Capítulo 30: "But we never prayed"
Niall Horan fumó todos los cigarrillos de su cajetilla.
"Louis...
"Escucha, entra por ti mismo y date cuenta" sugerí.
Se quedó en silencio un poco más y respiró profundo.
"De acuerdo, revisaré" escuché un par de sonidos de su lado de la línea, seguramente estaba encendiendo la computadora. Unos minutos después respondió: "Tienes razón."
Mordí mi labio.
"¿Deberíamos mandar un mensaje?" pregunté nervioso.
"No sé qué esté tramando, hazlo tú."
"Bien, lo haré" asentí aunque él no pudiera verme. "Zayn, ¿puedes mantenerme al tanto de la búsqueda de Niall?"
Se tardó en responder pero lo hizo, colgó la llamada y me dejé caer de espaldas en la cama.
Gruñí.
Quería saber qué diablos pasaba con Niall.
Louist: ¿Neil?
Enviar.
Dejé mi móvil a mi lado y mordí los costados de mis uñas.
•●•
Al siguiente día Harry llegó a Lubbock, se instaló en su departamento y me llamó para que fuera a visitarlo.
Su nuevo hogar estaba en un enorme edificio, todo hecho de cristal, pedí información a la recepcionista quien pidió mi nombre y me dejó pasar porque Harry Styles había autorizado mi llegada. Llamé a la puerta del piso de Harry y él abrió para mí, me sonrió y tiró de mí hacia dentro del lugar para llenarme la cara de besos.
"¿Cómo estuvo tu viaje?" me alejé de él un poco, observando el lugar.
Era tan grande, todo estaba en tonos blancos y azules, la habitación se llenaba de luz debido a las grandes paredes de vidrio con vista a la ciudad, dándole tonos brillantes a las texturas.
"Estuvo bien, estaba deseando llegar de una buena vez" sujetó mi mano, tirando de ella para acercarme a él nuevamente.
"Harry, éste lugar es muy lindo" miré al techo, pintado de blanco con una bonita lámpara colgando justo por encima de nuestras cabezas.
"Hum" aprovechó que tenía el cuello estirado para meter su cara en el hueco, llenando de besos mi piel ahí.
"Apenas llegaste" tiré levemente de sus rizos.
"Eso no desquita todas las ganas que tengo de-
"Sí, sí" reí y le planté un beso en los labios. "Pero podrías ir con más calma."
"O empezar esto sin esperar ni un segundo más" con ambas manos tomó mis caderas y me levantó en el aire, obligándome a enredar mis piernas a su cintura.
Pronto, el beso que comenzó lento, fue aumentando de intensidad y fuerza mientras sus manos recorrían la piel debajo de mi playera de un rosa desgastado y me arrastraba a la habitación.
Empujó la puerta, haciendo que ésta se estrellara contra la pared, reí en medio del beso y él tiró de mi labio inferior con sus dientes, por lo que golpeé suavemente su hombro.
Apenas me tomé un segundos para ver el cuarto, todo bajo el mismo estilo de los muebles de la sala al entrar en el departamento. Me dejó en la cama y sacó mi playera antes que hacer cualquier otra cosa, jadeé cuando tomó uno de mis pezones en sus labios y tomé su cabello entre mis dedos.
"Harr-
"Papi" corrigió, dejando mi pecho.
Cerró ambas manos en mi cintura y bajó la cabeza a mi vientre, estirando su espalda para poder lamer mi piel bajo su boca.
Gimoteé un poco, quería ver su piel, retiré suavemente sus manos de mi cintura, pedí que sacara su playera de su torso y me dio una buena mirada mientras quitaba por él mismo para lanzarla por el suelo.
Consiguió sacar mi pantalón, yo retiré el suyo, o al menos, le ayudé a quitárselo.
Minutos después todo estuvo lleno de jadeos desesperados por conseguir un poco más, como si eso fuera posible. Sus manos tomaron mis caderas con fuerza, empujó mi pecho contra la cama una vez que me cambió de posición, dejándome boca abajo. Mis puños se arrugaban entre las sábanas blancas cada vez que Harry empujaba dentro de mí. Se inclinó por encima de mi espalda y plantó sus labios acompañados de dientes y saliva, dejando una marca ahí.
Continuó sus movimientos al mismo ritmo hasta que se volvió un poco errático porque estaba cerca de llegar. Tenía mi cadera hacia él así que logré meter mi mano por mi vientre hasta mi miembro, estimulándolo un poco y llegar al mismo tiempo que Harry.
"Te amo, Louis" susurró sin aliento una vez que llegó.
