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Luego de que el asunto de la perrera haya sido olvidado, el momento de la batalla había llegado, los Cullen junto a los otros aquelarres y la manada estaban esperando con tenso silencio a los Vulturis.
—Ya vienen los casacas rojas, ya vienen los casacas rojas...—murmuraba Garrett, Nicky lo miró y luego sonrió, ella era la única al parecer que estaba tranquila. De un momento a otro se vieron enfrentados a los Vulturis.
—Bella...—habló la rubia, la nombrada volteó a verla.
—Espero que esta sea la última vez que nos metas en líos...—regañó sonriendo al igual que la otra vampiro.
—Soy la de la mala suerte embotellada, no esperes mucho.
—Eso pensé.
Luego de un largo discurso en donde Nicky intentaba por todos los medios no ir y hacer volar de una patada a Aro, quien el primer momento en que lo vio, lo detestó.
—Ya está bien ¿no?, si, ellos dos fueron muy imprudentes al tener una hija, pero lo hecho hecho está...—se enfrentó la rubia a ellos, dando un paso adelante—Y no voy a dejar que ninguno se meta con mi familia—ella se puso en frente de Bella y Reneesme, a su derecha estaba Seth y a su Izquierda estaban Edward y Emmett.
—Vaya vaya, pero que...vampira más valiente...—admiró el azabache—¿Cómo es tu nombre pequeña?
—Nicole Cullen.
—¿Tienes algún don?—preguntó curioso. Como respuesta la rubia con su poder de telequinesis, destrozó a dos de la guardia.
—¡Maravilloso!—exclamó con una enorme sonrisa—Es esplendido, serías una gran guerrera si te unieras a nosotros.
—¿Qué?—ella se carcajeó—No pienso unirme a los enemigos de mi familia, soy una Cullen hecha y derecha, y si es necesario voy a dar mi vida por ellos, así que guárdate tu invitación en la túnica de nuevo Aro.
—Insolente...—susurró Cayos.
—Tranquilo, hermano—Aro puso una mano sobre su hombro—Hay que saber negociar. Mira Nicole, te propongo un trato. Tú en lugar de la híbrida. Es decir, la dejaremos vivir a cambio de que tu vengas a Italia con nosotros.
—¿Qué?, no, Nicky no lo hagas...—le dijo Bella—Saldremos de esta—Nicole, se quedó quieta y comenzó a analizar la situación, miró a Bella, luego a Ed, y así hasta llegar a Seth quien la miraba suplicante. Sin decir nada comenzó a caminar a paso seguro, mientras los demás le gritaran que volviera. Cuando estuvo frente a frente con Aro lo miró con sus ojos dorados.
—Púdrete en el infierno, Aro Vulturi...—y con un movimiento el azabache salió despedido un par de metros atrás.
—Eres una maldita—Jane estaba apunto de atacarla pero Nicky fue más rápida y le dio una patada en el pecho. Los Cullen sin otra salida decidieron que era hora de pelear, Bella mandó a Jacob a que se fuera con Reneesme y Kat a cualquier lado con tal de que estuvieran a salvo. Los lobos rompieron formación y arremetieron contra los neófitos.
La batalla estaba muy reñida, al parecer los Vulturis tenían las de ganar, pero con los poderes de Bella, Kate, Benjamín y Nicole, los Cullen tenían cierta ventaja.
En un momento Alec quedó luchando contra Nicky, el sabía que sus poderes serían inútiles contra ella, pero daba igual, defendería a su amo hasta el último aliento.
—¿Hasta la muerte, Vulturi?—preguntó burlona mientras el la estrangulaba.
—Hasta la muerte Cullen.
Ambos arremetieron con fuerza, patadas, puños, todo incluso la neblina de Alec había entrado en el juego. En eso un aullido desgarrador detiene a todos, Nicky con el miedo invadiéndole recorrió su vista hacia donde provenía aquel sonido, y allí retorciéndose de dolor vio a Seth.
—¡NO, Seth!—intentó ir en su ayuda pero Alec no se lo permitió, ella se enfadó aún mas, tenía que rescatar a su pareja, no, Seth no iba a morir ese día.
