La hija del General

By JanetBeMont

652K 37.1K 5.4K

Después de siete años Jade Asher regresa a Prince George Virginia a pasar el verano con su padre deseando que... More

Sinopsis y Booktrailer
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Mi agradecimiento
"Capítulo especial"

Capítulo 1

31.7K 1.5K 160
By JanetBeMont

—Repite de nuevo ¿Por qué estoy haciendo esto?— le preguntó Jade a su amiga mientras hacía malabares con el celular que estaba entre su oreja y el hombro, al mismo tiempo que sus manos jalaban con fuerza el cierre de la maleta que acababa de hacer.

—Porque hace tiempo no lo ves, quieres que por fin se de cuenta de la mujer responsable y madura que te has convertido y lo mas importante, informarle que tienes planeado utilizar el fideicomiso que te dejó tu mamá de herencia— respondió Claudia al otro lado del teléfono con tono alegre.

Responsable y madura.

Repitió en su mente preguntándose si su padre le creyera si se lo dijera, tal vez le daría un ataque de risa, le diera unas palmaditas en la espalda, luego la miraría con esos ojos inquisitivos y le diría con esa voz grave que de ninguna manera ocuparía ese dinero para su tonto plan.

Se sentó en el borde de la cama, bufó echándose aire al rostro para quitar cabellos rebeldes que se habían soltado de su coleta y tomó el celular con la mano —es que...cuando se me ocurrió la idea de verdad pensé que era increíble pero ahora que el viaje está cerca ya no estoy tan segura— mordió su labio nerviosa.

Y no era para menos. Hacía años que no iba a su casa, desde aquella mañana en la sala de estar mientras discutía con su padre, Jade pudo haberle suplicado que no la mandara lejos pero él  ya había tomado la decisión y cuando él dictaba algo la palabra del General era inquebrantable no importaba lo que dijera o hiciera.

Sabía también que era culpa suya, -en parte- la manera de comportarse desde temprana edad le ocasionaba disgusto a su padre, no era la niña modelo que todos esperaban que fuera sino todo lo contrario; él quería corregir a su única hija pero nunca pensó que fuera capaz de enviarla a un internado hasta que la sorprendió esa mañana con la noticia, ni siquiera le dio tiempo de digerirlo. 

Al alejarla de él y del lugar que ella consideraba su hogar a pesar de que no quería marcharse, le hizo pensar a Jade que la única razón de enviarla lejos fue para deshaserse de la mocosa que todos consideraban rebelde y que siempre ponía en duda la forma que la educaba. Ahora, años más tarde y a punto de regresar a Virginia se preguntaba si su padre notaría que ya no es la misma.

La voz de Claudia le regresó de nuevo el pensamiento a la realidad.

—Amiga, tu idea es muy buena no lo dudes. ¡Al demonio! si no quieres ir nadie te obliga. Llámale, dile que cambiaste de idea y asunto arreglado. Del fideicomiso eres mayor de edad, no necesitas de su autorización. Toma el dinero y huye lo mas rápido que puedas.

—No Clau, tarde o temprano tendré que verlo y  es mejor hacerlo ahora y cuanto antes termine con esto mejor— tenía que probar que siete años la habían hecho madurar. Llamar y decirle que siempre no iba era demostrarle lo contrario —y para serte honesta si tengo ganas de verlo, es la única familia que tengo.

—Entonces ¡anímate! Verás a tu padre, le dirás tu super idea y también tendrás tiempo de ver a todos esos sexys soldados. Me encantan los hombres de uniforme, ¿qué tendrán que prenden tanto? ¡Ay Dios! y que cuerpos tienen, de pensar ya me puse cachonda. Mínimo un taco de ojo te lo darás, en el internado cero especímenes masculinos y en la universidad los más guapos se besaban entre ellos y los menos agraciados unos tarados ¡donde vas testosterona pura! Será divertido si lo piensas.

—Eres una lujuriosa y una perdida— empezó a reír —pero he de admitir que los veranos en la base son divertidos, hay varios eventos, uno es la fiesta en la piscina. Cierra tus ojos e imagina decenas de soldados en traje de baño tipo sunga mostrando sus paquetes. ¡Pienso instalar mi camastro en primera fila!

—¡No juegues conmigo! Tengo una idea, tu vete a Italia con mis padres y yo me voy a Fort Lee a perseguir soldados ardientes en traje de baño.

—La próxima vez será— le respondió riendo aunque la idea no le pareció mal.

—¡Oye! Tu deberías de estar celosa de mi y no al revés, ahora tendré en mi pensamiento a todos esos hombres semi desnudos paseándose frente a tí— dijo con voz chillona —Jade, amiga tengo que colgar, también tengo que preparar maletas. Buen viaje, pórtate mal y niégalo todo. Llama de vez en cuando para contarme tus penas y manda fotos de los chicos mas guapos que veas ¡Y si te ligas uno mejor! Eres la última virgen de Virginia ¡hasta salió verso sin esfuerzo! Tienes que enmendar ese asunto pero ya. ¡Disfruta el verano!

