Narra Brendon
¿Se puede sentir tan bien cuándo estas haciendo algo que esta tan mal? Sé que no debí haber besado a Ryan, no quiero lastimarle los sentimientos otravez, no quiero que le quiten la beca, pero lo quiero a el. Y quería, más bien tenía la necesidad de sentir esos labios morados por el frío.
Intenté no ser egoísta y alejarme de él pero no hay nadie como el y no quiero a nadie como lo quiero a el.
Nos separamos del beso y Ryan se negó a el mismo a mirarme a los ojos, así que sólo miró al piso, con sus cachetes pálidos y sólo sus pómulos rojos por el frío y sus labios morados habían ganado de nuevo color después de encontrar calor en mis labios.
"Ryan, déjame explicar." Tomé coraje de adentro de mi y le tome su carita en mis manos, encontrándome con sus ojos grandes.
De la nada alguien entró al baño y Ryan en un salto rápido se alejó, sin decir nada, alejando sus ojos de los míos de nuevo por unos segundos, y después los volvió a buscar.
"Vamos a otro lugar." Dijo, su voz se escuchaba sin sentimiento alguno y asentí, siguiendo su figura larga afuera del edificio del colegio y entramos a la parte vieja del colegio, donde hace algunos meses habíamos estado y lo asusté; Pero ahora no parecía asustado para nada, a pesar de la oscuridad y todo.
Había una parte en el patio viejo donde tenían unos columpios de fierro todos oxidados y se sentó en uno de ellos, yo me senté en el de junto.
Podía ver su silueta debajo de la luna y de las estrellas, podía sentir los latidos de su corazón y busqué adentro de mi mente alguna manera de acomodar las palabras para que tuvieran sentido alguno.
"Ryan, te prometo con todo mi corazón que no digo mentiras cuando digo que te quiero."
Ryan estaba mirando a sus piernas, tratando de empujarse en el columpio con estas, pero sin tanto vuelo.
"Te quiero mucho, no se que me hiciste pero desde que ti vi te me hiciste muy lindo, y de ahí te conocí mejor y te me hiciste muy curioso, me da mucha ternura como llevas a la escuela tus libros raros de fantasmas, me da mucha ternura como te haces muy valiente con el tema de los fantasmas y demonios, pero que en realidad seas muy miedoso, me da mucha ternura que cuando estés nervioso en clase te trabes al hablar y se te salga esa risita nerviosa adorable, me da ternura como te comes una gomita de esas lifesavers cuando estas triste y gracias a eso te pones muy feliz porque piensas que la vida vale la pena gracias al sabor de las gomitas."
Ryan volteo a verme, algo sorprendido de que yo supiera todo eso, de ahí volvió a mirar al suelo.
"Ry, me pasaban cosas contigo, comprendí que llegué a quererte, me enamore de ti."
Ryan suspiró y se giró al verme algo enojado.
"Porque estas haciendo esto?" Dijo y por el tono de su voz pude comprender que no estaba enojado, si no que tenía miedo, pero no a nada paranormal, si no a ser lastimado de nuevo por el mismo idiota que soy yo.
"Porque mereces una explicación, y entiendo que igual y no me quieras ver la cara jamás en la vida y que me odies y esta bien; pero lo que no quiero es que dejes de creer que alguien, quien sea te puede querer." Dije y él estaba mirando prestandome toda su atención, y esto hacía que mi corazón latiera más rápido.
"Te quiero mucho Ryan, pero no puedo estar contigo, sabes que mi papa es alguien importante en la sociedad..." Dije mientras el asintió con la cabeza. "Y no me dejó estar contigo, no puedo arriesgarme porque el es capaz de muchas cosas..."
Me dolió decirlo, pero así Ryan tendría una explicación y almenos podríamos ser amigos si me iba con suerte.
De la nada como el fierro de los columpios estaba muy viejo se rompió por nuestro peso y nos caímos.
"Te pegaste?" Dijo Ryan cuando estábamos en el piso, ninguno de los dos se molestó en levantarse.
"No." Dije, Ryan asintió con la cabeza y después de unos segundos de silencio incómodo se empezó a reír todo tierno.
Sonreí mirándolo.
"Wow, sentí que volé con la caída." Dijo entre risitas se giró a mirarme, con todo su fleco en sus ojos.
Sonreí más y me reí también.
"No me la esperaba." Dije entre risas, su risa era contagiosa y dulce.
De la nada Ryan tomó mi mano, wow, eso tampoco me lo esperaba.
"Brendon, podemos intentar?" Dijo con ojos de perrito todo tierno, yo no tenía la respuesta. "Mira, Bren, intentemos, no le diremos a nadie, nadie sabrá y así tu padre no se entera." Dijo y no podía dejar de mirarle los hermosos ojos y le acomode los pelos para verlos mejor. "Porfavor Bren, intentemos, porque yo también te quiero, y no perdemos nada."
Mis labios le dieron la repuesta porque nos besamos y de ahí no dijimos nada, sólo nos acercamos más el uno al otro y nos quedamos tirados en el suelo sobre fierros tomados de la mano viendo las estrellas.