Caliope se desperto temprano esa mañana, se dio una ducha y rebusco entre sus cosas un conjunto de falda y camiseta blanca. Una vez lista se sentó al filo de la cama, ¿y ahora? No tenia ningún sitio al que ir, nadie con quien hablar. Se asomo a su ventana y admiro el paisaje, la playa no estaba muy lejos de allí ¿Qué tal un paseo?
Salio de la casa y camino por los jardines, desde su ventanal había podido ver una puerta trasera que daba a uno de los caminos dirigido a la playa. Aquello era realmente precioso, camino por el camino entre las rocas, la arena era blanca y tan fina. Podía distinguir el agua azul, tan clara y limpia ¿Cómo podía sentir tanta paz en este lugar?
Se paro frente a la orilla y se sentó en la arena, dejando que el agua acariciara suavemente sus pies. Enterró una mano en la arena y levanto un puñado para dejarla caer despacio. Esa era su tierra sin embargo no se sentía feliz de estar en ella. Se sentía tan sola, su madre estaba muerta, su padre tambien, ni siquiera había podido hablar o conocer al hombre que la había engendrado y por si fuera poco tenia que permanecer en esta casa. Ayer fue la primera vez que pudo ver el rostro de Néstor, su hermanastro ¿se parecería a su padre?
-¿Aclarando ideas? –La voz de un hombre la sobresalto, se encontraba parado junto a ella. Giro la cabeza y pudo ver sus fuertes piernas, venia de correr, levanto el rostro y se encontró con aquellos ojos. Esa mirada profunda con una mezcla de diversión, atracción y ¿rencor?
-Hola –nada mas salio de su boca ¿Por qué estaba nerviosa? El la intimidaba, su forma de mirarla la intimidaba
-Caliope ¿no? –Se sentó junto a ella y la miro fijamente –Yo soy Damian
-El sobrino de Dámaso Durtzed –Ella respondió volviendo a fijar la vista en el mar
-Veo que has investigado –la respuesta de Damian sonó brusca, con resentimiento
-Me lo dijo Sebastián -¿Por qué le respondía? ¿Por qué se excusaba?
-Claro, tu aliado –De nuevo sonaba borde –Dime ¿Qué es lo que buscas? ¿Por qué no coges el dinero y te vas? Te compraríamos tu parte de las propiedades
-¿Qué? –Caliope se levanto de la arena decidida a marcharse de allí, a alejarse de ese hombre ¿Qué buscaba? Ella solo quería regresar a casa, a Londres
-¿A dónde te crees que vas? –Damian se levanto bruscamente y la agarro del brazo para evitar que se fuera, la miraba fijamente –Sea lo que sea, no te lo voy a permitir Esta es mi familia y la voy a proteger de ti .
-Suéltame –estaba asustada, la voz de ese hombre contenía tanto odio, tanto desprecio y no sabia porque eso tambien le dolía. Le miraba suplicando que la soltara, las lagrimas se agolpaban en sus ojos, amenazando salir –Me haces daño
Damian abrió los ojos sorprendido al notar el miedo en la voz de ella, estaba asustada, muy asustada. La soltó despacio sin dejar de mirarla, ¿Cómo podía parecer tan dulce y ser una arpía tan frívola? Había venido aquí para destruir a los suyos, su primo ya lo había pasado bastante mal al perder a su abuelo y ahora esta mujer se metía en sus vidas para quedarse con todo lo que pudiera.
-No te lo pondré fácil –Damian entorno los ojos mirándola –Te haré la vida imposible hasta que te marches, no te queremos aquí
-Eso ya me ha quedado claro –Caliope se giro dándole la espalda y siguió caminando en dirección contraria. Necesitaba clamarse, estaba tan nerviosa, tan asustada y ni siquiera tenia alguien con quien hablar, alguien a quien abrazar.
Cuando Caliope regreso a la casa entro por la puerta trasera, que daba a la cocina y allí se encontraba Leda, la asistenta. La única que la había tratado con un poco mas de respeto, claro que solo con la intención de servirle.
