Rotos por Dentro # 1

Galing kay maria7ronaldo

37.2K 1.4K 54

Libro I de la Trilogía: Se puede amar. El pasado es como un plato roto en mil pedazos. Por más que lo inten... Higit pa

NOTA IMPORTANTE.
REPARTO.
PROLOGO.
CAPÍTULO 1✅.
CAPÍTULO 2✅.
CAPÍTULO 3✅.
CAPÍTULO 4✅.
CAPÍTULO 6✅.
CAPÍTULO 7✅.
CAPÍTULO 8✅.
CAPÍTULO 9✅.
CAPÍTULO 10✅.
CAPÍTULO 11✅.
CAPÍTULO 12✅.
CAPÍTULO 13 ✅.
CAPÍTULO 14✅.

CAPÍTULO 5✅.

1.3K 92 3
Galing kay maria7ronaldo

 LUCIA:

11 de septiembre 2005.

Así de rápido llegamos nuevamente al domingo, día de ir a la iglesia y dar gracias a Dios por lo que tenemos y tratar de buscar desahogarnos de nuestros problemas.

Hoy los vería nuevamente a ellos, también a Elías y a Salvador. No podía negar que ambos me estaban cayendo bien, son unos jóvenes extraordinarios y divertidos a la hora de platicar.

Pero no podía evitar sentir algo extraño cuando veía a Elías, él tenía algo que no sabía bien aún, pero sé qué hace que mi cuerpo y pensamientos reaccionan de una manera distinta por él.

¿Eso era bueno o malo? Realmente no lo sabía porque nunca he estado enamorada o algo por estilo por alguien.

Aunque sí puedo intuir que su amigo Salvador tiene cierto interés en mí, gracias Aarón, que me explico luego de haberle contado la extraña salida que tuve con ambos.

- Lucecita - dicen a mis espaldas.

Estaba frente al espejo terminando de arreglarme para ir a la iglesia, llevo puesto un vestido de mangas larga que cubría mis brazos y llega un poco más debajo de mis rodillas, también había optado por usar unas zapatillas y llevar mi me pelo suelto.

Me volteo para ver quién es y era mi mejor amigo Aarón que me miraba con una sonrisa.

-Sabes que no me gusta ese apodo – hago una mueca.

-Pues no podemos negar que eres como una pequeña luce cita – responde él riendo.

Ahora observo mejor a mi amigo de pies a cabeza, él está con una camisa de vestir negra con un pantalón del mismo color y sus zapatos negros.

Su cabello está desordenado como siempre se ve guapo mi mejor amigo. Él es moreno, un poco más oscuro que yo, mi piel es morena blanca, sus ojos son de un color marrón oscuro y su cabello es de color negro.

- Sé que soy demasiado guapo, pero deja de mirarme tanto, pareces una acosadora – comenta con una sonrisa.

Ahora voy directo a darle un abrazo, sus abrazos son lo mejor, siempre me he sentido segura cada vez que Aarón me abraza, pues, es mi mejor amigo, nunca me deja sola

- Aarón, ya suéltame que me quedo sin aire - digo entre risas cuando ya siento que ha pasado mucho tiempo del abrazo.

Él me suelta y me ve con una bonita sonrisa aún más grande que la anterior.

- ¿Te he dicho lo bonita que eres Lucia? - dice él y pasó su mano por mi mejilla acariciándola.

Veo un brillo en su mirada, que no sabía explicarlo, era diferente su mirada en este momento, una que no conocía y que no sé qué significa.

- Chicos, ya es hora de Irnos - dice mi tía Lía, entro a mi habitación y rompiendo el momento íntimo.

Aarón quita su mano de mi mejilla, y voltea para ver a mi tía con una pequeña sonrisa.

- Lianna - dice él – Siempre tan oportuna nunca tocas la puerta ni nada – cuestiona.

Mi tía solo lo mira.

- Aarón - dice ella – No hay necesidad de tocarla – responde con una sonrisa.

Ellos siempre discutían por cualquier cosita, están próximos a empezar una discusión, pero se nos haría tarde para hacerlo.

- Ok no empiecen porque es momento de irnos – les comento a ambos.

Ambos no dicen nada, solo se dan miradas matadoras, salgo de mi habitación dejándolos solo, cuando estoy en la parte baja de mi casa.

Busco con la mirada a mi mamá y ella no está, en cambio, está él mirándome mal. El marido de mi madre se encuentra allí en el mueble y siento un gran escalofrío recorrer mi espalda, si él estaba aquí significa que ambos volvían para vivir nuevamente aquí.

-Pero miren quien está aquí, si es la pequeña Lucia – canturrea.

