Capítulo 15.
Sin duda ayer fue uno de los días más emocionantes de mi vida y de verdad tenía que haber estado demasiado mal por Emanuel para que mi madre le pidiera disculpas y diera su brazo a torcer.
La noche de ayer después de que Emanuel me propusiera matrimonio solo fue risas, besos y mucha felicidad. Al acabar la cena me fui con Emanuel a cine y nos vimos una película romántica, llegue a mi casa a las 2 de la mañana y ahora estoy aquí, tumbada en mi cama y aún sigo sin creer que después de tantos años, ahora si mi relación con Emanuel iba a ser como Dios manda.
Me levante y me bañe, me puse un vestido rojo corto y unas sandalias, me solte el cabello y me maquille un poco. Tocaron a mi puerta
-Hola hija ¿Qué vas hacer hoy?- dijo ella entrando a mi pieza
-Em, no se ¿Por qué?- conteste
-Lo que pasa es que saldré con Adam, de viaje- dijo ella haciendo una breve pausa- pero quería saber si querías ir ¿te parece?
-No mami, vayan ustedes solas. Lo mejor es que yo me quede cuidando la casa, y tal vez Emanuel quiera venir- se sentía raro poder contarle a mi mamá de Emanuel sin necesidad de ocultarle nada.
-Vale, si cambias de opinión me dices, incluso Emanuel podría ir- dijo ella
-Está bien, se lo diré a él.
Me puse a verme una película cuando sonó mi teléfono. Era Emanuel
-¿Cómo está la mujer, digo mi mujer? ¿Te he dicho que eres la mujer más hermosa de este planeta?- no pude evitar sonreír por eso, por fin mi cuento de hadas estaba hecho realidad.
-Muy bien ¿y el dueño de mi vida?
-Feliz, porque te tengo, dichoso porque te amo, y bien porque me amas.
Hablamos horas y al final quedo que en 30 minutos llegaba a mi casa para que viéramos una película.
Baje a la cocina a por unos bocadillos y mi mamá estaba empacando comida
-Ma ¿a qué horas se piensan ir?
-A las 11pm. ¿Van a ir?- pregunto
-No sé, Emanuel ya casi llega, le comentare y si decidimos que si pues hay mismo te aviso
-Yo voy a salir a cenar con Adamar dentro de 15 minutos, es más ya debería estar lista- dijo quitándose el delantal- Así que cualquier cosa estos en Constantino o llámame.
-Esta bien.
A los 15 minutos llego Emanuel, saludo a mi mamá de beso y luego se vino a mi y me abrazo
-Te extrañaba- Dijo haciendo cara de trágico
-Tiempo sin verte, ya ni recodaba tu cara- dije siguiéndole el juego-oh mi bello Romeo
Sonreímos y luego me beso, hasta que mamá interrumpió.
-Bueno mi Romeo y mi Julieta, los dejo, pórtense bien y Kat no olvides decirle a Emanuel lo del paseo...- y se fue
-¿Paseo? – dijo el mirando cautelosamente
-Si amor, lo que pasa es que mi mamá y Adamar van a irse esta noche de paseo y mi mamá dijo que si querías ir fueras.
-Espera, tú mamá me está invitando? ¿A mí?- dijo el sonriente.
-Lo mismo pensé- me puse en puntillas y lo besé
-Si digo que no ¿igual tú te iras?
-No, yo le dije que te diría pero que prefería quedarme aquí contigo todo el día.
-¿Me dejara quedarme en tu casa?
-Pues no protesto
-Vaya, tu mamá dio un cambio total.
Nos reímos, después de estar un rato bromeando nos subimos a mi habitación a vernos una película, estábamos en medio de risas, nos tirábamos crispetas y de tregua unos besos. Cuando sonó mi celular.
Jeremy.
-Contesta- Dijo Emanuel notando mi preocupación
-No, quiero estar contigo
-Él también te ama, puede que más que yo, háblale.
Entonces conteste
-Dime Jeremy, pero rápido que estoy ocupada.
-¿Estas con él?- por el tono de su voz note que había estado llorando y me sentía mal por él.
-Si ¿Qué pasa Jeremy?
-¿Es verdad que te vas a casar con él? – dijo con la voz temblorosa
-Sí, estoy comprometida- note que Emanuel le salió una sonrisa de triunfo
-Me alegro que estés feliz con él, ¿sabes que yo te amo?
-Si Jeremy, y yo te quise demasiado, pero jamás creí que Emanuel volvería y pondría mis sentimientos a dudar.
-No es tu culpa Kathy- dijo el respirando profundo- Es culpa de ese, si tan solo no hubiera vuelto sería yo el que está ahí en tu cama, dichoso porque sería tu esposo próximamente- su voz estaba recargada de odio- ¡LO ODIO! El daño nuestra relación, pero escúchame Kat con mucho cuidado para que le pases el mensaje, lo estoy observando día y noche, y tarde o temprano haré que pague con sangre el haber dañado nuestra relación- tosió y colgó.
