Después de una laguna mental aparezco en la tina del baño. Está demasiado oscuro porque por la mañana se ha fundido un foco que no me moleste en cambiar, pero entre la oscuridad distingo bien la mirada noble de Flynn.
Pasa lentamente una esponja por la espalda y yo no hago nada que indique que estoy vivo.
Me di cuenta pronto que no tengo derecho de estar perdido y que Flynn no tiene la obligación de encontrarme. Que mi ex novio no ha muerto y revivido, ni mis padres ni mi perro ni mi hermano ni nadie pero estoy sumergido en mi propia mugre y el agua se siente tan mal en mi piel, pero quiero estar aquí. Quiero curarme. No, no. Quiero que Flynn intente curarme.
—Dallas está vivo. —Escupo sin querer. No quiero darle mis problemas ni recordarle quién es Dallas. Ni quiero contarle a él y a May la historia completa de por qué Michael y yo terminamos. Hace meses mi explicación fue simple: me usó, me usaron para remplazarle.
Pero no explique a Dallas y a su muerte falsa ni quise darles detalles como la lista. La lista. Me rio a penas, cosa que seguramente desorientó a Flynn. Lo qué pasa es que me parece irónico como hace a penas poco tiempo pasaba las noches repitiéndola para mí mismo:
Cosas para hacer con Luke que hice con Dallas.
Hace unos meses era un asunto importante y ahora me parece juego de niños.
—¿Dallas?
—El ex novio de Michael.
—¿Murió?
—Sí. —Fruncí el ceño para mí mismo. —Bueno, no, es lo que intento decirte.
—¿Murió o no?
—Creo que no.
Flynn volvió a tomar jabón espumoso y ahora iba a pasarlo por mi pecho. Cambie mi posición en la tina y el agua lo salpicó a penas un poco.
—¿Es un problema? —Ahora que lo preguntaba no tenía respuesta. No era mi problema pero, sí, era un problema. Era más que nada un tsunami de problemas porque Michael querría traerlo de regreso y eso generaría una catástrofe. Una catástrofe que en algún tiempo veré como juego de niños.
—Supongo.
Se detuvo en la punta de mi clavícula derecha y me miró a los ojos. No sentía tranquilidad, sentía que el corazón iba a salirse de mi pecho y explotar justo enfrente de nosotros. Estaba desnudo, literal y figurativamente, enfrente de Flynn, quien me bañaba con una esponja y jabón espumoso, y las miradas hablaban de más.
—Tienes jabón en tu barba. —Señaló en silencio y por un momento creí que me equivocaba. Que yo era el único que veía aquellas ventanas del alma abiertas para mí.
—Al menos tengo barba. —Me burlé, a lo que el me empujó juguetón. Nos reímos despacio y a penas sentí la hinchazón de mi cara. Después regresamos al silencio y a los puentes desde sus ojos grisáceos hasta los míos. —Da. —Le aconsejé. —Da, da, da y tal vez alguien se quede.
Flynn me sonrió. Tenía la sonrisa torcida, lo que me recordaba un poco a Ashton. Sólo que él tenía una rosa cautelosa, casi como te imaginas que se reiría un gato o un conejo si pudieran hacerlo. Y tenía las manos suaves, lo que me recordaba que todo iba a estar bien.
—¿Vas a quedarte tú?
Y despacio, con las manos jabonosa en ambas de mis mejillas, me besó.
Fue completamente distinto al beso anterior. No fue sin pensarlo, que yo estoy seguro que lo planeamos antes con la mirada. Aquí yo estaba desnudo, expuesto y el su labios se sentían más suaves que todo lo que yo haya tocado. Los movía bien y despacio, con la misma calma con la que me bañaba hace un rato. Este era el beso que había planeado antes del espontáneo, en mi mente este sería nuestro primer beso.
—Aún no lo sé, Flynn. —Dije porque, bueno, soy el mayor idiota del universo y me gusta cortar con mis piezas rotas. Soy un turista con una mochila gigantesca en la tienda de recuerdos, cada que me muevo rompo algo.
Su mano mojada subió desde mis costillas hasta mi hombro y dejo un pequeño apretón.
—¿Que significa eso? —Le pregunté, ya que me miraba expectante.
—Que me ha encantado esto. Que la primera vez tenía miedo porque pensé que me veías como el chico raro de los cómics pero, Luke, me estabas besando. No sabía cómo reaccionar. Pero me ha encantado y voy a esperar. Voy a esperar a que me digas que sí. Voy a dar todo, tal vez alguien se queda.
(...)
Estaba sentado en la esquina de la cama, hasta abajo, donde van los pies y sólo pensaba en la muerte.
