♡Get a rich boy♡ |L.S|

By iwhoopsr5

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{en edición} ♡Louis consigue un chico con dinero♡ Contenido: ♡Poemas memorizados. ♡Alcohol. ♡Drogas. ♡Dinero... More

♡playlist♡
♡introducción♡
♥Get a rich boy: Let me♥
{editado}♡1: candy page♡
{editado}♡2: god damn♡
{editado}♡3: he's mine♡
{editado}♡4: daddy's little princess♡
{editado}♡5: bae, i'm gonna ruin u if u let me stay♡
♡6: if i get a little prettier can i be ur baby?♡
♡7: it feels like i'm dying♡
♡8: i need u to touch me♡
♡9: daddy's special touch♡
♡10: let me be the one♡
♡11: love me in pink♡
♡12: every single step♡
♡13: good boys smoke♡
♡14: baby, i'm perfect♡
♡15: hit me up when u'r rich♡
♡17: hurt him♡
♡18: but boy, it's only u♡
♡19: sad words, sad boys♡
♡20: how did it become so violent?♡
♥Get a rich boy: Give me♥
♡21: blow a kiss, fire a gun♡
♡22: baby, go on, twist the knife♡
♡23: tell me what lovers do♡
♡24: i want i want i want♡
♡25: i'm not a little kid now♡
♡26: it's hard, 'cause you make me feel good♡
♡27: i just liked ur tattoos♡
♡28: what kind of bubblegum have u been blowing lately?♡
♡29: but i'm already coolest ♡
♡30: but we never prayed♡
♡31: red, white, blue's in the sky♡
♡32: tell me i'm ur national anthem♡
♥Get a rich boy: Show me♥
♡33: hello, it's me ♡
♡jacky♡
♡trailer♡
♡so i started writing poems♡

♡16: pacify her♡

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By iwhoopsr5

Capítulo 16: "Pacify her"

Harry dijo que ella no era nadie.

    
     Tallé mis ojos en cuanto sentí la luz del sol en mi cara, alguien había olvidado cerrar las persianas antes de dormir y alguien más estaba haciendo mucho ruido en la cocina, una señora a la que llamaba madre se ocupaba del almuerzo de mi padre de una forma muy ruidosa.

Harry me había llevado a medio día a casa, después de pasar por ropa para él y para mí, mi madre ya estaba de pie, limpiando la casa porque al parecer tenía un día libre.

Me recosté a dormir y tan sólo había conseguido dormir un par de horas porque encima del ruido que hacían en casa como si fueran veinte personas, tenía que ir a podar el césped del señor Parckings.

Lancé mi almohada al otro lado de la habitación y conseguí ponerme de pie, realmente cansado. Entré al baño y me ocupé de mi aspecto hasta que estuve más o menos decente y bajé.

"Buenos días, Louis" saludó mi madre, mi papá estaba leyendo su periódico en su silla mientras bebía café.

"Hola" pasé a la cocina y tomé una manzana para desaparecer por la puerta de salida.

El día parecía cálido a pesar de que hacía frío, el sol estaba algo fuerte, al menos lo suficiente para mantenerme caliente y sobrevivir en un suéter sencillo.

El señor Parckings ya estaba en su silla en el pórtico, en ropas oscuras y un gorro en su cabeza, fumando de su pipa.

"Buen día, señor Parckings" saludé, subí los peldaños al pórtico y me di cuenta de que lo que estaba fumando no era tabaco.

Aquel señor era muy raro, parecía un joven metido en el cuerpo de un viejo, mientras yo parecía lo contrario a él.

"La podadora está en el garage" señaló y dio una calada a su pipa.

"Bien, supongo" me encogí de hombros, caminé con las manos metidas en mis bolsillos hasta la cochera.

Saqué la horrible máquina para cortar pasto y la guié hasta el frente de la casa, así, traté de nuevo con la podadora, ésta vez trabajé más tiempo para terminar. El señor no dejó de verme mientras empujaba la cosa por su patio delantero, seguía con su sonrisa burlona en los labios y yo con las ganas de golpear a un abuelito, pero ambos nos conteníamos, al menos yo sí.

Toda una mañana...

Limpié mi sudor e hice una mueca de asco al darme cuenta que era la primera vez que sudaba desde que salí de la secundaria y dejé de tener clases de Educación física una vez que entré a la preparatoria.

"Terminé" llegué hasta el señor de nuevo, éste dejó su pipa de lado y sepuso de pie.

"Ven, vamos dentro, el sol está muy fuerte" abrió la puerta de su casa e hizo un movimiento de cabeza para invitarme.