Emanuel noto y mis lágrimas y se alerto
-¿Qué paso?
-Dijo que te haría pagar con sangre el haber dañado la relación- dije llorando
Sus músculos se tensaron pero trato de calmarse.
-Tranquila preciosa, más tarde iremos a demandar.
-¿Seguro?- dije secándome las lágrimas
-Seguro, ahora ven, dame unos besitos- dijo inclinándose hacia mí.
Me monte encima de él y lo empecé a besar.
-Grr, tengo una fiera- dijo el sonriendo
Cogí sus manos e hice que me tocara, luego me abrazo y volvió a besarme, sus labios se amoldaban a los míos, su lengua entraba y salía jugueteando, hasta que mi mamá toco la puerta.
Tomamos compostura y abrimos la puerta.
-Doña Eleanor
-Emanuel ¿Qué tal la están pasando?
-Muy bien, su hija es bastante sentimental- dijo el riéndose mientras yo le pegue un puño en su abdomen
-Sí, se parece mucho a su padre- dijo mamá con una sonrisa triste.
-Acuérdame de preguntarte algo ahora- susurro Emanuel.
-¿Al fin que han pensado del paseo?- dijo mi mama
-Pues me suena la idea pero necesito saber cuánto tiempo se van a quedar, ya que tengo que hacer unos asuntos en Jerez y pues no sé si alcance.
-¿Cuándo te tienes que devolver a Jerez?-Dijo mi mamá.
-La otra semana, a mitad- La expresión de mi madre fue de tristeza.
-Es una pena, pensamos quedarnos tres semanas- contesto mi madre- ¿Kathy, entonces que harás?
-Pues yo también me quedo. Espero que Emanuel llegue de Jerez y demás que saldremos- dije mirándolo mientras él me sonreía.
-Kathy, tengo una idea- dijo mi madre y yo ya estaba imaginando como haría para convencerme de no dejarme sola con Emanuel- ¿Por qué no te vas con Emanuel para Jerez? De paso saludas a Steven, y a todos tus amigos
Mis ojos se abrieron y mi boca se descolgó, ¿volver a Valencia? ¿A mi anterior ciudad? Esto si que era una dicha.
-¿Mamá me estás hablando enserio?- dije sonriendo.
-Si- suspiro- pues mira, nos fuimos sin despedirnos de nadie, creo que lo mejor es que vayas y te reencuentres con ellos.
Esto si es felicidad. Ahora si voy a ver de nuevo a Aleza, Steven, Andrea, Lulú, Víctor, Jeremías, Harry... entre otros, pero lo mejor estaré con Emanuel!
-Pues Doña Eleanor, me parece una excelente idea- Dijo Emanuel que también estaba feliz.
-Bueno, iré a empacar, pórtense bien y mucho cuidado- dijo agitando el dedo pero estaba feliz.
Mire a Emanuel con cara de niña muy pero muy feliz, y le grite
-¡SIIIIIIII! ¡YA ERA HORA! – Y lo besé con efusividad.
-Me alegro mucho amor, creo que es hora de que veas a tus antiguos amigos.
-Obvio, voy a saber si al fin Steven tuvo el bebé... después de casi 3 años voy a saber de ellos y eso me alegra.
A las 11 en punto llego Adamar nos saludó ambos de beso y luego subió a la pieza de mamá donde ambas bajaron las maletas pequeñas y Emanuel les ayudo con las grandes, a eso de las 11:30pm se fueron
-En la nevera deje el número de la cabaña por si deseáis algo- dijo dándonos besos a ambos- cuídense mucho y cuidado con el viaje a Valencia- dijo mientras ponía en marcha el carro- Ah, casi lo olvido. En la alacena deje efectivo por si necesitan refuerzos- dijo riéndose.
Cuando mamá se marchó, Emanuel y yo nos entramos.
-Ahora si estamos solos- dije coquetamente.
-¿Qué propones? –dijo Emanuel tratando de adivinar mis intenciones
-Hace calor- dije mientras me quitaba la blusa y quedaba en brasier.
-¿A si?- dijo mientras me tiraba al sofá y me llenaba de besos.
Me reía a carcajadas pero lo pare-
-A esto no me refería- dije haciendo pucheros- yo solo quiero ir a la piscina.
Emanuel sonrió, se quitó el Jean quedando en vaqueros y me cargo hasta la piscina.
-Sus deseos son órdenes para mí, princesa- y entonces me tiro de sus brazos directo a la piscina.
Luego de eso, empecé a gritar que si no se tiraba no me iba a casar, entonces se tiro inmediatamente y nadamos un rato.
Luego me acerque al borde y el quedo mirándome y susurro.
-Te amo- y sus ojos brillaban, eso indica seguridad y sinceridad. El hombre de mi vida estaba a mi lado, y ahora nada ni nadie nos iban a separar.