•●•
Las cosas continuaron normales desde el día en que Harry llegó a la ciudad. Asistía a todas mis clases porque Hunter seguía siendo de ayuda en mí, él era quien me lanzaba dentro del salón de clases y me obligaba a quedarme en el departamento hasta terminar mis tareas, entonces me iba a donde Harry, hacíamos cualquier cosa para pasar el tiempo y de verdad, estaba todo muy bien. Excepto que mi relación con Zayn estaba mejorando (que seguía estando bien) pero estaba mejorando porque se mantenía en contacto casi a diario, por mensajes de texto o llamadas cortas, sólo diciéndome que todo sigue igual. Un día me llamó para decirme que la habitación de Niall en casa de sus padres había sido forzada, y otro día me estaba llamando para preguntarme cuál jabón de baño le recomendaba. Sinceramente, creo que Zayn sólo necesita de alguien, se nota que se está sintiendo solo. Él y Harry también estaban en constante contacto.
Mi madre llamaba, pero qué importaba, ella estaba tan lejos que no tenía miedo.
Casi dos meses con la misma rutina.
El día en que la última clase de una de las materias adelantó los resultados finales de una calificación, salimos temprano, al menos yo. Salí corriendo de la universidad, dejé un mensaje a Hunter avisando que iría donde Harry y tomé un taxi para ir.
Algunas personas me sonreían y me saludaban, Hunter había hecho muchos amigos en muy poco tiempo, era invitado a muchas fiestas a las que no iba siempre pero yo ahí estaba, puntal. Los chicos comenzaron a conocerme tanto como a Hunter, ellos también habían notado a Harry, hicieron preguntas pero yo sólo respondía con sonrisas burlonas, no creo que ellos no imaginaran de qué se trataba. Siempre me veían llegar y salir en un lindo auto, el departamento que compartía con Hunter no era invisible y todos sabían que era por papi. Y nunca llegaron a ser irrespetuosos, también, gracias a Harry.
Salté del taxi una vez que pagué por el viaje y corrí dentro de los departamentos, desde muy temprano, antes de ir a la escuela, había recibido los mensajes de Harry, diciendo que tenía una sorpresa para mí y estaba ansioso por llegar. Saludé a la recepcionista rápidamente y subí por las escaleras hasta el piso de Harry, saqué mi llave una vez que estuve frente a su puerta y entré.
Harry no estaba en la cocina, tampoco en la sala, podía escucharlo en su nueva habitación para pintar, tenía una habitación libre así que la volvió un estudio, llenándolo de nuevas cosas por completo.
Dejé mi mochila en la entrada del estudio y entré despacio al lugar, encontrando a Harry escuchando música en sus auriculares mientras acomodaba algo sobre sus estantes, movía su boca cantando en silencio.
Lucía tan lindo, llevaba unos shorts deportivos colgando flojos en sus caderas, no tenía una playera o algo cubriendo su pecho, ni zapatos, su cabello estaba algo despeinado pero no dejaba de verse increíble.
Caminé hacia él mientras no podía verme por acomodar sus pinturas y lo tomé en un abrazo, plantando un beso en su espalda descubierta. Se asustó un poco pero giró la cabeza en seguida para encontrarme, sonrió mientras se quitaba los auriculares y se volvía a mí para abrazarme. Uno pensaría que el aroma de Harry lo llevaba en la ropa pero no, él tenía ese olor siempre, incluso desnudo.
Dejó de lado lo que tenía en las manos y se inclinó para besarme.
"Saliste temprano" comentó una vez que se alejó de mis labios.
"Así es" asentí, y señalé mi sudadera. "Mira."
Me miró divertido.
"Luces bien" dijo feliz.
Llevaba puesta una sudadera de la mercancía del equipo de fútbol de la universidad, era roja y llevaba encima las palabras Texas Tech en blanco, decorado con la marca de la sudadera en negro.
"¿Dónde la conseguiste?" preguntó, cruzando sus brazos frente a su pecho desnudo y se recargó en la mesa detrás de él.
"La compré en la página del tecno" reí.
"Está bien" sonrió. "Te tengo una sorpresa."
"Por eso estoy aquí" di un salto de emoción y él rio, logrando ponerme rojo de mejillas.
"Conseguí unas nuevas pinturas" se giró a sus estantes.
"Ah pinturas" solté sin sonar un poco desanimado.
"Ajá, pinturas" tomó un par de botes pequeños de plástico y vino a mí. "Pinturas acrílicas y de látex"
"¿Qué logramos con estas?" las tomé de sus manos y leí las etiquetas. "Pintura corporal."
Lo miré los el ceño fruncido.
"Son pinturas adecuadas para usar en el-
"Entiendo a lo que corporal se refiere" rodé los ojos. "¿Qué piensas hacer?"
"Supuse que era obvio" arqueó sus cejas.
"¿Te pintarás a ti mismo?" rio en lugar de responder.
"No, pintaré en ti" sonrió convencido.
"Sí, claro" reí.
Harry soñaba si pensaba en poner esas cosas sobre mí.
•●•
"¿Duele?" pregunté mientras Harry pasaba sus manos por mis hombros desnudos, cubriendo todo con una suave crema humectante.
