Narra Ryan
Me acerqué más al rostro de Bren para admirarlo un poco: sus ojos, grandes y brillantes, su boca demasiado rosa, creo que incluso debería de haber una crayola con el nombre /rosa labios de Brendon/ y aparte de tener este hermoso color, tenía los labios demasiado carnosos, y bueno, besables...
Cerré los ojos y recolecté todo el valor que tenía adentro de mi cuerpo. Respiré su aire, su aliento se sentía como mentas y era frío, era un aroma que me agradaba y me ponía más nervioso.
No sólo mi corazón, pero sentí que todo el mundo entero se detuvo por un instante al momento en que nuestros labios rosaron, y de ahí sentí como latía a mil por segundo.
Brendon hizó un moviento de su cara, como poniéndola de lado para hacer un poco más intenso el beso, nada brusco, todo lo contrario, tierno.
Brendon subió su mano a mi mejilla, yo lo abracé por la espalda, entonces el empezó a bajar su otra mano por mi cintura, y yo moví mi cadera para quedar sentado en la mesita del pupitre mientras el estaba en la silla, se acercó más y empezó a recorrer mi mejilla con su dedo pulgar, se sentía muy rico que hiciera eso.
De la nada se escuchó como que querían abrir la puerta y Brendon se separó de mí lo más rápido que pudo y acomodó su cabeza encima de mis piernas (cosa que me hizo sonrojar aún más) y cerró los ojos, haciéndose el dormido.
"Urie?" Preguntó el profesor Lester, quien fue quien abrió la puerta.
Le hice una seña con la mano, señalando al Brendon /dormido/ en mis brazos.
El profesor suspiro y giró los ojos.
"Despiertalo y que me vaya a ver a mi salón lo antes posible." Dijo y sonrió un poquito. Asentí y se marchó, suspire aliviado y dejando ir toda la tensión que sentía.
De la nada se escucho una risita del otro lado del salón de detención.
"Woah, casi los cachan." Sonrió Kitty.
"No estabas dormida!?" Exclamé apenado de que ella había visto eso.
"Si, pero eso no quiere decir que no esté en todo." Guiñó el ojo y volvió a recostar la cabeza sobre el pupitre.
Brendon seguía haciéndose el dormido así que, demasiado apenado pique su hombro.
"B-Brendon? Era el profe Lester, ya se fue, quiere verte.."
Brendon levantó su cara y sonrió poquito, sus mejillas estaban rosas y asintió.
"Kay." Se levantó del banco y se dirigió a la puerta, pero luego como que pensó dos veces y se regresó al pupitre donde estábamos, tomó mi cara con sus dos manos y me dio un beso de piquito, luego se alejó sin mirar atrás y se marchó.
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Brendon caminó hacia el salón del profesor Phil Lester, su cabeza estaba en el beso con Ryan, en todo Ryan más bien; en la forma en la que habla, la forma en la que camina mirando al suelo, en como se forman unos hoyuelos en sus mejillas cuando sonríe, su risa, sus facciones, la cara que pone cuando algo lo pone feliz, la cara que pone cuando piensa, en sus ojos, su nariz, su cabello de Dora la exploradora y las bufandas que utiliza, en su cuerpo, en todo lo que dice...
Tocó la puerta del salón y se escuchó un "pase" y entró.
"Buenos días profesor Lester, quería verme?" Dijo fingiendo un bostezo.
Phil asintió con la cabeza.
"Siéntate porfavor."
Brendon asintió y tomó asiento.
"Brendon.." Phil lo miró con sus ojos azules. "Señor Urie, la profesora de biológicas me informó que aparte de que lleva reprobada la materia, tiene una conducta muy mala..."
Brendon se encogió de hombros y se hecho para atrás en la silla todo valemadrista, Phil suspiró.
"Escucha Brendon, yo te puedo ayudar con eso de las tutorías para que pases, pero si te sigues portando mal ella no va a querer pasarte y dado a que también tienes matemáticas, taller de lectura y redacción, ciencias sociales, DHP, y químicas en riesgo de reprobar..." Suspiro de nuevo "Vas a reprobar el semestre, te tienes que aplicar no te puedes llevar más de 4 materias a extraordinario."
Brendon asintió con la cabeza, con cara de /oh okay y a mi que mi importa/ pero por dentro si le afectaba ser un fracaso.
"Escucha, Bren, nadie más que tú puede cambiar las cosas, si quieres reprobar y no te quieres graduar con tu generación el próximo año, es tu bronca.
Brendon asintió y se fue del salón, lo único bueno de ese día, y según el de toda su miserable vida era Ryan Ross.
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Pete estaba acostado bajo la sombra de un árbol en el recreo, comiendo cereal de una bolsita de plástico y Patrick estaba sentado junto a el estudiando para matemáticas que al siguiente periodo tenían examen.
"Encerio no estudiaste nada de nada Pete?" Preguntó Patrick curioso e incrédulo porque el examen estaba más difícil que nada.
"Nah" dijo Pete con la boca llena de cereal.
"Por lo menos de sabes la fórmula general?"
Pete asintió con la cabeza.
"X cuadrada es igual a Y cuadrada"
Patrick se llevo una mano a la frente.
"No, b positiva o negativa es igual a la raíz cuadrada de..."
"Patrick?" Pete lo interrumpió. "La verdad no quiero estudiar, Frank me pasa todo el examen" sonrió tiernamente.
Patrick asintió nervioso, todos eran sus amigos, pero el le tenía más confianza a Pete, ya que a todos los lugares a los que se mudaba por el trabajo de su padre sus /amigos/ lo terminaban tratando como basura o traicionado, y Pete, por alguna razón le daba seguridad a Patrick. Patrick pensaba que si no hablaban de la la escuela no tendrían nada más de que hablar...
"Hey, Trick, cuéntame de como era en Chicago." Sonrió Pete una de las hermosas sonrisas tiernas de Pete.
Patrick sonrió.
"Era muy divertido.." Mintió, le hacían la vida imposible en la escuela. "La pizza de ahí es muy buena."
"Encerio?!" Pete sonrió más, de oreja a oreja. "Wow mi comida favorita es la pizza."
Patrick sonrió y se rió poquito.
"Mis abuelos son dueños de una pizzería... Cuando vayas a Chicago conmigo te doy toda la pizza gratis que quieras."
Dijo todo seguro, como si Pete quisiera ir con el.. Luego pensó que no, que Pete no quería con el y su cabeza se empezó a llenar de los pensamientos problemáticos que tenía.
Pete frunció en seño y tomo la mano de Patrick sonriendo amigablemente.
"Hey, okay, muchas gracias, me encantaría ir a la pizzería de tus abuelos, cuando nos graduemos y junte plata vamos a Chicago, va?"
Patrick sonrió, sus pensamientos malos desaparecieron.
"Okay." Se empezó a reír el mismo, riéndose solo de un recuerdo. "Pete, tenemos un columpio ahí en la pizzería..Y.." Seguía riéndose, Pete sonreía porque Patrick no podía con el mismo, pensaba que su risa era demasiado adorable.
"Cuando éramos chiquitos mi hermano Kevim y yo pensábamos que el columpio podía llegar al cielo y entonces.." Seguía riendo. "Un día intentemos darle toda la vuelta y así fue como me rompí el brazo." Sonrió su sonrisa adorable de Patrick. "Pero no me arrepiento, fue de los mejores días de mi vida."
Dijo hurtando un poco de cereal de Pete, quien lo veía con ojos enamorados, sintiéndose distraído de todo, y atraído por todas las cosas que Patrick le decía y la manera que las decía con tanta emoción.