She Is Something - Stiles Sti...

Oleh orianaarias1

504K 28K 8.2K

Vanessa no sabe quien es, no sabe qué es, ni sabe nada de su niñez. Tiene conciencia desde los 12 años, pero... Lebih Banyak

{1} Mexico.
{2} The Party.
{3} Alpha.
{4} Mini Derek.
{5} Triskelion.
{6} Liam.
{7} Wendigo.
{8} Kidnapping.
{9} ''The bite is a gift.''
{10} Lydia's party.
{11} Deadpool.
{12} Search.
{13} The Game.
{14} Parrish.
{15} The third key.
{16} The virus.
{17} Vault.
{18} Scott's Death.
{19} Kate again.
{20} Naked.
{21} Bonfire.
{22} Lost Loves.
{23} Jealousy.
{25} Worry.
{26} The Trip.
{27} Berserker.
{28} Revenge.
Vanessa's memories.
{A} WAKE UP.
{B} THE HUNTER.
{C} LEARN TO CONTROL.
{D} OBSTACLES.
Second Part.

{24} Secret Work.

12.7K 636 84
Oleh orianaarias1

Deaton y yo entramos a la casa tan grande y escalofriante que se presentaba ante nosotros.

- ¿Estas seguro de que la rata se esconde aquí?

- Completamente. Patrick tiene su cámara frigorífica abajo, se llevó a la chica hace poco tiempo así que va a estar viva, de momento. - Respondió a mi pregunta mi antiguo jefe.

- Adelante. - Murmuré mientras cambiaba mis ojos a azules brillantes para ver mejor en la oscuridad.

Agudicé mi oído y pude escuchar que abajo de nosotros estaba un hombre hablando y a una persona quejándose sin poder articular ni una sola palabra, estaba vendada.

Bajamos por lo que parecía era la puerta del sótano, escuché como Deaton sacaba algo, una especie de palo de metal que sacó de su chaqueta, los conocía. Eran de esos con electricidad, estaba algo familiarizada con esos. Guardé mis ojos al ver la luz que llegaba de una puerta terminando la escalera.

La temperatura disminuyó notablemente cuando entramos por la puerta abierta del frigorífico, era una sala de metal cubierta de nieve, con cuerpos humanos colgando de ganchos y hacían filas. El hombre estaba de espalda al lado del cuerpo de una chica joven atada de manos y piernas con una cinta en la boca. Sus lágrimas eran negras a causa de su delineador de ojos.

El wendigo se alertó de nuestra presencia cuando la chica nos miró directamente a nosotros por encima de su hombro. Cuando se dio vuelta vimos como sus ojos blancos lechosos y unos dientes afilados nos amenazaban. Le ataqué sin la necesidad de transformarme.

La lucha fue relativamente fácil, el wendigo no parecía joven pero no tenía experiencia en defensa propia, así que unos cuantos golpes después y ya estaba suplicando por su vida. Me hice a un lado para dejar a Deaton hablar con él.

- ¡Esperen! ¡Esperen! ¡La lista de víctimas terminó! ¡Nadie les va a pagar!

- No estamos aquí para matarte, Patrick. - Le habló Deaton mientras se acercaba con calma.

- Estamos aquí para mandarte de vuelta a Eichen House. Donde saben de tus prácticas... culinarias.

El wendigo cayó al suelo inconsciente cuando Deaton le pegó con su arma.

Miré al ''hombre'' antes de darme vuelta y acercarme a la chica que nos miraba asustada en el piso. Me agaché con cuidado de no hacer un movimiento brusco y le retiré la cinta de su boca.

- ¿Son... ustedes son policías? - Fue lo único que preguntó, con miedo.

- Veterinario.

- Estudiante.

La chica nos miró raro cuando contestamos, Deaton y yo solo nos miramos con una sonrisa.

Mi antiguo jefe desató a la chica mientras yo llevaba al hombro, con esfuerzo, al wendigo desmayado. Cuando llegué a la camioneta de Deaton, lo dejé aventándole con brutalidad. Ese monstruo me hizo doler el hombro.

