Me baje de la moto acomodándome el cabello. Ron apago la motocicleta y se bajo.
-Te ves preciosa con el cabello así.
-Ron, apreció que trates de elevarme el humor pero esta vez no funciona.
-Vale, pues, lamento decirte que al bajarte de la moto pisaste caca de perro.
No pude soportarlo más y rompí en lágrimas.
Me senté en un muro de la entrada del hospital.
Sollozando jadeando cada vez lloraba más fuerte.
Ron se sentó a mi lado.
-Lo siento, Navi, yo sólo quería...
-Se lo que querías. Pero he dicho que me dejes en paz.
-Bueno, entremos.
Me sorbí la nariz. Me limpie las lágrimas y me paso un brazo por el hombro acercándome a él.
Nos registramos en la recepción pero antes de que firmara de una habitación salió mi madre ayudando a mi hermana quien tenía una venda blanca que le cubría todo el abdomen. Su cara se veía realmente mal. Ojeras, ojos tristes. Débil. Caminaba con dificultad. Tenía el cabello enmarañado
-Hermanita.-dije corriendo hacía ella a abrazarla
Ella me devolvió el abrazo pero se aparto con un leve gemido.
-Lo siento. ¿Te duele?-le dije.
Ella me miró con los ojos entrecerrados.
-No, tranquila, no me duele. Solo que un puto compañero de mi hermana me dejo caer de las escaleras y ahora siento que tengo un castor moliendome los huesos.
-Deja de decir groserías en frente de mí.-dijo mamá.
-¡Mamá! Es la verdad. Y soy mayor de edad.
-Eh... Hola Eli, hola señora Torres.
-¿Eli? ¿Que te hace pensar que puedes llamarme así?
Ron se encogió de hombros.
-Lo siento. Es un diminutivo.
-Uao. ¿Enserio? No lo sabía. Obvio que lo es. Y mi nombre es Elinetta, para que lo sepas.
-Ya deja de comportarte así. Por Dios. Siéntate. Te hace mal estar de pie.-dijo mamá sentándola en una silla de la sala de espera.
-¿Y papá?-pregunté.
-Está hablando con la doctora.
-Acompáñame, Ron.-dije halando le del brazo.
llegamos a un rincón que quedaba enfrente de los baños de ambos sexos.
-Ron, sabes que no es por ti...
-Lo sé, lo sé. Siempre ha sido difícil. No debí haberla llamado así.
-No es eso. Ya sabes, Yum le decía así.
-¿Yum?
-Su ex-novio. Ella ha olvidado por completo que tu le decías así antes que él. Olvido que fuiste su único amigo de la infancia.
-Fui amigo de las dos.
-Si, pero ya sabes como se pone. Vamos, ya hay que irnos. no sé a que vinimos. Todo fue a perder el tiempo.
Ron me siguió y estábamos de nuevo en la sala de espera.
Papá estaba hablando con mamá y mi hermana.
-...Guardar reposo una semana.
-¡¿Qué?! Tengo que volver a la universidad. No puedo. Tengo dos exámenes.
-Lo siento, querida. Ya hablaremos con tus profesores.
Ron se acercó a mi oído y me dijo:
-A propósito, ¿Que estudia tu hermana?
-Derecho. Pero creo que defenderá los casos de berrinches de los niños.
Él rió.
Y vi que mamá y Elinetta se levantaron.
-Chicos iremos a comer a KFC.-dijo mamá alegre.
-Pero yo quería una pizza.-dijo Elinetta.
-A Ron no le gusta la pizza.-dije yo.
-Al diablo con lo que...
Mamá la fulmino con la mirada.
-Nosotras iremos a comer pizza.-Dijo mamá.-Papá, Ron y tú, irán a comer lo que se les antoje ¿vale?
-Por mí está bien.-dijo papá.
Nos disponíamos a salir pero llego el sonido de una ambulancia y de ahí bajaron rápidamente a una mujer. Oh, no, no, no, no. Esa mujer era... Era una chica, era Aleya.
-Oh, Dios mío.-Dijo papá.
-Aleya.-Gritó Ron.
Los dos nos acercamos a la camilla. Tenía las muñecas vendadas. La camilla y toda su ropa estaba empapada de sangre.
-¿Está bien?-pregunte al enfermero.
-Pues, digamos, estable.-dijo.
-¿Nos quedaremos?-preguntó mi padre.
-No hay mucho que hacer. Está dormida. ¿Son familiares?
-Pues yo sí.-Dijo Ron. Oh, casi olvidaba que eran primos.
-Pues, le aconsejo que si se quiere quedar, espere. Llamamos a sus padres. Ellos vienen en camino.
-Claro.-Ron se giró hacía mí-lo siento, no puedo dejar solos a mis tíos. y menos a mi prima. Me quedare.
-Yo también-dije.
-No, por favor no. Dijeron sólo familiares. Además, por como están las cosas, ya sabes, lo de sus... gustos.-Lo último lo había dicho susurrando-Mejor es que te vayas.-dijo Ron.
-Esta bien.-Dije.
Me dio un beso en la mejilla. y salió tras Aleya.