Cameron dijo esta tarde que tenía que hablar contigo. A juzgar por su expresión, se veía como algo serio. Fuiste a su habitación del hotel y entraste luego de tocar la puerta. Cameron estaba sentado sobre su cama. Te pidió que te sientes a su lado.
—¿Que pasa?—le preguntaste al ver su expresión angustiada.
—Sé que suena tonto, pero...—comenzó a decir. Bajó la cabeza y largo un suspiro. Extrañada, le respondiste que si estaba molesto por algo. Asintió con la cabeza y te miró.
—Me molesta que los chicos estén coqueteando contigo—dijo molesto. Tensó la mandibula y miró hacia un lado—Y lo peor de todo... es que al parecer te gusta.
—Cam, solo jugamos entre nosotros. Sólo eso. Sabes que somos amigos y que yo te quiero sólo a ti—tomaste su mano y él entrelazó los dedos—Nunca quise lastimarte ni molestarte, Cam. Sabes que te amo ¿no?
Una pequeña sonrisa salió de su rostro. Te miró y asintió.
—Y yo te amo a ti.