"Ya me voy a casa, estoy cansado" hice un ademán de irme.

"Te invito algo de beber-

"No tomo alcohol, gracias-

"Yo no te lo ofrecí" rió, "tengo limonada."

Bajé la cabeza y sonreí, era tan insistente.

"De acuerdo, tomemos limonada" entré a la casa con él.

La casa no era de mi gusto y no tenía un tipo de decoración que me gustara, la temática era del Animal print, lo que no me agradaba era que todo se veía real y apostaba a que las alfombras no eran de piel falsa. Todo muy ostentoso.

Su cocina era grande, no más que la de la casa de Harry pero lo era.

El señor sirvió dos vasos de limonada y dejó uno en la barra junto a mí.

"Gracias" tomé el vaso de cristal y lo llevé a mi boca.

"No hay de qué" bebió de su vaso también, hizo una mueca al probarlo, como si no le gustara.

"Sabe bien" dije extrañado de su disgusto.

Levantó un dedo para indicarme que esperara en silencio, sacó una botella de pequeña de cristal de su gebinete y virtió su contenido en su vaso para llevárselo a la boca.

"Ahora sabe bien" rodé los ojos porque aquello me recordó a Harry.

"Si usted lo dice."

"Así que, Louis, cuéntame..."

"Uno, dos..." levanté una ceja hacia él.

"¿Tienes pareja?"

"Tengo una... relación" asentí, tomando asiento en uno de los bancos de la isla.

"Lo había notado" ladeó la cabeza para verme. "Lo he visto venir por ti y dejarte en su lindo auto."

"Sí... ¡Espere! ¿Qué?" abrí mis ojos notablemente, él rió y dejó su vaso de lado.

"Descuida, debo ser el único que no es tan despistado como para no notar que el sujeto es mayor que tú..., por mucho" empezó, "igual no es mi intención decir algo sobre eso, no me incumbe de esa forma."

"¿De qué forma sí le importa, entonces?"

"Nada malo, muchacho" movió las manos para negar, "yo ya dejé esas cosas, además de que no eres mi tipo, si te soy sincero."

"Usted salía con...

"Con jóvenes, sí" asintió. "Hace unos años yo era igual que el tipo que viene contigo."

"Harry" dije.

"Antes yo era como Harry" corroboró.

"Uau, eso no me lo esperaba" solté un tanto sin querer.

"Espera lo inesperado" sonrió. "¿Cuántos años tienes, de todos modos?"

"Voy a cumplir diecisiete" respondí.

"Yo no acostumbraba salir con chicas tan jóvenes" analizó. "Debes ser especial."

"Él no habla de su pasado, no sé si soy el primer super joven" me encogí de hombros.

"Debes ser especial" comentó, lo cual me tomó un poco por sorpresa viniendo de alguien que no jugó mi papel.

Reí.

"No, a él le gusta esto."

"¿Por qué crees que un adulto arriesgaría su libertad por un muchacho?" preguntó divertido.

Lo miré con atención, era muy parecido a Harry, siempre hablando a medias, o a la mitad, sin decirlo claramente.

"¿Qué quiere decir eso?"

"Que no estás con él tan sólo por tener una bonita cara" movió sus cejas en mi dirección.

"Entonces debo asumir que usted sabe cómo debe ser un sugarbaby..."

"¿Así se les llama ahora?" preguntó muy divertido y asentí. "Entonces sí, lo sé. Les enseñaba a mis chicos cómo hacer las cosas bien."

"¿Cree que me pueda enseñar cómo ser un buen chico?"

"No eres mi tipo-

"No, no. No quiero ser su chico, descuide. Pero podría contarme algo que sea importante y tal vez yo no estoy tomando en cuenta. Harry se ha portado muy bien conmigo y estoy seguro de que está haciendo todo muy bien, siento que no le correspondo cómo debería de ser" le expliqué.

"Tienes un punto" asintió, de acuerdo.

"¿Entonces lo hará?"

"Claro, no tengo nada qué hacer."

"Bien. Yo ya me tengo que ir. Gracias, señor" me puse de pie y empecé a caminar a la salida, cerré la puerta una vez que estuve fuera.

El sol estaba menos fuerte una vez que empecé a caminar a mi casa, metí de nuevo mis manos en mis bolsillos y miré mis pies en cada paso.

Pensando en las palabras del anciano, él dijo que yo era especial, que por eso estaba con Harry. Pero desde que tengo uso de conciencia me he considerado alguien sin importancia, nunca nadie me ha dado importancia, y ahora resulta que hasta soy especial.

