She Is Something - Stiles Sti...

By orianaarias1

504K 28K 8.2K

Vanessa no sabe quien es, no sabe qué es, ni sabe nada de su niñez. Tiene conciencia desde los 12 años, pero... More

{1} Mexico.
{2} The Party.
{3} Alpha.
{4} Mini Derek.
{5} Triskelion.
{6} Liam.
{7} Wendigo.
{8} Kidnapping.
{9} ''The bite is a gift.''
{10} Lydia's party.
{11} Deadpool.
{12} Search.
{13} The Game.
{14} Parrish.
{15} The third key.
{16} The virus.
{17} Vault.
{18} Scott's Death.
{19} Kate again.
{20} Naked.
{21} Bonfire.
{22} Lost Loves.
{23} Jealousy.
{24} Secret Work.
{25} Worry.
{26} The Trip.
{27} Berserker.
{28} Revenge.
Vanessa's memories.
{B} THE HUNTER.
{C} LEARN TO CONTROL.
{D} OBSTACLES.
Second Part.

{A} WAKE UP.

7.2K 274 20
By orianaarias1

Lo primero que llegó a distinguir en medio de la oscuridad fue el dolor de cabeza que tenía.

Apoyó sus dedos sucios en su sien para tratar que pare, como si fuera a funcionar.

La pequeña niña se levantó del frío suelo de cemento y esperó a que la vista se le acostumbrara a la negrura del lugar donde se encontraba. Cuando lo hizo, pudo distinguir diversas formas en todos lados. No se distinguía mucho.

La niña luego de enloquecer por un momento, se armó de valor para caminar sin ver hacia donde iba. Se dedicó a caminar sin ver nada por unos minutos, el lugar era terriblemente grande, y le dolía todo el cuerpo. Hasta que llegó a una ventana grande donde se filtraba un poco de luz de la noche. De la luna, más bien.

La niña se acercó corriendo hasta allí para mirar hacia el otro lado de la ventana, una media luna se alzaba sobre el cuelo, resplandeciente y hermosa. Se quedó contemplando la ventana por unos momentos, sin saber bien que hacer.

Pero luego de un momento escuchó el ruido de unas pisadas cerca suyo, más bien detrás. Se dio vuelta rápidamente para encontrarse que allí no había nadie, solo una profundo oscuridad.

La niña pensó que era su imaginación, aterrorizada por no saber que pasaba, pero cuando se iba a dar vuelta de nuevo, juró que algo en la oscuridad se había movido. Se le llenaron los ojos de lágrimas ante el intenso horror que estaba viviendo, no quería saber que era lo que vio, pero tenía que hacerlo. Se acercó lentamente a la profunda oscuridad de esa sección del lugar en donde estaba.

Sintió un escalofrío recorrerla al ver como de la oscuridad se distinguía una especie de máscara. Se acercó más queriendo tocarla... pero la máscara se movió.

Un grito quedó atascado en su garganta y se cayó de espaldas. Se arrastró por el piso al ver como esta máscara se acercaba cada vez más y más, dando paso a un cuerpo con un largo tapado. La niña no quiso seguir viendo a la persona o cosa que se alzaba en frente de ella. Así que salió corriendo ignorando el dolor de todo su cuerpo y corriendo como si su vida dependiera de ello, y puede ser que si lo dependiera.

Corrió y corrió sin ver a donde iba pero parecía como si alguien la estaba guiando ya que ella no tomaba los caminos en los que escuchaba sonidos raros. El lugar era un maldito laberinto.

La niña corrió escuchando pisadas fuertes detrás suyo, se cayó un par de veces, ya que al estar completamente a oscuras, no se distinguía nada.

En un momento llegó a una zona donde había más luz gracias a ventanas pequeñas que daban paso a la luz de la luna, alumbrando un largo pasillo. Al final de este había una puerta por donde se veía el exterior. Un arenoso exterior.

Corrió con parte de las pocas fuerzas que le quedaba, parecía que el pasillo se alargaba cada vez más y más. Cuando llegó al marco de la puerta lo único que quería era irse, pero involuntariamente se dio vuelta para ver lo que la perseguía.

Al darse vuelta vio como tres figuras humanas se alejaba, eran borrosas pero se distinguían a tres figuras alejándose, se borraron en un momento para luego seguir caminando, dándole la espalda a la niña, volviendo a la oscuridad.

La niña no esperó a que se dieran vuelta y vuelvan a por ella. Ignoró el dolor nuevamente y siguió cu camino caminando rápido y cojeando.



Había pasado mucho tiempo desde que salió del galpón. La niña se moría de frío, o eso creía ella. Estaba cansada, con dolor y frío. Casi amanecía, y no tenía esperanzas de encontrar a nadie en ese desierto.

