Bailando con lobos ©

By BelWysocki

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Una reina encuentra a una salvaje niña en medio de una jauría de lobos. Decide "rescatarla" y criarla como si... More

Capítulo 1 "A lo lejos"
Capítulo 2 "Familia"
Capítulo 3 "Noches"
Capítulo 4 "Día en el parque"
Capítulo 5 "Hermanito"/Maratón 1/3
Capítulo 6 "La chica del bosque"/Maratón 2/3
Capítulo 7 "Molestias"/Maratón 3/3
Capítulo 8 "Fuertes vientos"
Capítulo 9 "A salvo"/Maratón 1/3
Capítulo 10 "Visitando"/Maratón 2/3
Capítulo 11 "Día movido"/Maratón 3/3
Capítulo 12 "Curiosa"
Capítulo 13 "Historia"
Capítulo 14 "Pistas"
Capítulo 15 "Ideas"
Capítulo 16 "Halagos"
Capítulo 17 "¡Tonta!
Capítulo 18 "La chica de los lobos"
Capítulo 19 "Los niños llegaron"
Capítulo 20 "Una larga historia"
Capítulo 21 "Oh, no"
Capítulo 22 "Confundido"
Curiosidades de "Bailando con lobos"
Capítulo 23 "A la luz"
Capítulo 24 "Pasado"
Capítulo 25 "Humillado"
Capítulo 26 "Él"
Capítulo 27 "Un día"
Capítulo 28 "¿Qué sucedió?"
Capítulo 29 "Por favor"
Epílogo
Yo te ordeno
Mi querido Mark
Correcciones
Líneas raciales

Capítulo 15 "Dramas"

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By BelWysocki

La manta estaba húmeda y vieja. El diario oxidado y con un leve olor a humedad en sus hojas amarillentas. Cat frunció el ceño al ver que habían muchos dibujos en él. Eran extraños y algo abstractos, pero nada imposible de descifrar. Un pequeño papel cayo de su interior. Más bien, era una carta.

Perdónenme, perdóname, sobretodo tú. No estoy preparado para poseer algo tan importante como tu vida. Ellos tienen poder, ellos tienen más vida y alma que yo. Forma parte de ellos, o no lo hagas nunca."

Cat no supo que era eso. A que se refería esa persona con "forma parte". Tampoco entendía que significaba esa manta vieja y por que estaba junto al diario.

Aún así, se decidió a llevarse esas cosas consigo. Siguió buscando, pero no encontró nada más de su interés. Eso era lo único que había obtenido de la búsqueda. Un viejo trapo y un amarillento diario con dibujos extraños. ¿Por qué las cosas no querían cooperar tan fácilmente?

-¿Cat? ¿Adónde te habías ido?-preguntó Kiara con un dulce en su mano-¡No sabes de lo que te perdiste!-su mirada viajó a lo que la castaña tenía en sus manos-Que asco, ¿qué es eso?

Nerviosa, la chica ocultó los objetos atrás, con sonrisa falsa a su prima que la miraba asqueada. No debía ver esas cosas. Ni ella sabía lo que significaban, además, notaría que bajo al sótano y no entendería muy bien el "no se lo cuentes a mis padres". La adolescente era demasiado impulsiva aveces, tanto que no se daba cuenta de que solía hablar de más.

-Basura-respondió la princesa-Iba a tirarla, adelantate adonde sea que ibas, yo voy en un rato.

Aprovechando de que la había desconcertado un rato, se apresuró para subir a su habitación y guardar esas cosas en una caja fuerte que tenía. No podía dejarlas en cualquier parte, debido a que las sirvientas andaban de aquí para allá, llevando ropa, acomodando sus cosas y ordenando. A cualquier cosa rara, la tirarían o informarían.

Salió de allí, y chocó con la persona que menos quería encontrarse en esos momentos. El príncipe Estorbo estaba sonriendole de forma arrogante. Seguro el chico había notado la molestia en el rostro de ella, así que disfrutaba la situación.

-Disculpa, pero estaba ocupada, nos veremos luego-Cat intentó huir de él, pero obviamente, manejó las palabras para enredarla y detenerla.

