Scott, Stiles y yo pusimos en una radio la grabación que encontré en la bolsa luego de haber contado el dinero, hablaba de la lista de las victimas, una voz hecha por computadora o similar, cuando la grabación terminó Stiles habló.
- ¿Alguna vez hicieron una transferencia de dinero?
- No con tanto dinero. - Contestó Scott. Yo solo negué con la cabeza.
- No entiendo nada de lo que habla... - Murmuré mirando a la grabación.
- Yo no entiendo nada de esto. ¿Por qué alguien usaría tanto dinero solo para asesinarnos? - Preguntó Scott.
- Alguien los quiere muertos chicos... realmente. - Gracias por la información de ultimo momento Stiles.
Scott, cansado, empezó a agarrar el dinero y meterlo de nuevo en la bolsa con rapidez.
- ¡Wow! ¿Qué haces? - Pregunté.
- Es tarde, tenemos el examen PSAT* en la mañana ¿lo recuerdas?
- No, hablo de los quinientos mil, Scott.
- ¿Sabes cuánto dinero es? - Por lo menos Stiles estaba de acuerdo conmigo.
- Son quinientos mil... - Scott a veces era tan tonto.
- Es medio millón de dolares Scott. - Le dijo serio Stiles. - ¿Qué vas a hacer? ¿Esconderlo debajo de la cama donde duerme Vanessa?
- Debo hablar con Derek, es su dinero.
- De él y de Peter Hale... - Murmuré con odio. El maldito asesinó a Laura.
- ¿Qué quieren decir...? - Scott nos miró con sospecha. Di vuelta mi cabeza apartando la vista incómoda, Stiles tartamudeó un poco.
- Queremos decir que debemos ir con cuidado...
- ¿No creen que deberíamos decirle a Derek?
- No, no... no decimos eso... - Me levanté incómoda. - Solo... solo decimos que parte de ese dinero es de Peter Hale, Scott... él no se merece su dinero de vuelta. - Hablé mirando hacia la ventana y con un poco de vergüenza.
Sentí a Stiles pararse y ponerse en frente de Scott para hablar.
- ¡Peter, Scott! El asesino Peter. Le quieres dar quinientos mil dólares y euros a Peter Hale.
- Entonces debemos devolverle el dinero a Derek... pero no a Peter. - Habló Scott con duda en su voz.
- No dije eso... - Murmuró Stiles. Suspirando me di vuelta a verlos.
- Chicos, ¿qué están diciendo? - Nos preguntó Scott. Stiles y yo nos miramos con pena.
Se me oscureció el rostro ante la pregunta de Scott. ¿Qué estaba haciendo? Estoy volviendo a convertirme en lo que era antes, la tentación de todo ese dinero era demasiada y eso me está haciendo mal. Otro error. Stiles al ver mi rostro desfigurado en culpa y vergüenza se acercó a mi y me agarró de la cintura. Yo solo escondí mi rostro en su cuello mientras escuchaba pisadas y a Scott desesperado guardando el dinero y levantándose.
Malia entró por la puerta sin tocar y mojada, nos miró a Stiles y a mi. Pero sin embargo no tuvo la misma expresión de siempre al vernos cerca, usualmente es con furia y odio, ahora solo era tristeza. ¿Qué pasó entre ella y Stiles que le hizo cambiar de actitud?
Ella dio vuelta la cabeza unos minutos y bajó la mirada mientras yo me separaba del chico. Luego habló.
- Encontramos la manada de Satomi. Derek y yo, pero están muertos.
- ¿Todos? - Pregunté con sorpresa.
- Todos lo que encontramos... - Me respondió sin molestarse. También cambió su actitud conmigo...
- Entonces ¿dónde está Derek? - Preguntó Scott.
- En el hospital. Breaden estaba junto con la manada, recibió un disparo así que él la llevó rápido hacia allí. - Nos informó la coyote.
Me acerqué hasta la silla en frente del ordenador de Scott para agarrar mi chaqueta de cuero. Los chicos también agarraron sus cosas y nos siguieron a Malia y a mi.
Cuando llegamos al hospital en los autos, Scott con Stiles y Malia conmigo fuimos directo a preguntar por Derek y Breaden a la madre de Scott. El camino al edificio fue raro, fue silencioso pero no era un silencio incómodo, era tranquilo.
Los cuatro fuimos hasta Derek, él y Scott se pusieron a hablar de lo que encontraron y analizar, Stiles escuchaba atentamente. Cuando los vi sin prestarnos atención me acerqué a Malia.
