Miedo. [#Wattys2016]

By LibrosAdicta

16.5M 818K 191K

Alice es una chica, ¿cómo decirlo? muy insegura. Es la típica chica buena, con un trabajo (casi mediocre), a... More

Adelanto:
Capítulo 1.
Capítulo 2.
Capítulo 3.
Capítulo 4.
Capítulo 5.
Capítulo 6.
Capítulo 7.
Capítulo 8.
Capítulo 9.
Capítulo 10.
Capítulo 11.
Capítulo 12.
Capítulo 13.
Capítulo 14.
Capítulo 15.
Capítulo 16.
Capítulo 17.
Capítulo 18.
Capítulo 19.
Capítulo 20.
Capítulo 21.
Capítulo 22.
Capítulo 23.
Capítulo 24.
Capítulo 25.
Capítulo 26.
Capítulo 27.
Capítulo 28.
Capítulo 29.
Capítulo 30.
Capítulo 31.
Capítulo 33.
Capítulo 33. (Parte 2)
Capítulo 34.
Capítulo 35.
Capítulo 36.
Capítulo 37.
¡Booktrailer!
Capítulo 38.
Capítulo 39.
Capítulo 40.
Capítulo 41.
Capítulo 42.
Capítulo 43.
Grupo WhatsApp:
Capítulo 44.
Capítulo 45.
Capítulo 46.
Capítulo 47 |Final|
¡Nueva novela!
Miedo.
Noah

Capítulo 32.

266K 14K 2.9K
By LibrosAdicta

-¿Por qué sonríes? -Dice arrugando la frente -No se supone qué tienes que estar gritando "¡qué miedo! ¡qué miedo!"

Rio y niego divertida.

-Hay muchas cosas que no sabes -Pronuncio.

-¿Cómo cuáles? -Alza las cejas.

-No puedo decirtelas.

Por mucho que me agrade Thomas, sería incapaz de delatar a Stephen. Nunca le haría algo así, a pesar de que antes yo haya pensado alguna vez entregarlo a la policía.

-Intuyo que tienen que ver con ese chico -. Me mira atentamente -¿Qué es? ¿Tu novio?

Niego con las mejillas coloradas.

-¿Vas a contarme algo ya? ¿O vamos a estar así toda la noche?

Él bosteza, pone sus brazos cruzados detrás de su cabeza y apoya sus pies en la mesita frente al sofá.

Resoplo apartandole los pies, pero él vuelve a ponerlos ignorandome.

-Estoy cansado -Bosteza de nuevo cerrando los ojos.

No me extraña. Añade mi subconsciente sarcásticamente.

-Necesito respuestas, Thomas -Agito su hombro.

-Mañana, mañana -Le resta importancia con su mano y luego se coloca de lado, con sus piernas en mi regazo.

Suspiro y con cuidado de no molestarlo, levanto sus piernas y las dejo en el sofá.

Cuando escucho el sonido del teléfono, corro hacia él y lo descuelgo mientras camino hacia un lugar donde no pueda molestar al bello durmiente.

-¿Sí? -Pregunto apoyándome en la encimera.

-¿Cariño? -La voz de mi tío Roger inunda la línea y al instante sonrío.

No hay nada mejor que un poco de familia para variar.

-¿Qué ocurre? -Pregunto curiosa.

-Cómo ya sabrás, quedan dos días para Navidad -Suspiro discretamente. La primera Navidad sin mis padres -. Tu tía Claire y yo, hemos pensado que puedes traerte a tú novio.

La saliva se queda atascada en mi garganta y tengo que toser un poco.

-¿Estás bien? -Noto su voz preocupada.

-Tío... ¿Mi novio? -Pregunto extrañada.

-Sí, cariño. Emily nos ha hablado sobre él; aunque no ha dado muchos detalles.

Resoplo ruidosamente y me coloco la mano libre en mi mejilla izquierda, ardiendo bajo mi tacto.

-¿Qué os ha dicho? -Pregunto lo más normal que la situación me permite.

Nunca he hablado de novios con mis tíos y no es un tema del que me gustaría hablar ahora mismo.

Además, ¿qué novio? Que yo sepa la almohada no habla.

-Dice que es un chico muy guapo, con tatuajes y que te vuelve loca.

Oh no.

Es decir, todo lo que le ha contado es verdad pero... la parte de que es mi novio, ha mentido descaradamente.

Cierro los ojos, pegando a mi prima mentalmente.

-Tío, solo es un amigo -Ni eso. Se burla mi mente.

-Pues tu amigo tiene que ser demasiado amigo tuyo para que lo beses.

Sofoco un grito.

-Roger, jamás me he besado con él. ¿Y tú cómo sabes eso?

Solo lo has besado como unas cinco o seis veces.

Retiro esos pensamientos caminando, golpeando el suelo con cierto enfado.

Carraspea mientras se ríe ligeramente.

