había ordenado todo, y para cuando terminé, Giovanni estaba afuera secandose con la toalla el cabello y estaba en boxers, y ya con la pechera.
—me ducharé, y vamos a cenar — le anuncie.
el parecía algo preocupado. yo fui a mi habitación, cogi la toalla, me quite la ropa y me ate la toalla a la cintura, al salir de la habitación e hice la mirada a la sala.
Giovanni tenia algo en las manos que escondió a su espalda al instante.
—olvide decirte, esos maletines son tu paga por el contrato de acompañante — le indique.
el los miro, y luego llevo sus dedos al collar de diamante negro.
yo le sonrei, y me fui a dar un baño, luego sali y me vesti, traje negro, camisa blanca, nada de corbata.
al salir de la habitación, Giovanni ya se había vestido.
—¿llamaste a José? — le pregunté arreglando las mangas de la camisa.
—si, dijo que esta en camino — respondió.
—¿estas bien?— le pregunté de nuevo, no podía evitar verle raro.
—lo ,...lo estoy— balbuceo.
yo me acerque a el, y le bese en la boca, luego mordi su labio inferior y lo estiré sutilmente hasta soltarle. el abrió los ojos y me miro tiernamente. abri la puerta y abajamos a la planta baja y subimos a coche de José.
—Gourmet Palacete — le indique a mi chofer e inició marcha.
yo vi a Giovanni tiezo, estático. y pensé en esa Exclusividad que tanto había deseado, mas allá de la Exclusividad de solo sexo, de aquella de compartir un techo, un baño, una cama.
entonces le sujete la mano a Giovanni. —como me alegra haberte contratado — dije.
senti su mirada sobre mi.
—¿que vio en mi?— soltó una tonta pregunta.
yo lo mire, pensando que diria "fue un chiste ".
—¿es enserio?— le pregunté.
y su mirada me dijo que era muy enserio. —Giovanni. . . podría ser tu actitud suave y curiosa la que me hizo pensar en ti, o tu inocente apariencia la que me hizo desearte, y tambien podría haber sido tu cuerpo lo que me hizo fijarme en ti...— le dije. — pero tal vez lo fue todo... al hacerte mio no logro controlar un yo no se que, y el inmenso placer que produces en mi, y al tenerte siempre quiero mas— respondi.
—aun no se que ves — dijo.
yo me sentia mal al oirle decir eso, es como si insinuara que produce poco en mi, y yo siento que produce algo mas fuerte que nada en mi.
—Giovanni,... no puedo explicar, ...tal vez. .. sea mejor decir que produces muchas emociones en mi ¿me entiendes? ....—dije al ver un lomo de libro sobre salir de su saco. ....es mi viejo diario. .. ¿lo ha estado leyendo? ...mi vida, mi infancia, adolescencia, mis pensamientos estan ahí.
—¿es mi diario lo que llevas en el bolsillo del saco?— le pregunte en tono regaño.
el abrió sus ojos como platos, y cerró su saco.
—yo...— balbuceo.
—¡rompiste una regla!— sentencie. —¿porque?... y yo pensaba contarte sobre mi, ¿para que? ¿como puedo confiar ti? — regañe.
—no supe lo que era hasta que llegue a la mitad, de verdad no lo hice con intención — se excusó.
solte su mano y el trato de cogerme el brazo pero no se lo permití. el me miro, y yo a el con furia, no había notado lo mal que estaba.
—no le veo lo malo, me lo ibas a contar de todas manera— dijo.
—¡Te contaría poco a poco!— exclame.— te contaría lo que fuese necesario que supieses.
—¡para mi es importante saber lo de tus padres, lo de ese hombre que te hizo su sumiso !— dijo.
se me subieron los colores al rostro, y comencé a revivir tantos recuerdos.
—¿importante?— replique.
el me cogió de las manos. —¿no lo ve? — inquirio.— ese maltrato de tu padre, ese hombre azotandote con tal solo 14 años... podría ser la razon de tu...— dijo.
—¿de mi que?— replique.
—¡la razon por la que practicas el Bondage! — dijo al fin.
— ...tu, tu,... no sabes nada de mi... no sabes que es que usen tu pene, tu cuerpo de tal manera a esa edad , eso no fue lo que me llevó al Bondage. .. — replique y me safe de sus manos. la ira de que leyó mi diario y peor que no lo comprendio era tanta que me ardia el rostro.
—¡volveremos a casa!— sentencie y José freno para cambiar de ruta.
—¿me castigaras? — me preguntó Giovanni molesto.
—si.
— no logro entender. . .solo quiero conocerte..¿no lo ve? quiero mas de usted —me reprocho, y me molestó. ¿no era suficiente? he hecho cosas por el que no hecho con ningún sumiso, y ha estado conmigo mas veces que nadie, y me ha hecho sentir tantas cosas que me ha hecho confesar.
