Andrei estaba desesperado. En clase se sentó con Irene, y sólo hablaron de cosas de la asignatura. No se quitaba de la cabeza la escena entre ella y Gibson, y odiaba estar tan incómodo con ella después de lo que había pasado entre ellos. Su orgullo le impedía hablarle de lo sucedido, y se sorprendió al ver que ella dio el paso en el cambio de hora:
-Andrei.
-Dime...
-¿Podemos dejar de fingir ser unos desconocidos y hablar como amigos?
-Amigos. Ya. -replicó, malhumorado.
-Bueno. No sé cómo decirlo. A ver, nos besamos. -soltó y él respiró profundamente.
-Sí. Y debo admitir que hubiera seguido si mi madre no hubiera interrumpido.
-Yo igual. Me gustó mogollón ese beso. Fue el primero.
-También el mío.-confesó Andrei sonrojado. –Pero... No me gustó que se lo contaras a Gibson.
-¿Por qué? Es uno de mis mejores amigos. Además, quería ver su reacción, y necesitaba contárselo a alguien.
-No quiere amistad contigo y lo sabes. Oh, venga, abre los ojos de una vez.
-Andrei... Si él quiere algo, yo no lo quiero con él.
-¿Así no me besaste para ponerle celoso? -ella se sintió ofendida.
-¿En serio piensas eso? Te besé porque quería. ¡Ah! Y me dejaste allí, sin poder decirte algo.
-Pues dímelo.
-Ahora y aquí no. Andrei, no me gusta eso. Me dejaste allí, sin poder decirte lo que tanto tiempo quiero confesarte, y ahora me vienes con que piensas que te besé para poner celoso a Gibson.
-Lo siento, Irene. Perdóname. Por favor.- Andrei se sintió mal por ella. Irene, indignada, se largó.-¡Espera! ¡Irene!
-Oh, ¿tu chica se ha enfadado contigo?-oyó que decía una voz detrás suyo.
-¿Y tú quién eres?
-¿Yo? Soy alguien.
-Pero...
-¡Hermana! ¿Con quién ligas?
-David. No lo sé, acabo de ver a ese rubiales con el corazón roto y sólo quería consolarle.
-Pues ahí os dejo, consuélale a gusto.-David se fue con Arturo, ansioso por ver a Gibson perseguir a su chica.
-Bueno. ¿Y me vas a decir tu nombre?
-Soy Lola, la hermana de David. ¿Y tú?
-Yo soy Andrei.
-¡Ruso! ¿Quién es esa tía buena?-preguntó Marcel seguido de los demás.
-Yo soy Lola. Mucho gusto, chicos. Soy hermana de David.
-Oh. Nosotros somos los colegas de Andrei. Alex, Luis, Carlos, Toby y Marcel.-se presentó Alex.
-Bueeno, chicos guapos. Si me necesitáis, ese es mi número.-dijo la chica entregándoles un trocito de papel.
Los chicos se la quedaron mirando alucinados. ¡Qué hermanas tiene David! La chica estaba rechoncha, pero sus curvas tremendas, sus mechas californianas y su ropa la hacían ser todo un pibón. No se parecía para nada a su hermano, aunque quizás por el pelo. Esas italianas sabían lo que era ligar de verdad.
Mientras tanto, las chicas vieron a Irene deprimida y fueron a consolarla. Ella les contó el beso con Andrei y su actitud. Todas se quedaron sorprendidas, no se esperaban para nada que le llegara ese momento tan rápidamente. Sabían que Andrei la quería, pero no que fuera tan valiente. Ellas aprovecharon para animarla y conseguir organizar una tarde de chicas.
-¿Así que tarde de chicas?-preguntó Laia desde la barra.
-Sí. ¿Quieres unirte? Cuantas más, mejor.
-¡Claro! ¿Hora?
-A las cinco, pero si no te viene bien puedes enviarnos un mensaje y te unes a nosotras más tarde.
-No, no, me viene bien.
-Chicas... ¿Puede venir mi amiga?
-Claro, Irene. ¿Quién es?
-Bueno... Es mi vecina, pero como una amiga para mí. Va a la universidad y sale con un tío increíble.
-¿Tío bueno? Pues que se una a nosotras. ¡Chicas al poder!-chilló Anny y todas la siguieron.
Irene llamó a Sandra y la invitó a pasar la tarde. Ella aceptó encantada. Aprovechó para enviar un mensaje a su amiga Rachel animándola con esa horripilante etapa llamada EXÁMENES. Ella le dio las gracias y le dijo que vendría dentro de dos meses. Irene estaba contenta, tenía ganas de verla en persona por fin. ¿Querría ir Andrei de acompañante después de todo?
Estaban decidiendo dónde irían cuando alguien se les acercó.
-¿Irene? ¿Cómo estás?
-Gibson... Bueno. No lo sé, la verdad.
-¿Puedo hacer algo por ti?
-Pues... ¿Me acompañarías a casa hoy? Me apetece cambiar de compañía.
-Nada de Andrei. –soltó Cris con los ojos fijos en su móvil.
-Y tú nada de Instagram y Twitter. Te pasas el día enganchada a esa pantalla. ¿Y Carlos?
-No lo sé, hoy no estaba muy hablador...
-Pues ahora te dejo con tus amigas, Irene, no os quiero molestar. Nos vemos a la salida de clase.
-De acuerdo. Gracias, Gibson. Eres adorable.-él sonrió y fue a buscar a sus amigos.
Los chicos vieron que Andrei estaba deprimido y le animaron con un partido de fútbol todos juntos. Ese ruso se convirtió en uno más del grupo después de unirse con el grupo de las chicas, y también le cogieron cierto afecto a Carlos, aunque no les hablaba mucho. Quedaron para tener "una reunión masculina" aquella tarde a las seis en casa de Toby, que por lo visto era enorme. Carlos aceptó por Andrei, no le iban mucho las tardes de tíos.
Los Polos Opuestos hablaban del ruso, de las clases, de las chicas guapas de bachillerato y del partido de ayer. Lola apareció de repente.
-Veo que te gusta la morena bajita de allí.-le soltó a Gibson.
-Sí. ¿Algún problema?
-Es la misma que le gusta al rubio de antes.
-Ya. Es mi rival. Y un estúpido.
-Yo me encargo de él. Será tuya muy pronto.
-No quiero estar con Irene porque tú "te encargues de él". Quiero enamorarla de verdad.
-Pues lo vas a tener difícil.-dijo mirando como Andrei iba en busca de Irene seguido de los demás.
-Déjame en paz. Pesada.
-Sí, sí. Luego me lo pedirás de rodillas.
La chica se fue con sus amigas odiosas y Gibson se la quedó mirando. No quería que Irene estuviera con él de aquella manera. Quería conquistarla, otra vez, con su propio esfuerzo, aunque en el fondo lo empezaba a ver todo perdido. Y aunque le costara, lo conseguiría.
Andrei estaba hundido, las palabras de la chica resonaban en su mente, como una tortura constante. Se sintió realmente mal por haber pensado todo eso, y se dio cuenta de que los sentimientos de la chica eran verdaderos. Fue en busca de Irene, pero las chicas le apartaron de ella. Ella le miró apenada.
Y todo eso por un estúpido malentendido.