-Caliope –La mujer la miro confundida –Pensé que aun estaba dormida Es temprano
-Siempre me levanto pronto –camino hacia le frigorífico –Salí a pasear a la playa
-Es preciosa –Leda sonrió -¿Quiere que le prepare algo de desayunar?
-Puedo hacerlo yo, gracias –saco un bote de leche del frigorífico –Pero si puede ayudarme a encontrar un cuenco y cereales
-Por supuesto –asintió y se movió por la cocina hasta dejar sobre la encimera lo que le había pedido -¿No quiere desayunar en la sala?
-Prefiero hacerlo aquí –Caliope se encogió de hombros y comenzó a servirse el desayuno, después se sentó en uno de los taburetes y comenzó a comer
-¿Comiendo en la cocina? Como el servicio, sin duda es tu lugar –Néstor la miraba con desprecio –Leda llévame el desayuno a la sala
Caliope contuvo el aliento todo el tiempo en que el estuvo en la cocina, no le miraba, no quería oírle ¿Por qué la insultaba? Ella no estaba haciendo nada ¿Tenia que soportar esto?
-No es mal niño –Leda la observo apenada –Pero esta muy dolido
-¿Dolido? –Ella suspiro -¿Por qué yo pueda quitarle su herencia?
-Ni siquiera sabia que existías –La mujer negó con la cabeza –Nadie le hablo nunca de ti. Fue en la lectura del testamento cuando supo de tu existencia.
-¿Por qué? -¿Cómo era posible? Dámaso sabia de su existencia, el reclamo a su madre que se la entregara como nieta ¿Acaso no se lo contó a su nieto porque no había podido llevarla con el?
-Leda, estamos esperando el desayuno –Medea se apareció en la cocina –Deja de perder el tiempo con gente que no merece la pena y atiende a tus patrones.
-Si señora –Leda asintió y se dispuso a preparar todo rápidamente, Medea echo un ultimo vistazo con asco hacia ella y salio de allí.
-¿Esta tambien es una buena mujer? –Caliope rió irónicamente –A mi me parece una bruja
-Es una bruja en toda regla –Leda la miro y le guiño un ojo, termino de preparar las cosas y salio a toda prisa de la cocina
Caliope se quedo sola y al fin pudo relajarse, inspiro profundamente, ¿Qué podía hacer ahora? Terminar de desayunar ¿y? No tenia ningún lugar al que ir, nada que hacer
-Leda ¿puedes darme una botella de agua? Por favor –Damian entro por la puerta trasera de la cocina respirando agitado. Cuando se dio cuenta que la única que estaba allí era ella se quedo mirándola sorprendido ¿Desayunando en la cocina? ¿cereales?
-Esta sirviendo el desayuno en la sala –Caliope respondió levantándose de su lugar y salio de la cocina rápidamente. No quería estar en ningún sitio en el que estuviera el.
Camino por la casa tratando de guiarse ¿Por qué la gente quería casas tan grandes? Claro, como ellos no la limpiaban. Al fin, llego a las escaleras y comenzó a subir para dirigirse a su habitación.
-Caliope –Sebastián se encontraba parado en la entrada observándola
-Hola –Ella sonrió, al fin alguien en quien podía confiar -¿Qué haces aquí?
-Vengo por ti –El la observo preocupado -¿Qué tal? ¿Cómo te han tratado?
-Como esperaba –Ella se encogió de hombros -¿Vienes por mi? ¿Para que?
-Tenemos que arreglar algún papeleo –El señalo la puerta –Activar tus cuentas en el banco y mostrarte todo lo que te pertenece
¿Cuentas? Caliope le siguió hasta el auto y se sentó en el asiento del copiloto ¿Lo que le pertenecía? Sebastián y ella estuvieron fuera prácticamente todo el día, activaron las cuentas en el banco. Cuentas con mucho, mucho, mucho dinero. Visitaron el apartamento, una finca a las afueras a unas tres horas, un yate que al parecer tambien pertenecía a la familia y por ultimo tres de los hoteles mas importantes.
