Irene y Cristina llegaron andando tranquilamente, sin preocuparse de si llegaba tarde o no. Cuando llegaron, vieron que Sandra y Pere también habían venido para ayudar, ya que ella antes había ido al instituto y siempre se apuntaba a las actividades que hacían para ayudar.
Vieron a Andrei y Carlos esperándolas en la entrada. Irene corrió a abrazar al ruso y Jenn le dio un beso a su novio. Andrei iba con un traje azul oscuro y una camisa blanca, parecía otro. Se había peinado el pelo de una forma distinta a la normal y se notaba que estaba terriblemente nervioso:
-¡Irene! Estás preciosa.
-Tú también estás muy guapo. -sonrió Irene dándole un beso en la mejilla.
-Jenn está preciosa.-dijo Dani besando a su novia, Cris se sonrojó y la pareja se fue adentro.
-Bueno, ¿qué quieres hacer?
-Lo que tú quieras. Tú me has invitado a ese baile.
-Pero ya debes conocerte un poco todo esto.
-Sabes que nunca he ido a un baile de esos.
-Pues haremos lo que queramos hasta que se empiece el baile.
De repente, vieron cómo Alex y Nicole llegaban corriendo al instituto.
-Pensábamos que no llegaríais nunca.-se rió Andrei.
-Bueno, Alex no dejaba que me vistiera.-dijo Nicole retocándose el cabello.
-Mejor no digamos nada... Irene, estás muy guapa.
-Gracias.-dijo ella agarrada del brazo de Andrei. Cris aún pensaba qué hacer para que salieran esta noche.
-¿Cuándo es la cena?
-Dentro de cinco minutos.-dijo una voz detrás de ellos. Laia y Adrian habían llegado.
-¿No vas a servir hoy?
-Yo no. La camarera no va a servir ninguna cena hoy.-dijo Laia sonriendo triunfante.
-Pues será cuestión de sentarse ya. -avisó Adrian y todos se sentaron.
El grupo buscó una mesa donde pudieran estar todos. La cena fue bastante agradable, todos se reían con las bromas de Marcel y Luis, y Andrei iba cogiendo confianza para el gran momento. Chantal y Emily hablaban felizmente de lo que les costó prepararse para ese día, y con razón, mientras los chicos miraban a todas las chicas sorprendidos. Era raro ver a todo el mundo tan mudado.
La música empezó a sonar y todo el mundo se fue a la pista de baile. Cris y Carlos bailaban animadamente, sin darse cuenta de la gente de su alrededor, hasta que le dieron pisotazo a Laia y la chica se tropezó:
-Oh, ¡lo siento Laia! ¿Estás bien?
-Sí, sí, estoy bien. No os preocupéis.
-Bueno, Cris, ¿has dejado de pensar ya en Andrei e Irene?
-No. hay que hacer algo inmediatamente. -Carlos sopló, cansado.
-Venga ya, déjalos. Si no es hoy, será mañana en el viaje.
-Pero...
-Venga, disfruta la música y déjalos. Oye, quisiera preguntarte algo...
-Dime. -Bueno, el caso es que... Me gustaría pasar la noche contigo.
-¿De veras? Claro que sí, estaremos juntos.
-Bueno, es que...-estaba rojo como un tomate.- Había pensado en que podríamos tener nuestra primera vez hoy.
-¿Lo dices en serio?
-Sí.
-Por supuesto, me encanta la idea. Será genial hacerlo contigo.-dijo ella sonrojada y feliz abrazada a su chico.
¿De veras iban a hacerlo hoy? Estaba que no se lo creía. Carlos había conseguido superar su vergüenza y terminó de pasar la velada con su novia, más feliz que nunca.
Anny y Toby bailaban en la pista, sonriendo como nunca. Toby era perfecto para ella, estaban hechos el uno para el otro, y no quería que nada ni nadie se pusiera entre ellos. Anny también se llevaría a Toby a Rusia estas vacaciones, quería que el chico descubriera su mundo, su vida, su gente. Él cada día estaba más enamorado de ella, así que no dudó en aceptar.
Nicole y Alex eran pura pasión, siempre estaban haciendo el amor por todos los sitios, aunque en el fondo se querían, estaban enamorados hasta las trancas y querían demostrar a todo el mundo que iban a ser una pareja duradera. Bailaban abrazados mientras contemplaban a los demás siguiendo el ritmo animadamente.
Marcel y Chantal estaban realmente felices, ahora sus padres estaban bien y estaban siempre juntos mientras los adultos hacían negocios. El chico estuvo cantándole todas las canciones que sonaban al oído toda la noche, ya que sabía que a la chica le enamoraba su voz.