•●•

El día de mi cumpleaños, un idiota me despertó con una llamada, una que ni siquiera era para saludarme o felicitarme, prácticamente me obligó a levantarme e ir a su casa.

"Él dijo que Harry está conmigo porque soy especial" comenté mientras observaba a Flynn jugar en su vídeo juego.

"Suena ridículo" rió, dio una mordida a su pan y continuó hablando con la boca llena de comida. "Yo digo que Harry está contigo porque, amigo, tienes un lindo trasero y tienes cara de bebé."

Le di una mala mirada, porque sentía que era cierto.

"Hay muchas personas con buen culo" planteé.

"Entonces, si yo fuera tú, pondría atención en mi hombre porque ¿qué tal otro culón llega a la vida de nuestro rizado? Deja tú, ¿una culona?" Y soltó una carcajada.

"Eres un simio" rodé los ojos.

"Luego creerás que Harry tiene sentimientos por ti" rió con más ganas y soltó otra carcajada cuando se le ocurrió otra tontería. "¡Vas a decir que te ama!"

"No sé porqué te hablo."

"Eres un gran idiota" se burló sin despegar la vista de la televisión.

Me puse de pie con ganas de salir.

"¿Ya te vas?"

"Mamá me hizo un pastel" hice una mueca.

"¡Es cierto! ¡Es tu cumpleaños!" Reparó en su sofá hasta mi lado y me tomó en un fuerte abrazo. "¡Cada año eres menos bebé!"

Llevaba toda la mañana a su lado y recién recordó que es mi cumpleaños, lo cual no es sorprendente de Flynn, no se le olvida su nombre porque al fin.

"Ya me voy" repetí, moviendo su cuerpo del mío.

"También quiero pastel" lloriqueó.

"Qué lástima" hice un falso puchero y abrí la puerta de su habitación.

"¡Louis, llévame a tu casa!"

"No, bye. Te veo luego" salí y cerré la puerta detrás de mí.

Bajé las escaleras y salí de la casa para tomar un taxi. Mientras el conductor me llevaba a casa, revisé mi móvil para contestar mensajes que había recibido desde muy temprano pero había decidido verlos más tarde.

》De Harry: Buen día, gatito.

De Harry: Feliz cumpleaños, lindo.

De Harry: Deberíamos vernos porque tengo algo planeado para ti.

Para Harry: Gracias.

Para Harry: Después del medio día puedes pasar por mí.

De Harry: Busca tu ropa más calientita, saldremos a un lugar frío.

Para Harry: Entendido. 《

》De Niall: ¡FELIZ CUMPLEAÑOS, CULÓN!

De Niall: ¡ESPERO QUE TU PAPI TE DE UN BUEN REGALO HOY!

De Niall: ¡QUIERO VERTE PERO IGUAL SÉ QUE ESE HOMBRE ES TU PRIORIDAD! ¡IGUAL TE QUIERO, BEBELOU!

Para Niall: Gracias.

Para Niall: Eres muy, muy gay.

De Niall: Lo sé :)♡♡♡♡《

Rodé los ojos y sonreí, Niall también era un buen amigo, uno que sí recordaba los cumpleaños.
》De Paris: No sé si éste número aún lo utilices, pero es el único que tengo así que. Feliz cumpleaños, Louis. 《

Leí y borré el mensaje.

Abrí la puerta de la casa y la cerré detrás de mí, todo el recibidor estaba decorado con serpentinas y globos, Lottie salió de la cocina sonriendo y se acercó a mí, la vi dudar.

"¿Puedo?" Hizo el ademán de abrazarme, suspiré y asentí. Me abrazó, "feliz cumpleaños, Louis."

"Gracias" me solté lentamente. "¿Y mi madre?"

"En la cocina" señaló y caminamos juntos hasta ahí.

Había un bonito aroma en el lugar, a vainilla, un lindo pastel de encontraba en la mesa del comedor y los platos estaban puestos para la comida.

Mi madre de acercó a mí para felicitarme, un poco después mi padre entró en la cocina y también me abrazó con mucho cariño. Hacía mucho tiempo que no actuabamos así, juntos, como si de verdad fuéramos una familia unida.

Pero estuvo bien.

Al finalizar la reunión, mamá se fue al trabajo y mi padre salió de la casa, sólo quedó Lottie, quien se encerró en su cuarto para poner música.

"¡Lottie, vengo mañana!" Grité para que me escuchara por encima de la música en un alto volumen.

"¡Está bien!" Gritó desde dentro sin abrir la puerta.