Con cada cosa que descubría se sentía mas abrumada, ella tenia un porcentaje de acciones en cada hotel ¿y que quería que hiciera con eso?
-Hay bastantes coches en la casa –Sebastián llamo su atención –Pero quizás prefieras comprar uno
-¿Comprar un coche? –ella frunció el ceño ¿tenia dinero para eso? Si –Pero no muy caro
-Como quieras –El rió negando con la cabeza –Pero tienes dinero de sobra para ello
-Aun así, no me gusta desperdiciarlo –Caliope sabia lo que era la necesidad, ella lo había padecido. El que ahora tuviera dinero no cambiaba quien era y como pensaba.
-Muy bien, vamos a buscarte un auto –El la miro sonriente
Caliope se decidió por un SEAT Ibiza, blanco. Un coche bonito y no exageradamente caro. Podría ir a recogerlo al día siguiente y Sebastián quedo en pasar por ella para llevarla.
-¿Qué te parece trabajar en los hoteles? –El la miro de reojo mientras conducía hacia la casa –Si no estoy mal informado, trabajabas de relaciones publicas.
-No –La respuesta de ella fue cortante –No voy a trabajar en sus hoteles No quiero hacerlo y no creo que ellos lo quieran tampoco
-No importa lo que ellos quieran –El suspiro –Yo he de mirar por tus intereses y eso es lo que hago. Tu porcentaje de ganancias de la cadena hotelera te será ingresado cada mes en tu cuenta, como se ha hecho desde que tu abuelo lo ordeno.
-Ya tengo suficiente con convivir con ellos –Ella apoyo la cabeza en su mano derecha mirando por la ventanilla –Lo que necesito es poder alejarme de esa casa
-Hazlo entonces –El sonrió –Mañana tendrás tu coche, podrás moverte con total libertad, ve a donde quieras
-Donde quiera –Ella suspiro ¿Dónde quería ir? –Quisiera ir a Londres, pero no puedo
-Lo empeoras todo si te cierras a aceptar tu situación Caliope –la miro con tristeza –Estoy seguro de que todo se calmara pronto
-Tu lo dices porque no tienes que vivir con ellos –ella comenzó a recordar todo lo ocurrido
Sebastián no volvió a decir nada mas, cuando llegaron a la casa ella se despidió y rápidamente entro y fue directa a su habitación. Pero el no pensaba marcharse, aparco el auto y entro en busca de Damian y Néstor.
-Tengo algo que hablar con vosotros –Entro al despacho donde ambos estaban hablando
-Y supongo que se trata de tu protegida –Néstor bufo molesto -¿No sabe defenderse solita?
-Esa protegida de la que hablas es tu hermana Néstor –Sebastián le miro molesto
-¡Yo no tengo ninguna hermana! -El se levanto de su lugar nervioso
-¡Es la hija de tu padre. Te guste o no tenéis la misma sangre –Aunque trataba de controlarse Sebastián se estaba saliendo de sus casillas
-Néstor cálmate –Damian le dirigió una mirada amenazante
-¡Al diablo con todo! –Néstor salio del despacho dando un portazo
-¿Por qué la proteges? –Damian camino tranquilamente hacia el
-Porque es lo que quería tu tío –El le miro seriamente –Ella es su nieta y tiene derechos
-No es mas que una oportunista que se quiere aprovechar de la situación –Damian le miro fríamente.
-Tu no la conoces –Sebastián se acerco quedando cara a cara –Ten cuidado con lo que haces Damian. No la juzgues, te puedes arrepentir.
PARECE QUE CALIOPE NO ES BIEN RECIBIDA ALLI POR NADIE ¿Y DAMIAN? PARECE ODIARLA PERO SIN EMBARGO PARECE CONFUNDIRSE
¿QUE LE DEPARARA EL FUTURO A CALIPE?
OS DEJO UNA FOTO DE DAMIAN ¿GUAPO EH?