-¿Por qué te vas? Sólo quería preguntarte como les había ido. Tu prima parece encantadora.

Eso bastó para que la joven hirviera como agua. Se dio la vuelta y mirándolo con una ceja enarcada, habló.

-¿A qué te refieres con eso?

-Con lo que se supone que me estoy refiriendo-el rubio rodó los ojos, buscando la irritación de la chica-Es agradable, adorable y atractiva-lo decía con tanta naturalidad que Catherine lo miraba con los ojos bien abiertos-Vamos, sólo la estoy halagando.

-¡Podría ser tu hermana! ¿Cuántos años tienes? ¿Treinta?

Ella no le daba tantos. Pero su enojo la hacía hablar apresuradamente. Además, quería mantenerlo lejos de su prima. Lo veía como el típico príncipe engreído que se la pasaba rompiendo los corazones de inocentes chicas.

-¿Tan viejo parezco?-rió-Bueno, la verdad es que esa es una manera bastante original para saber mi edad...

-¿Sabes qué? ¡Déjalo así!

La tutora de Tim apareció por detrás y tocó el hombro de la princesa. Ella volteó exasperada ante el toque, pero se calmó al ver que estaba actuando como una loca. Acomodó sus cabellos rápidamente y escuchó que tenía para decirle.

-Alteza, hay una reunión importante en esta habitación-señaló un despacho del cual se oían voces masculinas-Usted esta gritando, y tal vez...

-Tiene razon, gracias por advertirme-asintió y volvió su vista a Charles-Con su permiso.

Se alejó a paso ligero de él. Casi podía sentir sus cabellos a punto de caerse por el mucho estrés e irritación que le provocaba. Tenía que buscar a su prima para avisarle. No podía dejar que la engañaran de nuevo...

-Es un honor, alteza.

Miro con incredulidad hacia la adolescente de diecisiete años que realizaba una reverencia, frente a un chico de ropas elegantes. Él tomaba su mano y la besaba. Ella sonreía y se sonrojaba. ¿Qué parte se había perdido Cat? Aún no lo sabía.

-¿Kiara?

La prima mayor salió de su escondite y caminó hacia los dos jóvenes que reían entre ellos. Al verla, se pusieron notablemente nerviosos y se alejaron un poco, como si la distancia a la que estaban no fuera apropiada.

-Cat-dijo la rubia.

-¿Quién eres tú?

Junto a ella, estaba un chico que parecía de la misma edad que su prima. Era alto, también rubio como casi todos en aquel lugar y vestía con las ropas características de la realeza. Se parecía en extremo a, según Catherine, el odioso príncipe Charles.

-Alteza, permitame presentarme-habló solemnemente, provocando una risita de Kiara-Mi nombre es Michael, príncipe Michael.

-Vaya, con que otro príncipe en el castillo-Cat si que estaba un poco exasperada de tantas visitas-Es un honor-asintió-Espero que nos llevemos mejor que con el otro-rió, pero luego notó lo mal que había estado eso y mordió su lengua.

-¿Quién?-preguntó el joven.

Catherine notó tarde que Kiara negaba con la cabeza en su dirección, diciéndole que no lo diga.

-Charles.

-Oh, él es mi hermano.

La princesa quiso que la tierra se abriera y la tragara. Había sido demasiado maleducada. ¿Qué se iba a imaginar que era su hermano? Está bien, era muy similar al exasperante mayor, pero nunca creyó que tuviera hermanos. ¡Y menos que los dos estuvieran en su castillo!

-Lo lamento, no es que no me agrade...

Kiara rió ante la torpeza de su prima. Michael, por su parte, sonrió al ver que a la rubia la situación, le parecía graciosa. No mentía cuando había dicho que su sonrisa era encantadora.

-Está bien, mi hermano suele ser bastante idiota aveces-las chicas creían que él era bastante divertido. Los tres se llevaron bastante bien en la primera impresión. Claro, los más jóvenes en "extremo" bien.

-Bueno, tengo que hacer unas cosas, los veo luego.