Me encogí de hombros, era mejor que no saliera a verme, vería mi pequeña maleta y empezaría a hacer preguntas.

》De Harry: Ya estoy fuera de tu casa.《

Salí de casa y me sorprendí un poco, bueno, más bien, lo que vi me gustó. Sonreí al ver todos los globos y rosas en la salida de mi casa, todo en color rosa, y los globos tenían grabada la palabra "gatito", Harry estaba al final del pórtico, vistiendo unos pantalones ajustados con una camisa muy colorida y unos botines cafés con su cabello suelto, rozando sus hombros. Llevaba un ramo de rosas en la mano, rosas azules.

Caminé lentamente hasta él y me tomó en un abrazo, estuvimos un buen rato así, mi única excusa era decir que olía igual de bien que siempre, incluso mejor, por no decir que amaba sus brazos en mis costados, cuidándome. Cuando nos separamos por fin, me besó y me entregó el ramo de rosas con una sonrisa amplia en su rostro.

"Gracias, son muy lindas" las tomé con cuidado y las acerqué a mí.

"Feliz cumpleaños, gatito" volvió a besarme.

"Gracias, papi" besé su mejilla y me retiré con mis mejillas (y todo yo) hecho un desastre. "Voy a ponerlas en agua."

"Adelante, te espero" se cruzó de brazos, recargándose en el muro del pórtico, sin borrar su sonrisa.

Entré de nuevo en casa y corrí a la cocina.

"Qué lindas rosas" Lottie apareció de no sé donde de pronto, tomándome un poco por sorpresa.

"Oh sí, son lindas" las dejé en la mesa mientras buscaba un vaso de cristal que mantuviera mis rosas, lo encontré y las metí ahí, cuidando que no se dañaran en el pequeño movimiento. "Ya me voy."

"¿A dónde te va llevar?" me miró con atención.

"Ni idea" me encogí de hombros, realmente no lo sabía, y aunque lo supiera, no se lo contaría.

"Bien" murmuró, yéndose a su habitación.

Suspiré y salí de casa, Harry seguía donde mismo, con la mirada perdida en la madera del suelo del pórtico, levantó la mirada en cuanto sintió mi presencia y sonrió de nuevo.

"¿Preparado?" levantó su codo para invitarme a enlazar nuestros brazos.

"Ajá" asentí, tomándolo del brazo.

Tomó mi maleta, ambos fuimos al auto y él abrió la puerta de mi lado, rodeó el auto y también subió.

"¿A dónde iremos?" acomodé el final de mi playera como si ésta estuviera mal.

"Primero, iremos a casa de mi madre, tengo que recoger algo que dejé ahí" empezó, echó a andar el motor del auto, "luego iremos a una especie de reserva a las afueras de la ciudad, es un sitio arqueológico también, hay varias cosas y hay cabañas, así que nos quedaremos allá ésta noche, si no es un problema para ti..."

"No hay problema" corroboré.

"Bien, es lindo y cómodo" condujo por las calles para llegar al lindo vecindario de la casa de su madre.

Una vez más, todo estaba en silencio, yo siempre estaba concentrado en su respiración y la mía, y nuestras manos siempre entrelazadas suavemente.

Llegamos a la casa, yo no quería bajarme porque sentía que iba a retrasar todo, pero Harry insistió en que tenía que saludar a su madre y simplemente no podía ir en contra eso, así que bajé y entramos juntos a la casa. Había visitas, podía escucharse la gente en la sala, Harry nos llevó a ambos hasta ahí y descubrimos a la señora Styles hablando animadamente con Lisa.

Oh Lisa.

"Buen día, familia" saludó Harry, ajustando su mano a la mía. "Lisa, ¿qué tal todo?"

"De maravilla" le sonrió la chica en respuesta, iba vestida de forma sencilla, para nada como la última vez porque obviamente no estaba trabajando ni estaba de fiesta. "Hola, Louis."

"Hola" traté de sonreír. Traté.

"Ma, vengo por la caja que te dejé el otro día, ¿tienes una idea de dónde la dejaste o tengo que hacer todo el trabajo?"

"Está en mi armario, hijo" respondió amablemente.

"Bien, iré por ella" murmuró, me miró como preguntándome si estaba bien, no es como si yo le fuese a decir que no, así que le sonreí levemente para asentir, me soltó y fue medio trotando a las escaleras.

"Y bien, Louis, pasa, muchacho" la señora se puso de pie hacia mí, sonriendo, la misma sonrisa que su hijo. "Harry nos mencionó que hoy es tu cumpleaños, Louis."

