- Mamá.... papá ya llegará solo resiste si?... no quiero que te vayas todavía - dije sosteniendo la debil mano de mi madre.
- Ren.... por favor no odies a tu padre por no estar aqui, cuida de tu hermano por mi.... lo harás? - su voz sonaba como un susurro traté de aguantar el llanto acurrucandome en su pecho, ella estaba muriendo y me frustraba no poder hacer nada para curar a mi mamá de su enfermedad.
- cuidaré a mi hermano - dije al fin.... mi madre aflojó el agarre de su mano y como un suspiro cualquier rastro de vida desapareció de sus ojos....
¿Cómo debía lidiar con la ausencia de mi madre siendo solo un niño de ocho años?
¿Cómo le diría a mi hermanito que mamá nunca volvería a casa?
¿Qué es lo que podía hacer? Me pregunté un millón de veces mientras abrazaba el frío cuerpo de mi madre. Mi padre llegó un par de horas después y regrecé a casa solo esperando poder encontar a mi hermanito mirando el televisor tal y como lo había dejado antes de ir al hospital.
Cuando abrí la puerta y me interné en la sala, encontré a mi hermanito dormido en el sofá, por su cara se notaba que se había cansado de esperarme, intenté llevarlo a su cuarto pero como no era tan fuerte como mamá me rendí y me recosté junto a mi hermanito con un par de colchas.... esperando la hora en la que volvería papá.
.....pero después de aquel día comenzó a parar más en su empresa que en casa.