrimas, diciendo que quería tener una historia de amor parecida, pero ahora, el no le estaba dando la oportunidad de hacerlo. El sonido de la puerta cerrarse interrumpió sus pensamientos, Acnología se acercó a la mesa.
—¿Ya han desayunado? —Preguntó dejando su maletín sobre la mesa.
—Acnología. —Jude le dijo sin mirarlo. Tenía su mirada en sus manos sobre la mesa.
—¿Qué sucede? —Acnología se apoyó en la silla que estaba frente a él.
—¿Estamos haciendo lo correcto? —Jude le preguntó. —Quiero decir, obligar a nuestros hijos a casarse y..—Jude se estaba perdiendo en sus propias palabras. Y se preguntaba como había llegado a eso.
—¿Te estás echando hacia atrás? —Acnología rió.
—N..No es ..—Jude estuvo a punto de decir.
—¡No vengas con semejantes tonterías! —Acnología le gritó un tanto enojado. —¿Qué es lo que se te ha metido, ah? —Acnología preguntó.
—Es que Z..Zeref..—Jude hablaba con cierto temor en sus palabras.
—¡¿Zeref?! —Acnología rió. —No me digas que haz estado escuchando las palabras de mi tonto hijo. —Acnología le dijo en burla. Y después de unos minutos de silencio por parte de Jude, suspiró. —Jude, estamos a punto de terminar con esto. —Acnología le habló.
—Acnología..—Jude lo miró a los ojos.
—No dudes. —Acnología le dijo. —Además, ya hemos firmado el contrato. Solo falta la boda y todo estará hecho. —Acnología se acercó hacia el.
—Pero es que Layla no..—Jude estuvo a punto de decir.
—Tu esposa está muerta. —Acnología le dijo apretando su hombro. —Debes pensar en el futuro de tu hija que aún vive. —Acnología le dijo.
—Pero Lucy..—Jude bajó su rostro.
—No vaya ser que ella la acompañe al más allá. —Zeref le dijo en su oído y Jude abrió sus ojos.
—¿E..Eso ha sido una amen..—Jude preguntó cuando Acnología se alejó.
—Yo no he dicho nada. —Acnología dijo sonriendo. —Haz lo que quieras. —Acnología se fue, sabiendo que lo tenía en sus manos.
• • • Con Natsu • • •
Era mediodía cuando Natsu abrió sus ojos. Miró a su alrededor, y recordó que había dormido en el sofá aquel día. Sintió un ligero olor a comida, así que se puso de pie y giró hacia la cocina. La estufa estaba encendida, y Mavis tomaba algo de la nevera.
—Buenos días. —Mavis le dijo mientras tomaba el vinagre.
—B..Buen día..—Natsu respondió bostezando.
—Parece que haz dormido bien. —Mavis comentó mientras removía en la estufa.
—Creo que si..—Natsu dijo estrujando su ojo. —¿Qué hora es? —Natsu preguntó.
—Ya es mediodía. —Mavis respondió.
—Ya veo..—Natsu respondió mientras se retiraba al baño,
—Por cierto..—Mavis hablaba para que Natsu pudiera escucharla. —Los demás han llamado, dicen que estarán por aquí pronto. —Mavis dijo desde la cocina.
—Vale. —Natsu respondió, cepillando sus dientes.
—Huele bastante bien. —Natsu dijo mientras se acercaba nuevamente a la cocina. Ahora habían dos platos en el pasador.
—Supongo que he aprendido algo. —Mavis se encogió de hombros.
— ¿Alguna vez le haz cocina a Zeref? — Natsu preguntó tomando asiento.
—En realidad..—Mavis estaba a punto de decir cuando Natsu llevó la cuchara a su boca.
—...—Natsu abrió sus ojos en asco.
—Zeref dice que cocino de asco. —Mavis rió.
—¿E..Ense..rio? —Natsu preguntó con la boca llena y una cara de enfermo.
—Si. —Mavis dijo. —Espero haber mejorado un poquito. —Mavis hizo la seña con sus dedos, Natsu trago. —¿Cómo está? —Mavis le preguntó.
—M..Mira..—Natsu empezó. —L..Lo bueno es que tienes salud. —Natsu sonrió dándole ánimos.
—¿T..Tan mal está? —Mavis dijo soltando lagrimas cómicas. —Pero si olía b..bien..—Mavis dijo.
—Vamos, Mavis. —Natsu puso una mano en su hombro. —Zeref tiene dinero, así que no tendrás que cocinarle para nada. —Natsu sonreía inocentemente.