—¿¡Que mas quieres de mi!?— explote.
entonces el me miro, con desánimo, con desprecio, me lanzó el diario sobre el asiento, abrió la puerta del auto, y se fue. José frenó. yo bajé del auto y lo vi caminar.
—¡Giovanni, vuelve! — le ordene, pero el siguió caminando.
—¡vuelve!— insistí.
el se detuvo se volvió mirando al suelo. —lo hare con el tiempo — dijo con voz ronca, y siguió caminando, yo me quede varado esperando a que obedeciera, a que volviera, a que subiera al auto y fuesemos a casa, pero desaparecio en la oscuridad de la calle. subi al auto y Jose me llevó a casa.
al llegar, note que había dejado los maletines con su dinero. mire aquel apartamento y en cualquier lugar veía a Giovanni. llame a su numero pero me callo el buzón de voz y le deje un mensaje:
—Giovanni, no logro entender lo que quieres. .. yo,... ni siquiera se lo que me haces sentir, y quiero que lo hablemos— l
me sente en el sofá de cuero, y al cavo de unos minutos vi el diario.
ese diario donde desahogo o oculto ese maltrato que me dio mi padre y mi madre permitió, donde mis tios paternos tambien me golpearon con la hoja de un machete. . . pero esta tambien cuando conoci a Alejandro, yo tenía 14 años, su forma de usarme era mas violenta de lo que yo podría llegar a ser con Giovanni, Bondage Break. le llamo. . . mi espalda cortada por su látigo, la carne abierta de mis costillas, yo no pude saber huir de el y su esposa. recuerdo cuando jugaron conmigo aquella vez y hicieron sangrar a mi pene. pero todo eso no me hace quien soy, porque yo soy asi porque me gusta, es mi fetiche.
desperté, Giovanni no llega. me asee, Giovanni no llega.
no quise comer. solo hice un café negro con poca azucar, y espere a que aparecíese. pero en la tarde supe que no vendría, le llame pero me envío al buzón de voz.
—Giovanni, debes venir tenemos la sesión con Williams y otros asuntos pendientes — le deje un mensaje de voz.
desperte, me asee, y despues de desayunar cai en que Williams estaba por llegar con su equipo, no podía permitir que se me saliese de las manos el asunto de la novela.
cogi el móvil alguien querrá el rol.
la fotografía debe de estar acorde
con el personaje de Mariano y aunque este pasado en Giovanni no se ha aparecido. se quien lo haria sin protestar. busque en mi agenda Telefónica el numero de Antonio y le llame.
—¡Hombre!¿eso tú llamando? .
—Antonio, necesito un modelo para la portada de mi novela y a quien quería no pudo y he pensado en ti ¿te gustaría hacerlo? te pagare — le explique rápida y claramente.
—¿Modelo?...¿de que va tu novela?— replicó via Telefónica.
—Si no estas interesado en hacerlo no lo hagas y ya— regañe.
—no, no...aunque esperaria que me lo ordenases no que me lo preguntaras...pero si, acepto .¿que debo hacer? — respondió el.
—Ya no tengo ese poder sobre ti, y pues compra una ropa interior masculina blanca, y calzoncillos blancos, te espero en mi apartamento — le dije y sin mas colgue.
mire el harea de la sala de estar, y considere "necesito un asistente " pero, ¡lo tengo!... ya tiene tiempo que no lo veo asi.
poco después llegó Williams el fotografo, con su tunel en la oreja. su chaleco y un bolso de fotógrafo, acompañado por la tatuada maquillista Cinttia, y por su ayudante de montaje Paul.
—¡Bladimir!— me saludo el muchacho con un abrazo. —¿nuevo "Look"?.
—¿que cosa? — no entendi de que hablaba.
—la barba — dijo señalandome el rostro.
no lo había notado, pero dije — ah si— como si fuese planeado.
—¿donde armaremos la sesión? — me preguntó Williams.
—pasa al fondo, en el balcón — le expliqué. —creo que un área buena para el fondo blanco. ..¿quieren algo? — les pregunté acomodando el cuello del saco.
—¡Vodka para todos!— dijo Williams.
yo asenti, acto seguido el y su equipo llevaron faros, y otros objetos que habían subido desde abajo por el elevador, mientras yo le pedi a José que me trajese tres paquetes de BreezIce.
acto seguido, en la seguido se me incorporó Williams dandome una palmada en el brazo.
—¿de que van las fotos?— me preguntó sonriente.
—pronto llegara el modelo, y la temática es de sadomasoquismo, pero no aquel que pasan por televisión, del real— le dije.
— me gusta, me gusta— lo analizaba.—¿fondo?.