Lisa estaba muy atenta a mi respuesta, sin borrar esa sonrisa conformista.

"Lo es, sí" asentí, sujeté mis manos una a la otra.

"Pues, felicidades, Louis" me sonrió. "Así que tú y él irán a festejar juntos."

"Sí, él no me ha dicho a dónde iremos pero-

"Ha sido muy gentil en llevarte, incluso detuvo su cita con Lisa para festejar contigo" me interrumpió, aún sonriendo.

"Lo ha sido, creo" murmuré, más que confundido.

"Señora-" se escuchó Lisa a sus espaldas pero la señora le pidió con su mano que callara.

"Pero está bien, no es nada que no puedan retomar después" volvió a su lugar en el sofá y bebió de su taza de té, Lisa se miraba muy incómoda, sus ojos parecían tratar de decirme algo y no pude decifrarlo antes de que Harry llegara a mi lado y tomara mi mano.

"Ya está" dijo Harry, sonriéndome.

Lisa se puso de pie algo temerosa. "¿Puedes venir un segundo conmigo, Louis?"

"Ya nos tenemos que ir-

"Sólo..., sólo un segundo, por favor" pidió nerviosa, evitando la mirada de la señora Styles.

"Bien..." solté a Harry, quien se veía confundido, no estaba más confundido que yo. Fui detrás de Lisa y nos llevó al balcón, fuera de la sala.

"Eh, yo no sé cómo decirlo-" se interrumpía a ella misma con sus propias palabras. "Pero-

"Puedes decirlo" me encogí de hombros.

"Es que lo que la señora Styles dijo no es tal como son las cosas" soltó algo rápido. "Harry y yo no estabámos teniendo una real cita."

"No sé qué decir..."

"Sólo quería arreglar eso, no quiero que pienses mal."

Asentí lentamente, fingiendo interés.

"De acuerdo, gracias..., supongo" hice una mueca y me moví para ir dentro.

"De nada" sonrió, complacida. "Feliz cumpleaños, Louis."

Entré sin más a la sala, Harry se notaba molesto y su madre tenía la misma expresión en el rostro, al parecer ellos también conversaron, pero me sentí bien al notar que me vio entrar y sonrió, eliminando cualquier rastro de molestia de su cara.

Salimos de esa casa y lo único que nos acompañaba era un aire de incómodidad increíble.

"Mi madre habla de más a veces" dijo de pronto, tomó la carretera abierta y continuó con la mirada fija en el camino. "Lamento si dijo algo que no debía-

"No debía, de hecho, porque no creo que tú quisieras que me dijera que estabas en una cita antes de ir a recogerme a casa" asumí por mi cuenta.

"Eso no es cierto" dijo firme.

"Quizá, Lisa también dijo que no era cierto" le respondí, considerando todo.

"No tienes porque creerlo, entonces" planteó.

"Supongo" me encogí de hombros. "Había pensado..., yo pensaba que le había agradado a tu madre..."

"Lo hiciste, pero ella tiene muchas ideas en la cabeza y le está dando preferencia a las ideas idiotas, no va a llevarnos a ningún lado con ellas" asintió, de acuerdo.

"Pero tú eres mayor, ella no tiene porque llevarte a su lado si hace algo mal" lo miré y él movió su cabeza de un lado a otro.

"Sigo en el negocio familia y no estoy tan seguro de qué tanto dependa de ella al final" hizo una mueca.

"Espero que no sea mucho porque ella, como toda madre, quiere que su hijo forme una familia normal-

"Lástima" él concluyó.

Pasó un buen rato en silencio, yo estaba pensando en muchas cosas, todas en referencia a su madre, cuando él volvió a hablar.

"No quiero que ella arruine nuestro día, ¿podrías olvidarla? A mi madre y a Lisa."

Lo pensé, de alguna forma tenía razón. Tal vez ni siquiera merecía la pena.

"Tienes razón" acercó su mano a la mía y dejé que la sujetara.

Debía relajarme si no quería sentirme mal el resto del día, me dispuse a ver por mi ventanilla durante todo el camino, el paisaje era bastante bonito, los pinos estaban a los costados de la carretera y se movían apenas con el ligero aire que hacía. Solté la mano de Harry por unos segundos y me acomodé en la ventanilla para sentir el viento en mi rostro, estaba fresco y no tardé en sentir mi nariz y mejillas enrojecidas, que tal era en parte por sentir el aire rozando mi cara y porque Harry puso su mano encima de mi pierna.

Y todo estaba bien.