"Es pintura, no duele" rio, repasando mis tatuajes.
"Tú no puedes saber eso, no eres un lienzo" entrecerré los ojos hacia él.
"Ellos nunca se quejan o lloran" rio. "Deberías fingir ser uno mientras termino de pintar."
Me dejó sentado en la mesa mientras él iba por sus pinturas.
Harry lo había conseguido, minutos después de que me contara sobre su nueva pintura.
"¿Qué pintarás sobre mí?" miré unas fotografías sobre la mesa a mi lado y las tomé. Eran sólo partes de cuerpos con algunas figuras en ellos con brillos, pintura y lentejuela.
"Sorpresa, sorpresa" respondió divertido.
"Mejor acepta que no tienes ni idea de que pintar y sólo dibujaras lo primero que se te venga a la mente una vez que tengas el pincel en la mano" rodé los ojos y él rio.
"Me conoces mucho" aceptó.
Se acercó a mí con algunos botes de pintura y el pincel, jugó un poco con sus dedos sobre mi clavícula, haciendo que mi piel se erizara.
"Termina con esto" le pedí.
Asintió lentamente.
Estuvimos ahí por más de una hora, mi cuello se estaba cansando, podía sentir como mis articulaciones se pensaban romper en cualquier momento, se lo comenté a Harry pero él sólo rio y siguió moviendo su pincel sobre mi yugular.
Estuvo por todo mi rostro, mi cuello y mis clavículas.
"O éste es el fin del mundo o Satán quiere acabar conmigo ya" dije cuando sentía los movimientos del pincel junto a mi barbilla y tenía que mantener mi cuello estirado.
"Guarda silencio" murmuró, sumamente entretenido en lo que hacía.
Quería rodar los ojos pero ya estaba cansado de hacerlo.
"Listo" soltó sin dejar de ver su obra en mí, por fin pareció más convencido y me miró a los ojos. "Tus ojos se ven más lindos, ¿cómo es eso posible?"
Me encogí de hombros y moví ligeramente mi cuello de un lado a otro.
"Traeré mi cámara" dijo caminando a la salida.
"Oh claro y yo nunca veré qué hiciste en mí" hice girar mis ojos y esperé por él.
Traía un espejo y una cámara en sus manos.
"¿Tienes que sacar fotos?"
"Sí, a menos que no pienses tomar un baño nunca jamás" sugirió, acomodando el lente de la cámara. "Aunque está nuestra situación en la cama, no me gustaría lamer acrílico en lugar en probar tu piel."
"Okay, ya entendí" tomé el espejo y me miré.
Tenía mucha pintura encima. Colores rosas y azules, con algunos toques de verde menta que cubrían el fondo, uno donde habían pequeñas figuras dibujadas, sombras y colores más brillantes, algunos toques con brillos. Desde mi punto de vista no tenía mucho sentido, sólo eran colores bonitos.
Lo lindo fue cuando observé la fotografía, entonces todos los colores más oscuros formaron los espacios profundos, los brillantes y claros figuraron el volumen y todo se volvió muy lindo, verdaderamente. Apenas podía creer que todo aquello estuviera en mi cuerpo.
"Es hermoso" murmuré sin dejar de ver la fotografía en la cámara.
"Lo es porque te tengo como mi lienzo" retiró la cámara de mis manos.
"No, es hermoso porque hiciste un gran trabajo" tendió una toalla húmeda hacia mí y la tomé. "No entiendo porque no eres un pintor famoso ahora mismo."
"Porque nadie sabe lo que hago, todos conocen al Harry Styles minero" mencionó riendo.
"Deberían conocer éste-
"Estoy bien con que sólo tú conozcas éste Harry" tomó la toalla de mi mano y comenzó a tallar sobre mi piel, lentamente y apenas tocando, como si en realidad no quisiera quitarme la pintura.
"¿Por qué? ¿Cuál es el problema con que sepan de tu increíble forma de crear cosas hermosas?" busqué su mirada y por primera vez él no la respondió. "¿Por qué, Harry?"
"Porque comencé a pintar en la universidad, es decir, antes de eso sólo dibujaba y cuando- estuve en la universidad al lado de- Travis, él me animó a pintar y me conseguía pinturas realmente caras exportadas de lugares lejanos sólo para verme pintar."
Ah sí. Travis. Me había olvidado de él. Harry dudó un poco más y continuó limpiando.
"Siento que si mis pinturas se hacen famosas- él venga, él no- yo no...- no quiero volver a verlo" terminó encogiéndose de hombros, sacando otra toallita del paquete.
"¿Te hizo daño?"
Se quedó en silencio unos segundos.
"Sí... él nunca me lastimó físicamente pero aquí sabemos que hace más daño cuando las palabras son... rudas" aclaró. "Yo no era rudo, no estaba hecho para palabras rudas."
