POV Bianca
Intenté llamar al amigo de Scott pero este corrió rápido, sin hacerme caso. Bufé viéndolo irse en su Jeep y sentí como alguien se quedaba a mi lado.
- ¿En verdad él se fue, dejándome sola...? - Susurró triste Allison viendo el camino donde se fueron Scott y su amigo.
Iba a responder con un consuelo cuando una voz masculina nos interrumpió.
- Allison. Bianca. - Nos sonrió levemente. - Soy amigo de Scott, me llamo Derek.
¿Mi hermano era amigo de él? ¿De este... perfecto modelo masculino?
El hermoso hombre era... perfecto. No había palabras para describirlo. Pelinegro, ojos celestes, un leve rastro de barba en su mandíbula y mejillas, su cuerpo era de escándalo... y además vestía todo de negro como un chico malo. Dioses, era tan sexy y perfecto.
Lo único que pude hacer fue mirarle embobada, sin poder articular ni una sola palabra. Vi como hablaba con Allison con esa leve sonrisa que me encantaba, pero no le escuchaba, estaba en mi mundo fantaseando con él y toda su belleza.
Seguramente me veía estúpida en ese momento, con los ojos fijos en el chico y la boca abierta. No me sorprendería si estuviera babeando.
El tal Derek dijo unas palabras en mi dirección pero no le contesté mientras le veía fijamente.
Un golpe en mis costillas me hizo volver a la realidad. Miré curiosa a Allison a mi lado, que estaba intentando no reírse.
- Uh-... ¿qué? - Balbuceé como idiota.
- Quería saber si te llevo a tu casa, Scott no podrá y él me envió a llevarlas. - Habló el hombre con una ceja arqueada mientras me veía.
Casi gemí al escuchar su voz, incluso eso era sexy en él.
Mi sonrojo violento y mi asentimiento leve le hizo asentir antes de guiarnos a ambas a un auto increíble, negro y caro. ¡Además el hombre tenía dinero! Era un sueño.
Suspiré por lo bajo, intentando que no me escuchara pero no estoy muy segura de si lo hizo, ya que volteó su rostro levemente hacia mi.
En cambio Allison se subió a los asientos de atrás sin ninguna señal de que haya escuchado mi suspiro enamorado. Sacudí el rostro ante el pensamiento de que él haya escuchado, era imposible. Me dirigí a los asientos traseros pero Derek abrió la puerta del copiloto mientras me veía.
- ¿Subes? - Preguntó dudoso al ver como abría la boca y la cerraba como pez mientras le veía.
Otro sonrojo cubrió mis mejillas y subí rápidamente.
El viaje fue relativamente tranquilo, pero sentía mi corazón en un puño mientras miraba fijamente el camino. Incluso podría decir que escuchaba mis propios latidos acelerados por los nervios, Derek era tan... dios, no había palabras para describirlo.
Perfecto.
Vi de reojo como el pelinegro se revolvía incómodo unas veces en el asiento pero no desviaba la mirada del camino, lucía como si algo le molestara. ¿Seré yo? No, no lo creo. Tomé una pequeña respiración intentando tranquilizarme. No quería causar una escena frente al hombre sexy.
Finalmente, él estacionó frente a la casa de Allison, y yo ni me había enterado cuando le dio su dirección.
Mi corazón dio un vuelco al pensar que camino a mi casa íbamos a estar solos.
- Vamos Bianca. - Me habló Allison mientras abría mi puerta desde afuera.
- Eh... ¿no voy a mi casa?
- No, esta noche te quedas conmigo. A mis padres no les importará. - Murmuró con una sonrisa mientras estiraba su mano.
- Ah, ya, claro...
Allison al parecer no llegó a captar mi tono triste mientras tomaba su mano y salía del auto de Derek.
- Muchas gracias por traernos. - Murmuró la chica hacia el hombre.
- Sí, eh... gracias.
Derek no miró en nuestra dirección mientras asentía con la cabeza. Ambas lo tomamos como una respuesta y Allison cerró la puerta para que el auto arrancara con velocidad, tanta que nos echamos hacia atrás por la sorpresa.
Miré el auto alejarse y suspiré con tristeza. Quería conocer mejor a Derek.
- ¿Te gusta, eh?
La voz de Allison me sacó de mi ensoñación pero aún así no miré en su dirección mientras respondía. Pude notar que hablaba con una sonrisa por su tono de voz.