Primero que nada llevamos a la chica al hospital donde fue atendida por Melissa McCall. Luego Deaton aventuró hacia Eichen House. Cada vez que lo veo de nuevo me da mas miedo ese lugar...

Enfermeros nos recibieron con una camilla, donde pusieron al hombre dormido y lo llevaron a no se donde. Ya era su problema.

- Aunque estoy aliviado de tener a Patrick de vuelta bajo nuestro cuidado. De todas formas tengo que advertirles que no hagan esto. - Nos habló el doctor mientras caminábamos por las celdas de los fenómenos sobrenaturales.

No podía evitar mirar a todos esos desgraciados en las celdas...

- Hay una razón que esta sección no figura en ningún plano de Eichen. - Continuó el doctor.

- Hemos llegado al final de nuestro trato. Ahora es su turno. Lo único que queremos es hablar con él.

- La última persona que visitó a Valack abandonó la habitación pero no el edificio... Y todo lo que hicieron es hablar. - Le contestó el doctor a mi antiguo jefe para luego mirarnos a ambos con advertencia, en especial a mi.

- Lo tendremos en mente. - Fue lo único que respondí.


Escuché como la puerta se cerró detrás de mi pero no le presté atención mientras veía a Valack al otro lado de la pared que nos distanciaba.

El hombre rondaba los cuarenta años. Estaba leyendo un libro, lo único que pude rescatar del título eran las palabras ''Médico'' y ''Pavor'', pero no le presté mucha atención. Le presté más atención a la venda que cubría toda su frente, envolviendo toda su cabeza.

- ¿Dr. Valack?

- Deben ser importantes. Normalmente no dejan a gente muy cerca mio. Me dejan leer, desafortunada mente lo único que me consiguen son esas novelas baratas de allí. - Señaló a una pequeña pila de libros en una esquina de la habitación que parecían de romance.

- Esperaba que pudiéramos hablar, soy el Dr. Alan Deaton.

El hombre se interesó cuando Deaton se presentó. Se levantó de su cama y se acercó a nosotros.

- Oh conozco su especialidad Dr. Deaton, y sé que no son gatos ni perros. También sé lo que es ella, en verdad.

- Estamos aquí por lo que sabe sobre la naturaleza sudamericana.

- No. Ustedes quieren saber sobre Kate Argent.

Mi cuerpo se tensó instintivamente ante ese nombre y unas ganas de romper lo primero que se me cruce en el camino se apoderaron de mi.

- Quieren saber sobre La Loba. La trapera. - Continuó.

- Necesitamos saber sobre qué le hizo a Derek Hale. - Le corté ya harta de la situación. - Y si se está muriendo.

- ¿Por qué?

- Por una promesa que hice. A una mujer que quería. - Le contestó Deaton. Sabía de quien hablaba, Talia Hale.

- Tal vez tu deberías escribir las novelas de amor. Si quieren acercarse más, deberán acercarse un poco. - Murmuró mientras veía al hombre a mi lado.

- Nos han aconsejado de que no lo hagamos. Solo queremos hablar. Escuchar lo que sabe.

- Tienen que ver lo que yo se. Para hacer eso, tienen que acercarse. - Nos dijo mientras se quitaba la venda de su cabeza, dejando a la vista el hueco que hay en ella, justo en el medio de su frente.

- No sé mucho sobre trepanación*, pero estoy bastante seguro de que simplemente por haber perforado un agujero en tu propia cabeza, no significa que te hayas dotado de alguna manera con una percepción extrasensorial.

- Acérquese un poco más. Eche una mirada usted mismo, doctor.

Estaba a punto de acercarme para ver y acabar con esto cuando Deaton, sin dejar de mirar al hombre, me detuvo con su brazo y se acercó él.

- Eso es.. venga y eche un vistazo. Vamos...

