Prometí no decirle nada a Christian, no por un buen tiempo. Los nervios me matan cada día que mi teléfono me suena cerca de Christian. El tiempo ha pasado y cada vez falta menos para la llegada de mi bebé. Me siento muy estresada cada vez más.
-¿Estas escuchándome Ana? -la voz de Christian me saca de mis pensamientos
-¿Que? Disculpa sólo.. -comienzo a decir.
-Nena llevas distraída todo el camino. ¿Estas segura que te encuentras bien? -me interroga con el ceño fruncido.
Hoy iremos a comer a casa de los Grey.
-Si, sólo un poco distraída. Pero estoy bien -intento Sonreír
Decide no decir más y sólo sanja el tema.
-Bien nena llegamos, ahora tienes que cubrir tus ojos. -me informa Christian
-Pero..
-Sin peros -y me sonríe.
Venda mis ojos y caminamos, se que estamos en el jardín. Todo es silencio a excepción de la risa liviana de Christian.
-¿Vamos al embarcadero de nuevo?-preguntó con voz ronca
La sola idea de volver a hacerlo en el embarcadero recorre todo mi cuerpo haciéndome erizar.
-Eres una glotona, jamás estas satisfecha- Me susurra al oído.
-Eso nos pasa a ambos. No siempre queremos más.
-Mas es bueno nena. Voy a descubrir tus ojos.
Quita la venda de mis ojos y todo el mundo esta ahí. Mis papas, mi hermano, la familia Grey.. Michel, Rachel. Y en letreros grandes estan más frases.
"Felicidades mamá"
"Soy niño"
"Fiesta del bebé"
-Felicidades -escuchó de ultrasonido.
Miró a Christian quien me mira con una hermosa sonrisa, estoy llorando mientras sonrió, el jardín esta decorado con globos azules, regalos y letreros hermosos.
-Felicidades mamá -me susurra Christian.
Lo abrazo fuerte
-No llores nena-me susurra
-Gracias Christian, esto es hermoso.
-¿Te gusta Ana? ¡No llores! Oh Christian ya la hiciste llorar -Mia hace pucheros y me abraza
***
El día pasa rápido entre juegos y regalos, comi más dulce que nunca y Christian refunfuñó por tanto dulce y cuidarme. Pronto me pongo al corriente con Michel y Rachel.
-¡Es hora de abrir los regalos! -Chilla Mía
Christian y yo nos sentamos en el centro, mientras Mia nos rodea de regalos. Son tantos que no sabría decir de quien es cada uno, por fortuna unos traen notas.
-¿Faltan más?-pregunta Christian un tanto exasperado.
Lleva toda la tarde diciendo que debería estar en reposo. Y que jamás creyó que tardaría tango o de lo contrario estaría en casa.
-Solo falta este Christian -le dice Mía poniendo los ojos en blanco.
Christian y yo compartimos unas miradas cómplices. Y sonreímos. Tomó el regalo y lo abro... Un traje de marinero a juego con un sombrero.. Luce hermoso.
-¡Es precioso! -exclamo emocionada.
-Mira trae más. - Christian saca un traje de piloto y sonríe.
Tomó la nota y la leo.
Espero que este bebé comparta el buen gusto familiar hacia los botes y aviones. - Christopher Fitz
Trago saliva.. ¡Santa mierda!
-¿Quien es el?-pregunta Christian.-¿Es el señor que escribirás su libro?
Los nervios los tengo de punta y no se que decir, me dedicó a asentir con la cabeza y Grace llega a mi rescate.
-Vamos Ana es hora de partir el pastel. -me salva
Partimos el pastel Christian y yo felices.. Este hombre esta tocando mis talones y cada vez siento más cerca sus pasos y se que los padre de Christian esta de igual forma.
-Nena luces cansada. Nos vamos a casa -afirma
-Christian.. -refunfuño
-No, debemos ir a casa.
-¿Van a irse ya?-chilla Mia
-La verdad estoy algo cansa y me duelen los pies. -le digo susurrando
-Escuhe eso, vamonos nena
Después de despedirnos de todos y prometer venir mañana al desayuno. Me relajo de la mano de Christian. Todo el día de pie.
Subo al auto y me dejó caer en el pecho de Christian.
-Duerme nena -me susurra al oído.
Abro los ojos rápido y un líquido caliente corre por mis piernas...
-Christian -jadeo
-¿Pero que?.. -grita
-Rompí fuente -digo entre lágrimas.