Es difícil dejar atrás todo cuanto hemos conocido. Nuestras costumbres, nuestros afectos e incluso nuestros nombres pero quizás, haya llegado el momento de aceptar que esa es nuestra única salida.
La única que nos permitirá seguir con vida... O casi.
-Oh cariño, estás preciosa- mi abuela sonríe entre lágrimas- seras la novia más bonita.
-Te ves increíble, nena- dice Mery al abrazarme.
-Te ves muy bien- sonríe Amber.
Mi mejor amiga, no ha sido la misma desde nuestro secuestro, ya no es, esa chica alocada y vibrante, perdió algo de su luz y realmente lo lamento.
A veces se pierde entre sus pensamientos, intenta disimularlo cuando se ve descubierta pero le es imposible hacerlo, la conozco demasiado.
Alex dice que mejorará con el tiempo y yo sólo deseo seguir con vida para verlo.
Hoy, es la última prueba de vestido, la próxima semana renovaré mis votos con Alex, él la llama "la boda feliz" la boda que debimos haber tenido desde un principio.
Mi vestido es de la diseñadora Rosa Clará, es de seda rústica con adornos de pedrería, largo hasta el suelo con una pequeña cola, espalda descubierta, entallado y de color marfil, en pocas palabras es un sueño hecho realidad.
Los vestidos de las damas de honor serán de color azul pálido , sólo serán Amber y Mery, desearía poder incluir a algunas de mis amigas de la universidad o la preparatoria, pero debo empezar a aceptar que pronto, esas amigas ya no estarán, o mejor dicho seré yo quién ya no lo haga.
Todos los detalles de la boda están terminados, la gran mayoría estaba listo mucho antes del secuestro, sólo hubo que volver a programar algunas cosas y aunque esta nueva etapa, me tiene ansiosa y feliz, también me produce cierta nostalgia al recordar que pronto todo cambiará.
-Sabes que puedes cambiar de opinión si asi lo deseas, no?- Alex me recuerda mientras besa mi espalda.
-Lo sé, pero así es mejor.
-Tus abuelos, van a extrañarte.
- Y yo a ellos, pero alejarnos es lo mejor - volteo, rodeo su cuello con mis brazos y lo atraigo hacia mis labios.
-Te amo Avery, y te seguiré hasta el fin del mundo.
-Gracias - sonrío intentando contener las lágrimas - tu eres todo lo que necesito.
Sus manos descienden por mis costados hasta llegar a mis piernas, me acaricia suavemente, al tiempo que besa mi hombro, mi clavícula y mi boca.
Su mano ahueca mi pecho y sus labios se apoderan del otro, su pasión me consume en un beso voraz, mi corazón palpita rápidamente, como siempre que hacemos el amor, sea rápido o lento, suave o rudo con Alex siempre fue mágico y placentero.
Quizás se deba a que es todo un experto o tal vez todo se reduce al amor, no lo sé y no me importa. Es increíble, punto.
Su cuerpo se balanceaba sobre el mío y poco a poco el placer se iba construyendo dentro de mi, acariciaba mi espalda con la yemas de sus dedos en un ritual intimo,con una mezcla de dulzura y reverencia, con cada embestida el ritmo se volvia mas rápido e intenso,me llevo a la cima del placer consiguiendo poco despues, nuestra tan ansiada liberación.
-Te amo - susurró cayendo sobre mí.
-Y yo a tí- respondí, antes de ser arrastrada hacia un oscuro silencio.