Llegamos a un lugar en el camino en el que Harry nos desvió, tomando un camino de terracería al lado de la carretera de concreto.

"Da miedo" dije medio bromeando y sonrió.

"Es completamente seguro."

No dudaba de su palabra, tampoco creía que nos iba a llevar a un sitio peligroso, no era estúpido.

Diez minutos más, estacionó el auto al lado de unas cabañas. El lugar era más que bonito, era un gran campo, rodeado de los pinos altos, eran varias cabañas separadas unas de otras y en medio había un lago, más allá, estaba lo que parecía el centro de atención, y había unas largas piletas azules.

"Después iremos a ver de aquel lado" señaló el frente del campo y desabrochó el cinturón de seguridad. "Mientras, entremos a la cabaña."

Bajé sin su ayuda porque olvidé por completo su complejo de caballero, me disculpé con él y le sonreí para ver si funcionaba, él negó con su cabeza, divertido, y entramos a la cabaña.

Todo era rústico, hogareño, incluso más que casa y también estaba decorado como la salida de mi casa cuando Harry fue por mí.

"¿Te gusta?" cerró la puerta.

"¿Quién eres, Harry?"

Él rió, dejó nuestro pequeño equipaje y se acercó a mí.

"¿Quién soy?" me tomó en sus brazos gentilmente.

"Sí, haces muchas cosas por mí" lo vi directamente a los ojos, con un montón de miedo a caer.

"Lo hago sin pensarlo dos veces, por si querías saberlo" sonrió más ampliamente.

"¿Si sabes que el día que me vaya, yo no lo pensaré dos veces, verdad?" el brillo en sus ojos se fue por un segundo.

"Lo sé, de eso se trata" asintió, dejándome ir de a poco. "Si vas a disparar el arma, dispara y ya."

Entró a lo que parecía la recama mientras yo iba a la cocina, donde las sorpresas no se acababan, un gran pastel estaba en la barra del centro, tenía una decoración rosa y tenía letras color azul que decían "gatito".

No podía imaginar a Harry en la pastelería, pidiendo un grabado como ese para su pastel, sonreí al imaginarmelo.

"Podemos ir del otro lado del sitio" entró en la cocina con las mangas de su camisa recorridas hacia atrás en su brazo.

"Claro" caminé a su lado. "El pastel es lindo."

"Es sencillo porque así lo quise, no quiero que pienses que no puse atención en eso, es sólo que te conozco y supuse que no haría falta un gran pastel" empezó a hablar mientras caminabamos fuera de la cabaña. "Además lo pedí en una pastelería muy buena y uno de los mejores reposteros lo hizo, es decir, la decoración no será la mejor pero el sabor va a ser increíble-

"Gracias, papi" le besé la mejila y lo vi ruborizarse un poco, lo cual calificó como una de las mejores cosas de la vida.

"Lo quería hacer yo mismo, pero quise lo mejor para ti."

"Es más que suficiente" le sonreí para juntarme a su costado en un abrazo de su cintura y mis hombros.

Si pudiera casarme con un lugar probablemente me casaría con Las Vegas, pero si pudiera tener un amante sería éste sitio. En las largas piletas había peces, miles y miles de peces, y el lago era tan lindo. Había familias en el lugar, los niños saltaban al interior del lago como sino estuviese haciendo mucho frío mientras sus padres los regañaban y los sacaban del agua para llevarselos al interior de su cabaña.

"Mañana es Navidad" murmuró Harry en mi oído.

Ambos nos sentamos en una enorme piedra al lado del lago, yo estaba entre sus piernas y él me mantenía enredado en sus brazos, sobreviviendo al frío.

"Nunca me gustó Navidad" confesé.

"Yo tampoco la amaría" rió.

"¿Por qué?"

"Porque todos olvidan tu cumpleaños" dedujo.

Ni siquiera me molesté en corregirlo, él no sabía lo distinta que era la vida de los demás a la suya, no todos podíamos tener una gran y hermosa cena de Navidad, no todos recibíamos muchos regalos en nuestro árbol porque nuestro Santa no era el mismo. Pero él no tenía la culpa.

Cuando ya se estaba haciendo noche y el sol se estaba haciendo opaco, Harry me ayudó a bajar de la roca para caminar de regreso a nuestra cabaña.

Todo estaba oscuro y unos segundos después me di cuenta que no había electricidad.

Ambos nos reunimos en la sala y él trajo el pastel con nosotros.

"Estoy..., traté de...-" frunció el entrecejo.

"¿Qué ocurre?"

