ARIES: Cuando Aries está de los nervios, no tiene que decirlo. Se le ve a leguas. Dice palabras que mancillan los oídos más castos, habla rápidamente y, a la hora de completar una tarea, no da pie con bola.
TAURO: Es más discreto. Se muerde las uñas. Se agarra el pelo, para atusárselo o para tirar de él (depende de lo nervioso que esté). Habla poco, lo justo. Y a ratos parece que se ha ausentado mentalmente.
GÉMINIS: Unas tremendas ojeras delatan su insomnio. Aun así, la adrenalina lo mantiene en un movimiento frenético. Si ya es activo sin estrés, con el estrés es un bólido. Y, si ya habla mucho en condiciones normales, cuando está tenso, habla más todavía y más aprisa.
CÁNCER: Lo que a Cáncer le va a mil por hora en esos días complicados es su imaginación. No puede quitarse las tribulaciones de la cabeza ni un momento. A la que puede, aprovecha para quedarse a solas y seguir conjeturando sobre el origen de sus problemas, sus catastróficas consecuencias y sus temibles soluciones.
LEO: La fiera te ruge en cuanto le haces una observación. Es evidente que está de los nervios. Por si la duda, ves cómo se zampa cuatro o cinco dulces sin darse cuenta (dulces, cervezas, pasteles... o lo que se cruce). Aunque, otras veces, elige apuntarse a una actividad física que lo distraiga un rato de los problemas.
VIRGO: Enseguida notas su malestar, porque no deja de quejarse del asunto que le roba la calma. Cuando termina de despotricar sobre ése, sigue con otros. Además, se enferma. Ya le duele una cosa, ya le duele otra. Y no se lo inventa, ¿eh? Somatiza las tensiones que da gusto.
LIBRA: En su caso, es más complicado darse cuenta de su estado de nervios. Quizás, se le nota más en que le cuesta explicarse, con lo hábil que se muestra cuando está relajado. También, en una rara abundancia de expresiones negativas, que no concuerda con lo optimista que suele ser habitualmente.
ESCORPIO: Si bien mantiene la compostura, enseguida te das cuenta de que tiene el genio torcido. A primeras de cambio, te suelta una fresca. (¿A qué viene esto?) Y sus seres cercanos tal vez lo observen más obsesivo y controlador que de costumbre.
SAGITARIO: A Sagitario no lo ve nadie cuando está de los nervios. Se pone las zapatillas y sale a correr carretera "alante". Si no está corriendo, a saber en qué se monta. Quieto no se queda.
CAPRICORNIO: El pesimismo le brota, a la par que el dolor en la cabeza o en el estómago. Pero, en un ratito, ya tiene la situación bajo control. Aunque los problemas persistan, mantiene la cabeza fría. (Qué maestro, sí señor.)
ACUARIO: No se le nota demasiado. Su mente se convierte en un torbellino de pensamientos. (Otro signo al que le da por darle vueltas incesantes a lo que lo tiene en vilo.) Y, con tal ajetreo mental, se muestra confundido y emocionalmente embotado.
PISCIS: Cuando el estrés se desborda, Piscis se evade mentalmente, como sabes. (Si es propenso a ello, puede evadirse con sustancias como el alcohol u otras.) También puede reaccionar con berrinches e inesperados arrebatos agresivos.