De repente su furia fue tal que su don comenzó a salirse de control, la tierra comenzó a dividirse y las grandes rocas volaban en todas las direcciones, los arboles se desprendían de sus raíces y salían disparados cual misil.
—No dejaré que lo mates...—espetó con furia mirando a Jane, quien había quedado entumecida por la niebla de su hermano, ya que Nicole la desvió hacia ella, poco a poco su perfecta y gélida anatomía comenzó a quebrarse, la castaña miró con horror a su hermano quien no podía hacer nada. De un momento a otro los dos hermanos se desintegraron como polvo, dejando solo sus capas y la insignia de la guardia.
La rubia se acercó a Seth que estaba inconsciente.
—Seth, despierta por favor, no me dejes. No puedes dejarme ahora...—susurró mientras bajaba la cabeza. El lobo en una señal de que estaba recuperando la conciencia aulló por lo bajo—¡Seth!, ay gracias al cielo estás bien—abrazó el cuerpo del lobo, Nicole podía jurar que si pudiera llorar lo estuviera haciendo en aquel preciso momento—Ven, tenemos que ayudar.
La batalla fue larga, hubo muchas perdidas de ambos lados, Marcus y Cayos habían caído dejando solo a Aro, Demetri y Felix también fueron destruidos. Aro estaba solo y sin nadie que pueda luchar por el. De parte de los lobos muchos salieron lastimados, pero nada que su condición no arregle.
—Tu falta de comprensión nos llevó a esto, Aro...—empezó Carlisle—Pero yo no lo voy a terminar, tu decides, te retiras o sigues luchando por algo que no vas a ganar.
El azabache miró al de ojos dorados, y luego a su guardia que solo contaba con unos pocos.
—Esta bien Carlisle, me retiro. Esta batalla a marcado un límite que yo ya no puedo cruzar, me iré en paz...
—¿Qué pasará con Reneesme?
—Ella, seguirá viva, no la mataremos. Será criada bajo tu manto Carlisle....—finalizó para luego desaparecer.
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Nicky se encontraba en el bosque junto a Seth, juntos habían tomado la decisión de irse de Forks, al menos por ahora, necesitaban vivir sus propias aventuras. Cuando llegaron a la casa de los Cullen todos los esperaban con una fiesta de despedida, y Nicky recriminó a Alice por haber abierto la boca antes que ellos.
Todo fue normal, hasta que se fueron a hablar con Jake, sorpresivamente cuando llegaron al taller donde solía estar el chico también encontraron a Kat que les informó que iba a ser madre. Lo cual alegró mucho a los dos.
—Así que...se van...—ambos escucharon una voz detrás de ellos, era Leah, quien estaban con los demás de la manada.
—Así es, pero solo será por un tiempo—habló una sonriente Nicky.
—¿A donde irán?
—A un lugar donde esta linda señorita no brille como si le hubieran echado purpurina. No sé, Noruega, Alemania, Inglaterra esas cosas...
—Ah...—murmuró algo triste Embry.
—Oigan quiten esas caras, no nos vamos a olvidar de ustedes—animó la rubia abrazando por los hombros a Quil y a Jared—Mmm que les pareces si, antes de que nos vayamos, hacemos una última travesura juntos.
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Sam estaba almorzando tranquilamente cuando oye el ruido de su motor, con el corazón en la mano sale afuera y ve como los chicos subían a la camioneta que ya estaba en marcha.
Embry mira para atrás y ve la cara de enfado de Sam, con el terror correr por sus venas se voltea hacia el lado del conductor y grita.
—¡¡¡PAUL ACELERA ES SAM!!!—el moreno asiente y pisa el acelerador a fondo mientras el líder corría tras ellos con una pata de pollo en la mano.
—¡Vuelvan aquí!
—¡¡LO SENTIMOS SAM, PERO NO PODEMOS!!, TE LA TRAEREMOS DESPUÉS!!—gritó Jake desde el asiento del copiloto.
—NO PROMETEMOS QUE SERÁ EN UNA PIEZA —gritó Nicky entre risas, antes de que la camioneta diera un giro brusco y se alejaran de la reserva.
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Y finalmente aquí acaba Entre pulgas y Colmillos, muchas gracias por leer.
EDITADO 2021