—Ja ja— rió con ironía —No me urge tener sexo y además no es para tanto, en estos días las relaciones sexuales están sobre valoradas— dijo la virgen pensó —y antes muerta que acostarme con cualquier hijo de vecina solo para remediar el asunto, no no. ¡Estamos en contacto amiga! Eso si el general no me encierra en una celda de castigo en cuanto meta la pata, recuerda que él piensa que soy un alma perdida.

—Procuraré rezar por tí todas las noches já.

—Gracias, diviértete en Italia ¡Bye Claudia!

—¡Bye bye linda!

Jade colgó el teléfono y lo aventó a la cama negando con la cabeza y sonriendo. Claudia sabía como hacerla sentir mejor con sus ocurrencias, se conocían desde el internado y se volvieron buenas amigas desde entonces. Eran uña y mugre y se apoyaban la una a la otra en las buenas y en las malas, extrañaría a la atolondrada de grandes ojos grises y cabellos pelirrojos durante el verano.

Tomó con fuerza el asa de la maleta y la puso en el piso junto a la puerta. Mañana partiría desde Carolina del Norte hasta el condado Prince George en el estado de Virginia a pasar el verano con su padre. Cuando la llamó para pedirle que fuera a verlo la sorprendió y se alegró mucho. Robert Asher no era un hombre malo, simplemente no era capaz de comprender la razón de la desobediencia de su hija y eso los distanció de muchas maneras pero en el corazón de Jade había amor hacía su padre aunque no se lo demostrara nunca.

Echó un vistazo a su departamento donde ha vivido durante cuatro años, más que departamento era una caja de zapatos: piso de cerámica color hueso sin brillo; la sala de estar: un sofá de ante color vino, al lado una mesa cuadrada de madera con sus sillas, la cocina separada por una barra de cemento con azulejos color melón, una puerta separa a la recamara donde a duras penas cabía una cama individual y una cómoda, pegada a la cama la puerta del baño y eso era todo. Pero se sentía orgullosa de su "caja de zapatos" porque lo pagaba con su dinero.

Antes de irse de viaje limpió el departamento, aseguró ventanas, se dio un baño con agua caliente para relajar sus músculos tensos, se envolvió en una toalla el cuerpo y en otra su cabello, se paró frente al espejo y quito el vapor del agua que se había formado para mirarse: ya no era la adolescente que hace años salió de Virginia. Había crecido, cambiado.

Ahora era una joven mujer, y aunque no se consideraba tan responsable ni tan madura al menos si se hacía cargo de ella en algunos aspectos. Terminando sus estudios en el internado estudió nutrición en la Universidad Estatal  y si bien el general siempre la apoyó económicamente tratándose de su educación consiguió un trabajo de medio tiempo para pagar ella sola la renta del departamento. 

Si, era distinta ahora y esperaba fervientemente que su padre se diera cuenta de ello y también rogaba en sus adentros que la entendiera cuando le explicara que necesitaba el dinero que su madre le dejó de herencia porque tenía pensado abrir su propio consultorio nutricional.

Se puso sus pijamas, cerró llaves y válvulas del servicio de agua y gas, extrañaría el lugar pero era hora de regresar a casa. Estaba apunto de pagar las luces de su recamara cuando el celular empezó a timbrar sobre la cama, el tono de la llamada indicó que era su padre.

—Llamo para confirmar la hora que llegarás mañana— la voz grave y fuerte al otro lado del auricular hizo que alejara por un momento el celular de su oreja.

—La hora exacta no la se pero llegaré por la tarde, calculo que después de las cinco de la tarde.

—En cuanto el avión aterrice me llamas para que mande alguien que vaya por ti.

—No te preocupes por eso, no voy en avión, viajaré en mi auto— cerró los ojos imaginando la expresión que debió tener su padre en el rostro.

—¿No pensarás venir en el auto de tu madre? Jade, esa carcacha te dejará tirada en medio de la nada.

—Lo llevé con el mecánico y dijo que el motor de mi adorado chevrolet Caprice es mejor que el de los autos modernos, y además nunca me ha fallado. Estaré bien.

—Pero ¿para qué conducir por mas de cuatro horas si en avión tardarías menos de la mitad del tiempo?

Porque estoy un poquito nerviosa y quiero alargar lo mas que pueda mi llegada ¡duh!

Dijo en su pensamiento porque no tenía las agallas suficientes para contestarle eso. Y lo conocía, se escuchó como si le hubiera hecho la pregunta directamente a ella pero no lo hizo, realmente era para él mismo tratando de encontrarle lógica a lo que consideraba una disparatada idea.

—Maneja con cuidado— contestó el general después de una larga pausa.

—Así será señor.

—Estoy muy contento de que vengas a visitarme hija.

—Igual yo papá, nos veremos pronto.

Robert es el primero en colgar, Jade tardó unos momentos con el celular pegado a la oreja meditando en las palabras de su padre, estoy muy contento de que vengas a visitarme, pensó que no importara cuan contento o emocionado estuviera por volver a encontrarse con ella, era la hija de un hombre que hubiera preferido tener un hijo varón. Desde hace años lo ha sabido y lo ha sufrido en silencio.