- Malia, ¿podemos hablar en privado? - Ella me miró por unos segundos para luego irse esperando que la siguiera. Así lo hice, nos alejamos bastante de los chicos.
- ¿Qué? - Bien, tal vez no haya cambiado mucho su trato hacia mi.
- Sé que esta pregunta no te va a gustar y menos viniendo de mi pero necesito hacerla para sacarme las dudas. ¿Qué pasó entre Stiles y tu?
- Nada. - Ella quiso irse sin contestar pero la agarré del codo evitando que se mueva. Ella me gruñó con rabia y me apartó rápidamente, yo ni me inmuté.
- No me desafíes Malia, porque vas a perder. Pero ¿podemos ser adultas por un minuto? Yo no te hice nada y me odias sin motivo, sé que sabes que entre Stiles y yo pasa algo pero no es algo que elegí. Es algo que pasó, no me puedes odiar o culpar porque me guste alguien. No te conozco y no lo hice con la intención de herirte así que no te voy a pedir perdón por eso, pero te pido que no me juzgues sin conocerme porque yo no lo hago contigo. - Luego de terminar me fui sin esperar contestación.
Estaba caminando hacia los chicos que no se habían dado cuenta que nos habíamos ido pero a la mitad del camino ella me agarró del hombro.
- Lo sé. Sé que no te puedo culpar por lo que pasó pero no puedes evitar que no me caigas bien por lo mismo. - Luego de salir del pequeño shock que tuve hablé.
- No te pido que me quieras o incluso me aceptes. Solo te pido que no me juzgues u odies porque tengo muchos enemigos y personas que odio, y tú no eres una de ellas. - Ella se quedó en silencio unos segundos viéndome a los ojos y finalmente habló con una pequeña sonrisa.
- Supongo que no te haces querer mucho... - Yo sonreí un poco y aparté la mirada cruzándome de brazos. - Está bien. No te juzgaré o me enojaré contigo solo porque lo mio con Stiles no funcionó. No seremos amigas pero tampoco enemigas, un punto muerto.
- Hecho. - Asentimos con brevedad y nos dimos vuelta para ver que los tres hombres nos miraban.
Scott con un poco de felicidad y alivio dando a entender que escuchó nuestra pequeña conversación. Chismoso. Derek con indiferencia y Stiles con una sonrisa linda de orgullo y felicidad. Ahora puede estar más tranquilo que en la primera oportunidad su ex, y lo que yo sea, no nos vamos a matar.
Nos acercamos ignorando las miradas y Scott nos informó que vayamos a casa, que Derek se iba a quedar. Eso hicimos, yo llevé a Scott a ''nuestra'' casa y Malia y Stiles se fueron a la suya. Para mi desgracia ellos compartieron el Jeep, con lo cual me quedé un poco incómoda pero Scott al notarlo me tranquilizó un poco diciendo que ellos ya no tienen nada. Y lo sabía, pero eso no quitaba ese sabor amargo en mi boca la verlos irse juntos.
Me dormí con ese sabor.
La fila para ingresar al aula a rendir el PSAT* era tranquila, estábamos Stiles, yo, Scott, Kira y Malia, en ese orden. Estaba de brazos cruzados y con los ojos cerrados apoyando mi cabeza en los casilleros. Que ganas de estar en mi cama, ¿o la de Scott?, durmiendo.
- ¿Donde está Lydia? - Preguntó la Kitsune.
- Ella lo tomó en primer año. - Respondió con tranquilidad Stiles.
- ¿De verdad? - Me enderecé mirando al chico, él asintió. - ¿Qué tan inteligente es? - Pregunté con asombro. Todos se encogieron de hombros.
- ¿Eso significa que la puedo tomar en otro momento? - Preguntó Malia con esperanza.
- Malia, estudiaste más duro para esto que nosotros... - Murmuró Scott.
- ¿Y qué? Eso no significa que me vaya a ir bien... - Me hubiera reído pero recordé que aunque ya no nos odiemos no éramos de tanta confianza.
- Bueno..
- Bueno ¿qué? - Había reto en su voz hacia Stiles.
- Es solo bueno, no bueno de bien o mal, solo... - Le corté exasperada.
- Stiles.
- Ok... - Le miré con burla.
- Harás esto, porque mientras intentamos no acabar muertos también debemos vivir. Quiero ir a una buena universidad. - Le habló con seriedad Scott.