Su voz era gruesa y fuerte, también era asquerosa, todo de él era sumamente asqueroso. Veo que él se pone de pies.

-Tenemos algo pendiente pequeña Lucia – dice él mientras camina.

Puedo ver cómo su mirada era las que siempre me daba, sucia y repulsiva. En estos momentos estaba sintiendo miedo y no sabía qué hacer.

-Hansel – escucho la voz de mi tía - ¿Qué haces aquí? – pregunta.

Él deja de caminar y mira a mi tía, en ese momento también paso mi mirada para ella.

-Luna y yo decidimos volver a la casa – dice él cambiando su tono de voz.

Mi tía lo mira mal, Aarón estaba detrás de ella mirando todo.

-¿O serán que los botaron nuevamente? Le dije a Luna que mientras siga contigo no vivirá aquí – dice ella –Espero que cuando vuelva de la iglesia no sigas aquí, vámonos Lucia.

Ella le pasa, por un lado, sin esperar respuesta de él, le doy una última mirada y los tres salimos de la casa para irnos a la iglesia.

Esperaba que esta vez, si fueran definitivamente, no quería estar allí con ellos dos.

(...)

Habíamos logrado llegar a tiempo para la iglesia, había visto a Salvador, él se sentó a mi lado durante todo el servicio.

Sé lo presente a mi tía, resulta que le cayó muy bien y eso a veces raro en ella, Aarón también se lo presente, a él no le cayó muy bien que digamos, no le convence ni un poco.

Ahora estábamos afuera, tomando un café y comiendo galletas, como hacemos cada domingo cuando venimos a la iglesia.

Miro hacia la entrada veo que Elías está allí, se encuentra vestido con una camisa de cuadros rojos, lleva un pantalón negro y su pelo está desordenado.

Él se da cuenta de que lo miro y me regala una sonrisa que hace que me sonroje involuntariamente, por estar tan pendiente de su sonrisa no me di cuenta de que él se está acercando a donde estoy yo.

Tía y Aarón ya no estaba a mi lado, no sé dónde se abran ido ni Salvador se encontraba a mí, estoy sola en este momento, Elías llega a donde estoy yo aún con sonrisa en sus labios.

- Lucia – me saluda.

No sé por qué mi nombre suena también cuando él, lo pronuncia.

- Elías - respondo con una pequeña sonrisa.

Él me mira de pies a cabeza, me sentí un poco tímida ante su mirada, sus ojos son como de color gris, porque a veces de lejos se ven como negros, su tono de piel es blanca y su cabello negro como la noche.

- Te ves linda hoy – me halaga.

No pude evitar sonrojarme de nuevo, ahora ante su comentario.

- Gracias – respondo.

Él se rasca su nuca, parece que quisiera decirme algo, pero no sabe cómo por lo visto, eso hace que suelte una pequeña risita, él me mira y también se ríe.

- Te sonara raro de mi parte, pero ¿Quisieras ir a tomar un café conmigo? - pregunta – No quiero que pienses mal, solo que aún no he desayunado y de verdad muero de hambre, aparte no me gusta comer solo – me comenta.

Lo miro sorprendida ante su pregunta, indirectamente me está invitando a salir con él aunque sea para hacerle compañía.

Salvador ha sido el único chico ajeno a mí que me ha invitado a comer, ahora sale Elías, su amigo también a invitarme a salir.

- Supongo que no aceptarías un no como respuesta ¿Verdad? – él asiente con su cabeza – Entonces sí te acompañaré para que no te sientas solo – le digo.

El asiento con su cabeza con una sonrisa, no sé por qué él mira hacia los lados, como siquiera corroborar que nadie lo estuviera viendo.

-Entonces, señorita Clark, iremos a en mi camioneta – dice él – Ven es por aquí – me indica.

Él va delante de mí guiándome donde está su auto, me lleva hacia una camioneta muy bonita, el cómo todo caballero abre la puerta del copiloto y me hace seña para que me monte.

Con mucha pena lo hago, nunca antes me había montado en una, él cierra la puerta, y luego da la vuelta para montarse de su lado, pone en marcha su camioneta.

(...)

Ya estamos en el café que llevaba por nombre Magenta es muy bonito y cómodo nos sentamos en una mesa en la parte del aire libre del sitio llega una mesonera con los menús.

Fuimos muy rápido a la hora de pedir, Elías ha pedido Hot Cake para comer, y Café negro para tomar yo por mi parte he pedido un simple Late y un panecillo de vainilla.

- Así que Lucia, cuéntame, ¿Qué edad tienes? - pregunta el curioso.

Él sonríe y no pude evitar fijarme que era una sonrisa perfecta y bonita, era algo atractivo de él.