Deaton se acercó lentamente mientras yo me quedaba atrás también viendo pero en la lejanía. Cuando por fin el hombre de color se pegó a la pared de plástico que nos separaba, algo que nunca hubiera creído si me lo contaban, ocurrió.

El agujero que tenía en la frente se abrió y un ojo nos miró.



Deaton me dejó en frente de la casa de los McCall muy tarde. Había pasado en una especie de trance por unas horas, las suficientes para preocuparme. Cuando abrió los ojos, creí volver a respirar. Fue demasiado tiempo...

- ¿Estas bien..?

Estaba preocupada por el hombre, desde que salimos de Eichen House no me dijo que vio pero su manera de comportarse... trataba de ocultarlo pero parecía un poco asustado o incómodo.

- Vanessa, te prometo que todo está bien. Solo es mi primera vez en esto de ver dentro de una trepanación. Mañana te contaré que vi... 

Le miré un minuto más para ver si de verdad se encontraba bien, no lo estaba. Pero asentí y me bajé del auto para ir a la puerta. Escuché como la camioneta del veterinario se iba mientras abría.

- ¡Ey! Lamento llegar tarde pero tuve que encargarme de unos asuntos con... Deaton...

Estaba explicando y hablando normalmente cuando me percaté de como se encontraban Melissa y su hijo. Estaban en un silencio incómodo y Scott parecía triste y avergonzado. Melissa parecía arrepentida. Me detuve en el umbral y los miré con desconfianza. Cerré la puerta lentamente y por fin me percaté el problema del asunto.

En la mesa se encontraba el bolso con el dinero de los Hale.

- Vanessa, ¿tú sabías de esto?

Miré a Melissa a los ojos luego de mirar a Scott para comprobar si estaba bien.

- Sí.

La madre cerró los ojos con dolor y se tocó el puente de la nariz con su mano derecha.

- ¿Por qué no me dijeron? ¿Por qué lo conservan?

-No dije nada porque no era mío Melissa. No dije nada porque no era mi asunto. Vivo acá momentáneamente y pago pero no uso ese dinero, no era mi responsabilidad. - Contesté seriamente.

- Me podrías haber dicho.

- No. No me correspondía a mi. Y no le llevaría la contraria a Scott, es mi alpha. Por más que te quiera como una familia más, no puedo hacerle eso a él.

- Mamá... ella no tiene la culpa de nada... - Corté a Scott.

- Ni Scott tampoco. Melissa, tienes que entender que vives con dos seres sobrenaturales. Nosotros... escuchamos cosas que no deberíamos escuchar y sentimos los sentimientos de los demás. Sabíamos de los problemas financieros que tienes. Scott se vio tentado a darte todo ese dinero y vivirían como reyes, pero no lo hizo. ¿Por qué? Porque sabe que no es lo correcto. Sí, él lo conservó y no se lo devolvió a Derek, pero por lo menos no lo usó y no cayó en la tentación.

Scott permanecía con la cabeza agachada mientras le defendía y vi como Melissa tragó duro antes de hablar. Se dirigió a su hijo.

- ¿Conservaste el dinero porque estamos luchando un poco?

- Mamá, estamos luchando mucho...

Su madre respiró con cansancio y pena, estaba incómoda con esta conversación. Negó con la cabeza antes de hablar.

- Scott, puedes salvar la vida de la gente, pero no puedes salvarlas de la vida misma. La vida está hecha de lucha.

- Pero no tiene que serlo...

- Cariño-...

- ¿Sabe lo que uno de estos es capaz de hacer? - Tomó uno del monto. - Este nos puede conseguir un nuevo techo. - Tomó otro fajo de billetes. - Y este, paga la resonancia magnética de Stiles. Este otro paga Eichen House... Y este hace que no tengas que trabajar horas extras en el hospital y llegar a casa totalmente exhausta.

- Scott, no te preocupes por Eichen House. Ese tema ya está saldado. - Le interrumpí a su discurso de la tentación.

- ¿Qué quieres decir?