- Son solo tres horas. - Aclaró Kira.
- Podemos sobrevivir tres horas. - Dije con confianza. ¿O no....? No, sí. Sí podemos.
- ¿Cómo vas a hacer el examen si no estuviste mucho tiempo en la escuela? - Me preguntó Kira.
- Tengo formación desde niña, no soy tan inteligente como Lydia pero algo sé. Mientras entrenaba para cazadora el estudio avanzó muy rápido para mi. Fue difícil pero lo agradezco ahora, así esta evaluación no me come viva...
De repente la fila avanzó haciendo que entremos, antes de sentarnos nos pidieron dejar las huellas dactilares y los celulares. Entregué a mi pequeño con pena y me fui a sentar con los papeles en la mano y una pluma en la otra.
El hombre que nos entregó los exámenes nos indicó como íbamos a realizar el examen y al parecer el coach era el otro maestro que debía supervisar los exámenes, el cual no había llegado. La madre de Lydia, que me había enterado por Stiles era profesora, era la otra. Nunca la tuve en ninguna clase, que raro.
- Pueden abrir sus guías de exámenes y contestar. - Nos dijo el hombre.
Bien, empecemos...
Íbamos a 10 minutos de la clase, podía escuchar como Stiles estaba frenético contestando y sonreí un poco ante su intensidad, pero luego los nervios de Malia me bloquearon y traté de suprimirlo.
El olor y el latido de su corazón empezó a fastidiarme y no dejarme concentrar, iba a decírselo pero ocurrió algo inesperado. Una chica a mi derecha se desmayó.
- ¡Sydney! - Pegó un pequeño grito la madre de Lydia antes de venir corriendo a ayudarla. Yo hice lo mismo tratando de reincorporarla sobre sus pies.
- ¿Estás bien? - Pregunté con preocupación.
- Estoy bien, solo... solo me mareé un poco. - Respondió ella avergonzada.
- Sydney, ¿desde cuando tienes esto? - Le preguntó la profesora volteando su muñeca.
Me alejé un poco y miré las marcas con sorpresa, un poco de horror y asco. Su muñeca tenía unas ampollas blancas y los alrededores eras rojos y un poco violetas y se le marcaban las venas, bastante.
- Yo no... no lo sé...
- Profesora creo que debería ir a un hospital... - Murmuré mientras todavía veía las marcas.
- Sra. Martin. ¿Debemos interrumpir la evaluación? - Preguntó el hombre.
- No.. está bien. - Ella sentó a Sydney en su lugar y me guió al mio mientras seguía viendo a la chica y pasaba del examen.
La madre de Lydia nos pidió que nos quedáramos en nuestros asientos y que se iba a ir por unos minutos. Yo la miré sorprendida y confusa. Pero lo que más me llamó la atención fueron sus últimas palabras antes de retirarse ''Nadie deja la habitación''.
El hombre nos dijo que sigamos con la prueba y con duda lo hicimos. Hasta que de repente escuchamos unos gritos en el pasillo pidiendo que salga del colegio. Fui la primera en levantarme para ir a ver que sucede, de todos modos no le estaba prestando mucha atención a la evaluación. La profesora Martin nos pidió que volvamos a los asientos pero escuché como ella movía el cerrojo encerrándonos en la escuela.
Me iba a quedar pero Stiles y Scott me agarraron de los hombros arrastrándome hasta el aula. Scott y yo nos detuvimos cerca de la puerta con la misma idea y me metí el pelo detrás de la oreja para escuchar mejor.
'' Necesito el número de la CDC. Sí, el Centro de Control de Enfermedades.''
Scott y yo nos miramos con seriedad ante lo que escuchamos.
Luego de unos minutos sentada sin hacer nada, casi nadie hacía nada, la profesora entró de nuevo y nos empezó a hablar.
- Muy bien, quiero que mantengan todos la calma. Dejen de hacer sus exámenes por favor. - Suspiró. - Se cancela el examen ya que se detectó un virus en la escuela. Un virus que no sabemos de donde vino o cómo pero que se encuentra aquí y necesitamos permaneces en el lugar y que nadie entre o salga de las paredes de la escuela por si el virus se expande por Beacon Hills. Quiero que todos mantengan la calma... - Dijo al ver a los alumnos inquietos. - ya vienen agentes y doctores del Centro de Control de Enfermedades y todo va a estar bien. Pero les pedimos por favor que conserven la calma ante todo.