Y es que estaba en un desierto. El galpón parecía abandonado en medio de la arena y de unas plantas secas, como cactus o demás. Estaba congelándose con su ropa. Solo tenía un short color crema roto, una remera roja pegada al cuerpo y unas zapatillas negras.

Y todo estaba cubierto de sangre seca.

La niña investigó para ver que parte tenía lastimado y le sangraba tanto, pero estaba ilesa. Lo único que sentía era dolor por debajo de la piel, en los músculos y la cabeza. En especial la cabeza, el cuello y las piernas.

Caminó por horas esperando llegar a lo que sea, una carretera, un pueblo, una ciudad, una persona, alguien. Pero estaba a poco de amanecer y no encontraba a nada ni a nadie. Aún así ella no se dio por vencida.

Estaban filtrándose los primeros rayos del sol y la temperatura empezó a aumentar considerablemente cuando divisó su salvación a lo lejos. Una carretera.

Se arrastró como pudo hasta ella y allí se quedó, esperando a que alguien se apiade.

Estaba medio adormilada y sudando de calor, había esperado un tiempo, no tan largo como antes, pero lo suficiente para que el calor del desierto aumentara y hiciera sudar a la chica.

Tenía los labios secos de la sed.

Estaba a punto de dejarse ir cuando divisó a la lejanía algo que se acercaba en la carretera por en lado derecho. El contorno del aire caliente le hizo desdibujarse un poco pero era obvio que era un camión. Se levantó como pudo y hizo señas de que estaba allí, hasta que calló. Solo esperaba que la viera en medio de la carretera tirada y no la aplaste por error.

Cerró los ojos deseando que la persona que llegó a distinguir bajarse le ayude.



Se despertó y lo primero que pudo divisar fue el foco de luz de la lámpara a su lado, un foco de luz que no alumbraba mucho la verdad. Se levanto del lugar duro donde estaba recostada, pensando que era un piso, pero era un colchón viejo y mugriento.

Dio una mirada a su entorno. El lugar era oscuro pero ciertamente más iluminado de la pesadilla que escapó hace unas horas. Había una ventana en ese pequeño cuarto, revelando que era casi de noche y estaba a punto de salir la luna. Lo cual significaba que se quedó dormida, o mejor dicho desmayada, todo el día, o más de un día, dependiendo de cuanto tiempo pasó luego de que fuera ''rescatada''.

Se acercó a investigar una especie de cocina, cuando se acercó vio un vaso lleno de agua sucia. No era importante el contenido, si no que este se estaba moviendo. Se acercó a la ventana, subiendo encima de un estante de ''la cocina'' y vio que efectivamente se estaban moviendo por una carretera, estaba en un camión.

La niña se bajó de este y siguió buscando entre las cosas. Todo estaba sucio, desordenado y asqueroso, olía feo. Olía a sudor, polvo, mugre y demás. El colchón incluso era un simple colchón fino y con agujeros tirado en el piso. En la sección de la cocina había platos y utensilios sucios desprendiendo olor.

Había solo dos lámparas que iluminaban un poco. No siquiera había baño en el lugar, era solo del lado derecho la cocina, del otro lado un colchón. Y una pequeña pila de ropa sucia a los pies de este último. Toda la ropa era de hombre.

Aún así, la niña se dio cuenta que estaba más arreglada que antes. Tenía su misma ropa sí, pero la sangre seca que tenía antes por debajo de las uñas, la suciedad en el rostro, las piernas sucias y con sangre pegada... todo se había ido. El pelo estaba no tan sucio como antes, pero igual sucio, y estaba seco.

La niña no sabía nada de ella, ni siquiera como era su aspecto, por eso se sorprendió al ver, con la poca luz que tenía, un pelo rubio rojizo y hermoso. Aunque siga un poco sucio, se notaba que era liso pero con un poco de curvas en las puntas.

La niña siguió investigando entre la porquería y de milagro encontró un pequeño espejo roto. Lo tomó con cuidado de no cortarse y se acercó a la luz de la pequeña lámpara.

Era hermosa debajo de esa suciedad.

Pelo rubio rojizo como ya había descubierto, nariz respingada, ojos celestes claros, tenía unas pecas muy suaves en su nariz y mejillas, tan suaves y claras que solo las puedes distinguir si te acercas demasiado. Su piel era blanca, tenía las mejillas sonrojadas y sus cejas y pestañas eran más oscuras que su pelo, sus pestañas eran largas y curvas.

También estaba bien proporcionada con respecto a su estado físico. Pero recién se estaba desarrollando. Ella era delgada, sus caderas se acentuaban levemente, su pecho y trasero tenían una curva leve. Era una niña muy linda y tierna. No parecía pasar la edad de doce o trece años.

La niña paró de inspeccionarse en el pedazo de espejo cuando escuchó una maldición al otro lado de la pared. Era la voz ronca de un hombre.