Quería abrazarlo pero temía que huyera de mí. Cuando me habló de Travis, no me dijo eso, él sólo mencionó la historia como si no fuese él el protagonista, como si él no sintiera.
"¿Qué fue lo que él hizo?"
Se aclaró la garganta.
"Louis, hay una razón extra por la que no esperé por ti dos años" me miró a los ojos: "Yo pensé que te habías olvidado de mí, que tus palabras se iban a ir con el tiempo... Justo como pasó con Travis."
"Pero yo no soy Travis, y yo no pienso alejarme" tomé su barbilla.
"Él dijo que iba a volver una vez que las cosas con su familia se calmaran, que iba a buscar un trabajo y que iba a volver por mí. Para desaparecer juntos."
Qué cosa más ridícula.
"Él no le agradaba a mi madre, ni yo a su padres" agregó. "Él no luchó por nuestro amor."
Sus párpados parecían pesar. No podía creer que no me hubiese contado eso en todo el tiempo que nos conocemos.
"¿Recordarlo te hace sentir mal aún?"
Dudó.
"No, pero me hace mal pensar en que podrías irte como él lo hizo" sacó otra toallita.
"Yo no me iré a ningún lado" reté.
"Lo sé, pero siempre tengo ese miedo" dejó la toallita de lado y bajó la mirada.
"Pero yo te amo" le dije, sujeté su rostro entre mis manos y lo obligué a mirarme.
"Si me amas... escríbeme un poema" susurró.
Mi aliento se atoró a media salida y dejé su rostro.
"¿Qué?" mis cejas se juntaron en confusión.
"Si me amas, Lou, escríbeme un poema" lo soltó más firme.
"¿Dudas que te ame?"
"No, no, nunca. Pero, tú lees tantos poemas y- y son lo tuyo, nunca me has recitado un poema verdaderamente y te pediría que lo hicieras pero- pero yo quiero que me escribas un poema."
"Harry, yo no escribo poemas, apesto escribiendo hasta la lista del mandado."
"Lou, tienes mucha experiencia, yo sé que tú puedes" tomó mi barbilla. "Hazlo por mí."
Y aún con toda mi indecisión y duda, me besó.
Yo no podía escribirle un poema, tampoco estaba seguro de querer. La escritura no se me daba, ya lo habría descubierto desde hace tiempo.
He pasado tanto tiempo leyendo rimas que, siento que al escribir un poema, dejo al descubierto absolutamente más de los sentimientos que yo sé de mí mismo, tal vez quede más indefenso a él si le escribo un poema.
No lo iba a hacer, yo no podía hacerlo.
•●•
A la mañana siguiente, me desperté temprano pero estuve encima de la cama, entre los brazos de Harry por un buen rato.
Pensando.
La mano de Harry cubría mi costado por la cintura, lo sentí moverse y me moví para verlo de frente. Estaba despertando, sus parpados abriéndose lentamente mientras una sonrisa se extendía en sus labios.
"Buenos días" saludó con su adorable voz gruesa.
Me quedé viéndolo, perdido nuevamente en sus ojos.
Él lo merecía.
"No..." susurré, colocando una mano sobre su mejilla antes de dejar mi cabeza sobre su pecho en un abrazo recostados. "[...]Y aun así constante, aun sin cambio, almohadado sobre el pecho en maduración de mi amado, sentir por siempre su suave respiración, despierto para siempre en un dulce insosiego, aun, aun escuchando su tierno respirar... Y así vivir por siempre o desfallecer en la muerte. *1"
No dijo nada en un rato, me incorporé un poco para ver su rostro, un par de lágrimas resbalan burlonas por sus mejillas, mis dedos se apresuraron a secarlas.
"¿No te gustó?" pregunté contagiándome de su tristeza.
"Lo amé" asintió con sus ojos brillantes. "Es hermoso escuchar tu voz diciendo bellas palabras."
Me hundí un poco en mis hombros mientras él se sentaba en su lugar.
"Es la primera vez que le dedicó a alguien un poema" comenté.
"Me alegro ser el primero y espero ser el único" besó mi mejilla. "Pero aún tienes que escribir un poema."
"Harry, yo no-
"Sí puedes" interrumpió. "Sé que puedes."
Me volví a dejar caer en su pecho y quería llorar porque no quería fallarle.
Pero no podía.
Sabía que nada era demasiado para Harry, por Harry, cualquier cosa. Pero las palabras no iban a salir de mí para plasmarlas con estética y orden.
•●•
Hunter vino a la sala, donde yo estaba, comiendo Ben and Jerry's.
"Oye, Louis, ¿sabes dónde quedó mi portafolio de la materia de-
Mi móvil comenzó a sonar y le pedí que esperara mientras respondía a Zayn.
"¿Zayn, qué pasa?" dejé la cuchara de lado.
"Louis, es Niall" la sangre de todo mi cuerpo se fue hasta mis tobillos. "Él apareció."
