Pasión Griega

By tynarubia

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Una llamada, un billete de avión y una cita con un abogado. Eso era lo único que Caliope esperaba encontrar... More

Pasión Griega
Capitulo 1; Bienvenida a casa
Capitulo 2; Rencor y odio
Capitulo 3; Acciones y confusiones
Capitulo 4; Lagrimas y soledad
Capitulo 5; No quiero nada de ti
Capitulo 7; Un apellido, una reputación
Capitulo 8; El sabor de un beso robado
Capitulo 9; Satisfacción, preocupación y celos
Capitulo 10; Una dulce agonía
Capitulo 11; Un gran corazón
Capitulo 12; Familia
Capitulo 13; Un paseo a caballo
Capitulo 14; Emociones descontroladas
Capitulo 15; Planes
Capitulo 16; Un orfanato
Capitulo 17; Furia, confusión y satisfacción
Capitulo 18; Nunca
Capitulo 19; Una fiera
Capitulo 20; Que te den
Capitulo 21; Que gane el mejor
Capitulo 22; ¡¿Que le pasa a los hombres?!
Capitulo 23; Manipulada
Capitulo 24; Una melodia
Capitulo 25; Cartas del pasado
Capitulo 26; Te arrepentiras
Capitulo 27; Manos ocupadas
Capitulo 28; No lo se
Capitulo 29; Un error
Capitulo 30; Un caballero andante
Capitulo 31; Sentimientos del corazón
Capitulo 32; Cinco meses mas tarde
Epilogo

Capitulo 6; Gente del pasado

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By tynarubia

Caliope camino por el cementerio con las bolsas bien sujetas, en esta ocasión la puerta del panteón estaba abierta ¿La estaban esperando?

-¿Hola? –Entro al lugar, en esta ocasión mas decidida. Ya sabia lo que la esperaba allí dentro.

-Hola –Ángel estaba sentado en el suelo y sus hermanos a sus lados, tenían un cuaderno ante ellos y lápices por el suelo.

-¿Les enseñas a escribir? –Caliope se fijo en el cuaderno sorprendida

-Les enseño lo que puedo –El la miro de reojo –No quiero que sean unos tontos

-¿No seria mejor que estuvieran en un colegio? –Ella dejo las bolsas en el suelo –Aprenderían todo lo que necesitan

-No –Ángel se levanto rápidamente del suelo –Y no permitiré que los aparten de mi

-Nadie esta hablando de apartarlos –Caliope frunció el ceño –Estaríais mejor en un centro, donde cuidaran de vosotros.

-¿Cuidar? –El rió dolido –Pasaríamos mas hambre que ahora, por no olvidar el trato que nos darían.  Además los de mi edad no pueden estar con los pequeños.

-¿Cómo estas tan seguro? –Caliope saco la ropa de las bolsas y se las dio a los pequeños

-Porque ya hemos estado en uno –La respuesta de Ángel sonó con dolor –Y no regresaremos.

-Escapaste –Caliope le miro con tristeza ¿Tan mal le habian tratado? –Y te llevaste a tus hermanos.

-A Ángel le pegaban –Alejandro por primera vez hablo ante ella

-Cierra la boca –Ángel miro a su hermano molesto

-¿Te maltrataban? –Caliope contuvo las lagrimas, solo tenia dieciséis años y había pasado hambre, soledad, había sido golpeado.  Demasiado.   Se acerco a el mirándole a la cara y extendió el brazo para tocarle la mejilla

-No me toques –Ángel retrocedió al ver su intención mirándola con el ceño frunció

-Lo siento –Ella suspiro –Bueno ¿vas a responderme las preguntas que te deje hechas ayer?

-Mis padres fueron atacados una noche en nuestro barrio –El hablo como si no le importara, como si fuera algo normal –Querían robar el dinero que mi padre había cobrado de su trabajo, como se resistieron los mataron

Caliope contuvo el aliento mientras el le había hablado de su vida ¿Les mataron? ¿Por dinero?  Sin darse cuenta las lagrimas estaban bañando su rostro

-¿Estas llorando? –El la miro incrédulo

-Supongo que no vas a dejar que os lleve a ti y a tus hermanos ante la autoridad –Caliope se limpio las lagrimas –Pero deja al menos que os ayude, que venga a veros y os traiga lo que necesitáis

-Si es lo que quieres –Ángel se encogió de hombros

-Ahora tengo que irme –Caliope se acerco a los pequeños -¿No me vais a decir adiós?

-Adio –Alejandro se acerco y le dio un beso en la mejilla

-Alina no habla –Ángel miro a su hermana con resignación –Lo he intentado todo, pero no dice ni palabra

-Ya lo arreglaremos ¿verdad preciosa? –Caliope acaricio el rostro de la pequeña con dulzura y se levanto.  Tuvo la tentación de acercarse a Ángel y darle un abrazo o un beso pero sabia que era pasar el limite.  Le sonrió –Nos veremos mañana

-Hasta mañana –El asintió observándola

Caliope aparco su auto y frunció el ceño, no es que fuera el mejor barrio de Grecia pero no recordaba que estuviera en tan mal estado.  Se bajo y camino despacio observando las pintadas en las paredes, los cubos de basura tirados y quemados por las calles, las casas casi derrumbadas ¿Qué pasaba en esta zona de la ciudad? Recordaba las casitas blancas, humildes con su pequeño jardin delante.  Los vecinos cantando, los niños jugando, los puestos de fruta en las calles.

