-Ha... ha... ¡¡RAFIKI!! ¡¿QUÉ PASÓ CON LA ESCALERA QUE TE INSTALÉ?!- Gritó el hombre serpiente que cargaba su maleta junto a otros instrumentos médicos.
-Mmmm... Creo que un elefante la rompió, la uso para afilar sus colmillos- Dijo Rafiki asomándose desde la cima del árbol con cara pensante y su ex-discípulo le miró enojado -¿Que? Es verdad pregúntale al viento- Se defendió el chamán ante la mirada juzgadora.
-Tks... Luego vengo a repararla- Dijo ya lanzando la maleta para poder escalar, irónicamente aunque sea una serpiente no le gusta escalar árboles -Uff.. Alguien se partirá el cuello en una de estas....- Se quejo mientras iba subiendo
-Lo dudo... Bienvenido devuelta mi pequeño discípulo ¿Que tal el palacio?- Dijo amablemente el anciano dándole palmadas en la espalda ya viendo que logró subir el árbol.
-Más limpió y civilizado, gracias por preguntar mono- Dijo Ushari ya acomodándose los lentes para mirar el lugar -Es idea mía o tu árbol volvió a crecer?- Mirando de reojo el sitio.
-Jajaja eres el primero en notarlo~- Dijo riendo el chamán ya caminando y guiando al hombre serpiente por el lugar.
-¡Ushari!- Se escuchó en una rama y el médico alzó la mirada y ahí estaba su general -¿Porque tardaste tanto?-
-General, perdone pero Ruggie me pidió que esperara a su carta- Dijo ya sacando una carta con el sello de Ruggie -Al parecer ya le ganaron al líder del clan rival-
Leona con agilidad bajo de las ramas y se acercó a la serpiente extendiendo la mano para recibir la carta de su segundo al mando, la serpiente se la entregó y él solo la miro un momento para guardarla -Luego la leo primero mi mujer y cría-
-Entendido- Y con eso los adultos subieron para verte a ti y a Johari, la pequeña al ver la serpiente solo frunció el ceño, ya que recordaba a Ushari.
Cuando era una niña en su vida pasada llegó a conocer a este médico personal de su padre, siempre la atendió y siempre hablaba con ella para ver cómo se sentía pero la verdad, no podía confiar del todo de él ya que sentía que le mentía, no en el sentido de salud pero cada vez que le preguntaba por qué su padre la odiaba tanto él siempre decía "No te odia pequeña, eres su todo, solo que no sabe cómo expresarlo"
Para la pequeña niña que recibía la indiferencia de su padre era como si le dijeran que el cielo es naranja cuando ella lo veía azul, engaños para una niña que solo podía proteger su inocencia, por un tiempo creyó en las palabras del médico, pero la verdad, cuando fue creciendo, la indiferencia de su padre y las palabras como lanzas de Zhira hizo que para la mente de la leoncita, Ushari es una serpiente mentirosa.
-Je... Veo que tiene el humor de su padre- Dijo el médico ya acercándose y sentándose enfrente tuyo -Señora ____, según la carta que me enviaron ya me advirtieron de su amnesia, así que me volveré a presentar, soy el doctor Ushari Nyoka, estuvo en mis manos desde el inicio de su embarazo hasta que hubo un problema, pero vuelvo a preguntarte ¿Me permite volver a ser su médico?- Pregunto la serpiente con formalidad.
Tu miraste a este personaje, no lo conocías de tus manuscritos viejos pero sí de los actuales ya que no querías dejar a Leona con solo un aliado, aunque Ruggie es un buen amigo, sentías que alguien tan influyente como el chico merecía más gente que lo siguiera así que estabas sorprendida al encontrar un personaje que como escritora era desconocido, pero sí Leona confiaba en él y ya confiaste en un mono hippy, pues que mas da confiar en una serpiente médica.
-Está bien señor Nyoka, si ya me cuido antes no veo por que no puede volver a hacerlo- Dijiste con una sonrisa amable.
-Pues bien, empecemos con la revisión- Dijo el médico tranquilo y profesional -Comenzaremos con la bebé ¿Me la presta?-
-Prosupuesto doctor- Dijiste con normalidad, estabas acostumbrada a lidiar con doctores y los exámenes médicos por estar metida en un hospital los últimos años de tu anterior vida pasada, sin embargo Johari se aferro a tu pecho y no soltaba tu ropa para nada -¿Que pasa mi bebé hermosa? ¿Te asustan los doctores?-
Johari inflo sus mejillas y escondía su cabecita en tu pecho "No es que me asuste, pero no me agrada esta serpiente mentirosa" Pensó la bebé sin querer soltarte "Tampoco me gustan las agujas".
