"El Elemento Perdido #1: Fueg...

Da DanielaHernandez1940

1.8M 147K 17.8K

Alexia Raven tiene una vida perfecta: familia perfecta, popularidad, belleza y todo lo que una chica de 17 añ... Altro

"CAPITULO 1"
"CAPITULO 2"
"CAPITULO 3"
"CAPITULO 5"
"CAPITULO 6"
"CAPITULO 7"
"CAPITULO 8"
"CAPITULO 9"
"CAPITULO 10"
"CAPITULO 11"
"CAPITULO 12"
"CAPITULO 13"
"CAPITULO 14"
"CAPITULO 15"
"CAPITULO 16"
"CAPITULO 17"
"CAPITULO 18"
"CAPITULO 19"
"CAPITULO 20"
"CAPITULO 21"
"CAPITULO 22"
"CAPITULO 23"
"CAPITULO 24"
"CAPITULO 25"
"CAPITULO 26"
"CAPITULO 27"
"CAPITULO 28"
"CAPITULO 29"
"CAPITULO 30"
"CAPITULO 31"
"CAPITULO 32"
"CAPITULO 33"
"CAPITULO 34"
"CAPITULO 35"
"CAPITULO 36"
"CAPÍTULO 37"
"CAPÍTULO 38"
"CAPÍTULO 39"
"CAPITULO 40"
"CAPÍTULO 41"
"CAPÍTULO 42"
"CAPÍTULO 43"
"CAPÍTULO 44"
"CAPÍTULO 45"
"CAPÍTULO 46"
"CAPÍTULO 47"
"CAPÍTULO 48"
"CAPÍTULO 49"
"CAPÍTULO FINAL"
PRÓXIMAMENTE

"CAPITULO 4"

54.4K 4.2K 834
Da DanielaHernandez1940

—¿Asesinato?, por favor, tiene que haber algo mal con esto.

Nathan al igual que yo, tampoco podía creerlo y no era sorpresa alguna. Era un insípido pueblo donde nada fantástico pasaba. Las novedades aquí eran gente nueva, los chismes y todo lo que pasaba en las grandes ciudades.

—Puede ser, fue por eso que no me pareció bueno que invitaras a esos chicos.

—Vamos Alexia, no seas paranoica,  además...

—¡Paranoica! —grité—, ¡sólo me preocupo!, podrían ser unos malditos  maniáticos asesinos o algo peor.

Nathan soltó una carcajada, se reía de mí obviamente y me abrazó de nuevo. Claro, quería que me callara. Y surtió efecto. El sólo inhalar su aroma me calmaba al instante.

—Tú debes dejar de ver películas de terror. Te estás traumando muchísimo, ¿de acuerdo? 

No importaba mi respuesta, no podía demostrar que no tenía miedo de esto.

—De acuerdo.

Tenía que olvidarlo, al menos sólo por esta noche, mis planes involucraban emborracharme, bailar y muchas cosas. Ya me fijaría en esto luego. Tal vez Daniel nos contaría algo, después de todo el pueblo estaba involucrado.

—Ahora si, relájate, cámbiate y volvamos a la fiesta.

...


Sin darme cuenta la noche había caído encima de nosotros. La fiesta era una maravilla. Me la había pasado todo el rato nadando, bailando, tomando, y mucho, pero aún no se nublaba mi vista. Estaba bien por el momento.  Vanessa, bueno, ella estaba extasiada, incluso más de lo que yo habría querido y eso me daba mala espina. La perdí de vista durante un buen rato y honestamente no presté atención a lo que estuvo haciendo ni con quién estuvo toda la tarde.

Lo que me tenía con más curiosidad era Lena. Desde que había hablado con ella, desapareció y el chico que la llamó también. Era imposible que ya se hubieran enredado, aunque conociendo a Lena, el efecto de sus encantos y el hecho de que ellos dos ya se conocían desde hace tiempo al parecer, tal vez lo haría posible.

En cuanto a los otros chicos, sólo estaban sentados tomando una o dos cervezas. De vez en cuando, los vi entablando conversación con algunos compañeros de la escuela, pero no duraba mucho. Me ponían nerviosa y a la vez de mal humor. Los dos no dejaban de mirarme, aunque lo hacían de forma completamente distinta; Peter me veía con curiosidad tal vez, algo normal, pasable y mostraba una sonrisa amable a ratos. Pero el otro, bueno en pocas palabras me estaba dando un buen repaso, tenía la mirada del típico idiota conquistador. Nathan lo notó, pues no se había despegado de mi. Les lanzó miradas asesinas a ambos y funcionó, sólo por un momento.

Eran ya casi las diez de la noche y nadie parecía cansado, yo por mi parte estaba demasiado ebria. Me senté por un momento, si seguía bailando un poco más, vomitaría en proporciones descomunales.

—¿Te das por vencida tan rápido mujer?

Anthony se sentó a mi lado con una sonrisa estúpida en el rostro. Al menos no era la única en este estado.

