Dadle like y compartid la historia y tendréis mi amor incondicional :3.
Capítulo XII:
Cogí una copa de champán de la enorme mesa. Bebí un sorbo, observando a la gente que había asistido al baile de máscaras. Todas las chicas parecían estar locas por conocer al príncipe. Qué penoso.
Una alegre melodía que resonó por toda la sala me sacó de mis pensamientos. Todas las caras observaban en la misma dirección. Me di la vuelta y vi al rey y a la reina bajar por la gran escalera. Una punzada de odio recorrió todo mi cuerpo, obligándome a dejar la copa sobre la mesa para no romperla. Aún no había olvidado la palabra que uno de los soldados enemigos había gritado al asesino de Amber...
*flashback*
El eco del disparo resonó en mis oídos. Alertado por el ruido, un soldado nuevamericano apareció corriendo en nuestra dirección.
-¡Majestad, hay que irse!
Fijé mis ojos en los de Amber, apagados, sin vida. Parpadeé, y todo parecía ir a cámara lenta.
El hombre retiró la pistola de su sien y me miró por última vez con un sentimiento que no pude interpretar, estaba demasiado ocupada tratando con el caos chillando en silencio dentro de mí.
Salió corriendo detrás del soldado, dejándome sola en la oscuridad de la noche con una sola palabra resonando en mi cabeza: Majestad.
*fin del flashback*
Me apoyé en la mesa. Cogí una gran bocanada de aire y lo expulsé lentamente de mis pulmones. Debía estar calmada para seguir con el plan.
Súbitamente, una mano se posó en mi hombro, sobresaltándome.
-Perdone, pero... ¿nos hemos visto antes?
Sin volverme siquiera, le contesté tajante.
-Será mejor que cambies de táctica para ligar, esa ya está muy vista.
Sacudí mi hombro y volví a coger mi copa de champán mientras me alejaba. Definitivamente, necesitaba un trago.
*.*.*.*
Me desabroché el vestido y sentí mis pulmones llenarse de aire. Por fin. Lo lancé a la otra punta de la habitación y me puse un camisón. Mientras me dejaba caer sobre la cama, repasé mentalmente la distribución de la primera y segunda planta del palacio.
Descolgué el teléfono fijo de la habitación y llamé a mi contacto.
-Ya tenemos localizadas todas las entradas y salidas.
Después de oír atentamente las novedades que tenía para mí el contacto, colgué y me pasé una mano por el cuello. La tensión del día se había acumulado en mí lentamente, y parecía querer salir toda de golpe.
Respiré hondo e intenté relajarme. Como sabiamente decía mi tía, no conseguiría nada poniéndome nerviosa, pero solo acudían a mi mente imágenes de esa fatídica noche. Y nunca podría librarme de ellas, porque, aunque yo no hubiera apretado el gatillo, me sentía responsable por la muerte de mi hermana. Pero sabía que no era la única culpable. Yo estaba pagando por ello a cada segundo de mi vida, y el hombre que la mató no tardaría en hacerlo también.
41b,
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N/A
¡Holaap!
¿Cómo vais? ¿Bien? Me alegro :).
¿Os ha gustado el capítulo? Sé que es un poco corto, lo siento. De hecho, hoy quería hablaros sobre eso: he recibido algunos comentarios quejándose de que los caps son demasiado cortos. Lo siento. La historia ya está terminada en un Word, así que no puedo hacer muchos cambios, pero he pensado que, para compensar, a partir de ahora actualizaré tres veces por semana: lunes, miércoles y sábado. ¿Está bien o preferís que siga como hasta ahora?
Y, bueno, eso es todo.
Un abrazo y muchos bizcochos de colores ;),
Constança❤.