—¡No sabes nada de las mujeres! —Mavis le gritó.
—¿E..Eh? —Natsu preguntó confuso.
—Me gustaría cocinarle y luego.. —Mavis decía sonrojada mientras tenía corazones en sus ojos. —D..Darle de comer...y..—Mavis murmuraba cosas sonrojada.
— ...—Natsu se mantenía callado.
—¿Por qué no dices nada? —Mavis bajó de la nube soñadora al ver que no recibía ningún tipo de burla.
—S..Solo me preguntaba si Lucy...—Natsu se sonrojó. —S..Sabría cocinar..—Natsu dijo mientras se imaginaba a Lucy dándole de comer.
—S..Sin comentarios..—Mavis dijo con una gota en la cien.
—O..Oye, Mavis..—Natsu preguntó mientras terminaba de comer, con cara de enfermo.
—¿Qué sucede? —Mavis dijo mientras llevaba su plato al fregadero.
—¿Haz pensando que vas a hacer después de recuperarlos? —Natsu preguntó.
—¿Recuperarlos? —Mavis preguntó.
—A Lucy y a Zeref. —Natsu aclaró
—B..Bueno creo que lo primero sería..—Mavis miró su anillo. —Devolverle esto. —Mavis dijo sonriendo.
—¿D..De qué estás hablando? —Natsu paró de comer. —¿No vas a casarte con el? —Natsu preguntó confundido.
—E..Esto es algo..— Mavis paró de fregar. —Complicado...Supongo..—Mavis confesó suspirando.
—¿Qué quieres decir?—Natsu preguntó. —Pensé que tu..—Natsu se detuvo.
—Claro que lo amo. —Mavis se volteó y lo miró. — Lo amo más que cualquier cosa en este mundo..— Mavis se giró otra vez al fregadero.
—¿P..Pero? —Natsu la miró confundido.
—Ha pasado un año, Natsu..—Mavis continuó. —Desde que me dio este anillo...Tal vez el ya no esté tan..—Mavis pausó. —Decidido. —Mavis sonrió.
—A veces..—Natsu se puso de pie. —Nosotros somos quiénes complicamos las cosas..—Natsu dejó el plato dentro del fregadero. —Estoy seguro de que Zeref está pensando lo mismo acerca de ti. — Natsu puso una mano en su hombro. —El rostro de ese chico cuando me hablo de ti la primera vez, no era el rostro de alguien que...Había dejado de amarte. —Natsu sonrió. —Era el rostro de alguien que estaba desesperado por encontrarte y decirte que aún te ama. —Natsu soltó su hombro.
— Natsu..—Mavis se quedó pensativa.
—¿No quieres cocinarle? —Natsu preguntó y Mavis sonrió.
—Tu no me haz dicho que harás con Lucy. —Mavis preguntó mientras ambos se sentaban en el sofá.
—B..Bueno, estaba pensando en..—La voz de Natsu fue interrumpida por el timbre.
—Creo que han llegado. —Mavis murmuró y Natsu se dispuso a abrir la puerta.
—¡Hola, chicos! —Natsu los saludó, dejándolos pasar.
—¿Qué hay? —Gajeel entró con bolsas en sus manos.
—Mavis. —Gray asintió saludándola.
—Hola a todos. —Mavis sonrió.
—¡Vaya, huele realmente bien aquí! —Jellal dijo entrando con bolsas en sus manos.
—¿Qué demonios es todo esto? —Natsu miró el paquete de bolsas que se habían aglomerado a un lado de la entrada.
—Son nuestras cosas. —Erza comentó mientras entraba con otras dos bolsas junto a Juvia y Levy.
—¿E..Eh? —Natsu preguntó confuso.
—Para la boda. —Levy aclaró.
—L..Lo entiendo pero..—Natsu miró con una gota en la cien. —¿N..No es demasiado?—Natsu preguntó.
—¿Estás diciendo que somos exageradas? —Juvia preguntó.
—N..No yo..—Natsu se detuvo cuando Gray puso una mano sobre su hombro.
—No lo hagas. —Gray le dijo al oído. —Está en sus días. —Gray suspiró.
—¡Claro que no! —Natsu rió nervioso.—Q..Quiero decir que..— Natsu buscaba las palabras. —E..Están en su casa..—Natsu suspiró derrotado.
—Mavis, esto es tuyo. —Erza le tendió tres bolsas.
—¿Es el que me probé ayer? —Mavis preguntó emocionada.