—rojo— respondi cuando tocaron al timbre.
el se quedo casi imaginandolo, y yo cruce la sala hasta la puerta la abri y había llegado Antonio y José al mismo tiempo por suerte.
—¡Dos pájaros de un tiro!— dije al verlos.
Antonio cruzó la sala con las bolsas en la mano, había vestido un sueter cuello tortuga gris y pantalón negro de salir. yo recibi los paquetes de Vodka y le pague a José, y luego se fue.
—¡ Antonio, Williams, Williams, Antonio! — les presente. ambos estrecharon manos.
— Antonio, el joven Williams y su equipo prepararan la escenografía para la sesión, el sera el fotografo — le expliqué. — ¿ te sientes incómodo? .
— para nada, Bladimir— dijo muy seguro.— pero...¿que debo hacer? .
—¡ organice todo yo preparare a Antonio! — le dije a Williams, tome a Antonio de la muñeca y lo lleve hasta, el cuarto de paredes rojas, y cerre tras entrar.
encendi la luz, y se combinó con el rojo de las paredes y muebles. Antonio miro por primera vez mi habitación de Juego, la apreciaba, cada área como reviviendo experiencias allí vividas.
—al fin conozco tu verdadero hogar, Bladimir— me dijo.
—no comiences a liarla— le ordene.— posaras en ropa interior de varias posiciones, y sera la portada de mi próxima novela. ..¿cuanto cobraras?— le expliqué el asunto.
—...por ti lo haría gratis, Bladimir— se puso pícaro.
—¿¡cuanto!?— exclame. y el dio un brinco atrás.
— no lo se...¿6000?— propuso.
—¡vale!— acepté, le quite las bolsas de las manos y me aparte.
—desvistete— le ordene.
Antonio comenzó a desvestirse, dejando ver su formado cuerpo y un tatuajeen su pecho de un candado que parecía un cangrejo y una B en el centro. se quito el boxer negro y lo dejó caer, dejando ver su sexo.
—¡los calcetínes tambien! — le dije. y el obedeció.
saque de la bolsa un calzón blanco, y unos calcetines blancos y se los di, el se los colocó, mientras yo saque de mi baul rojo, una venda de parche blanco y goma blanca, y sogas rojas de fibra de nailon. —¡Vamos!— le dije. y salíamos de la habitación, y cerre la cerradura con tres vueltas. e iniciamos marcha al balcón.
—Cinttia— llame a la maquillista. —¿crees poder tapar el tatuaje? .
—obviamente, Chico— dijo ella mientras abría su maletín de herramientas. mientras ella polvoreaba todo el cuerpo de Antonio y tapaba el tatuaje. Paul había montado una tarima,las luces y el fondo blanco.
acto seguido, Williams cogio una de sus cámaras y le puso una lentilla, y miro a través de la lente en direccion del fondo.
—¿empezamos?— me preguntó
mientras cambiaba la lentilla.
yo cogi a Antonio de la muñeca le ate el cuello, de allí baje la soga a su espalda puse sus brazos a su espalda, y le envolvi estos hasta las muñecas donde se las ate.
— ¡sube a la tarima, y arrodillado apoya tus nalgas sobre tus pies!— le ordene y el lo hizo.
entonces baje la soga y le ate los pies, le puse la venda de parche blanco, me aparte y le hice señas a Williams, y comenzó a tomar fotos de varios ángulos, haciendo gestos al tomarlas.
—¡Dame placer, Antonio! — le gritaba con animo.— dame lujuria, revive al personaje.
Antonio extendió su cuello, y hizo una mueca de excitación. tras seis foto, le hice señas a Williams, y el se detuvo. yo me acerque a Antonio, respirando fuerte del gusto que me ha dado lograr la portada que quería. desate a Antonio desde los pies al cuello.
—tenerte tan cerca estando asi me excita— me susurro Antonio.
—¿como sabes que soy yo?— le pregunté en voz baja.
—la manera de soltar la soga te delata— me respondió susurronamente.
—¡ echate! — le ordene y el lo hizo. uni sus manos con la soga a la mitad de ella, y entre ellas pase la
parte restantes, y se ajustó la soga en sus muñecas, y el imitó el sonido del sartén hirviendo. baje la soga, luego cogi sus pies y los lleve hasta atrás a la altura de sus glúteos, donde le ate los pies.
le hice virar, le di una fuerte palmada en el muslo y el imitó el sonido de nuevo. me aparte y le indique de nuevo a Williams que continuará.
tras varias fotos, el y su equipo habían terminado.
yo baje sin desatar a Antonio de la tarima.
—pueden recoger sus cosas— les informe a los artistas. y ellos comenzaron a recoger sus herramientas. me acerque a Antonio, me incline y me acerque a su oído.