"¿Qué? ¿En serio? ¿Dónde? ¿Cómo está?" Hunter me miró confundido cuando me puse de pie y comencé a dar vueltas impaciente.
"Está en su casa, Louis, pero él no está bien, nada bien. Deberías de verlo, es como si él tan sólo no- como si no estuviera" su voz tembló mientras hablaba rápido.
"¿Trataste de hablar con él?"
"No, no se puede, no habla con nadie, él sólo... sólo no está. Su mirada está perdida" explicó.
"¿Los doctores ya lo revisaron?"
"Sí, dijeron que consumió muchas drogas, él no está bien" casi sollozó. "Ya no."
"Tengo que ir para allá" solté decidido.
"No hace falta, te voy a mantener informado de todo lo que-
"Muy tarde ya voy de camino, no dejes de llamarme" colgué la llamada y corrí a mi habitación.
"¿Debo suponer que no sabes dónde está mi portafolio?" Hunter vino detrás de mí.
Saqué una maleta grande y comencé a dejar caer la ropa dentro, sin ningún orden.
"Está en la cocina, en la encimera" respondí, lanzando unas playeras en la maleta mientras marcaba el número de Harry en mi móvil.
"¿Qué pasó?" preguntó Hunter.
"Niall apareció pero está muy mal, tengo que hablar con él" porque la maldita culpa me consume cada vez que pienso en él.
"¿Piensas ir a Richland?"
"Claro que sí, intentaré hablar con él" asentí y al tiempo, Harry atendió la llamada.
"Buen día, Lou" saludó.
"Harry, tenemos que ir a Richland" le dije.
"¿Por qué?"
"Niall ya apareció, tengo que ir verlo."
"Pero estamos felices porque ya apareció-
"Harry, necesito ir y hablar con él, Zayn dice que no está bien, él me necesita" le dije al borde del llanto.
"¿Te necesita?"
"Niall no está bien, necesita a alguien, de verdad, Harry, llévame" mi voz se rompió. "Tengo que verlo."
"Bien, pasó por ti ahora mismo" y colgué la llamada.
"¿Estás bien, Louis?" Hunter se acercó un poco.
"Lo estoy, pero en serio necesito ir" limpié mis mejillas húmedas.
"Louis, no puedes ir solo" me recordó. Tenía razón.
"¿Puedes venir?"
"Ya entregaron todas mis calificaciones" asintió. "¿Tú ya tienes todos tus resultados?"
"No, pero puedo vivir con eso" me encogí de hombros, cerré mi maleta y caminé a la sala. "Me faltan sólo un par de materias, no pasa nada, estoy muy seguro de que aprobé."
"Bien, entonces deja hago maletas" corrió a su habitación.
Hunter terminó con su equipaje y esperábamos por la llegada de Harry, quien a mi parecer, tardó. Hasta que finalmente llegó y entró por mi maleta para ayudarme a subirla al auto.
"¿Sabes que tienes que irte en tu auto, verdad?" murmuré para Hunter antes de salir del departamento.
"Sí, lo sé" asintió. "Nos vemos allá."
"Gracias, Hunter" le di un suave abrazo y salí corriendo detrás de Harry, cerró la cajuela y abrió la puerta para mí.
Harry lo entendía, sabía que Hunter tenía que ir con nosotros, pero su disgusto era algo notable, habíamos tomado confianza con el chico, creíamos en él pero nunca estaba de más.
Estuve al pendiente de mi móvil durante todo el camino, no podía evitar estar tan nervioso por ver a mi amigo, si Zayn lo veía mal, estaba mal, o tal vez era una de sus alucinaciones porque lo quiere tanto que verlo un poco lastimado le parecía algo muy grande, yo rogaba por que fuera eso.
No nos detuvimos ni un poco, Harry había llenado el tanque de gasolina desde que salimos y estaba decidido a conducir hasta Richland sin detenernos ni un poco. Al menos no hasta un puesto cerca de Richland, donde él bajó y compró unas bebidas para el camino.
"Entonces, ¿cómo vas?" preguntó después de sorber de su pajilla.
"¿Cómodo?" tanteé.
"Me refiero al poema" rodó los ojos, fijando su mirada a la carretera.
"Ah eso" asentí distraído. "No puedo con lo de Niall en mi mente, no me concentro en nada."
"¿No has escrito nada?"
"Nope, no puedo, te lo dije" solté.
"Puedes intentarlo..." agregó.
"Sí pero sé que seré un gran fracaso, ¿por qué me pides eso? Mejor, pídeme que salté en paracaídas de un avión y lo haré."
"¿De verdad?" pareció creerlo.
"No" bufé. "Harry, mi mente está llena de mierda, no puedo escribir mierda, la gente no lee eso."
"No hables así, Lou, eres muy inteligente" me reprendió.
"Sí, claro."