- Diecisiete - respondo - ¿Y tú? – pregunto con cierta curiosidad.

El me mira sorprendido por mi respuesta, ahora quería saber cuánto años tenía él se nota que Elías es mayor que yo pero aun así no está demás responderle y también preguntarle.

- Pensé que tenías más, veinticuatro – responde.

Vaya Elías me saca unos cuantos años a mí por lo visto.

- ¿Sorprendida? – Pregunta y asiento – Suele pasar mucho, la gente cree que tengo menos edad o a veces hasta más – ríe levemente.

Es que él no se ve tan mayor, como para su edad pensé que era menos.

-¿Tienes hermanos? – pregunta.

- No, soy hija única – responde - ¿Y tú? – le pregunto.

Él pone cara de asombro, seguro no esperaba esa respuesta quizás pensaba que Aarón podía ser mi hermano.

-Si tengo una hermana, que vive en New York – dice.

- Que genial, New York debe ser un sitio muy bonito - digo con total sinceridad.

-¿Has viajado a otro lugares fuera de New Orleans? – me pregunta.

Niego con mi cabeza.

-Nunca he salido de New Orleans, ojala algún día pueda hacerlo. Deseo conocer Londres y Milán – confieso.

-Oh Milán es muy bonito de ahí viene la familia Salvatore – me dice.

Lo miro sorprendida.

-¿En serio? ¿Hablas italiano? – pregunto curiosa.

El asiente con una sonrisa.

-Italiano, francés, portugués y español – me dice.

Quedo fascina al ver que Elías sabe hablar muchos idiomas. Nunca había conocido a alguien que fuera tan cultural como él.

-¿Podrias hablar italiano? Siempre me ha llamado la atención ese idioma y nunca he tenido la oportunidad de escuchar a alguien frente a mi hablarlo – pido un poco apena – Claro si deseas y disculpa mi atrevimiento.

Elias me observa con una sonrisa.

-Calma con piacere ti parlo cosi – habla con su acento italiano – Bella ragazza, bel sorriso e bellissimi occhi.

Me sonrojo al escucharlo hablar así, no sabía que me decía pero sin duda alguna a Elías le quedaba muy bien hablar italiano.

-Impresionante, te queda bien hablar así – aplaudo animadamente.

-Gracias – me dice el.

De pronto un silencio reina entre ambos, cuando ya no había más preguntas que responder o comentar. No era un silencio incomodo sino uno que transmitía tranquilidad y paz, algo que solo sentía cuando estoy con mi mejor amigo.

En ese momento, llego la mesara con nuestras ordenes coloca los platos en nuestra mesa y se retira

- Una última pregunta antes de empezar a comer y no quiero parecer chismoso- dice el rompiendo el silencio - ¿Quién es el chico con el quien siempre te la pasas? – pregunta.

Sonrió porque sabía que en cualquier momento iba a preguntarme sobre Aarón.

- Es mi mejor amigo, se llama Aarón – respondo.

El solo asiente y no dice más nada. Se dedica a empezar a comer, mientras le doy un sorbo a mi late.

Me está empezando a agradar pasar tiempo con Elías, no se sentía tan forzado sino más bien cómodo pero algo en mi sentía que debía hacer una última pregunta.

-Elías – digo llamando su atención - ¿Tienes pareja? – le pregunto.

Sentía curiosidad por saber él es muy atractivo y joven, cualquier mujer desearía tenerlo a su lado-

-No Lucia – dice sonando seguro – No tengo a nadie en estos momentos – dice el mirándome a los ojos - ¿Y tú? – pregunta.

Vaya sí que era extraño que él, no tuviera una pareja, más bien pensaba que él podía estar hasta casado y con hijos, pero por lo visto no es así.

-No tengo – digo dándole una pequeña sonrisa.

El asiente con una linda sonrisa en su rostro, luego nos dedicamos a terminar de comer.

Hoy ha sido un día interesante. 

Ipagpatuloy ang Pagbabasa

Magugustuhan mo rin

3.2K 85 17
Alexa Pierce : Tímida, introvertida y capaz de tomar venganza ¿Qué harías si el chico que te gusta se enamora de tu mejor amiga? Eso mismo le pasó a...
191K 12.5K 38
Danike Lawton, 16 años, bailarina de ballet desde los tres y una "niña de papi" adinerada. La propuesta de tres odiosos chicos que podrían...
127K 7.7K 72
Libro #1 Él está destruído por dentro. Ella tiene una vida casi perfecta. Él está resentido consigo mismo. Ella tiene que empezar de cero en un nu...
103K 4.9K 25
Hebe Ibsen Vinter, es una chica reservada sin amigos a causa del abandono de su papá cuando tenía once años. Siete años después regresa para llevarl...