-¡Eh preciosa! –Un tipo se acerco mirándola con una sonrisa -¿Qué hace una preciosidad como tu por aquí sola?

-¿Quieres que te aligeremos el bolso? –Otro se acercaba por el otro lado

-Estoy seguro de que no necesitas lo que llevas encima –Otro se paro ante ella

-Déjenme tranquila –Caliope frunció el ceño ¿trataban de robarle? –Si es dinero lo que quieren se lo daré

-¿Nos lo darás? –El hombre la miro como si fuera un bicho raro

-Mas les vale dejar en paz a la señorita si no quieren meterse en problemas –Una voz muy familiar para ella sonó a su espalda –Es Caliope Durtzed

-¿Qué? –El que parecía ser el jefe se alejo de ella ¿por el apellido? Hizo una seña al resto y rápidamente todos desaparecieron.

-Gracias –Caliope se giro hacia Néstor, el la había ayudado ¿Favor por favor?

-Este apellido sirve para mucho mas que presumir –Aunque parecía una broma el resentimiento hacia ella seguía estando en su voz  -¿Qué haces aquí?

-Quería caminar –Caliope se encogió de hombros

-¿Caminar? No deberías andar por un barrio así –El negó con la cabeza

-Este es mi barrio –ella le miro a la cara –Aquí nací y aquí me crié

-¿Lo dices en serio? –Néstor miro a su alrededor e hizo una mueca de asco

-Antes no era así –Ella sonrió -¿Qué haces tu aquí?

-Voy a un gimnasio aquí cerca –se encogió de hombros –Aunque no es un buen barrio el entrenamiento allí es muy bueno.

-Bueno, pues gracias por ayudarme –le dio la espalda y siguió caminando en la dirección de antes.

-Eh, espera ¿Dónde vas? –Néstor se apresuro y se situó caminando a su lado

-A casa –ella suspiro Su casa, tantos años sin verla, sin estar allí –A mi casa

-¿tu casa? –Néstor no lograba entender como una mujer a la que solo interesaba el dinero estaba en un barrio así y solo para ver ¿su casa?

De repente ella dejo de caminar y se quedo parada, frente a una pequeña casita que antes había estado pintada de blanco.  Las ventanas estaban tapiadas con tablas de madera, la puerta de acceso al jardin estaba rota, cristales y basura se extendían por el jardin.  Pero aun así Caliope sonreía, era su casa, la casa que sus padres compraron y en ella, era el único lugar en el que había sido feliz.

Sin recordar que Néstor se encontraba a su lado se encamino hacia la casa decidida, el abrió los ojos sorprendidos y la siguió.

-¿Dónde vas? –El hablaba nervioso -¿Y si vive alguien?

-No puede vivir nadie –Ella le miro de reojo –Es mía, era de mis padres

Sin decir nada mas el entro al lugar tras ella, cruzaron el jardin con cuidado de no tropezar con una bicicleta que había allí tirada y cuando estaban frente a la puerta un ruido les sobresalto.

-¡¿Qué quieren?! –Un hombre estaba al lado apuntándoles con una navaja -¡Fuera de mi casa!

-¿Su casa? –Caliope le observo sorprendida

-¡Esta no es su casa! –Con su habitual ímpetu Néstor le encaro -¡Tiene dueña!

-Pero la dueña no esta –La puerta de la casa estaba abierta y una mujer mayor con el pelo negro les miraba con el ceño fruncido –Se fue hace muchos años y nosotros vivimos aquí ahora.

-¿aquí? –Caliope frunció el ceño ¿Cómo podía alguien vivir en este estado? Se fijo en la mujer, parecía cansada.  Recorrió su rostro con los ojos y entonces se quedo mirándola fijamente.  La conocía  -¿Señora Dalaras? Bárbara Dalaras

-¿Me conoce? –La mujer dio un paso adelante para poder ver mejor y fijo la vista en ella, la recorrió de arriba abajo con la mirada y cuando se detuvo en su rostro sus ojos mostraron sorpresa, pero tambien alegría, tristeza, cariño –Caliope, niña eres tu

-Si, soy yo –Y las lagrimas comenzaron a recorrer el rostro de ella mientras avanzaba para lanzarse a los brazos de la que había sido su Tata, cuando era niña.  La mujer que era amiga de su madre y que cuidaba de ella cuando hacia falta –Bárbara

-Niña estas aquí –Bárbara la abrazaba fuertemente –Siete años, pensé que no volvería a verte jamás

-¿Caliope? –El hombre que sostenía la navaja la guardo y sonrió –Y pensar que no eras mas que una mocosa irritante y mírate ahora

-Esteban –Caliope se alejo de la mujer y le miro sorprendida, camino deprisa hacia el y le abrazo fuertemente -¿Qué hacías con una navaja?