Por eso estaba en un auto de lujo junto a un hombre millonario, que es el hombre que amo.
Por eso elegí no complicarme la vida en un trabajo de medio tiempo para pagar mi colegiatura.
"Niall estuvo ingiriendo muchas drogas mientras no se encontraba" mencionó.
"Lo sé, Zayn lo dijo."
"Louis, él nunca fue algo bueno para ti" agregó.
"Es que yo nunca dije que quería encontrar a un amigo responsable, yo ni siquiera estaba esperando encontrar a alguien, sólo llegó y ahora no puedo no pensar en su estado" respondí un poco a la defensiva.
"Quiero lo mejor para ti" dijo algo serio, bajando ligeramente la barbilla.
Suspiré, acercándome un poco a su lado.
"Y ya lo tengo, tengo lo mejor" pasé mi brazo por su cuello en un abrazo.
"Tienes los residuos de lo que alguna vez fui, de hecho" comentó divertido.
"¿Te refieres a un niño lindo de universidad que vestía de rosa?" jugué.
"Sí, a él me refiero" sus mejillas se colorearon ligeramente.
"Me hubiese encantado estar con ese chico" solté sin querer.
"Era una buena personas."
"Además de que debías ser tan tierno, pequeño, con suéteres enormes cubriendo tu suave y blanca piel" recargué mi mejilla en su hombro. "Puedo imaginar el gusto de Travis cuando te tenía. Fue el rey del mundo."
"¿Tan sólo por tenerme ya era el rey del mundo?" arqueó una ceja.
"Ajá" asentí,
"Entonces ahora mismo tú eres el rey" tanteó.
"Sí pero no del mundo sino del universo" exageré, dándole una sonrisa.
•●•
Harry estacionó el auto frente a la casa de Niall, sin perder más tiempo, bajé del auto, pidiéndole al rizado que se quedara en el carro, se negó un poco pero terminé convenciéndolo. La madre de Niall abrió la puerta y me dejó entrar, su mirada estaba algo triste, y cómo no estarlo, si su hijo estaba mal.
Subí las escaleras prácticamente corriendo, llegué a su puerta y la llamé pero nadie abrió, iba a seguir llamando pero qué más daba. Giré la perilla de la puerta y entré en la habitación, quería encontrar todo como siempre; todo en su lugar, todo limpio, nada regado pero no, era justo lo contrario, Niall tenía su ropa regada, algunas cosas y basura en el suelo, mientras la cabeza castaña de mi amigo sobre salía por el borde de la cama. Estaba sentando, metiendo polvo en su nariz.
"Niall, no" empujé su puño frente a su nariz a un lado, logrando que el polvo se regara.
"¡Oye, eso es mío!" chilló hacia mí.
"No, ya basta, sé que no quieres hablar con nadie pero conmigo hablarás, Ni" me senté a su lado, él iba a salir de ahí pero lo sujeté de la mano.
"No quiero."
"Yo sí quiero, lo que significa que me hablarás" lo acomodé de nuevo a mi lado.
"No hay nada de qué hablar" rodó los ojos.
"Yo sé que sí, lo sé porque te conozco mucho" le reté.
"Vete a la mierda, junto con todos" dio un manotazo a mi mano que seguía sobre su brazo. "Lo único que hice fue amar demasiado a todos y a todos les importe una jodida."
Lo miré extrañado, observando cómo se ponía de pie para ir a su armario y sacar un cigarrillo.
Lo seguí.
"¿De qué hablas?" me crucé de brazos frente a él.
Sacó el encendedor de su bolsillo y llevó el rollo a sus labios.
"Deja eso" le arrebaté el encendedor y tiré de su cigarrillo.
"Serás maldito" gruñó. "Lárgate de mi casa, Louis, estás arruinando mis planes."
Mis cejas se juntaron en más confusión.
"¿Qué planes?" tanteé y él rio.
"No te interesan, a nadie le interesa, déjame solo así puedo terminar con esto" se sentó en la silla frente a su escritorio donde su computadora estaba.
"¿Qué estás planeando?" me acerqué a él, atrapándolo entre mis dos brazos en la silla.
Sonrió ampliamente.
"Una forma en la que me van a oír, en la que van a dejar de ser un montón de idiotas y van a entender, que todo lo están haciendo mal."
Entrecerré los ojos hacia él.
"Niall-
"Vete, necesito tiempo para hacer lo que necesito" me retó.
Estaba más delgado, más pequeño, los músculos que había logrado en el reclusorio ya no estaban, sus ojos estaban rojos y sus labios estaban agrietados, llenos de puntos con sangre. Los había mordido hasta el punto de la sangre.
"No te voy a dejar solo" negué firme.
"Vete" soltó por las malas.
"Estás loco si crees que te dejaré solo para que hagas una locura."
"Lárgate, Louis, me lo agradecerás" masculló, haciendo puños sus manos a sus costados.