- Pronto lo sabrás, tu sigue.

- ¿Qué hay de este? - Le preguntó Melissa mientras le entregaba otro fajo de billetes.

Este fajo era diferente, este fajo tenía sangre en el.



Metí mi pijama y mi ropa para el día de mañana en la pequeña mochila. Escuché como la puerta se abría e intenté ocultarla pero no lo hice muy rápido.

- No hace falta que la escondas. Ya sé que por las noches te vas a lo de Stiles.

Me reí un poco del comentario de Scott. Lo hizo sonar como si estuviéramos haciendo algo malo en broma.

- Supongo que no lo podíamos ocultar tanto tiempo si vivo con un hombre lobo en la casa...

- Cierto, no hay problema, por lo menos tengo mi cama de nuevo.

Reímos un poco antes de ponernos serios de nuevo.

- Solo, quería agradecerte, por lo de hace un rato. Me defendiste incluso aunque esté haciendo algo mal... aprecio eso.

- Solo dije la verdad, Scott, y no seas tan duro contigo mismo... todos cometemos errores, algunos más que otros, pero vale la pena seguir intentándolo.

Asentí hacia él como despedida antes de salir por la ventana de su habitación con un salto.

El camino a la casa de Stiles fue corto gracias a que fui corriendo a cuatro patas en la negrura de la noche. Trepé por las paredes de su casa para encontrar la ventana de su habitación abierta.

La luz estaba encendida y Stiles estaba con unos libros de la escuela en su cama. Y un marcador en su boca.

- ¿Estudiando?

- Mañana hay una evaluación, por si no lo sabes.

- No necesito estudiar Stiles, ya lo sé. - Murmuré mientras me acercaba a la cama.

Aparté los libros a un lado y tiré la mochila al suelo para sentarme en frente de él y devorar sus labios sin dejar que me conteste.

Él me correspondió envolviendo sus brazos en mi cintura y echándose hacia atrás en su cama, quedando yo encima de él recostada. Gemí en su boca al encontrar su lengua y acariciarla con la mía.

Metí una de mis manos en su pelo acariciándolo y la otra la metí por abajo de su remera, en el cuello de esta, y acariciando parte de su espalda y nuca. Él también tenía sus manos ocupadas, acariciando toda mi espalda por debajo de mi remera.

Le mordí el labio antes de separarme de él. Lo veía desde arriba con mi pelo del lado derecho haciéndonos una cortina de color rubio rojizo.

- Eres una sabelotodo, no es justo.

- Lo que no es justo, Stiles, es tener que esperar a una cita... - Le murmuré con deseo mientras le daba pequeños besos. El gimió un poco.

- Si sigues así... va a ser difícil esperar esa cita...

- Bien.

Le besé en profundidad dispuesta a retomar lo del otro día y terminarlo de una vez por todas, pero él me detuvo.

- Empiezo a creer que no quieres que pase...

- No es eso. Claro que quiero que pase. ¿Quién no querría? Es decir, mírate. Estas muy buena... yo... - Le corte con una risa ante lo nervioso que se puso. - De acuerdo, basta de reírse de Stiles. Me iré a cambiar.

El chico salió debajo mío y ambos nos vestimos para dormir.

Stiles entró a la habitación ya cambiado para encontrarme a mi lista para la cama y acomodándome en esta. Apagó la luz y se acomodó conmigo, mientras le abrazaba por detrás, se volvió costumbre.

Usualmente esa pose es para que el chico abrace a la chica, pero ¿qué puedo esperar con Stiles? Me gusta, me gusta abrazarlo así y parece que a él también. Así nos dormimos.


Me levanté con dificultad a la mañana, el sonido de un motor encendido me hizo despertarme. Me acerqué a la ventana viendo que era el vecino de enfrente cortando el césped. Ojalá que le quede disparejo y feo, solo por despertarme.