-Cariño, no tienes porqué negarmelo. Yo también he sido joven y todo eso. Sólo quiero que entiendas que aún eres joven para quedar embaraza, usad protección... -Para cuando me quiero dar cuenta estamos teniendo la "típica charla" pero que en vez de ser madre a hija, es tío a sobrina.

-Por favor... no quiero escuchar más -Frunzo la nariz -. Soy mayor de edad, tío Ro, y por tanto hago las cosas con cierta responsabilidad.

Escucho una ligera risa.

-Suenas tanto a tu madre... -Susurra, pero yo lo escucho.

-Bueno, tengo que irme. Adiós -Cuelgo antes de ponerme a llorar como una cria.

A la mañana siguiente, tengo que tocar el brazo de Thomas para saber si está vivo o muerto. Se encuentra durmiendo tan plácidamente que lo miro extrañada. Ese sofá es de lo más incómodo y mi espalda lo puede asegurar. Estuve con una contractura durante una semana solo por dormir la siesta ahí.

-Thomas... -Lo remuevo.

-Cinco minutos más -Balbucea volteandose y dándome la espalda.

-No -Espeto tocando su mejilla y pasando mi dedo índice por su boca.

En ese momento, siento algo húmedo sobre mi dedo. Después es mordido levemente.
Lo saco de su boca, frunciendo los labios, mientras lo intento voltear.

-¡Arriba! -Grito.

Se incorpora en el sofá y alza sus brazos bostezando sonoramente.

-¡Pero qué humos! -Exclama y se levanta.

-Tienes que contarme algo -Le recuerdo caminando tras él.

-Oh -Se para y yo choco con su espalda -, tengo prisa. Ya te lo contaré.

Y con eso, me deja estática con los pies clavados en el suelo, mirando la puerta cerrada tras él, indignada.

Como hoy es jueves, mi turno no es hasta las seis, decido ir a comprar los regalos. Todos los años hacíamos lo mismo, solo que lo celebrábamos junto con mis padres. Presiento que este año va a ser una locura.

Todavía sigo pensando en la conversación con mi tío, porque a pesar de que lo quiera negar, he pensando en invitarlo. No como novio claro, como "amigo". ¿Por qué no?

Pero cuando recuerdo el fogoso beso que nos dimos en su casa, pienso que no voy a poder mirarlo a la cara nunca más, menos estar con él frente a mis tíos y pasar una noche de Navidad donde todo tiene que estar tranquilo.

Mientras camino al centro comercial, llamo a mis abuelos paternos y charlamos unos minutos. Hace tiempo que no los veo y en verdad los echo de menos. Lo mismo hago con los maternos.

Después de una larga caminata, entro al centro comercial. Decido echar un vistazo a todas las tiendas mientras pienso que regalos puedo hacer.

Como si todo estuviese planeado, mi hombro choca con el cuerpo de alguien y al intentar apartarme me golpeo la cabeza con el estante donde hay apilada un montón de ropa.

Cuando miro al causante resoplo y no puedo evitar soltar una ligera risa sarcástica, seguida de un quejido de mi parte.

-Ni aquí me dejas tranquila -Digo y él alza una ceja.

-Supongo que no podemos estar mucho tiempo separados -Sentencia con una arrebatadora sonrisa.

Por un momento me quedo embobada sin quererlo y luego niego con la cabeza para volver en sí.

-Claro, claro -Me pongo colorada.

Comienza a caminar y yo sin saber que hacer lo sigo.

-¿Qué vas a comprar? -Pregunto curiosa.

-¿Te importa? -Dice dirigiéndose a la sección infantil.

-Contesta -Respondo.

-Algo para mañana -Masculla y por el tono deduzco que tiene los dientes apretados.

-¿A tu familia?

No contesta.

Sigo su dirección y nos paramos frente a un vestido rosa, con el dibujo de un oso de peluche justo en el centro. Encina del osito, hay unas letras en blanco que ponen: Teddy. Es un vestido precioso y muy infantil.

-Es muy bonito -Digo y observo como los ojos de Stephen están fijos en él, luego lo coge con brusquedad y se dirige a la caja.

Lo paga y sale con la bolsa cogida fuertemente.

Parece enfadado y molesto.

-¿Qué te pasa? -Lo miro extrañada.

-¿Que qué me pasa? -Espeta echando humo prácticamente -. Odio la Navidad.

Cuando acaba la oración abro la boca sorprendida.

-¿Por qué? -Murmuro.

Me acerco a él lentamente y casi por autoreflejo acaricio su brazo cubierto por una fina camiseta negra.

-Porque sí. Porque aquel día tuve que morir yo en vez de ellos.

Un escalofrío me recorre el brazo y tengo que alejarlo. Antes de que pueda preguntar algo me interrumpe.

-¿Puedo llevarte a un lugar? -Observo sus facciones ahora mucho más relajadas que antes y no puedo evitar asentir.

Antes de que pueda salir corriendo, entrelazo mi mano a la suya y caminamos con ellas unidas hasta el aparcamiento. Me sorprende ver que ha venido en la moto y aunque ni siquiera me quejo, miro con cautela el vehículo. Nunca me han gustado.