"¿Dónde está el alegre y pequeño Niall?" su rostro se suavizó apenas un poco.
"Está haciendo lo correcto" respondió.
Sacudí la cabeza, alejándome de su lado.
"Louis, el pequeño Niall va a hacer lo correcto" explicó. "Ahora, vete. No quiero a nadie aquí."
"Si llegas a hacerte daño estarás siendo un cobarde y Ni-
"¡Cállate! ¡Nada hace más daño que vivir cómo lo estamos haciendo! ¡No me digas qué hacer, sé perfectamente lo que voy a hacer y lo que lograré con eso!" se puso de pie, caminando lentamente hacia mí. "Todos pueden decir que estoy loco, pero éste psicópata va a hacerlos entender."
Quería llorar de los nervios.
"Vete, Louis" señaló la puerta.
"No puedo irme, si algo te pasa me sentiré muy culpable-
"Fuera, Louis, ve a ser el chico bueno que eres."
Me giré sobre mis talones, haciendo camino a la salida.
Mis manos picaban por tocar mi cuello que también ardía.
Antes de girar cerrar la puerta cuando salí, miré a Niall, ya había dejado su atención de mí, había tomado su cigarrillo y se sentó en el lugar de la ventana para fumar.
Cerré la puerta y salí sin despedirme de nadie. Subí al auto con Harry y no dije nada, él se quedó viéndome y esperó unos segundos para hablar.
"¿Qué pasó?"
"Niall va a hacer una estupidez" mordí mi labio. Miré a la ventana de Niall, seguía viéndonos a través del vidrio, el cigarrillo colgando en sus labios hasta sacar el aire.
•●•
Hunter estaba en casa, yo le había pedido a Harry que me dejara en casa mientras él iba a casa de su madre, con su familia. Era la mañana siguiente, yo seguía en pijama porque no tenía ganas de hacer nada que no implicara abrazar a Niall.
"Tu madre estuvo llamando" dijo Hunter, sacó el pan del horno y untó de dulce.
"¿Qué quería?"
"Pregunta si ya terminamos nuestro primer período, y si no vamos a ir a Houston unos días."
"Iríamos pero no puedo dejar a Niall así."
"¿Lograste algo?"
"No, se niega a decir algo que sirva. Y- y está planeando algo pero yo no-
"Ah, y tu mamá dijo que estaba considerando también venir aquí, a Richland" agregó dudoso.
"¿Ella sabe que estamos aquí?" mis ojos se abrieron en sorpresa.
"Sí, lo siento, no pude mentirle, ¿qué pasa si decidía ir de sorpresa a Lubbock y no nos encontraba? hubiese sido peor" se disculpó pero tenía razón.
"Ojalá no se le ocurra venir" bufé. "Tengo que encontrar una forma de arreglar a Niall."
"¿Se puede reparar un corazón así de roto?" preguntó Hunter medio divertido. "Porque hay cosas que no tienen reparación."
"Tiene que haber una solución para Niall" afirmé. "Hunter, ¿a dónde van los corazones rotos?"
"¿Al olvido? ¿Al perdón? Quien sabe, Louis, todos somos diferentes" se encogió de hombros. "Algunos sólo desaparecen."
Le di una extrañada, tratando de comprender lo que decía.
"De cualquier forma" dijo, "¿a dónde fue Harry?"
"A casa, tiene que pasar a saludar a su familia" conseguí mi computadora portátil y decidí entrar a Candy Page, sin tomarle mucha atención a lo que hacía.
"No es que yo me quiera meter pero ¿él siempre va a estar con Lisa?" preguntó medio dudando si debía preguntar.
Llevé el selector al lugar de las conversaciones en la página.
"No lo sé, no sé qué esté pensando" me encogí de hombros, frunciendo el ceño al ver que unas pequeñas letras en la conversación con Niall se movieron, apareciendo y desapareciendo para volver a aparecer.
sugarbAby está escribiendo.
Por poco lanzó la computadora fuera de la mesa, Niall estaba escribiendo algo para mí.
"Joder" gruñí, abriendo la conversación para mandarle un mandarle un mensaje.
Pero en cuanto comencé a escribir él se desconectó.
"¿Qué ocurre, Louis?"
"Niall estaba en Candy Page, estaba escribiendo algo en nuestra conversación pero de pronto... de pronto ya no lo estaba" expliqué cansado.
"¿Candy Page?"
"Ah sí" reí nervioso. "Una página que teníamos para... hablar..."
"Oh, suena bien" comentó y reí.
Tomé mi celular para llamarle a Zayn pero antes de que diera clic en la llamada sobre su contacto, él llamó. Acepté la llamada.
"Louis, Niall estaba escribiéndome algo en Candy Page" dijo antes que nada.
"Sí- sí, me pasó igual" actualicé la página para chequear si no había un nuevo mensaje.
"¿Crees que trate de decir algo?"