—Así es. —Levy asintió.
—G..Gracias..—Mavis respondió mirando la bolsa emocionada.
—U..Un momento.. —Natsu los miró a todos. —¿Por qué han traído todas estas cosas aquí? —Natsu preguntó.
—¿No es obvio? —Levy preguntó. —Esta es la base de la misión. —Levy dijo sonriendo.
—¿E..Eh? —Natsu la miró con una gota en la cien.
—Si no te importa, nosotros también nos cambiaremos aquí. —Jellal le dijo.
—¿Dónde están sus cosas? —Natsu preguntó.
—Ahí. —Gray señaló una bolsa.
—¿Solo esa? —Natsu preguntó.
—No somos mujeres. —Gray respondió encogiéndose de hombros.
—¿Qué haz querido decir? —Juvia lo miró.
—N..Nada mi amor..—Gray estaba sudando. — U..Ustedes son bastante delicadas en este asunto..—Gray sonrió nervioso.
—Entonces, empecemos con los detalles. —Levy se sentó con unos sobres en las manos.
—¿Esas son las invitaciones? —Mavis preguntó mientras todos se sentaban en la sala.
—Así es. —Levy asintió.
—Eres un genio, Levy. —Natsu dijo tomando una. —¿Cómo lo haz hecho? —Natsu preguntó.
—Juvia y yo, tenemos invitaciones reales. —Levy se encogió de hombros. —Fue bastante fácil hacer réplicas y cambiarle los nombres. —Levy respondió.
—Es un alivio que Acnología aún no se haya dado cuenta que ustedes en verdad no son decoradoras. —Gray suspiró.
—No atentes a la suerte. —Mavis comentó. —Con Acnología nunca se sabe. —Mavis continuó. —Tal vez ya se haya dado cuenta y solo esté esperando el momento para hacer su ataque. —Mavis dijo y todos le prestaron atención.
—¿Y me dicen que la sacaron de dónde? —Gajeel preguntó perplejo.
—Mavis, no nos preocupemos por eso. —Jellal comentó. —Si lo sabe o no, de todos modos estamos preparados. —Jellal dijo.
—Así es. —Gray dijo. —Terminaremos con esto de una vez por todas. —Gray dijo sonriendo.
—Pronto, esto habrá terminado. —Natsu dijo con seriedad.
A continuación, Levy les explicó a todos que la boda sería de noche, dentro de la mansión, que como era evidente, habría seguridad por todos lados, además de que habría bastante personas dentro. Habría guardias tanto en la puerta de entrada de afuera, como en la de adentro y cualquier cosa que se intentase, podría arruinarlo todo.
—¿Cómo entraremos? —Mavis preguntó.
—Tenemos invitaciones. —Gajeel le dijo.
—No es eso. —Mavis comentó. —Nuestros rostros, seguro serán reconocidos de inmediato. —Mavis señaló a Natsu.
—Demonios, es cierto. —Natsu asintió. —Mavis y yo no tendremos ni siquiera la oportunidad de llegar a la segunda puerta. —Natsu comentó.
—Pues para eso tenemos a Cana y Elfman, ¿no? —Gray comentó y todos dirigieron su mirada hacia el.
—Explícate. —Jellal pidió.
—Todos nosotros, a excepción de Mavis y Natsu, entraremos. —Gray explicaba. —Cuando todas las personas estén dentro, Elfman y Cana harán su trabajo con los de seguridad. —Gray dijo.
—Es un buen plan pero..—Erza dijo pensativa. —Será muy escandaloso tener peleas, además son 2 contra no se cuántos. —Erza miró a Gray esperando una respuesta.
—Deberán tener complejo de espías e inyectarles algo que los deje dormidos. —Gray se encogió de hombros.
—¿Algo como un sedante? —Levy preguntó.
—Exactamente. —Gray asintió.
—Y una vez, ellos queden dormidos, nosotros entramos a terminar con todo. —Natsu asintió emocionado.
—No tan rápido. —Gajeel detuvo su emoción.
—¿Ahora qué? —Natsu se quejó.
—Adentro habrá personas que no saben nada de lo que está sucediendo. —Gajeel comentó. —Para ellos es solo una boda. —Gajeel continuó. —Además de que no sabemos la cantidad de guardias que haya dentro. —Gajeel miró a todos.
—Desde que esas personas escuchen un disparo, todos saldrán horrorizados. —Natsu comentó. —En cuanto a los guardias..—Natsu se quedó pensativo.