—Creo que sí, pero quién sabe.

Lo golpeé en el hombro sin ninguna fuerza y él me dio otra cerveza.

—¡Alex! —lancé la botella contra el árbol.

Rayos, Dëni iba a matarme. Me levanté tambaleándome un poco y por supuesto al verme, su cara se tornó molesta.

—¿Qué pasa? —no reconocía ni mi propia voz.

Por favor, no vomites.

—Vanessa está super pérdida, el idiota de Steve le dio algo más que cerveza.

Maldita sea, eso no era bueno. Steve era el vendedor oficial de hierba y cualquier droga posible en la escuela. Era malo, muy malo que Vanessa hay estado con él. Por eso actuaba así de raro.

—Diablos

—Sí, diablos —Dëni estaba que se la llevaba el diablo—, si Carlos la ve en ese estado nos matará, ¡especialmente a nosotras!

¿Qué rayos íbamos a hacer?

Dëni tenía razón, Carlos nos mataría. En primera por dejar que Vanessa se pusiera así, en segunda porque fuimos las responsables de esta estúpida fiesta y había más razones, pero no quería ni saberlas.

—Escucha ve a buscar a Lena y a Nath, tendremos que llevarla a casa ahora.

Dëni se perdió entre la multitud y yo fui cuidadosamente a buscar a Vanessa y a Steve. Lo mataría. Cuando por fin la encontré, ésta estaba apunto de tomarse otra cerveza. Se veía extraña. Estaba pérdida. Y nosotras también.

—¡Alexia, hola! —sus ojos se veían vidriosos y la voz estaba apenas entendible.

—Te mataré.

Tomé su cerveza y la arrojé al suelo. Steve me miraba divertido. Estaba dopado hasta el trasero. ¿Cómo podía hacerlo?... Tú lo sabes.

—Vamos Raven, ya tiene dieciocho, ella sabe perfectamente lo que hace.

Lo tomé de la camisa y lo levanté del suelo.

—Sí, idiota, ella sabe lo que hace ¡cuando esta sobria!, por si no lo recuerdas, su padre es policía, si la ve en ese estado, nos irá muy mal, en especial a ti.

—¿Qué ocurre?

Lena y Nath llegaron con compañía. Ahí estaban esos chicos de nuevo. Esto era un asunto privado.

—Alexia arruinando todo, eso pasa —Vanessa me miró enojada. 

Pero qué rayos. Sólo ebria le daba el valor de decirme las cosas o qué.

—Nessie, tenemos que llevarte a casa —Dëni la tomo por los hombros pero ella la apartó.

—¡No, esta es mi fiesta! —gritó furiosa—, así que no me iré, sólo porque no es una fiesta suya quieren que acabe. ¡Esta vez no son el centro de atención!

Todos miraban a Vanessa algo sorprendidos. Los borrachos y los niños siempre dicen la verdad. ¿Ella se sentía así con nosotras?

—Déjala festejar —Cedric me pasó un brazo por los hombros—, después de todo es su fiesta.

Lo empujé y Nath se acercó a mí. Tenía los puños muy tensos.

—Disculpa ¿quién eres tú? —pregunté.

—Vamos, me conociste hace...

—Oh ya lo recordé, no eres nadie, así que no te metas en asuntos que no te incumben.

Dicho esto, me fulminó con la mirada, pero me daba lo mismo. Él no era nadie o al menos no para mi. Y no debía meterse donde NO lo llamaban. Dio media vuelta y se fue. Lena contuvo una risita burlona y alzó las cejas hacia mi. ¿Qué?

—Oigan hay que llevarla a casa ahora.

Dëni estaba muy ansiosa y molesta, se notaba a kilómetros de distancia.

—Yo las llevaré —Nath ya tenía las llaves de su camioneta en la mano.

—¿En serio? —Dëni parecía ofendida—, estás igual o peor de ebrio que ella y aún así quieres llevarnos. ¡Estás loco!

—Con esto lo pueden solucinar, galletita —Anthony nos extendió una bolsita—, vamos, no hay de otra.

Dëni abrió los ojos, sentí que se le saldrían de las cuencas. No estaba de acuerdo en que Nath y yo hiciéramos esto.

—Alexia —advirtió—, papá te matará si se da cuenta.

Tomé la bolsita y fui hacia la mesa de los regalos.

—No pasará de nuevo — dije un tanto ansiosa—, lo prometo, esto es solo una emergencia.

—Eres imposible y una idiota también. Los espero en el auto.

Sabía que esto podía darme muchísimos problemas. Pero ahora era la única solución. Además tenía casi dos años sin consumir drogas, un poco no me mataría. Me incliné hacía abajo y de un solo jalón, inhalé toda la parte que me tocaba. ¡Vaya! Eso se sintió genial. Ya lo extrañaba, aunque odiara admitirlo. Nathan hizo lo mismo. Ambos volvimos a la vida.