A esa altura los alumnos empezaron a alborotarse y aunque no se sacaban el nerviosismo y terror que se olía en la habitación cerrada me ahogaba. Arrugué la nariz y miré a Scott, él me vio en ese momento y me dio una mirada de comprensión.
La madre de Lydia nos dejó levantarnos de los asientos con tal de estar tranquilos y salimos hasta quedarnos en las puertas cuando escuchamos como se abría las puertas de la entrada principal.
Stiles, Scott y yo estábamos en la delantera al lado de la profesora mientras unos hombres con trajes amarillos y máscaras de gas entraban. Los tres lo seguimos luego de un rato con la multitud detrás para ver como en una sala de profesores se armaban pequeños centros de descanso o enfermería en carpas transparentes. Luego taparon las ventanas con un plástico con el cual se veía todo borroso.
Scott nos sacó a Stiles y a mi del lugar, apartándonos, Kira y Malia se nos unieron después.
- ¿Qué está pasando? - Nos preguntó Malia ni bien llegar.
- No sabemos una especie de virus... - Contestó Scott.
- Es raro. Esa chica Sydney lo tenía. Su muñeca... era como si tuviera ampollas y por los alrededores se le notaba rojo y un rastro violeta. Empezó desmayándose pero luego reaccionó bien. No parecía nada de lo que hubiera visto antes, era... era raro... de la herida no pude captar ningún olor o algo, nunca vi nada parecido, nada que no tuviera olor... - Comenté asombrada, usualmente todo lo puedo oler, con mi olfato de lobo puedo oler cosas que los humanos no olerían con normalidad.
- ¿Qué puede llegar a pasar...? - Stiles estaba hablando cuando frenó viendo como los hombres se llevaban al coach que estaba desmayado y babeando, pudimos ver como unos segundos antes de entrar rompieron su camisa y allí estaba esas mismas marcas que las de Sydney solo que en su espalda y era mucho más grande, tanto que tenía casi llena esa parte de su anatomía.
- Creo que ya tenemos esa respuesta... - Murmuró Kira viendo a la puerta impactada.
Entramos a la enfermería cuando vimos a Sydney acercarse con dificultad a ella, Scott y yo la ayudamos a pasar ya que los pocos hombres que había se encargaron del coach o estaban todavía arreglando la sala. Cuando la dejamos la Sra. Martin nos dijo lo que iba a pasar.
- Vamos a separar a los infectados y luego vamos a esperar a las instrucciones. - Nos informó. - Si me equivoqué, voy a ser la loca profesora de Biología que hizo un escándalo por nada...
- Definitivamente no es una equivocación, usted vio al coach. Estaba casi muerto, si no hubiera visto el movimiento de su pecho hubiera jurado que si lo estaba. - Me arrepentí al momento de decir eso cuando vi a Sydney preocupada y angustiada. - Digo... quiero decir... eso no te va a pasar a ti... este...- Idiota. Scott me cortó y la profesora se fue.
- Ey, todo va a estar bien.
- No es eso, los PSAT* son cruciales... mis padres no pueden enviarme a una buena universidad sin ella.- Miré a la chica con pena.
- Estoy seguro que te dejarán tomarla de nuevo. - Asentí hacia lo que dijo Scott. Luego de eso nos retiramos.
Íbamos caminando cuando de repente sentí un dolor horrible en mi cabeza y mis dientes, un dolor que no me había acordado que existía desde que pude controlarme en la luna llena. Era el dolor que me obligaba a cambiarme, sin mi consentimiento. Lancé un pequeño gruñido/grito para apoyarme en la pared con dificultad y los ojos cerrados, respirando de manera agitada mientras me agarraba la cabeza con ambas manos.
- ¡Vanessa! ¿Qué ocurre? ¡Vanessa! - Preguntó Scott desesperado.
- No... puedo... - Hablé con dificultad para luego dejar caer las manos sobre la pared rompiéndola un poco con mis garras y gritando. - ¡Controlarme! - Sabía que mis ojos eran azules cuando los abrí y gruñí.
Me transformé por completo sin poder controlarme en medio del pasillo de la secundaria de Beacon Hills.
[*] PSAT: El examen Preliminary SAT/National Merit Scholarship Qualifying Test, conocido por sus siglas PSAT, prepara a estudiantes para el examen SAT de admisión a la universidad y les permite competir para becas del National Merit Scholarship Corporation y evalúa las destrezas que su estudiante ha adquirido a lo largo de su educación.