- Creo que me enamoré de él.
Allison rió pensando que era una broma pero... en realidad no lo era.
Bien, tal vez ''enamorarse'' era una palabra muy fuerte para lo que sentí por él pero definitivamente ese hombre se va a quedar en mis pensamientos mucho tiempo. Unos pensamientos no del todo sanos. Me encantaba Derek.
- Venga vamos a sacarnos este maquillaje y estos tacones.
Allison tomó mi mano guiándome a su casa pero yo no alejé la vista por donde se fue Derek en todo momento.
Definitivamente me gustaba el amigo de mi hermano.
POV Lydia.
Cerré las cortinas mientras veía a Allison y Bianca subirse a un auto negro y genial.
- ¿Y? ¿Ya podemos encargarnos de ese idiota?
Escuché la voz de mi novio mientras sentía como sus manos se enrollaban en mi cintura y sus labios repartían besos en mi cuello. Le aparté con una sonrisa, no podía dejar que me haga marcas.
- Jackson, ya hablamos sobre las marcas, no quiero gastar maquillaje en cubrirlas.
Él rodó los ojos y me soltó para cruzarse de brazos. Su mirada se trasladó a la derecha y una mueca de molestia se instaló en su rostro. Seguí la suya para ver como Jace se encontraba bailando con dos chicas.
- Bueno, él si la esta pasando bien. - Comenté alzando una ceja y mirándole.
- Imbécil. ¿Cuánto más tengo que esperar a que se ponga en marcha el maldito plan? - Preguntó mi novio algo enojado.
Rodeé los ojos ante su impaciencia y hablé con calma mientras sacaba mi celular.
- Hasta que Danny nos de la señal, deja de ser tan impaciente.
Avancé entre la multitud con la mirada fija en el adolescente hormonal en mi salón pero una mano me detuvo antes de llegar a él.
- ¿Estas segura de que esto va a funcionar?
- Jackson, es mi plan. - Bufé con arrogancia. - Es obvio que va a funcionar.
- ¿Cómo estas tan segura?
- Bianca me habló de sus miedos una vez, un secreto entre mejores amigas sobre sus novios. Ahora que él no es más su novio... no creo que le importe que lo use contra él. - Sonreí.
Jackson sonrió junto a mi.
- ¿Le tiene miedo a los payasos? Ese es el terror más típico en niños pero ¿en adolescentes? - Se burló.
- Se puede decir que tuvo un inconveniente con ellos cuando era un niño.
- Bah. Un TEPT. - Intentó parecer inteligente.
- Trauma psicológico. - Corregí rápidamente mientras veía el mensaje de Danny, él iba a ser nuestro payaso.
- Es lo mismo-...
- Un trauma psicológico es una exposición personal directa a un suceso que amenaza y afecta la vida de un individuo. Un TEPT es un trastorno mental clasificado dentro del grupo de trastornos de ansiedad. Aunque no lo creas, hay una diferencia. - Bufé con burla.
Inmediatamente me di cuenta de lo que dije y levanté el rostro para ver a Jackson con duda, fingiendo no entender lo que acababa de decir. Él me miraba como si me hubiera crecido un tercer ojo en el rostro.
- ¿No es así?
- No me importa, lo que me importa es darle a ese idiota una lección. ¿Podemos empezar ya?
- ¡Tú me detuviste e interrumpiste-...!
- Lydia, solo haz lo tuyo.
Jackson terminó de fulminarme con la mirada y se metió en la multitud de adolescentes compartiendo ADN por sus bocas e ingiriendo diferentes tipos de aguardientes.
Suspiré viéndolo marcharse. Ese chico tiene suerte de ser el más popular de todo el instituto, y ser mi novio, con ese carácter.
Miré un espejo a mi lado para revisar mi maquillaje y peinado antes de acercarme, perfecta. Sonreí y avancé hacia él con mi autoridad y confianza característico en mi. Me detuve a su lado y él ni siquiera reparó en que me encontraba allí, pero una de las chicas si lo hizo. Rápidamente elevé una ceja y con un movimiento de cabeza les indiqué que se fueran.
La rubia me lanzó un guiño conspirador antes de tomar el brazo de su amiga e irse sin mirar atrás.
- ¡Hey, esperen! ¿¡Dónde van?!