Cuando me di la vuelta me encontré a Stiles dormido con la boca abierta y babeando. Me clavé las uñas para no reírme fuerte. Busqué con desesperación mi celular en mi pequeña mochila y le tomé varias fotos así, se veía tan adorable y estúpido...

Me cambié rápidamente con lo que guardé en la mochila ayer y me acerqué a Stiles cuando terminé.

- Stiles... Stiles... ¡Stiles! - Roncaba bastante. - Tienes entrenamiento temprano hoy. Para el gran partido de mañana, ¿recuerdas?

- Hola... - Me reí un poco de él, estaba tan dormido y desorientado.

- Si voy a ver un partido completo de lacrosse será mejor que no la cagues, así que levanta, hora de entrenar.

- No la... voy a... cagar... - Murmuró.

- ¿Recuerdas que tienes que llevarme a la escuela? Dejé a Kim en casa de Scott. ¡Hoy hay evaluación! - Empezó a darme la espalda tratando de dormir más. - ¡El examen! ¡Stiles! ¡Stiles! - Le grité en el oído.

Stiles me apartó de un manotazo. ¡De un manotazo! Gruñí con frustración al ver que no se iba a levantar. Por suerte se me ocurrió una idea de como despertarlo y que se mantenga así.

La agarré por el hombro y le di vuelta bruscamente para que quede boca arriba y me subí a horcajadas encima de él. Stiles se asustó un poco pero callé su grito de nena para besarle con desesperación.

- ¿Qué haces? Ni siquiera me lavé los dientes todavía... - Se quejó luego de separarnos un poco.

- No me importa... - Murmuré para besarle de nuevo.

Estuvimos como quince minutos besándonos en su cama, para luego ver el reloj con desesperación y hacer que Stiles se bañe rápido para irnos. A ese chico le gustaba dormir...



Pasamos los primeros períodos de la escuela y en mi caso, aparte, me quedé a ver el entrenamiento de los chicos.

- ¿Te vas a saltar el último período?

- Sí, Scott me trajo a Kim esta mañana y él también se tiene que ir a la casa de Derek, le va a devolver el dinero de los Hale.

- ¿¡Qué?! - Preguntó Stiles asombrado, él no sabía lo que pasó ayer.

- Melissa lo descubrió, es una larga historia y tengo que irme, te cuento luego. Voy a la veterinaria.

Hablaba mientras veía a Scott acercarse para irse junto conmigo. Le di un rápido beso a Stiles y me fui con él. Le hice mimos a mi camioneta, Kim, ante la mirada divertida y extrañada de Scott.

- Sigo pensando que estas mal de la cabeza al hablarle a una camioneta.

- ¡Hey! ¡Con mi nena no te metas! - Scott se rindió levantando las manos en señal de paz.

Dejé al moreno en frente del edificio de Derek para irme a lo de Deaton. Le encontré mirando al piso y pensativo.

- Que bueno que llegaste, supongo que quieres saber lo que pasó.

- Quiero saber qué es lo que viste que te hizo poner así, Deaton. No te conozco de toda la vida pero sé que lo que llegaste a ver te afectó.

- En esencia, siéntate. - Cuando lo hice, empezó. - Estaba en una especie de... caverna, sobre una mesa de piedra. Supongo que el lugar será La Iglesia, en México. Allí es la guarida de Kate, o en algún lugar cerca de allí. El lugar estaba bastante iluminado por ventanas y era de noche, entraba la luz de la luna... Cuando me bajé de esa mesa vi que había otras a mis costados, solo que en esas había huesos. Los huesos característicos de las máscaras de los berserkers. Al lado de los huesos había un cuchillo, la punta tenía sangre. Cuando lo tomé, todo empezó a temblar... - Y siguió contando su relato, paso por paso.

Mientras más hablaba más inquieto se ponía, pero él siguió relatando, hasta el más mínimo detalle de su experiencia igual. Quien quiera que diga que Deaton era un hombre sin valor, se equivocaba.




