Sesshomaru se encontraba realmente lejos de sus tierras, han pasado cinco días desde que empezó su viaje hacia el norte. Quería volver pronto, pero sus obligaciones no lo dejaban, no sabría nada de Kagome ni de Takeshi por esta semana que tendría que pasar en el castillo de Hiro (El Jefe del norte). Los cuatro jefes se han comprometido a juntarse en los dominios de Hiro, para resolver un par de asuntos internos entre ellos.
Kagome ahora se la pasaba mayor parte del tiempo sentada en el jardín trasero o en su habitación leyendo algún libro, debes en cuando iba visitar a sus amigos a la aldea. Pero ahora había algo que le preocupaba ¿Cómo le daría a Sesshomaru la noticia sobre su embarazo? Desde que se entero de que estaba embarazada nuevamente han pasado ya cuatro días, ninguno de los mensajeros del castillo pueden ir a darle la noticia, ya que viajar a las tierras del norte dura al menos dos días y medio. Kagome tenia miedo de esperar hasta que naciera su bebe y que cuando llegara Sesshomaru el se enojaría por no haberle dicho.
-No tengo otra opción -Kagome se dirigió a la parte trasera para poder ir a hablar con el mensajero real Heiji,
-Oh señora Kagome ¿Qué la trae por aqui?
-Heiji ¿podrías hacerme un favor? -Kagome junto sus manos en forma de suplica.
-Claro ningún problema ¿Qué desea?
-¿Podrías mandar a tu águila más rápido a las tierras del norte donde se encuentra Sesshomaru por favor?
-Claro ¿Pero para que desea comunicarse con el Señor Sesshomaru? ¿Le paso algo?
-Es que, el no sabe que estoy embarazada -Dio una traviesa sonrisa.
-Oh, será mejor enviársela de inmediato.
-Si... -Kagome dio un suspiro y le entrego un pequeño pergamino a Heiji. - realmente muchísimas gracias -Kagome dio una leve reverencia y fue en busca de Rin y Takeshi.
Heiji coloco el pergamino en el cuello de la águila, segundos más tarde la águila estaba ya en camino hacia el norte. El águila voló dia y noche sin parar y así logro llegar en tan solo dos días.
Eran las dos de la tarde todos los jefes se encontraban en el jardín trasero conversando.
-Sesshomaru, en tan solo tres años Rin tendrá la edad para poder contraer matrimonio. Agamos un trato, ¿Qué tal si ella contrae matrimonio con cualquiera de mis hijos? Puedo dejar que ella escoja y así formamos una alianza más fuerte entre los dos territorios ¿Que tal? -le sugirió el jefe del norte. Sesshumaro solo dio un suspiro algo frustrado y frunció el ceño con los ojos cerrados.
-No -lo miro con sus fríos ojos ámbar - Rin es no es mi hija, si no mi protegida. Por lo tanto no puedo obligarla a que ella se canse con un demonio, ademas ella ya tiene a alguien en su corazón.
-¿No me digas que es un humano?
-Si, aun así tiene sus ventajas. Ya que el es un exterminador de demonios, entonces lo tengo de mi lado.
-Hmp, que más da. - el jefe del norte miro hacia el cielo algo frustrado. -Sesshomaru creo que te llego algo -dijo al divisar el águila.
El águila se poso en su hombro derecho, Sesshomaru tomo el pergamino que se encontraba y lo leyó mentalmente.
"Hola Sesshomaru, soy Kagome. Bueno te estarás preguntando por que tuve que mandarte eso, bueno es porque estoy embarazada otra vez, me di cuenta hace cuatro días, ósea en este momento mientras escribo esto tengo cuatro dias, pero este mensaje te llegara en dos o tres días más, para ese entonces tendré seis o siete días y faltaran tres o cuatro días para que nazca. Bueno eso era, no vemos.
PD: te extraño, también Takeshi."
-¡¿Vieron eso?! -dijo Shirayuki sorprendida.
-Todavía no puedo creerlo -dijo Mamoru todavía atónito por lo que acaba de ver. -Quien iba a pensar que veríamos a Sesshonaru sonreír de esa manera.
Una sonrisa serena se encontraba pasmada en su rostro. Muchos sentimientos inundaban su interior.
-Tengo que volver. -Guardo el pergamino dentro de su Haori y se convirtió en un gran perro blanco y salió a toda velocidad hacia el cielo.