Durante el camino, me dedico a dibujar figuras abstractas en el estómago de Stephen. Puedo notar sus firmes músculos bajo la camiseta y eso sólo hacia que una sonrisa se instalara en mi cara.

Después de unos minutos aparca en un descampado, donde lo único que se ven son matorrales.

Frunzo el ceño cuando empiezo a recordar que este sitio lo conozco.

-¿El cementerio? -Susurro cuando entramos.

-¿Te acuerdas que me preguntaste si habían muerto mis padres? -Espeta con voz neutral.

-Sí, me dijiste que no...

-Te mentí, en realidad están muertos -La forma de decirlo me hiela la sangre y también me deja sin palabras.

Balbuceo algo antes de fijarme en las lápidas frente a las que estamos.

Katherine Blake - Óscar Blake.

Lo miro con los hombros caídos y en verdad muy apenada.

-Lo siento, sé cómo se siente -Murmuro poniendo una mano en su hombro.

-No quiero tu pena.

-Entonces no sé porqué me has traído aquí -Suelto y tal vez soy demasiado brusca.

Su entrecejo se frunce y comienza a respirar más rápido.

-Yo tampoco, niñata -Y con eso, se da la vuelta.

Es cuando me doy cuenta de lo tonta y estúpida que soy. Él se ha abierto, ha conseguido sincerarse con algo de su vida y yo voy y lo estrepeo. Me siento fatal.

-¡Stephen, espera! -Grito olvidadome de donde estamos.

Resopla.

-Si tanto odias la Navidad, ¿por qué no vienes y la celebras conmigo? -Muerdo mi labio tanto que casi temo hacerme sangre.

Sé que ha sido una auténtica tontería lo que he dicho pero, ¿qué ser de la Tierra odia la Navidad?
Aunque para mí sean diferentes y extrañas estás fechas ya que la ausencia de mis padres lo hace más triste, no odio la Navidad, ni mucho menos. Nadie debería odiarla, es una fecha para celebrar con la familia y ser feliz.

Suelta una risa sarcástica antes de hablar.

-¿Contigo?

-Claro -Achino los ojos -. Ven a la casa de mis tíos, habrá regalos y... -Cierro los ojos para no ver su cara cuando escuche mis palabras - prometo que tú tendrás el tuyo.

Luego, un largo y duro silencio.

-Que te vaya bien -Masculla y yo abro los ojos perpleja.

-Espera, ¿te vas?

Asiente y se monta en la moto, la hace tronar asustandome.

Gruño mientras piso el suelo cual niña pequeña.

-¡Si te vas no pienso hablarte!

Sonríe de lado y mueve su mano de un lado al otro, después desaparece dejando un rastro de humo a su paso.

Toso fustrada y saco mi móvil con fastidio, llamo a Nora. Salta el contestador y bufo. A mi tío no lo puedo llamar, tendría que dar explicaciones y prefiero ahorrarmelas; por eso, marco el número de Thomas.

-Ey, Thomas necesito que vengas a por mí.

-¿Tienes qué ser ahora? -Escucho un gemido y abro los ojos frunciendo la boca.

-¡No me jodas! -Suelto con fastidio.

-Eh, señorita ese vocabulario.

Sonrío.

-¿Era broma no? -Pero escucho la voz de una mujer y niego con la cabeza.

Esté hombre es un caso.

Corta la llamada y me coloco apoyada en un árbol mientras decido esperar. Aunque ciertamente no sé si vendrá.

Gracias a Dios el coche de Thomas se aparca frente a mí, me lleva al centro comercial y aunque he perdido más de dos horas, sigo con mi objetivo de comprar regalos. Incluido el de Stephen, aunque tal vez me cueste decidir que comprarle, lo haré. No sé si se dignará a aparecer por casa de mis tíos pero por lo menos cumpliré mi promesa.

Así que... solo hay que esperar hasta mañana, para averiguar si aparecerá.

¿Lo hará?

* * *

¡Hola precios@s!

¡Espero que os guste el capítulo!

Y además siento la tardanza.

Graciias y feliz día♥

Atte: Lucy.

Continue Reading

You'll Also Like

71M 3M 60
Culpa mía es una película basada en la trilogía "Culpables" - Próximamente disponible en Amazon Prime. ¡Disponible los 16 primeros capítulos! **Ganad...
2.8M 21K 4
Débil, fácil, fea, zorra. Apodos por los que la nombraban, definitivamente tenía una mala reputación. Como si no fuera suficiente el acoso constante...
8.4M 384K 76
Él es extremadamente impredecible, arrogante y adictivo. Ella, seductora, descarada e insaciable. ¿Hasta donde serías capaz de llegar por conseguir a...
2.4M 246K 37
«Al final del arcoíris es donde todos tus sueños se hacen realidad» Aquella historia infantil era la favorita de Aurora Garti, una adolescente con un...