—Listo —me sonrió—, llevemos a Vanessa al auto.

La ayudamos a levantarse y esta vez no puso objeción alguna. Ni siquiera se movía. Tony y Nath pasaron sus brazos en los hombros para que pudiera caminar. Veinte minutos y ya todo estaba guardado en el auto de Lena y unas cuantas cosas más en el de Nath. Al parecer la fiesta se hubiera arruinado de todas maneras.  Rayos y truenos comenzaron a aparecer en el cielo. Y sin siquiera esperarlo una fuerte lluvia empezó a caer sobre nosotros. Mierda. Corrimos hacia los autos. Los chicos metieron a Vanessa con Dëni en la parte trasera del auto, sólo rogaba a Dios que Vane no vomitara.

—¿Segura que no quieres que vaya con ustedes?

Lena ya estaba empapada y estaba preocupada. Sorprendentemente era la única más o menos sobria. Quería que viniera con nosotros, pero su mirada hizo que descartara la idea. Aún seguía enfocada en ese chico. Lo que me recordó algo. El auto ya no estaba. ¿Quién pudo componerlo?

—Tranquila todo estará bien —le dije—, te llamaré si algo sale mal.

Me dio un rápido abrazo y ambas subimos a nuestros respectivos autos. Quise ver a Dëni por el espejo retrovisor pero ella me evitaba. Estaba muy molesta, tendría que hacer un gran esfuerzo para que olvidara esto.

La lluvia era terrible y era muy riesgoso que Nath manejara rápido, así que llevaba una velocidad considerable. Los limpiaparabrisas no ayudaban ni un poco, la vista era un asco y las luces alumbraban apenas lo suficiente. Si íbamos a este ritmo, llegaríamos a la casa de Vanessa en treinta o cuarenta minutos probablemente.

Comenzaba a sentirme ansiosa, no  quería llegar a casa, algo me decía que Daniel estaría ahí esperando, mi aspecto me delataría y ya no quería problemas con él. Ya no quería decepcionarlo. No más.

Un fuerte golpe me sacó de mis pensamientos. Algo nos había dado en el lado izquierdo.

—¡Oye!, —Nath sonó la bocina varias veces— abrochen su cinturón.

—¿Qué fue eso?

Dëni trataba de abrochar el cinturón de Vanessa pues ésta estaba totalmente inconsciente.

—Tranquila, debe ser por la lluvia.

O no.

Otro golpe sacudió el auto. ¿Quién era? Me sujeté del tablero del auto tratando de ver algo pero nada.

—Baja la ventana —dije.

Nath me miró como si estuviera loca, pero lo hizo.

Aún en la tupida lluvia distinguí una camioneta negra. Pero, esto no podía estar relacionado con lo ocurrido en Forbesville, Carlos no dio más detalles, sólo dijo una camioneta. Nos golpeó de nuevo y caí hacia atrás.  Mi cabeza se impactó en la ventana. ¡Auch!

—¡Nathan, acelera!

Dëni tenía el rostro lleno de lagrimas. Estaba aterrada. Al igual que yo. Nathan pisó más fuerte tratando de perder esa camioneta pero no funcionó. Logró alcanzarnos de todas formas.

—¡Vuelve a tu carril imbécil! —gritó sonando la bocina como loco.

Y nos golpeó de nuevo. Si no escapábamos de esto, acabaríamos muertos.

—¡Alex, tengo miedo! —tomé las manos de Dëni, las tenía muy frías.

—Tranquila, de acuerdo, ya pasará, ya pasará.

Por favor, por favor, déjanos tranquilos.

—¡Alexia! —Nathan gritó—, ¡siéntate, hay una curva más adelante!

Aferró sus manos al volante y pisó con muchísima más fuerza el acelerador. Podíamos lograrlo. Casi al llegar a la curva algo llamó mi atención. La camioneta iba a la par con nosotros y una de las ventanas bajó. Algo brillante. Azul, violeta tal vez, no sé, era...

Un último golpe y sentí todo en cámara lenta. El auto giraba y nosotros igual. 

Los gritos se apagaron poco a poco hasta que sólo quedo el silencio y la oscuridad.

Continua a leggere

Ti piacerà anche

810K 12.1K 5
Mis dedos se deslizan por las páginas con rapidez, mi mente emana pensamientos extraños a medida que caigo en cuenta de lo que tengo en mis manos. El...
17.9K 1K 26
Lucy Boons Lood. Una chica de 17 años que fue ingresada a un "centro de ayuda" como resultado de haber atacado a un miembro de su familia. Este luga...
147K 7.7K 55
Mei era una de las chicas del montón, la típica adolescente feliz con sus amigos y que le iba bien en la escuela. Quien sabría que la vida de Mei ca...
474K 50.5K 62
Esta es la historia de una mujer que intentaron casar con muchos lords, pero que se enamoró de muchas princesas. ~~~ Monarca es la historia de la pri...