—te quedaras asi un rato por haberme querido excitar— le susurre, y el se mordió los labios en silencio, y luego los humedecio con su lengua.
Williams y su equipo se hacían en la sala de estar conmigo, donde nos bebíamos las últimas cuatro botellas del segundo paquete de BreezIce.
—¡tu novela estará de puta madre! — dijo Williams. Paul y Cinttia soltaron una carcajada y luego se empujaron la botella.
—¡Gracias! — dije tras un trago del Vodka. —creo que no pude haber elegido mejor equipo para la portada.
—¡Gracias!— exclamaron los tres alzando las botellas como celebrando.
al terminar de bebernos esa última ronda, cogieron sus cosas y se fueron. yo ordene la sala de estar, y bote las botellas y el plástico de su paquete en la papelera de la cocina.
luego fui al balcón y vi ahí atado a Antonio, se podía apreciar lo irritado de sus muñecas. lo libere de lo que le ataba y lo guie al sofá negro de cuero en la sala de estar.
—¿puedo quitarme la venda?— me preguntó, yo le me quite el saco y le dije que si.el se los bajo dejandoselo en el cuello.
—me castigaste, y no soy tu sumiso— me dijo, aunque con un tono desafiante.
—¿olvidas que lo que alguna vez fue mio, nunca deja de serlo? — le insinue.
el sonrio, y yo le desvie mi mirada, ya que no deseo nada con el.
—¿porque me rechazas? — replicó.
—tu fuiste quien decidió dejarme, y hacerte ese tonto tatuaje — le respondi.
—era joven — se echo por completo en el sofá. — a demás sabes que me tatue por ti, y aun no me arrepiento.
—no se trata de...— me disponía a regañarle, cuando vi abrirse la puerta, y Giovanni mirarnos como si fuéramos fantasmas.
—...Giovanni— balbucee.
el soltó un bufido, — yo...— balbuceo, y se dio media vuelta y salio del apartamento. yo no comprendi, hasta que lo entendi, ...
llega al apartamento y encuentra a un hombre semidesnudo en mi sofá con una de mis vendas en su cuello. me incorpore rápidamente y corri tras el al corredor del piso.
—Giovanni— le llame al tomarlo por el brazo y vi sus ojos llorosos.—¡vuelve al apartamento y te explicare! .
— ¡No!— replicó.
—¡no uses tono de voz conmigo!— le regañe.
—¡renuncio!— sentenció, y saco bruscamente de sus bolsillos la agenda electrónica, su copia de mis llaves del aparmento y me las puso en la mano.
—Giovanni, te digo que vuelvas al apartamento — le ordene.
—¿ o que?...¿ vas a castigarme? — me reto mientras le broto una lágrima.
— de echo si te castigaré, te has estado portando muy mal últimamente — respondi decepcionado de su actitud y de la idea de que quiera dejarme.
— Tu...— ahogó un reclamo, cuando se quito el collar que lo identificaba como mio y me lo dio. — me voy, y no quiero que me llames mas— dijo.
—¡No!...¡Vuelve al apartamento! — replique.
—no— dijo a penas retrocediendo ante mi autoridad.
yo me acerque mas a el, y el retrocedia.
—¿¡tendre que llevarte por las fuerzas!?— me dirigi a el.— ¡ve al apartamento, Giovanni!.
el se choco con la puerta del elevador.
—¡Dije No, Bladimir!— me grito.
yo me detuve en el acto, tal fue la fuerza de su mirada y su voz. mi mente estaba difusa, mi corazón marchaba a mil y al mismo tiempo se había detenido.
se abrió la puerta del elevador, y el entro mirandome.
—Giovanni, vuelve — le pedi.
—lo siento, pero no. . .Adiós, Señor— dijo el pisando el botón de planta baja, y yo lo mire fijamente y el a mi. esperaba que a la final obedeciera. y vi como se cerro la puerta del elevador dejando muy claro que Giovanni Le Voug se había ido.
yo baje la mirada, y con una extraña y amarga sensación miraba el collar de diamante negro que colgaba de mis dedos. me volvi al apartamento, y Vi a Antonio con una sincera vergüenza en su rostro.
—Bladimir, yo...— dijo el.
— recoge tu ropa y vete, porfavor— le pedi.
—claro — musito el. yo me fui a mi habitación, y cerre la puerta. me sente en el lecho, deje la agenda electrónica, las copias de mis llaves, y el collar en la mesa de noche. y sentía la extraña sensación de que yo había cometido un error con Giovanni, pero no se cual. me quite la camisa de botones y los zapatos. de pronto escuche el cerrar de mi puerta, Antonio se ha ido. la noche me abrazo, y los pensamientos referentes a Giovanni me ataron. me acoste, y trate de dormir pero no podía, para mi sorpresa una lágrima broto de mis ojos.