Rodeé los ojos con molestia ante los gritos confusos y molestos de Jace, el ex de Bianca. Era obvio que el chico estaba liberando endorfinas en masas, patético.
Jace se dio vuelta, desilusionado para encontrarse a mi recostada contra la pared y viendo su escena. El chico alzó una ceja al verme y pude distinguir como me daba un repaso de abajo a arriba disimuladamente, sonreí.
- ¿Lydia?
- Jace. - Asentí.
- ¿Qué estas haciendo aquí?
- Es mi casa.
- Eso ya lo sé, me refiero a aquí, conmigo. ¿Acaso tú les dijiste que se vayan? - Preguntó algo molesto.
Rápidamente me acerqué a su rostro y susurré con sensualidad a unos centímetros de sus labios. Pasé una mano por su cuello y la subí lentamente por la parte posterior de su cabeza mientras con la otra mano acariciaba su brazo.
- ¿Y qué si lo hice?
- ¿Q-qué rayos haces? - Murmuró viéndome confundido y estático.
Sonreí con diversión y me acerqué a su oreja para susurrar con voz ronca.
- Hace tiempo quería hacer esto, pero Bianca no me dejaría. Pero... ahora ella no está ¿o si? - Mordí el lóbulo de su oreja suavemente y la acaricié con mi lengua.
Escuché como una respiración entrecortada salió del adolescente y sus manos se encerraron en mis caderas para acariciarlas con lentitud.
- ¿Qué hay de Jackson-...?
- ¿Qué hay con él? Jackson no tiene porqué enterarse. - Respondí con facilidad para luego empujarle y guiarle escaleras arriba. - Ven, deberíamos... ir a un lugar más privado.
Jace sonrió de lado y me siguió con rapidez a una de las habitaciones de invitados.
Entramos con brusquedad mientras nos besábamos con desesperación, sentía como me apretaba el trasero con fuerza. De un salto, enrollé mis piernas por su cintura y él nos condujo a la cama, donde me tiró con brusquedad y desesperación.
Era muy bruto y desesperado, no entendía como Bianca pudo estar con él.
Intentó desnudarme pero le interrumpí y con una sonrisa, di media vuelta para empezar a desvestirle a él.
Quedándose en ropa interior, me levanté de la cama y me dirigí a la puerta de salida.
- Eh, ¿dónde vas?
- ¿Tienes condones acaso? - Cuestioné con una ceja alzada.
- Sí en mi billete-... ¡que mierda! - Jace rebuscó en sus pantalones por su billetera pero al no encontrar nada se enfureció y levantó con rapidez.
Bien, las dos chicas que bailaban con él cumplieron con su parte del plan.
- ¡Algún hijo de puta me ha robado la billetera! ¡Voy a matarlos!
Jace comenzó a recoger su ropa para irse pero me acerqué con rapidez y tiré la ropa en sus manos para luego tirarlas a algún lado de la habitación, le hablé con sensualidad mientras besaba su cuello.
- ¿De verdad te vas tan pronto? Vaya, pensé... que querías pasar un buen rato conmigo. Vamos Jace, ¿en verdad perderás esta oportunidad?
El adolescente comenzó a respirar con agitación y acercó una de sus manos a mi cadera derecha mientras la otra comenzó a deslizarse por mi trasero. Pasé mis manos por su pecho y acaricié sus abdominales.
- Pero mi bille-...
- Olvídalo. Ahora tenemos cosas mas importantes y divertidas de las que ocuparnos. Iré por el condón, quédate aquí. - Le di un último beso antes de salir por la puerta y encontrarme con Jackson.
- ¿Tienes todo listo? - Murmuré mientras sacaba un espejo y emparejaba mi labial.
- Todo listo, Danny está terminando de arreglarse. - Él vio fijamente mi ropa y maquillaje con seriedad antes de hablar. - ¿No hicieron mucho allí dentro, verdad? Solo unos besos.
- Hice lo que tenía que hacer para que el idiota caiga en la trampa.
- Ya... y lo disfrutaste. - Murmuró enojado.
- Recuerda por quién hacemos esto. - Fue la única respuesta que le di. - ¿Las cámaras estarán grabándolo todo?
Nada tenía que fallar, todo tenía que salir perfecto para vengarnos por nuestra amiga.
- Están todas listas. Todo está preparado, ¿podemos comenzar ya?