—Elfman y Cana deberán estar fuera, vigilando todo. —Gajeel comentó. —Por suerte, he querido dar algunos golpes a esos hijos de perra desde hace mucho. —Gajeel digo pegando su puño contra su palma.
—Esos tíos me dieron una buena paliza la última vez. —Gray comentó. —No estaría mal devolverla. — Dijo sonriendo.
—¿No vas a decir nada? —Erza se giró a Jellal.
—B..Bueno, supongo que yo también pelearé. —Jellal respondió, suspirando, pues no le gustaban las peleas.
—Así se habla. —Erza lo besó en los labios.
—Tal vez alguien debería quedarse con Mavis..—Natsu pensó.
—Yo lo haré. —Erza decretó. —Las clases de artes karate deben servir para algo. —Erza sonrió.
—Entonces, ya que está todo decidido..—Levy habló. —Supongo que deberíamos prepararnos. —Levy miró su reloj.
—¿No es muy temprano? —Natsu preguntó.
—E..Es que Juvia y yo tenemos que..—Levy buscaba una excusa. —B..Bueno..—Levy se puso nerviosa.
—Tienen que llevar el ramo, ¿no es lo que me dijiste antes? —Gajeel la miró.
—¿Qué ramo? Si se supone que llevaríamos la..—Juvia sintió una mirada sobre ella.
—¿Juvia? —Gray la miró confuso.
—Es que Juvia ha prometido llevarle un vestido de novia. —Levy recordó que lo habían pedido hace un rato.
—¿Un vestido de novia? —Natsu las miró confuso.
—Es una boda después de todo. —Levy se encogió de hombros aliviada.
—¿L..Lucy se vestirá de...—Natsu calló.
—Natsu, esto es una farsa así que no hay nada de que preocu..—Gray lo miró.
—¡Si, pero ella debería estar así conmigo! —Natsu hacía pucheros.
—Oe, oe, oe, no es momento de tus niñeadas. —Gajeel rió.
—P..Pero es que..—Natsu bajó su mirada deprimido.—¡Ustedes no entienden! —Natsu gritó con un niño y se dirigió a una esquina.
—Natsu. —Juvia puso una mano sobre su hombro. —¿Sabes? Lucy ha reservado su vestido especial para ti. —Juvia le dijo al oído.
—¿S..Su vestido especial? —Natsu le preguntó con lloriqueos en voz baja.
—Ella no quiso usar el vestido de su madre porque..—Juvia pausó. —Quiere usarlo cuando se case contigo. —Juvia le sonrió.
—¿D..De verdad? —Natsu la miró con felicidad.
—Esto es un secreto, ¿vale? —Juvia le limpió las lagrimas.
—H..Hai. —Natsu asintió como un niño pequeño. Y el timbre sonó.
—¡Oh, ese debe ser nuestro abogado! —Juvia se paró de repente.
—¿Abogado? —Todos se giraron.
—Quién casará a Lucy y a Zeref. —Juvia guiñó un ojo.
—¡¿Ustedes buscaron el abogado?! —Todos gritaron.
—Descuiden. —Levy les dijo. —No es un abogado de verdad. —Levy sonrió.
—Ah, que alivio. —Todos suspiraron.
—Eso me ha ofendido. —Un anciano de baja estatura atravesó la puerta.
—¡¿No es esto ilegal?! —Todos gritaron otra vez.
—Si, bueno..—Levy se encogió de hombros. —No importa. —Levy sonrió.
—Nada de lo que está haciendo Acnología es legal después de todo. —Juvia opinó.
—Demosle la bienvenida a Makarov Dreyar. —Levy lo presentó.
—¿D..Dreyar? —Gray y Natsu se miraron.
—Es un placer conocerlos a todos. —El anciano asintió.
—U..Un momento..—Gray lo miró. —¿A..Acaso es padre de Laxus? —Gray preguntó.
—¿Conocen a Laxus? —El anciano rascó su cabeza. —Es mi hijo. —Makarov asintió.
—Sin embargo..—Natsu lo miró. —No se parecen en los más mínimo.—Recordando la estatura de Laxus.
—Juvia y yo tenemos que arreglarnos. —Levy comentó. —¿Sería tan amable de esperar? —Levy preguntó.
—Por supuesto. —Makarov asintió y se sentó.