"Estoy seguro de que memoricé un poema" tomó su frente con su mano y medio gruñó. "Ahora sólo no puedo recordarlo."

"Tal vez no lo estudiaste bien" le sonreí.

"Pero- es que estaba seguro de saberlo" y parecía realmente apenado.

"Hey, Harry, lo tuyo no son los poemas" me acerqué a su lado.

"Era uno de Mario Benedetti" murmuró.

"Yo lo sé, lo puedo recitar" interrumpí.

"No. Olvídalo, era algo de mí para ti. Ahora ya no tiene caso" movió las manos y encendió la vela del pastel.

Lo único que iluminaba nuestro alrededor eran algunas velas rosas y la vela del pastel, y era perfecto porque la sonrisa de Harry brillaba más que nunca.

"Apaga la vela."

Soplé el pequeño fuego hasta apagarlo.

"Espero pasar más ocasiones como estas a tu lado" murmuró a mi lado, causando una carga eléctrica en mi espina dorsal al sentir su aliento contra mi piel.

Lo miré a los ojos y me besó, hicimos el beso más lento pero más necesitado, ambos queríamos algo más. Sacó mi suéter por mi cabeza y me recostó lentamente sobre la alfombra sin dejar de besarme. Una vez que quitó mi pantalón también, acarició mis piernas sin pena.

         Al final de la noche, después de los jadeos, gemidos y respiraciones duras, Harry acarició mi brazo mientras mantenía mi cabeza en su pecho, ni siquiera teníamos frío a pesar de estar sin nada encima más que nosotros mismos.

"Gracias" murmuré, besé su pecho.

"Gracias a ti" tocó mi espalda.

"¿Por qué?" levanté mi cabeza, en busca de su mirada.

"¿Bromeas?" me sonrió. "Estar en ti, tenerte de ésta manera siempre va a ser un regalo para mí."

Le sonreí de vuelta.

"Hay que ir a la cama."

"No quiero" renegué.

"Nos dará frío si nos quedamos aquí" se incorporó hasta estar de pie y me tomó en brazos para llevarme a la cama.

"No es necesario que me cargues, superman" reí, me dejó en la suave cama y se recostó sobre mí.

"Me gusta cargarte" acomodó la cama para ambos y nos recostó ahí.

Abrazados de nuevo, nos quedamos en silencio pero sabíamos que ninguno nos habíamos dormido.

"Es la mejor celebración de mi cumpleaños" susurré.

"Es porque no me conocías" me apretó contra su cuerpo un poco más.

Tenía mucha razón.

•●•

"Harry, no era necesario" traté de no tomar la caja decorada pero no había opción.

"Nunca es necesario" murmuró, también me dio una taza de chocolate caliente y se sentó en un sillón.

"Gracias" le sonreí, dejé mi taza a un lado y empecé a desenvolver mi regalo.

Era una caja mediana con un lindo detalle en el papel de envoltura, dentro había un lindo reloj de plata.

"Es muy lindo" lo observé de cerca.

"Lo vi el otro día en la joyería donde compré tu anillo y pensé que se vería bien en ti" llevó la taza a sus labios. "También, compré más ropa para ti, unos libros de poesía clásica que están en aquellas cajas."

"Son muchos regalos" observé todas las cajas en la mesa. "Yo tan sólo... compré algo para ti, pero no creo que sea tan..., tan valioso como alguno de tus regalos."

"Lou..."

Me incorporé y fui a la habitación donde estaba mi maleta, había guardado una pequeña caja con el regalo que tenía para Harry. Tomé la caja y corrí a la sala, entregándole la caja a Harry.

"Gracias" me sonrió, tomó la caja con cuidado y se incorporó en el sillón.

"No es la gran cosa per-

"Gracias, Lou" interrumpió firmemente, atento a desenvolver la pequeña caja.

Cuando era niño me habían regañado un anillo, ahora era una argolla pequeña porque estaba hecha para un niño, tenía una piedra esmeralda y me hizo recordar a los ojos de Harry.

"No creo que mi dedo entre en..." observó con mucho cuidado el aro entre sus dedos.

"No lo uses en tu dedo, puedes no sé... puedes guardarlo" me encogí de hombros. "Me lo regalaron cuando tenía diez años."

Me miró en silencio un buen rato, llevó sus manos a su cadena en el cuello y la quitó de encima, metió el anillo en la cadena y la volvió a colgar a su cuello.

"Gracias, Lou" me sonrió y yo lo hice también.

•●•

Me pareció demasiado aburrido volver a casa, cuando Harry dijo que era hora de volver, sinceramente, tenía ganas de llorar, quería pasar más tiempo con él.