No en la mía, en la de Dallas. Bueno, aquello entre comillas. Y en la de Michael después de la de Dallas, ésta en sentido figurado.
Tenía dieciséis años y se había ido la persona a la que más quería.
Nunca me atreví a preguntarle a Michael sobre sus padres porque se que algo pasa. Que esconde algo en la rebeldía entre sus pestañas y entre cada mechón colorido de cabello. Pero Dallas seguro que lo sabía todo de él.
Era lógico que Michael no quería a nadie más en el mundo que a él.
Y después estaba yo.
Yo, a quien Flynn había besado.
Y yo, quien no dejaba de pensar en qué había sido de Michael.
Alcé la mirada y vi el cabello rosa de May que ya se estaba deslavando y mezclando con sus raíces castañas. Dije que no iba a contarle todo está vez pero que necesitaba que me contestara algunas cosas. Y ahora me esperaba con sus gigantes ojos puestos en mí para responder. Necesitaba planear bien mis preguntas.
—¿Conociste a Dallas?
Pregunta que por alguna extraña razón le causó risa. De esa risa casi obligada a salir por la gracia. Cuando escuchas algo sin saber que ibas a reírte y termina en una risa diagonal escupitajo.
—Dallas Dallas, sí. Tomábamos de vez en cuando. —Miró hacia arriba como acordándose de él. —Estaba muy enamorado de un chico, ¿no es así?
La historia que ellos sabían era de Dallas siendo amigo de Michael, Calum y las gemelas. Pero había evitado decirles del noviazgo secreto pero no tan secreto de Michael y Dallas.
—Sí, de Michael.
—¿Crees que no sabía de ellos? Luke, ojalá hubieras estado, era un secreto a voces. —Evité su mirada, agradecí con toda mi alma que ese ojalá se quedara en una suposición. —Pero no, no hablo de él.
Con la sincronización y tiempo perfecto, llaman a la puerta con desesperación interrumpiendo mi interrogatorio a May. Interrogatorio sonaba muy formal e invasivo. Sólo quería recaudar información para analizar todo esto. En parte podría ayudar a Michael.
En el corto camino hacia la puerta me vino a la mente Phil que seguro ya vivía con Jack en un pequeño apartamento en el centro e irían juntos a la universidad para ser unos excelentes astrónomos. Sería muy útil tenerlo aquí, sabía todo sobre todos y había estado justo a tiempo para ver a Michael de quince años enamorarse lentamente de Dallas de dieciséis, sólo para luego perderlo.
Me quedé helado al ver a Michael con una enorme sudadero y los ojos llorosos. No lo esperaba aquí tan pronto.
Tenía en el rostro una sonrisa irónica y las manos escondidas en los bolsillos, se miraba harto pero en general estaba hecho un desastre.
—Volví al café.
—¿Era él? —Pregunté con cierto miedo impregnado en mis palabras.
—Fingió su maldita muerte, ¡¿puedes creerlo?! —Cuando hablaba apretaba la mandíbula casi tirándose los dientes superiores como evitando explotar en llanto. Como a quien le duele físicamente intentar no llorar. —¿Quién hace eso? ¿Qué persona tan enferma puede pretender que muere y lastimar a todos al rededor?
—¿Por qué lo hizo?
—¿Quieres saber por qué? —Se rió con ironía. —Me estaba engañando. Y yo lo sabía, iba a hablarle de eso al siguiente día, que yo lo había visto dos veces besando a Ashton. —Escucharlo decir tal cosa se sintió como un balde de agua helada. —Íbamos a arreglarlo, porque éramos Michael y Dallas y todo saldría bien y pronto le diríamos a todos que estábamos viéndonos y él decidió morir. Decidió que su muerte me dolería menos que su infidelidad. —Pero Michael sólo reía como si de una comedia se tratara y las lágrimas amenazaban con salir a cada segundo.
—Michael...
—Tenía un poco de razón.
Y así de simple se da la vuelta como si lo que me acabara de contar no fuera la gran cosa. Sigue su camino con las manos escondidas y el rostro agonizando.
Justo antes de girar en el pasillo se da la vuelta de nuevo hacia mí.
—Sólo no le digas nada a Ally, ¿sí? No le cuentes a ella aún que Dallas está vivo, sólo Calum lo sabía, y creo tal vez deberías preguntarle a tu amiga algo más sobre su pasado.
Otra vez, con la facilidad con la que se respira, Michael se da la vuelta y sigue su camino. Ahora explotando un poco más lejos pateando cada cosa que ve en su camino, intentando ver algo más roto que él.
;;;
nota: cambie el nombre de dan porque no quiero tener a dan y phil aquí. ahora es jack y pronto lo editaré en i'm not gay. igual ni líneas tiene el personaje, sólo para aclarar.