Lucía se había traído a su novio al baile. James y ella hacían muy buena pareja, además él era muy guapo y cantaba de maravilla, eran la envidia de la noche. Todas las chicas se los miraban con ciertos celos, ellas también querían un chico tan apuesto como él (excepto las amigas de Irene, que estaban realmente felices con sus chicos).
Los Polos Opuestos estaban bailando como nunca. David y Lola bailaron juntos, ya que nadie quería bailar con ellos. Arturo se puso a bailar con la profesora de ciencias para que le aprobara el trimestre, mientras que Gibson y Barbara estaban muy compenetrados y bailaban de maravilla: tanto, que les coronaron rey y reina del baile. Irene se alegró mucho que el pelirrojo hubiera encontrado a su chica al fin.
-Ah, Andrei, me encanta ver a Gibson enamorado de Barbara, hacen muy buena pareja, se merecían ese nombramiento.
-No, nos lo merecíamos nosotros.-dijo el rubio indignado. -Debe ser tu gran noche.
-Mi gran noche ya lo está siendo, ya que estoy contigo.
-Aún no se ha terminado...
-Yo me conformo con estar como ahora, no necesito nada más para estar feliz.
-¿En serio? -sonaron las doce. Andrei abrazó a Irene y la felicitó.
-Ya son las doce, así que ya es tu cumpleaños. Muchas felicidades.
-Gracias. -sonrió ella contenta.
-Y ahora viene mi momento.-dijo él y la música cambió de repente.
¿A qué se refería con que era "su momento"? Cuando escuchó la música, Irene se quedó de piedra: era de su grupo favorito, Big Time Rush. ¿Des de cuándo ponían sus canciones en un baile? Sonaba la canción "Boyfriend".
Andrei sonreía triunfante. Era el momento, ya había hablado con el DJ para que pusiera esta canción cuando tocaran las doce. Andrei se acercó a Irene y le cantó la canción al oído.
-Andrei, cantas muy bien.
-Gracias. Verás, quisiera decirte algo que hace mucho tiempo que me callo.
-¿Qué pasa?
En ese momento, la chica se dio cuenta de qué estaba pasando. Él lo había planificado todo, ya que el DJ no paraba de mirarlos, y entendió sus nervios. Se dio cuenta de que el chico iba a decirle algo importante, y se imaginaba el qué, aunque no cómo:
-Irene, gracias por estar a mi lado todos estos meses. Llegué nuevo aquí después de haber sufrido en mi otro instituto, y me diste fuerzas para levantarme cada día con ganas de ir a clase; cada vez que confiabas en mí para algo mi autoestima subía un montón; has estado a mi lado para todo: me has ayudado, defendido, acompañado, soportado... Eres el motivo de mis sonrisas, de mis lágrimas, de mis preocupaciones y de mis logros. Has sido mi ejemplo a seguir estos meses, y quiero darte las gracias por todo lo que hemos pasado juntos hasta ahora.
-Andrei, yo...
-No he terminado.
-Perdona.-se excusó ella con lágrimas en los ojos.
-Sé que ahora somos amigos, mejores amigos, como lo quieras decir. No sé cuáles son tus sentimientos hacia mí, pero yo sí tengo claros los míos. Irene, te quiero, no quiero ser solamente tu amigo, quiero algo más. Quiero levantarme cada mañana sabiendo que en tu corazón sólo estoy yo, quiero darte millones de besos cuando te vea, quiero pasar el resto de mis días a tu lado. Quiero ser tu novio, tu prometido, tu esposo, tu amante... Pero sólo si tú quieres.
Ella estaba boquiabierta. ¡Menuda declaración! ¿Era eso verdad? ¿Andrei quería salir con ella? ¡Se le había declarado! ¡Andrei!
Jamás hubiera pensado que viviría ese momento, y mucho menos que fuera tan romántico. Quería a Andrei, lo amaba, le encantaba, le fascinaba, no había palabras para describir lo que sentía hacia él.
No supo cómo responderle, así que le dio un beso que le expresara todo lo que sentía ella por él.
En ese momento, todo el mundo les vio, ya que el DJ, sin que Andrei se lo pidiera, les enfocó. Todos los asistentes aplaudieron, especialmente la pandilla. Tanto Anny como Toby, Emily, Luis, Chantal, Laia, Marcel, Gibson, Bárbara, Adrian, Nicole, Alex, Sandra, David, Arturo, Carlos, Cris y Pere sabían que ellos dos estaban hechos el uno para el otro, y ese beso les emocionó y alegró muchísimo.
Irene no se lo podía creer. Su primer novio.
¿Sería Andrei el amor de su vida? Ahora era turno del destino de jugar sus cartas.