En mi casa estaban mis padres y Lottie, abriendo los regalos.

"Voy a mi cuarto" señalé mi camino.

"¿No nos acompañas?"

"Si los fuese a acompañar me quedaría, pero voy a mi habitación" repetí alejándome de la sala de estar.

"¡Flynn te dejó algo en tu habitación!"

"¿Dijo qué era?"

"Tu regalo de cumpleaños."

Terminé de subir las escaleras y entré a mi cuarto, encendiendo la luz para que se viera un poco. Había una caja de regalo en mi cama, dentro había varios rollos de papel blanco y unas pastillas de colores. Una tarjeta bailaba dentro de todo:

"Éstas van con el buen chico que eres.
Tu mejor amigo, Flynn."

Rodé los ojos y metí la caja debajo de mi cama.

Me recosté en la cama porque dormir sería bueno de vez en cuando.

•●•

Dos días después, a medio día me despertó una llamada.

"¿Louis, puedes ir a mi casa?" Lo escuché a través de la bocina.

"Sí, claro."

"Yo llegaré en unos veinte minutos, adelantate" claramente se podía escuchar la voz de la señora Styles de fondo.

"Eh... ¿dónde estás?"

"En casa de mi madre."

"Uh bueno, voy a tu casa" me incorporé de la cama.

"Gracias" y colgó.

La señora Styles me había agrado la primera vez pero ahora yo no estaba tan seguro de creer lo mismo. Nunca utilizo Facebook porque nunca lo creí necesario pero apostaba a que en casa de los Styles estaba la señorita Lisa así que inicié sesión y busqué la cuenta de la madre de Harry, quien al parecer es muy comunicativa. La última publicación había sido hace cinco minutos atrás, eran cinco fotos en su casa, aparecía ella, el abuelo Styles, el pequeño Alan, incluso Zayn estaba haciendo gestos, y estaba la quinta maldita foto, donde Harry estaba al lado de Lisa, él sostenía una copa de vino, muy feliz.

Apagué el monitor de la computadora sin ganas de seguir viendo, quien busca; encuentra. Me hice bolita en mi silla giratoria y mordí mis uñas.

Obviamente la familia perfecta estaba pasando una mañana perfecta, y obviamente, yo soy el segundo plato. Nunca pensé que llegaría a eso, pero, nunca pensé que saldría con alguien mayor así que era predecible.

Me quedé pensando unos minutos y el pulso de mi corazón se acerleró considerablemente mientras que el aire se sentía difícil. Traté de relajarme pero resultó algo complicado. Podía reconocer los síntomas cuando iba a ocurrir, los tuve a los once años y nunca puedo describir lo que pasó.

Me levanté de la silla y de pronto aquello parecía bueno, saqué la caja de regalo debajo de la cama y con una de esas cosas solucioné mi ansiedad. Fue fácil y rápido. Busqué ropa para ponerme y salí de casa con rumbo a donde Harry.

Cuando llegué, él ya estaba ahí.

"Pensé que llegarías antes que yo" abrió la puerta de entrada.

"Tada" reí y pasé a su lado.

"¿Pasó algo?" Me siguió por las escaleras.

"Tuve un... asunto" me tomó del hombro y me hizo girar a verle.

"¿Qué te metiste?" Y buscó en mis ojos como si trajera grabado la droga que consumí.

"Eh..." fingí quedarme pensando. "¿Estás ebrio?"

"Louis, te hice una pregunta" habló más firme.

"Yo también te hice una" asentí, sonriéndole.

"Estoy ebrio" aceptó al ver que no había opción si quería que yo respondiera.

Sonreír y le pedí que acercara su oído a mi boca.

"Estoy drogado" le susurré y reí despacio, él ajustó su agarre en mi hombro. "Y muy caliente."

Lo vi respirar hondo, tomó mi mano y me llevó a su habitación.

Me folló y dejé que me follara, él no volvió a mencionar las drogas y yo no mencioné el vino. Ambos estuvimos de acuerdo y nada pasó, tuvimos un buen sexo, igual que siempre.

Sus grandes manos me recorrieron completo y las sensaciones eran aún mejores que nunca. Detuvo mis manos por encima de mi cabeza, implicando algo de fuerza, mientras entraba y salía de mí.

Me quedé dormido a su lado, dormimos abrazados, al menos yo sí dormí.

Él no dijo nada porque sabía que no tenía derecho a hablar, porque no quería que yo respondiera algo por él y porque tal vez, sólo tal vez, tenía miedo a perderme.

Jacky, se va.


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