Newt se quedó mirándome con una cara que no sabría decir si era asombro o incredulidad. Aparté mi vista al suelo, no quería mirarlo.
—Entonces... ¿estás diciendo que-
—Sin interrupciones...—suspiré—. Por golpear al otro niño me tuvieron encerrada en una especie de celda por una semana de castigo.—le sonreí—. Tú viniste todos y cada uno de esos días a visitarme, Newt. Nos hicimos buenos amigos... Pero un día, no volví a verte. Y fue entonces que conocí a Tommy.—
—Ya veo, a él también lo conoces de antes.—
—Sí... él es mi mejor amigo.—
—Me reemplazaste rápido.—Newt se llevó una mano al pecho fingiendo indignación.
—Nunca podría olvidarme de ti...—el chico sonrió apenado—. Después de eso, una mujer llamada Ava Paige me dijo que era parte del grupo que pasó a la siguiente fase.—
—¿... y yo?—
—Ella dijo que tú y los demás serían objetos de prueba, que vendrían aquí, a los laberintos. No me convencía mucho todo aquello, pero se suponía que solo serían observados. Nada de torturas ni cosas extrañas. Trabajaríamos para CRUEL, Tommy y yo...—
—Tú... ¿nos metiste aquí?—
—No... no exactamente. Preparábamos suministros, veíamos que nada les faltara... De todos modos, en ese entonces tú no estabas en el campo. Me las había arreglado para mantenerte a salvo, lejos de las pruebas. Un día encontré en los registros a mi hermano, ni siquiera sabía que estaba aquí. Así que me encargué de protegerlo también.—
—Él ahora está...—
—¿muerto? No lo sé.—suspiré con pesadez—. Espero que no, ojalá que esté a salvo muy lejos de aquí... como sea, después de ese día todo volvió a la normalidad, al menos hasta que ella apareció.—
—... ¿Quién?—