-Oh vamos pequeña, no te hara nada malo~- Dijiste besando las mejillitas de tu bebe, pero esta hacía pucherito.
-Pasamela herbívora- Ya dijo Leona extendiendo las manos para cargar a la pequeña que no parecía confiar en la víbora, no la culpa después de comer leche de gusano del mono, tu le pasaste la pequeña y esta le gruño a su padre como regañandolo, Leona solo rio y luego soltó un rugido devuelta.
"Oh no te atreviste a rugirme viejo, vas a ver, yo tengo la magia del rugido del rey" Y con eso la pequeña intentó rugir pero salió otro chiquito y adorable "Miau" y Leona solo reía "No te burles viejo, cuando tenga mi magia única te ganare..."
-Mientras que el general distrae a la bebe... Permítame revisar esas heridas- Te dijo ya la serpiente empezando con tu chequeo, dejaría a Johari para el final
Tu solo asentiste pero mirabas de reojo como Leona interactuaba con su hija, y como dejaba que la pequeña peleara con su mano como trenzas de su cabello, sin molestarse del dolor, no pudiste evitar sonreír ante la escena tan tierna, no entendían cuál era la lógica de la editorial para convertir a un padre tan amoroso en un padre desalmado que odiaba a su propia hija y la convertía en una cruel villana sin alma.
Le gusta más la idea que la verdad Leona no odiaba a su hija, pero sin su madre no sabía como reaccionar con ella, que su manera de protegerla era haciéndola fuerte para que no tuviera que pasar el mismo destino que su amada ni le afectaran las críticas de la corte como le ocurrió a él, pero se centró tanto en hacerla fuerte que no se dio cuenta de la distancia que había entre los dos.
Johari estaba peleando con la mano de Leona algo molesta que no se había dado cuenta de algo, su padre estaba sonriéndole, eso hizo que la pequeña para un momento y se quedará mirando a su padre, haciendo que las palabras de Ushari le dijo en su anterior niñez otra vez sonarán en su cabeza "No te odia pequeña, eres su todo, solo que no sabe cómo expresarlo"
"¿Que soy su todo? Pero el viejo nunca me sonrió" Pensó la pequeña mientras Leona soltó otra risa.
-¿Ya te rendiste pequeña? O vamos pequeña, se que eres más fuerte que eso, no te rindas- Dijo mientras acariciaba su estómago para estimular de nuevo la energía de la cachorrita.
"Sé que eres más fuerte que eso..." Su padre en sus años de entrenamiento se lo repetía una y otra vez como un lema para ella cuando siempre terminaba en la tierra por perder la batalla que habían tenido, esas palabras las había escuchado una y otra vez, ella siempre tomo esas palabras como decepción de su desempeño, nunca como palabras de aliento, pero esta vez ¿Porque se escuchaba diferente?
La pequeña guerrera hizo pucherito y como venganza intentó morder de nuevo sus dedos ya que se sentía frustrada ¿Por que ahora su padre es más alegre y menos indiferente ante ella? ¿Por qué no era así en su vida anterior? Prefería un viejo así que al que le tocó crecer ¿Que es diferente esta vez?
-Su majestad ya acabo el chequeo de ____ toca de la pequeña... Así que si me la presta- Dijo ya Ushari que extendía sus manos y un Leona se comportaba con seriedad.
-Si claro, con cuidado es lo único que pido- Dijo ya pasando la pequeña al médico, Johari aún hacía puchero mirando a su viejo dejarla ir
"Cobarde, la siguiente pelea yo ganaré" Pensó la pequeña pero se quedó algo curiosa al ver como su padre miraba a su madre
Cómo se acercó a ella para preguntar cómo se sentía y que le dijo la víbora, haciendo que la pequeña otra vez desviara su atención del médico "Ahora que lo pienso... Sus ojos brillan de manera extraña, como su primo le brillaban los ojos cuando veía a su querida prometida Nala ... ¿Acaso eso es lo que llaman amor? ¿Mis ojos brillaban así cuando miraba a mi esposo? ¿Acaso yo sé amar? ¿Y si no soy capaz de amar?" y la pequeña cachorrita empezó a lagrimear y a llorar por las inseguridades del corazón...
Cuando sintió como le acariciaban la cabeza, fue otra vez su padre, consolándola para que dejara de llorar, la pequeña movió su cabeza para abrazar la mano de su padre.
Continuará...