Dio un suspiro largo y apagó las luces. Mañana sería un día muy largo.


***

Rayder tocó la puerta del estudio del general dos veces y luego entró. Al otro lado del escritorio sentado en la silla de cuero negro estaba su jefe hablando por teléfono, él asintió con la cabeza y le hizo señas con la mano para que tomara asiento. En silencio escuchó parte de la conversación que tenía con la otra persona.

—Maneja con cuidado— dijo —estoy muy contento de que vengas a visitarme hija.

El General Archer colgó el teléfono, se acomodó en su asiento y miró al teniente con familiaridad.

—Señor— saludó Rayder —me informaron que quería verme.

—Así es teniente Hunter, acaba de llegar de de Fort Lewis ¿cómo le fue en el entrenamiento?

—Excelente señor, el campo de adiestramiento para tiro es de los mejores.

—Bien, bien— el general se notaba nervioso y Rayder no entendía el por qué —Escucha teniente— hizo una pausa —dejémonos de formalidades por ahora, Rayder, la razón por la que te he mandado a llamar es porque tengo algo que pedirte. Sé que acabas de llegar de una misión de entrenamiento y recién iniciaron tus vacaciones, por eso lo considero más como un favor personal. Se trata de Jade, vendrá a pasar el verano a Fort Lee y quiero que mientras ella esté aquí tu seas su acompañante, por decirlo de alguna manera. Entendería perfectamente si te negaras a esto que te estoy pidiendo pero antes de que tomes la decisión debes saber que no encontraré a otro mejor para este...trabajo.

Las palabras se escucharon convincentes para el Teniente primero Rayder Hunter, como si de hecho tuviera alternativa y pudiera negarse a lo que le pedía pero sabía bien que no era así, no era capaz de decirle "no" cuando el mismísimo General Asher era quien le solicitaba el "favor personal" y mucho menos podía oponerse cuando la amistad con su superior era de varios años atrás.

Así que a pesar de querer dar en respuesta un rotundo no, Rayder se vio obligado a decir:

—No hay ningún problema señor. Escoltaré a su hija durante el verano— contestó sin tono que denotara descontento.

—Magnifico. Jade llega mañana y me gustaría que cenaras con nosotros, será a las ocho de la noche.

—Señor. No me malinterprete pero no creo que le agrade a su hija que sea precisamente yo quien...la acompañe. La conozco y sé que ella no siente simpatía hacia mi persona en absoluto.

El general asintió —Precisamente teniente, has convivido con ella desde que eran prácticamente niños y estoy seguro no has olvidado como es. Es por esa razón que he puesto en tus manos esta encomienda, sabrás como tratarla y evitaras que se meta en problemas mientras ella esté aquí. Contigo se que no habrá ningún inconveniente.

Vaya que si la conozco.  pensó Rayder.

Jade Asher: rebelde e incontrolable eran dos adjetivos que describían perfectamente a esa chiquilla regordeta de melena desordenada y pecas dispersas en una nariz respingada, a simple vista parecía una inocente niñita.

La realidad es que era una fierecilla indomable, una autentica espina en el trasero de Rayder. A él le tenía especial interés y no en el buen sentido, en innumerables ocasiones lo engorró con travesuras y alguna vez la vio en acción atosigando a otros. Y vaya si era buena en eso.

Esa mocosa era una granada sin seguro, pensaba él, ni su padre que estaba acostumbrado a tratar con hombres fuertes y peligrosos pudo tolerarla y tuvo que mandarla a ese internado para que se encargaran de ella. Todos en Fort Lee hablaron por largo tiempo aunque nunca lo hicieron frente al General Asher, por supuesto.

Y ahora él se encargaría de "cuidarla".

Rayder dijo una maldición en su pensamiento y apretó sus puños a los costados escondiéndolos de la vista del general.

—No se preocupe, lo haré señor.

—Gracias Rayder, sabía que podía contar contigo— Robert se levantó del asiento y caminó a la puerta —ahora vamos al comedor, Greta ya debe tener todo listo, hijo.

Rayder se levantó de la silla, asintió y salieron juntos del estudio en la casa del general Asher. En su pensamiento una oración se repetía.


*****

Hola hola!!

Primer capítulo de esta nueva aventura que hoy inicia! 

Espero que les guste al menos un poquito. 

Voten!  Comenten!  Si quieren claro!

SALUDOS!!

Continue Reading

You'll Also Like

257K 8.6K 38
En esta historia podrás conocer cuál es el destino de los hijos de los ex- alumnos de Hogwarts, es la segunda parte de "El destino de Hermione Grange...
1.9M 135K 90
Becky tiene 23 años y una hija de 4 años que fue diagnosticada con leucemia, para salvar la vida de su hija ella decide vender su cuerpo en un club...
110K 14.5K 173
Entra para obtener más información de la historia 💗
6.7M 281K 74
Molly Johnson es una mesera y necesita juntar mucho dinero para salvar a su hermana. Axel Cavelli es un exitoso empresario y necesita una novia por t...