- Hasta que Danny esté con noso-... - La voz de nuestro amigo me interrumpió.
- Ya estoy aquí. ¿Se encuentra todo listo?
Ambos dimos vuelta para ver a Danny junto con su actual ligue. El mejor amigo de Jackson estaba disfrazado de payaso asesino, un muy asqueroso y sangriento payaso asesino. Si no hubiera hablado con la voz de Danny no hubiéramos sabido que era él. Mientras que el ligue de Danny se encontraba ensangrentado y con un corte en el cuello, que mostraba perfectamente parte de su garganta.
- Oh, dios esto parece tan real. - Murmuré mientras me acercaba a ver la herida.
Todos los músculos de la garganta se encontraban allí, en el orden que el cuerpo humano posee. Claro, sin cortar la parte donde está abierta por una herida falsa. Era tan real que daba miedo.
- Lo sé, tu padre de verdad fue generoso en apoyarnos en esto. - Contestó Danny guiñándole el ojo al rubio.
- ¿Qué puedo decir? Ser hijo de un productor de cine tiene sus frutos, además mi madrastra ayudó a convencerlo de prestarnos todas estas cosas. - Tomó el machete viejo y ensangrentado de la mano de Danny.
- Y tu madrastra es maquilladora profesional, ¿verdad? Tengo que llevarme bien con ella, definitivamente sabe lo que hace. - Murmuré examinando toda la obra de arte. - ¿Cuándo viene?
- ¿A ti, Lydia Martin? Mi madrastra te va a amar. Dentro de unos minutos llega, tuvo que encargarse de una cosa, pero mientras disfruta del espectáculo.
Sonreí con satisfacción ante lo dicho por James, pero Jackson interrumpió nuestra charla.
- ¿Vamos a hacer esto o no? ¿A qué esperan?
Inmediatamente todos se pusieron en marcha y James le tendió un pequeño control a Jackson. El control que activa la sangre que sale por el cuello del rubio. Definitivamente hicimos bien en pedirle ayuda a un hijo de un productor de cine.
Jackson me tomó de la mano y ambos corrimos a una de las habitaciones donde habían varias pantallas que grababan todo. Las cámaras se encontraban esparcidas por varios ángulos de la habitación de huéspedes. Jace se encontraba semi-desnudo, recostado en la cama, esperando. El primero en entrar a escena fue James.
El chico entró dando tumbos por la puerta y la sangre salía de su garganta mientras caminaba hacia Jace. Sus manos sostenían su herida, cayó al suelo con una mano ensangrentada extendida hacia el semi-desnudo.
Jace solo pudo gritar como niña.
Jackson y yo sonreímos con deleite ante la visión de él, alejándose del cuerpo. Estaba empezando a llorar.
En ese momento la puerta resonó. La madrastra de James.
- Ve, haz una buena actuación, Lydia. - Murmuró Jackson.
- Te sorprenderé.
La mujer, rubia y pálida, luego de presentarnos y saludarnos rápidamente comenzó a trabajar. Se encargó de todos los detalles, desde la sangre del vidrio donde estaré apoyada hasta el hacha clavada en mi pecho. Todo fue increíblemente rápido y sensacional.
Me posicioné en el lugar dónde iba a estar y ella se sacó la bufanda que utilizaba para luego recostarse en mis piernas extendidas. Tenía un corte falso que se extendía por el frente de su cuello.
- ¿Qué hace?
- Bueno, decidí formar parte de la actuación, ¿no molesta, verdad? - Murmuró mientras sacaba una pequeña botella de sangre falsa, la esparció por su boca y alrededores.
Sonreí con algo de maldad.
- Mientras más mejor.
Veinte minutos después, Jackson ingresó y nos dio una mirada rápida antes de empezar su acto. Entró a la habitación luego sacó y guió a un Jace llorando y gritando con descontrol.
Ambos se detuvieron al vernos.
Me encontraba con los ojos abiertos, manos ensangrentadas, apoyada contra una pared de vidrio y la madrastra de James en mi regazo. Jace gritó y lloró aún más fuerte si era posible.
Unas pisadas resonaron detrás de ellos y Danny apareció detrás, con el machete en alto.
Algo comenzó a descender por las piernas de Jace, él se había orinado encima. Inmediatamente Danny, al ver el estado del chico, bajó la cuchilla y terminó el espectáculo.
