Dubrovnick era uno de los lugares más turístico en Croacia y lo entendía, era una ciudad grande y hermosa sin grandes edificios de metal como en Los Angeles, solo casas y restaurantes coloniales, la mayoría de estas eran de ladrillo café o blanco con tejados rojos y con un mar hermoso de fondo. Justin conducía y podía ver grandes construcciones que eran hoteles pero parecían más unos castillos.
-Es hermoso.
-Sabia que te gustaría- el me giño y siguió conduciendo, eran cerca de las ocho de la noche pasamos frente a algunos bares donde la música sonaba alto, sin duda estábamos en el centro de la locura, había también algunas fogatas cerca del mar. Rodeadas de adolecentes bailando y gritando mientras cantaban.
-¿Falta mucho?- pregunte.
-¿Impaciente por ver el moño?
Yo me recargue en el respaldo mientras sonreía.
-Ese moño es realmente lindo.
-Faltan solo unos veinte minutos, las casas esta ya cerca.
-Si es tan linda como en las fotos creo que no saldremos de ahí.
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El desacelero en una de las calles donde ya había visto varios carros.
-¿Y la casa?
-Abajo, el salió y abrió una reja blanca para después entrar al estacionamiento, una pared café estaba ahí pero no había ni una ventana.
Ambos salimos del carro y el fue cerrar después vino hacia mí y tomo mi mano.
-¿Y la puerta?
El me sonrió y caminamos hasta la esquina, había otros dos espacios para carros pero yo seguía sin ver la casa, el camino hasta un lado y pude ver las escaleras y por fin un ventana. Comenzamos a bajar y vi hacia el otro lado donde estaba una casa a casi un kilometro, había varios árboles que impedían verla por completo, seguimos bajando por la escaleras y pude escuchar y ver el mar.
Llegamos al final de la pendiente donde estaba la casa y pude ver porque costaba lo que costaba, era muy privada. La casa quedaba frente al mar y para salir teníamos que ir hacia el estacionamiento, el me guio hasta unos escalones apenas había subido dos cuando soltó mi mano. El lugar estaba en penumbras así que espere hasta que Justin prendió una lámpara, estábamos frente a la puerta, me gire para ver la terraza había varios sillones y sillas en tonos blancos y azules y una pequeña mesa de madera. Sin duda seria relajante sentarte a solo ver el mar, me acerque a la barandilla blanca y vi hacia abajo; para ver otro patio de nuestra casa y más abajo el mar, había más escaleras que llevaban hasta los otros pisos.
-Mar privado- Justin estaba atrás de mi – podemos intentar eso que hicimos en la casa de L.A de nuevo.
Yo sonreí mientras mordía levemente mi labio.
-¿Y si pasa una lancha o algo?
-Tendrán un buen espectáculo.
Yo reí y me gire para rodear su cuello con mis brazos.
-Vamos adentro, mañana podremos recorrer la casa.
Asentí y deje que abriera una de las tres puerta, el encendió las luces y pude ver una pequeña mesa con cuatro sillas, en la sala una televisión y uno sillones, había un librero blanco y varios cuadros, había una flores blancas y me acerque a ellas mientras me veía al espejo que colgaba sobre ellas, mis mejillas estaban rojas y el pelo despeinado.
-Hoy vino alguien a ponerlas, pensé que te gustaría.
Asentí mientras aun paseaba mi mirada, el abrió las otras dos puertas dejando que el aire fresco entrara al igual que el sonido del mar. Salí en la última puerta y vi hacia arriba donde había otro balcón. El tomo mi mano y me llevo hacia afuera y pude ver una mesa con más sillas que estaba fuera dejando ver una gran vista del mar, como podría alguien comer con esa vista, un pequeño techo cubría la mesa. El me guio de nuevo y por fin vi las escaleras blancas a mis espaldas, empezamos a subir hasta llegar al tercer piso ambos caminamos por el pasillo y en la primera puerta en la abrió, ambos entramos y pude ver la cama, prendió la lámpara y fue a abrir la puerta también, había una terraza pequeña
El cuarto era blanco y con paredes blancas, la cama era enorme y también con sabanas blancas y un pequeño pabellón, había dos pequeños muebles a los lados con sus lámparas enfrente había un mueble blanco con un gran espejo, en una esquina estaba el closet y a su lado una puerta que daba al baño.