Juvia y Levy se adentraron al dormitorio de Natsu. Ya estaban bañadas, así que simplemente se vistieron y empezaron a maquillarse. Levy vestía un vestido gris, ajustado a su cuerpo, era corto y marcaba su buen trasero. Mientras que Juvia iba vestida con un vestido azul marino, era de escote, dejando fuera su pierna derecha, ambas llevaban zapatos de tacón. Levy se había recogido el pelo hacia atrás, formando un moño en la parte de atrás, y tenía una diadema sobre su cabello, plateada, al igual que Juvia, llevaba un collar y algunas prendas de mano. Juvia había separado su cabello en dos y lo había dejado lacio a cada lado.
—Estamos listas. —Levy salió junto a Juvia.
—Vaya, era hora. —Jellal se giró hacia ellas.
—¡Wow, están hermosas. —Mavis les dijo.
—Tardaron bastan..—Gray estaba a punto de tomar agua, en cuanto sus ojos se toparon con el escote de Juvia, haciendo que sus mejillas se sonrojaran.
—Se ha hecho tar..—Gajeel salía de la cocina, cuando paró frente a Levy.
—¿Y bien? —Levy y Juvia esperaron las respuestas de sus novios.
—J..J..Juvia..—Gray miró su escote y su pierna destapada con la cara que podía pasar por gemelo del cabello de Erza.
—¿Cómo me veo, Gray? —Juvia le preguntó acercándose.
—¿V..V..Vas a ir..así? —Gray preguntó mientras ella se acercaba a él.
—P..Pues claro..—Juvia respondió desilusionada. —¿A..Acaso no me veo.. —Gray la interrumpió.
—¡N..N..No es eso! —Gray gritó sonrojado. —T..T..Te ves demasiado..—Gray buscaba las palabras. — Estás muy hermosa, Juvia. —Gray desvió su mirada de Juvia, tratando de cubrir su vergüenza.
—¿E..Entonces? —Juvia se acercó a el, poniendo sus manos alrededor de su nuca, apretando su escote contra el pecho de Gray.
—E..Es que no quiero..—Gray miraba hacia otro lado con sus mejillas calientes. —Q..Que los hombres te v..vean..—Gray dijo hundiendo su cabeza en su cuello.
—¿G..Gray? —Juvia abrió sus ojos sonrojada. —¿Estás celoso?—Juvia preguntó con Gray respirando en su cuello.
—Todos esos cabrones estarán viéndote...—Gray decía en voz baja, ocultando su sonrojo.
—V..Vamos, Gray..—Juvia pasó sus manos por su espalda. —Eres el dueño de todo esto. —Juvia lo apretó y Gray abrió sus ojos.
—¿Q..Qué estás..—Gray la miró asombrado.
—Q..Quiero decir..—Juvia se veía avergonzada y empezaba a hablar rápido. —N..No es como si estemos..C..Casados pero.. tu sabes..Nosotros.. —Juvia fue callada con un beso.
—Es lo más sensato que ha hecho en esta noche. —Natsu lo alabó.
—La próxima vez, tendrás un anillo en ese dedo. —Gray le dijo y unió sus frentes. —Así todos ellos sabrán que ya eres mía. —Gray la besó otra vez y Juvia abrió sus ojos sorprendida.
—¿A..Acaso es..—Juvia lo miró.
—Te amo. —Gray le confesó, ocultando su rostro avergonzado.
—Yo también te amo, Gray. —Juvia le respondió, besándolo ella a él.
—¡La juventud! —Makarov decía al mismo tiempo que todos miraban la escena entre Gray y Juvia.
—¡¿Qué están mirando?! —Gray les gritó avergonzado.
—O..Oye, ¿tú no dirás nada? —Todos se giraron a Gajeel cuando Levy le preguntó.
—Sólo diré esto. —Gajeel cerró sus ojos. —Si no sales por esa puerta ahora mismo..—Todos miraban a Gajeel.
—¿G..Gajeel? —Levy lo miró confusa.
—Te quitaré ese vestido. —Gajeel respondió y todos se sonrojaron.
—¿E..Ehhhhhh? —Levy abrió sus ojos sonrojada.
—Uno..—Gajeel empezó a contar con sus ojos cerrados.
—U..Un momento..—Gray miró por encima del hombro de Juvia y deshacía el abrazo.
—¿Está hablando enserio? —Natsu pregunto sonrojado.
—Dos..—Gajeel continuó su contando.
—¡E..Espera, Gajeel..—Juvia tomó a Levy de la mano.
—¡N..No te quedes parada! —Juvia la jaló hacia la puerta.
—¡G..Gajeel, estúpido! —Levy le gritó sonrojada.
—¡N..Nos vemos! —Juvia les dijo a todos.