Se acercó con cuidado a esa pared que estaba muy poco iluminada y vio que había una escotilla cerrada allí. Estaba temblando por dentro pero se atrevió a hablar a través de esa pared, para fijar si el hombre al otro lado la escuchaba.

- ¿Hola...?

Su voz era melódica, y sonaba asustada.

Al otro lado de la pared se escuchó como algo de vidrio se rompía y todo quedó en silencio.

Se sintió como el camión aumentó de velocidad y estuvo así unos minutos hasta que dio una vuelta brusca y se detuvo por completo.

La niña se alejó de la pared con miedo llevando las manos a su pecho cuando escuchó una puerta cerrarse al otro lado de la pared. Extrañamente, y no sabía porqué, escuchaba el corazón de ese hombre. Retumbaba en sus oídos como si estuviera sonando justo al lado de sus orejas y empezó a sudar por los nervios. Ahora no solo estaba aterrorizada, también sentía ira.

Una sensación de poder vigorizador estaba consumiendo su cuerpo. Su pulso se aceleró, al igual que su respiración. Sacudió la cabeza varias veces tratando de pensar pero lo único que podía captar era el sonido del corazón latiendo...

Una puerta se abrió al otro lado del pequeño cuarto en la camioneta, y de allí se asomó un hombre viejo. Parecía de unos cuarenta o cincuenta años, y desprendía olor a alcohol.

El hombre entró el el cuarto y cerró con llave antes de girarse y acercarse más.

Era gordo, de piel blanca lechosa, con el pelo castaño y barba llena de suciedad, sus ojos parecían negros o marrones muy oscuros. Olía asqueroso, a podrido y a alcohol más que nada. Se tambaleaba, mostrando la dificultad que tenía al mantenerse de pie y habló antes de que ella pudiera terminar de analizarlo.

- Así que la gatita despertó... - Ronroneó el bastardo, acentuaba las eses con sonora, se le desviaba la mandíbula al hablar.

- Yo... yo... - La niña no sabía que decir.

Ella tenía miedo pero también estaba muy ocupada tratando de controlarse. La furia aumentaba cada vez más y más y el deseo de sangre también. Sus respiraciones y su pulso aumentaron más si es posible.

- Tú, tú... tu eres hermosa... - Ronroneó el hombre mientras se acercaba lentamente a la niña. - Eres un ángel caído del cielo. Mi ángel caído del cielo... - Le dijo ya cuando estaba en frente suyo, se agachó para hablarle al oído.

- ¿Qué...?

La niña no pudo continuar que el hombre le agarró tan fuerte de los brazos, que seguro le quedará la marca, y la estampó contra el piso con ferocidad. La cabeza de la niña pegó contra el piso y una punzada de dolor se extendió por toda su cabeza, llegando al cuello.

El hombre se puso encima de ella, aplastándola con su cuerpo pesado, y reteniendo sus muñecas para que evitara moverse. La niña sintió más furia y asco cuando sintió cada curva del cuerpo del viejo. Intentó revolverse pero era inútil, él era mas fuerte.

El hombre juntó sus muñecas por encima de su cabeza y las retuvo con una sola mano mientras que con la otra recorrió el camino desde las muñecas, por todo el brazo, llegando a las costillas y luego volviendo para arriba para tocar su pecho derecho. La niña se estremeció del asco y la furia.

Sudaba cada vez más, su pulso se aceleró mucho más y un pitido sonó en sus oídos mientras escuchaba las palabras del viejo abusador encima de ella.

- Eres un pastelito... tan hermosa... Desde que te vi en esa carretera me gustaste y no podía aguantar las ganas de poseerte. Fuiste enviada para mi, estaba tan solo en esta camioneta de mierda todo el día... eres perfecta para mi. Y ahora vas a descubrir como soy yo. ¿Sabes? Yo te bañé un poco, me gusta que mis mujeres sean limpias, no te toqué si piensas que lo hice. Prefiero tocarlas cuando están conscientes... miento, si lo hice, pero no mucho. Me guardé lo mejor para cuando estuvieras despierta, pastel.

Rió con disgusto y cuando se acercó a oler su cuello para después bajar y llegar peligrosamente a los pechos de la niña. Ella no aguantó más y se dejó llevar por la furia.

Se quedó inmóvil un segundo, cerró lo ojos y cuando los volvió a abrir, estos eran de una amarillo ámbar brillante.

Sus dientes se alargaron, su rostro hermoso se desfiguró, sus uñas se transformaron en garras y sintió como rompía sus zapatillas cuando las garras de sus pies salieron. Sus orejas se pusieron puntiagudas y lo único que escuchaban era el corazón del bastardo.

El monstruo de ojos color ámbar rugió con ferocidad alertando al viejo.