-Las cosas se han puesto feas en este barrio –El paso las manos por su espalda mientras sonreía

-Lo siento niña, no sabíamos que eras tu –Bárbara la miro con tristeza –Nos metimos en la casa cuando derrumbaron la nuestra.  No teníamos donde ir  Pero si regresas a ella nos iremos, no hay problema.

-No es necesario –Caliope la miro con tristeza –Podéis quedaros, esta es vuestra casa

-¿Y quien es el? –Esteban miro a Néstor con el ceño fruncido

-Néstor Durtzed –Cuando ella respondió ambos miraron al muchacho con sorpresa y después a ella con curiosidad –Estoy quedándome en la casa de la familia Durtzed

-Entiendo –Bárbara asintió mirándola a los ojos, en ellos podía ver que esta conversación no había acabado.  Mas adelante podría contarle todo -¿Queréis pasar?

-Me encantaría –Caliope miro a Néstor esperando una respuesta por su parte, el sin saber porque asintió.   Entraron a la casa observando todo a su alrededor, la verdad es que por dentro estaba muy bien cuidada.

-Guarde las cosas de tu madre –Bárbara la miro con cariño –Y las tuyas

Estuvieron algo mas de una hora hablando, para sorpresa de Caliope, Néstor tenia bastante interés en saber sobre ella.  Bárbara bajo una caja del altillo en la que había fotos y objetos personales de ella y sus padres.

Cuando decidieron volver a la casa Néstor accedió a ir en el auto de ella, después de todo había ido andando al barrio.

-¿Piensas dejarles viviendo en tu casa? –Néstor la observaba de reojo mientras ella conducía -¿O vas a pedirles un alquiler?

-Es su casa –Caliope sonrió –Mañana hablare con Sebastián para que arregle los papeles y la ponga a su nombre.

-¿Les vas a regalar tu casa? –el abrió los ojos exageradamente

-Ellos son lo único que me queda de mi pasado, son mi gente –Caliope sonrió –Se merecen poder vivir dignamente.

El no volvió a pronunciar palabra en el camino de vuelta y cuando llegaron insistió en llevar la caja que ella se había traído.  La acompaño hasta la habitación y dejo la caja sobre su cama, después se despidió con un asentimiento de cabeza y se marcho.

Damian había observado incrédulo desde la ventana de su habitación como Néstor llegaba de nuevo con Caliope en su auto. Ahora sonreía ¿sonreía? ¿Qué estaba pasando?

Salio de su habitación al tiempo de ver como entraban juntos en la habitación de ella, el cargaba una caja.  Y para colmo había visto a Caliope tan distinta, vestida con unos vaqueros y una camiseta  Tan relajada y con una sonrisa.

-¿Pasa algo? –Néstor frunció el ceño al verle en el pasillo

-Dímelo tu –Damian le observo fijamente, abrió la puerta de su habitación y le señalo que entrara –Vamos

-¿Qué ocurre? –Néstor suspiro, aunque ya imaginaba de que iba el tema  Acababa de llegar en el auto de Caliope.  Y ni siquiera el mismo era capaz de comprender que le había impulsado a seguirla por el barrio.

-¿Qué esta pasando? –Damian se paro ante el con el ceño fruncido -¿Qué estabas haciendo con ella?

-Fui al gimnasio y por casualidad me la encontré –El se encogió de hombros –La estaban atacando, querían robarle el bolso.  Me libre de los tipos, pero ella al contrario de salir corriendo siguió allí, ¿te puedes creer que era su barrio? Se crió en Narettea y encima se encamina tan tranquila hacia su casa, la casa de sus padres que al morir paso a ser de ella.  Que por otro lado estaba en ruinas, pero había ocupas allí  Y resulta que los conocía y va la tía y les dice que pueden quedarse.   Pero no solo eso, piensa regalarles la casa, se la va a poner a su nombre ¿No es flipante? –Cuando Néstor miro a Damian el le observaba perplejo.

¿QUE LE ESTA PASANDO A NESTOR? ¿COMIENZA A VER A CALIOPE COMO REALMENTE ES?  ¿Y DAMIAN?  PARECE QUE EL BARRIO DE CALIOPE NO ESTA COMO ELLA ESPERABA, ¿QUE PENSARA HACER? PORQUE QUEDA CLARO QUE ESA CHICA NO SE ESTA QUIETA CUANDO SE TRATA DE AYUDAR A LOS DEMAS 

¿Y LOS NIÑOS? PORBRES CHICOS ESCONDIENDOSE, ¿PODRAN SEGUIR ASI MUCHO TIEMPO? ¿CONSEGUIRA CALIOPE GANARSE SUS CORAZONES?  QUEDAN MUCHAS SORPRESAS POR DELANTE

OS DEJO UNA FOTO DE ANGEL, EL MAYOR DE LOS HERMANOS

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