-¿Tienes hambre?
Yo me gire hacia Justin y sonreí.
-He comido como puerca este día en toda la fiesta, así que no...no de comida.
El se sentó en la cama y movió las cejas.
-Te are esperar ángel por que yo tengo hambre así que bajare, ¿quieres algo?
Yo negué mientras busca el interruptor del baño.
-No tardes Justin no me hagas buscar a Chris.
El se levanto y fue a la puerta.
-Nunca.
Yo entre al baño con mi bolsa y cerré la puerta me recargue en esta mientras abría la bolsa para buscar lo ropa que Demi había echado, un pequeño camisón blanco y transparente era lo único que tenia junto con maquillaje y mis tacones.
¿Qué mierda era esa cosa?, no sabía cómo me la iba a poner y salir, era más sutil salir desnuda. Como era posible que me sintiera avergonzada, estábamos casado y el ya me había visto; di un suspiro y comencé a quitar mis tenis y sacar mi pantalón y después mi blusa, las ligas de las medias habían dejado una marca en mi piel, las bragas eran de una tela igual al camisón pero me tapaban lo que debían tapar, no como el camisón que dejaría mis pocos pechos al aire, escuche a Justin moverse por el cuarto y supe que debía cambiarme ya. Me pare frente al espejo y por fin me di cuenta del gran baño, había dos lavabos con grandes espejos, me vi por completo y antes de tener tiempo de acobardarme puse el camisón, vi algunas tollas y mis manos picaron por tomarlas y envolverme pero no lo haría, había una bañera grande sobre unos escalones y a su lado una regadera con paredes de cristal, la taza del baño era lo único normal y no tan ostentoso de ese cuarto. Sonreí mientras veía los toques azules en las paredes, me acerqué a una pequeña ventana de madera y la abrí para dejar que el aire frio entrara y me hiciera destrenzarme, apreté el bolso y cuando iba a salir me decidí a buscar hasta encontrar unos chicles, la menta quemo mi boca pero masque y masque hasta estar segura de que mi boca no apestara....por dios el me había besado un montón de veces cuando apenas había despertado, seguro que nada se compraba con mi aliento por las mañanas.
-Debo tirar la puerta para sacarte- Justin toco la puerta pero no entro y yo sonreí.
-Dame un momento- tire el chicle en el bote de basura y deje mi bolso a un lado del lavabo, me gire hacia la puerta y la abrí.
No me prepare para la oscuridad pero me tranquilizo un poco, una velas estaba esparcidas por todos lados dejándonos en penumbras, y yo busque a Justin.
-¿Cómo hiciste esto?
-Me diste mucho tiempo contigo en el baño- el estaba sonriendo y entonces su mirada bajo por mi cuerpo.
-La culpa es de Demi- hable mientras trataba de no cubrirme.
-Bueno esto sí que es un regalo, creo que comienzo a quererla.
Mi mirada fue a la cama y pude ver los puntos rojos ahora en la sabana blanca.
-¿Pétalos rojos?- yo reí- esto es mucho hasta para mí.
El se acerco y tomo mi cintura.
-¿No te gusta?- el tenia su mirada fija en las medias y en las bragas.
-Siempre y cuando esos pétalos no tengan ningún insecto.
El se acerco y yo incline mi cabeza para ver sus ojos.
-Revise cada pétalo- su mano fue a mi mejilla- eres hermosa.
-Me siento como prostituta.
-He visto a muchas y créeme no te pareces.
Yo rodé los ojos y lo empuje.
-Te amo, ángel.
Mis manos fueron al cuello de su camisa y por fin note el moño.
-¿Qué tal?
-Creo que me gusta mucho, espero hayas descansado- empecé a desabotonar su camisa- porque te ocupare todo la noche.
*Ya que esta es la ultima temporada había pensado en "ayudar" a algunas de las que siguen mi novela :) muchas de ustedes tienen historias muy buenas pero no tienen muchos lectores y aunque yo no tengo un montón de lectores xD me gustaría ayudarlas. Si algunas quieren enviarme sus historias y que yo las lea y al final decida algunas para recomendarlas con lectoras de esta historia, pueden enviármelas por mensaje, elegiré unas cuantas y al final de esta temporada las compartiré para que quien guste las lea. :)*