El hombre aterrorizado levantó la cabeza y soltó un grito de horror cuando vio a una criatura abajo suyo, era horrible, peluda, con dientes grandes... era la muerte. Su aterrorizado grito se vio interrumpido cuando el monstruo se zafó de su agarré con brusquedad y rompiéndole los dedos en el camino al hombre.

El monstruo empujó hacia arriba el cuerpo del hombre y él se fue volando hasta el techo de la camioneta, dejando una abolladura en el mismo. El hombre aterrizó en el piso para darse cuenta que las únicas dos lámparas que tenía se fueron, por la poca luz de la luna llena que llegaba de la ventana vio que ambas se encontraban rotas en el suelo.

Estaba encerrado en su pequeña habitación, en la parte de atrás de su camioneta, junto con ese monstruo. El hombre se arrastró como pudo cerca de la luz de la luna y se abrazó como pudo las piernas.

Temblaba de miedo, lloraba, sangraba, sollozaba... Cerró los ojos intentando calmarse pero no podía, estaba todo oscuro y no veía nada. Abrió los ojos con cuidado, esperando a que todo sea una pesadilla cuando lo hizo vio dos puntos ámbar mirarlo desde la oscuridad. Gritó.

La niña se abalanzó sobre el hombre y empezó a sacarle la piel poco a poco, disfrutando de cada uno de sus gritos, que se extendieron por toda la noche. Le arrancó pedazo por pedazo, de toda su piel, sin tocar ningún nervio a músculo, o intentándolo. Cuando lo único que quedaba eran los músculos del hombre, ella sabía que seguía con vida, agonizando de dolor, le abrió los músculos también.

Al final el hombre se murió de dolor.



El sol empezaba a salir en la carretera y la niña abrió sus ojos para encontrarse a ella de nuevo llena de sangre seca, pero esta vez era aún más. Y esta vez se acordaba de lo que pasó.

Vio a su alrededor, todo estaba completamente cubierto de sangre. Partes de músculos, piel, huesos rotos, colgaban en la habitación.

La niña se paró rápidamente, atravesó la escena de horror. Abrió con una fuerza sobrenatural la puerta, sin necesidad de llave, antes de bajar vio una foto en blanco y negro. Se agachó a recogerla y vio al mismo hombre sonriendo con cinismo al lado de otro hombre moreno y delgado, dio vuelta y leyó al reverso de la hoja.

'' Para mi buen amigo Tom:

¡Me alegro de que nos hayamos juntado amigo! ¡Ya extrañaba hablar con una buena persona! Que dios te bendiga a ti y a todos tus amigos. ¡Y que nos volvamos a ver!

Tu buen amigo, Rixon.

Pd: ¡Baja de peso! ''

La niña volteó la cabeza para divisar lo que quedaba de su buen amigo Tom. Nada. Solo órganos, carne, piel y huesos, todo separado y cada parte se encontraba en un lugar diferente.

En medio de los órganos, lo que parecían ser tripas, la niña vio una llave. Se acercó y revolvió entre los putrefactos órganos sin hacer ni una mueca de asco para tomarlas. Salió de la parte de atrás de la camioneta y se subió a la puerta del piloto del auto.

No sabía como lo podía manejar pero lo hizo, con sus sentidos agudizados, cualquiera puede hacerlo.

Apartó botellas de licor del asiento y condujo hasta el pueblo más cercano.



Estaba saliendo de la ducha de un motel barato, que consiguió gracias a un poder que había descubierto recientemente, cuando su primer extracto de memoria le llegó.

Se quejó y se tocó las sienes por el dolor.

'' - ¿Así que voy a aprender a matar esas cosas? '' - Preguntó una versión de ella pero un poco más joven.

'' - Así es. Vas a ser una gran cazadora, Vanessa. No lo dudes. ''

La chica se quedó estática cuando el dolor de cabeza desapareció tan rápido por como empezó. Cuando se recuperó del todo, intentó buscarle un nombre a la mujer rubia y atractiva que le hablaba y le enseñaba como sostener un arma. Pero no lo consiguió.

Por lo menos había conseguido algo. Su nombre.

Vanessa.



Continue Reading

You'll Also Like

591K 79.4K 46
Una sola noche. Dos mujeres lesbianas. ¿Un embarazo? ¡Imposible!
3.5K 354 9
Está es una historia alternativa del final de Kung fu panda 2 Aquí después del que el cañon cayera sobre lord shen, este queda vivo pero muy mal her...
666K 86.4K 63
"Y si no eres el amor de mi vida diré que me equivoque de vida y no de amor" Cuando Izuku observó como Kacchan le decía que sería padre, supo que en...
131K 14.6K 34
«ERA COMO VER UNA DIOSA, UNA DIOSA TAN HERMOSA COMO AFRODITA, PERO TAN LETAL COMO LA MISMA ATENEA» Salvar a su pueblo de ALIE suponía el fin de la gu...