Stiles estaba en su computadora mientras yo leía un libro en su cama. Luego de hablar con Deaton y su relato en su visión comprobé que se encontraba mejor y en verdad parecía superarlo para volver a la casa de Stiles, según él, teníamos que estudiar para otro examen que se acercaba, más difícil que el de hoy.

Fuimos interrumpidos por su padre, era raro no verlo vestido con su usual uniforme de sheriff pero se veía más joven así.

- Dejen lo que hacen. Los llevaré a cenar. - Nos anunció con una sonrisa mientras entraba. - Lo que quieran ustedes.

- Papá no creo que alguien con tus deudas deba invitar a cualquiera a cenar... - Murmuró Stiles mientras hacía algo con sus dedos.

- Bueno hay una deuda de la que no tenemos que preocuparnos más... - Le mostró una carta a su hijo.

- ¿Qué es eso?

- Una carta de disculpa de Eichen House. Aparentemente quisieron abandonar nuestra deuda debido a que... bueno, ustedes casi fueron asesinados allí.

Escuché todo lo que dijo su padre y supe que en verdad no era ese el motivo por el cual eliminaban su deuda. Deaton cazó a algunos seres sobrenaturales para Eichen House a cambio de ver a Valack, yo lo hice a cambio de que cancelaran su deuda. Solo que les dije que en la carta pongan el motivo por el casi asesinato, no quería que Stiles supiera a lo que me dedicaba cuando ninguno sabía donde iba. Seguro que me iba a tratar de impedir de que lo haga, solo para no ponerme en riesgo.

Al final, Eichen House hizo lo que les pedí, bien por ellos.

- ¿Pueden hacer eso? - Pregunté haciéndome la tonta.

- Ellos pueden, y lo hicieron. - Respondió el sheriff con felicidad.

-¡Nunca he estado tan feliz de casi haber sido asesinado!

Miré raro a Stiles por ese comentario.

- Bueno no estamos afuera todavía... pero vamos a estar bien. Y al menos de momento, puedo llevar a cenar a mi hijo y a su novia afuera.

Stiles se levantó entusiasmado mientras yo me quedaba tiesa.

Novia... 

El padre de Stiles me llamó su novia en frente de él y Stiles no lo negó... ¿soy su novia? Quiero decir, sería mi primer novio, nunca llegamos a hablar en sí de lo que somos. Nunca llegamos a ponerle un título a nuestra relación... la voz del sheriff me sacó de mi ensoñación.

- Vanessa, ¿cuál es tu plato favorito?

- Oh, venado.

Probablemente nunca le conté eso al sheriff, nunca conté de mi parte carnívora a carne cruda. Cuando iba siguiendo a Kate, había veces que no llegaba a comprar una pizza o ir a un restaurante, o no tenía tiempo de parar para ir a uno, así que tenía que cazar por los alrededores de donde me encontraba. Stiles nos salvó de el silencio incómodo posterior a mi comentario.

- Pizza... a ella le gusta la pizza.

Reí mientras me levantaba y salíamos todos a comer. Stiles me agarró la mano y así viajamos el resto del camino.

*La trepanación es una práctica quirúrgica que consiste en agujerear el cráneo.





Lanjutkan Membaca

Kamu Akan Menyukai Ini

202K 9.5K 47
Alguna vez te has preguntado, ¿Qué sería de ti si perdieras todo? ¿Tú familia? ¿Tú hogar? Incluso hasta ¿Tú planeta?... Y sí ocurriera eso ¿Qué haría...
668K 86.8K 63
"Y si no eres el amor de mi vida diré que me equivoque de vida y no de amor" Cuando Izuku observó como Kacchan le decía que sería padre, supo que en...
141K 10.7K 46
𝐀𝐅𝐓𝐄𝐑𝐋𝐈𝐅𝐄 ❝Maté a todas esas personas...con mis propias manos.❞ 𝐋a violencia y la fragmentación acechaban a Irina M...
381K 25K 96
Todas las personas se cansan. Junior lo sabía y aun así continuó lastimando a quien estaba seguro que era el amor de su vida.