"Zayn, aunque él diga que no quiere hablar, es obvio que quiere decirnos algo pero no va a ser tan sencillo, él- va a hacer algo, lo sé, me lo dijo" bufé.
"Iré a su casa, veré cómo está" informó.
"Eso estaría bien, ve tú, después iré yo, ¿suena bien?"
"Está bien, nos vemos, Louis" colgó la llamada.
Pasé una mano por mi cabello, aburrido de ésta situación.
"Todo va a estar bien, Louis" dijo Hunter, palmeando mi hombro antes de salir por la puerta de la cocina.
Suspiré.
Quién sabe si algo iba a estar bien.
Estuve alrededor de media hora navegando en Internet, sólo estuve abriendo artículo tras artículo de información diversa, sólo pasando el tiempo.
Entonces la puerta de la entrada de la casa fue llamada con algo de fuerza. Fruncí el ceño y fui a la entrada.
"¿Zayn?"
"¡Niall no está de nuevo!" entró a la casa, apresuradamente.
"¿Qué? ¿A dónde fue ahora?" pregunté aún un poco calmado.
"No, Louis, esto es serio, se fue. Fui a su casa, encontré una nota en su cama, él está haciendo algo ahora mismo. Sé que está haciendo algo" soltó molesto, sacó un papel de su bolsillo y lo lanzó a mí pecho.
Desdoblé el papel con cuidado y leí.
"Lisa Black. Richland Tourist Lookout.
Están a tiempo aunque parezca ser muy tarde."
Repasé una y otra vez las letras escritas con letra cursiva en tinta rosa.
"Hay que ir ahora mismo con Lisa" solté casi sin aire.
"Llamaré a Harry" llevó el teléfono a su oído y esperó hasta que le respondió. "Harry- Harry, ¿dónde está Lisa?"
Esperé a que le respondiera.
"¿Dónde estás tú?" bufó. "Ve a la casa, Louis y yo vamos para allá. Niall huyó y dejó una nota que incluye a Lisa."
Colgó la llamada y prácticamente tiró de mí para salir rápido de la casa y meterme en el auto, Hunter apenas me vio salir mientras él bajaba por las escaleras.
Zayn condujo a máxima velocidad por las vacías calles de Richland, pasando uno que otro semáforo en rojo y preventivos.
Llegamos a la casa de los Styles y bajamos rápido del auto para correr a la entrada, segundos después el auto de Harry se estacionó en la entrada también y vino a nosotros cuando Lisa abrió la puerta de entrada. Logré respirar una vez que la vi abrir, de verdad estaba esperando lo peor.
"Espera pero, si Lisa está aquí... viva" señaló Zayn y Lisa le dio una mira confusa. "¿Dónde está Niall?"
"Yo-
"Tal vez no piensa hacer nada hasta... quién sabe, cuando menos lo esperemos" negué con la cabeza.
"No, no, no. Él dice que estamos a tiempo aunque parezca tarde, Zayn, está justo en su jugada."
"¿Se puede saber qué pasa?" preguntó Harry.
"Niall dejó esto" Zayn le entregó la carta para que la leyera. "Huyó."
"Pero él no está aquí" dijo Lisa, rodando los ojos.
"No, no lo está" murmuró Zayn.
Nos quedamos en silencio unos segundos.
"Harry, ¿a cuántos minutos está el Mirador Turístico?" pregunté inquieto.
Él frunció el ceño.
"Cuarenta minutos, en la dirección a Hurst" respondió.
"¿Viajando a qué velocidad?" tanteé.
"Ochenta kilómetros por hora."
"Niall conduce a ciento cincuenta kilómetros por hora" solté frustrado, porque nadie más veía lo obvio. "¡Él está en camino para allá!"
"Pero-
"¡Lisa fue sólo una distracción! ¡Él está yendo al maldito barranco!" tiré de mis cabellos y fui al auto de Zayn. "¡Vamos, maldita sea!"
"Yo voy" sugirió Harry, seguíamos perdiendo jodido tiempo.
"Mejor quédate a cuidar de Lisa" respondí, esperando a Zayn.
Harry me dio una mirada curiosa.
"Yo iré y vienes en mi auto" señaló su vehículo, rodé los ojos y fui con él.
"Rápido, demonios" entré de copiloto y Harry entró después.
"Te seguimos, Zayn" le dijo el rizado a su amigo antes de cerrar la puerta.
El auto de Zayn se adelantó a nuestro paso para tomar la ruta de carretera fuera de Richland.
"¿Podemos llegar ahí en quince minutos?" pregunté y Harry rio.
"Claro, si conduzco a doscientos por hora" bromeó y aceleró un poco más. "Y si no morimos en el intento por llegar."
Ignoré su broma de mal gusto y me acomodé en el asiento.
Teníamos que llegar a tiempo.
1* ¡Brillante estrella! Si fuera tan constante por John Keats.
Jacky, se va.