La princesa no vio como un peligro a Michael. Parecía buen chico y si, de la misma edad que Kiara. Sintió cierta, molestia por que Charles dijera eso. Aunque se decía a si misma que no era más que "protección" hacia la menor. Él podía hacer lo que quisiera de su vida.

-¿Cielo?-esa voz no era la que quería escuchar su primer día, luego de la llegada.

-Richard-dijo ella volteando a verlo.

-No te he visto en todo el día, cariño, ¿regresaron hoy?-cuestionó con dulzura, que para su chica, era fingida.

-Si-sólo respondía con monosílabos cuando estaba molesta por algo. Claramente, no habia olvidado el último altercado, pero prefería no decirle nada y dejar que el solo se diera cuenta. Aunque, de todas formas, siempre se repetiría la misma historia. Nada cambiaba.

-Lo lamento, no debí tratarte así el otro día. ¿Sabés lo mucho que te amo? No quería que ese infeliz te lastimara o molestara.

-Richard, él no me estaba molestando, sólo bromeaba acerca de algo que había sucedido con el profesor de piano-murmuró intentando que la servidumbre que pasaba por allí no escuchara.

-No entiendo porque debes estar bromeando con el, yo soy tu prometido-él empezó a cambiar su tono, parecía empezar a molestarse, o tal vez tenía sus ataques de celos enfermizos.

-No empiezes-ella no solía ser así con él, le temía. Pero esta vez, parecía no importarle que pasaría luego, sólo quería defender lo que para ella era justo. ¡No tenía vida social!

-Sabes bien que pienso de eso, Catherine-gruñó Richard, acercándose hacia ella.

-Estoy cansada de que me lo digas, no puedo seguir así. Haré lo que yo crea que es bueno para mí, como persona.

-No creo que quieras tomar ese camino, te considero una chica inteligente. Sabes bien lo que te conviene y lo que no-su voz era amenazante-Este matrimonio es bueno para ti, para el reino, ¿recuerdas eso?

Ella no respondió y clavó su mirada en el suelo. Sus ojos amenazaban con soltar las lágrimas que tenía acumuladas.

-¿Recuerdas eso?-volvió a preguntar un poco mas agresivo, pero sin gritar.

La joven, asustada, asintió levemente, sin levantar su mirada, ya que las lágrimas comenzaron a descender. Richard, fingiendo amor y dolor por verla así, tomó su rostro suavemente y limpió las gotas saladas.

-No te preocupes, cariño, sera una gran fiesta.

De manera casi malvada, la abrazó y sonrió complacido, por haber logrado lo que quería. Catherine se alejó lentamente de él, y tomó asiento en el borde de una estatua, que le daba sombra.

-No seas tonta, Cat-se dijo en voz baja-Llorar no hará tu vida más feliz.

Se hablaba a si misma cuando no tenía a sus amigos lobos con ella. Necesitaba que la escucharan, aunque pareciera una loca que hablaba con animales.

-¿Qué sucede?

Avergonzada, escuchó la dulce voz de Charles. Se había sentado a su lado y la miraba con preocupación. ¿Cómo esa fuerte chica estaba llorando? Parecía una niñita indefensa. Estaba tan sola.

-No es nada-se apresuró a limpiar las lágrimas que caían y caían, sin poder detenerlas.

-No-él tomó sus manos, deteniendola y la miró a los ojos-No estás bien. Esta no es Catherine. Tranquila, no te obligaré a...

Estaba desconsolada y necesitaba afecto. La chica interrumpió a el príncipe y lo abrazó sollozando. El rubio no supo bien que hacer al principio, no se esperaba eso en absoluto. Pero Cat, ella había explotado. Su corazón no era tan fuerte. Así que, aunque no le contaría porque lloraba, agradeció que pudiera darle ese abrazo que todos necesitamos alguna vez. Y que luego, se quedara sin decir nada, solo sosteniendola y pasando la mano suavemente por sus cabellos.

...

Capítulo mas largo hasta ahora.

Pobrecita nuestra Cat u.u Odio a Richard D:< En fin, gracias por leerme :3. Saludos a "Claudia" y "BarDariKris" que se preocupan por siempre comentar y decirme que les parecio cada capitulo :3

Besitos

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