Mierda, yo quería ver lo que seguía.
- Muy bien, chicos, creo que es suficiente.
Inmediatamente James salió de la habitación, Jackson volvió a su carácter característico, la madrastra de de James y yo nos levantamos.
- ¡¿Q-qué e-es esto...?! - Gritó desesperado y llorando el chico semi-desnudo mientras se apoyaba contra la pared y se sentaba allí ocultando su rostro en sus manos.
Se veía patético.
- Esto, Jace, es una venganza. Una venganza por lo que le hiciste a Bianca. - Escupió con veneno mi novio.
- ¿Q-qué...? - Susurró incrédulo mirándonos a cada uno. Sonreí. - ¡¿M-me hicieron e-es-esto por e-ella?!
- ¡Te hicimos esto por ser un mal nacido, no paraste de engañarla desde el principio! ¡Ella es una buena chica y tú abusaste de su confianza! ¡La usaste por tres malditos años, fanfarroneabas de ella, mentías sobre ella a sus espaldas! Nunca pudimos hacer nada, porque Bianca nos mataría si lo hubiésemos hecho, pero ahora ella te odia y no le va a importar mucho. Nosotros te odiamos desde el principio. - Escupió Danny con molestia.
- ¡Ca-casi me matan!
Rodeé los ojos con molestia antes de hablar, con burla.
- ¿De verdad piensas que dejaría que te mueras en mi propio hogar? Claro que no idiota, había gente preparada por si te ocurría algo realmente grave. Pero no me mires como si me importara tu estado de salud, lo hice por no tener problemas más graves, nada más. - Le miré despectivamente.
- Us-ustedes... ustedes... ¡son unos enfermos hijos de puta! ¿¡Cómo pueden hacerme esto por una zorra como ella, que-...!
Jace se había levantado completamente furioso, las venas de su cuello se marcaban y su rostro estaba rojo mientras nos gritaba. Jackson inmediatamente se adelantó y con un golpe de su puño en su rostro, mandó a Jace al suelo inconsciente.
Negué mientras le veía desde arriba. Patético.
- Oigan... creo que nos sobrepasamos un poco. - Murmuró Danny culpable. Iba a hablar pero Jackson lo hizo primero.
Mi novio solo veía con furia a Jace en el suelo.
- Ni hablar. Ese maldito obtuvo lo que se merecía. Nadie se burla de uno de los nuestros.
- ¿Qué creen que dirá Bianca McCall de todo esto? - Preguntó James.
- A ella definitivamente no le gustará. - Comenté. - Pero no tiene porqué saber lo que le sucedió. Bi no habla con Jace, así que él no le dirá nada. Y si lo hace, no le creerá. Tómenlo como nuestra pequeña venganza secreta.
- Creo que en algún momento se va a enterar. - Murmuró Danny negando con la cabeza.
- Mejor tarde que temprano.
Luego de decir eso, Jackson se fue sin mirar atrás.
- Oye, espera-... ¡Jackson! - Corrí detrás de él, me detuve a medio camino mirando a los chicos. - Que alguien se encargue de sacar su desmayado cuerpo y sus cosas de mi casa. Muchas gracias de nuevo por la ayuda, señora. - Asentí hacia la mujer.
La pobre se encontraba mirando la escena muda y con los ojos algo abiertos. Luego corrí detrás de Jackson.
Él estaba en su adorado Porche esperándome.
- Entonces... ¿te veré mañana? - Murmuré acercándome con sensualidad.
- Luego te escribo. ¿La fiesta ya terminó?
- Todavía no, dentro de un par de hora saco a todos. - Miré hacia la casa.
- ¿Crees que alguien escuchó o vio algo? - Siguió mi mirada.
- Le pagué a unos idiotas para que no dejen subir a nadie al segundo piso. El plan salió a la perfección.
Jackson sonrió burlón antes de hablar.
- Después hazme una copia del vídeo, quiero tener eso el resto de mi vida.
- Dalo por hecho.
Me incliné a darle un beso desesperado a mi novio antes de que se vaya, él me respondió con entusiasmo. Luego de ver como el auto se perdía a la lejanía, mandé un mensaje a la mujer que se iba a encargar de Jace por si le hubiera ocurrido algo más grave. Guardé el celular y me di vuelta sonriendo con deleite.
Nuestra venganza estaba hecha.