Isaac Lahey:
Francia era un lugar tranquilo, tan tranquilo que podía pasear por las calles sin que nada malo pasará, solo debía caminar y disfrutar de las grandes vistas que me ofrecía.
Decir que no extraño a Beacon Hills está de sobra, pues puedo asegurar con certeza que no lo extraño, pero había algo que me hacía querer volver, cierta castaña que había dejado atrás hace unos años.
Jamás podré olvidar su cara cuando ella se enteró que me iba, la cara de decepción y tristeza que ella tenía, jamás podría sacarla de mi cabeza y sus ojos azules llenos de lágrimas me atormentaban todas las noches.
Había algo que no podía olvidar, las últimas palabras que me dijo antes de salir de su habitación: "Esperaré nuestro reencuentro". Siempre creí que cuando ella terminara la preparatoria correría hacia el aeropuerto y tomaría el primer avión a Francia.
Cuando no lo hizo no podía culparla, pues la había lastimado de una manera en la cual jamás pensé hacerlo.
La primera vez que dije que me iría con Boyd y Erika termine quedándome por ella, porque no quería dejarla, quería seguir con ella y que nuestra relación floreciera y se transformara en la mejor de todas.
Pero esa noche cuando todo acabo, supe que ocupaba un respiro, no de ella, jamás me cansaría de estar a su lado, necesitaba un respiro de todo lo que la rodeaba o lo que rodeaba a Beacon Hills.
Con el tiempo me arrepentí de haberme ido, porque sabía que ella me necesitaba, pero había alguien que me informaba todo lo que ella hacia y todo por lo que estaba pasando.
Mi sorpresa fue gigante cuando me enteré que Leah había mordido a alguien y tenía un nuevo beta, y ese no era yo...
Comencé a llamarla, por alguna razón las palabras no salían de mi boca, sobre todo cuando escuchaba su voz de fondo, una voz tranquila y serena, aunque eso cambiaba cuando ella no recibía una respuesta de mi parte, se volvía fría y distante en es pequeño transcurso, luego colgaba.
Sabía que no volvería a Beacon Hills, al menos no en un buen tiempo y el escucharla hablar de vez en cuando hacia que mi corazón se acelerará tanto como cuando estábamos juntos.
—Mi pequeña brujita, ¿Estará bien? —«me pregunté cuando Scott me platico que Leah estaba cada vez más descontrolada, pero era obvio, ella no estaba para nada bien.
Leah era una persona con demasiado control y el saber que estaba atravesando por algunos problemas de ira me hacía odiarme por dejarla sola.
Después de unos meses me enteré que se había puesto de novia con su nuevo beta, mi corazón se partió en mil pedazos al escuchar esa noticia de parte de Scott, quería dejarlo todo y volver por ella, pero sabía que sería injusto volver cuando ella finalmente había decidido olvidarme.
Scott me mantenía informado de todo lo que pasaba en Beacon Hills, pero al menos sabía con certeza que Stiles y el estarían para Leah cada que ella necesitará un hombro para descansar o incluso llorar, por eso estaba más tranquilo, Leah tenía increíbles personas a su alrededor.
—"Si no hablaras no me llames" — las palabras de la castaña me hicieron querer hablar, pero simplemente no podía hacerlo, no podía volver así nomás, porque sabía a la perfección que no estaba listo para regresar a Beacon Hills y ella no estaba lista para irse.
Es estupido, lo se, pero confiaba ciegamente a qué si en realidad estábamos destinados a estar juntos tendríamos nuestro momento cuando fuera indicado.
Siempre que llamaba lo hacía de un teléfono diferente, de esos que hay por la calle, no era barato hablar de Francia a Beacon Hills, pero no me importaba, gastaría el dinero que fuera necesario solo para escuchar su voz.
La última vez que la llame esperaba escuchar su voz, pero no fue así.
—¿Hola? ¿Quién habla? — la voz de un hombre paso por el teléfono.
Alce mi ceja, pero recordé que Leah ahora tenía novio, suponía que era el, está vez no me quedé callado.
—¿Busco a Leah, quien eres tú? — pregunté hablando por primera vez.
—Soy Theo, Leah no está, ¿Gustaría dejar un mensaje? — me preguntó el chico.
—yo solo.... No, olvídalo — dije finalmente.
—Okey, está bien — dijo el chico.
Colgué la llamada, no sabía si era su novio o solo un amigo, pero esa fue la última vez que llame y la última vez que conteste los mensajes del McCall, no quería volver al pasado, sabía que Leah era feliz y seguiría siendo feliz aunque yo no estuviera a su lado, así que decidí no volver a llamarla y seguir con mi vida, pero sabía que no podría, pues ella lo era todo para mi, aunque debía intentarlo.
Me concentre en mi último año de preparatoria, pues había continuado mis estudios en Francia, Chris venía algunas veces a visitarme y luego regresaba a Beacon Hills para ayudar a la castaña, eso fue así hasta que se quedó definitivamente allá, pues quería estar más cerca de todo.
Pasaron meses y meses, había terminado la preparatoria y me metí como militar, tenía una gran ventaja, era hombre lobo y las balas comunes no me afectaban tanto como a los humanos, además de mi olfato, oído y mi fuerza, lo haría bien.
Había estado entrenando duro y había participado en una pequeña misión en la cual resultamos victoriosos, lo hacíamos a la perfección hasta que un nuevo mensaje de Scott llegó a mi teléfono, el McCall había dejado de enviar mensajes después de tanto insistir, normalmente solo los pasaba de largo, pero lo poco que alcance a leer me hizo cambiar de parecer.
Comencé a leer todo los mensajes que Scott me había dejado durante los últimos meses, Leah termino con su novio porque la engaño, ¿Es enserio? ¿Cómo podría engañarla? Es un imbecil. Leah había matado a alguien y Scott había dejado de hablarle, al leerlo me preocupe mucho por ella, pues sabía que a pesar de fingir ser una persona algo fría, Leah tenía un corazón enorme, tan enorme que ella jamás lastimaría a alguien y sabía que si lo había hecho era por una buena razón, luego Scott me platico sobre la cacería salvaje, lo extraño es que yo jamás la olvide, siempre recordé esos ojos azules de mi brujita, el último mensaje de Scott fue todo el mundo los cazaba, incluso los del pueblo..
Al leer todo por lo que había pasado ella y yo no estuve a su lado, no la pensé dos veces, me tomé unas largas vacaciones y tome el primer vuelo a Beacon Hills.
Iba a regresar, regresaría por ella, para estar a su lado y apoyarla, aunque me asustaba la manera en la que reaccionaria, ¿Que pasaba si ella ya no quería saber nada de mi? ¿Yo que haría?.
........
Cuando finalmente llegué a Beacon Hills lo primero que hice fue dejar las cosas en mi antigua casa, pues a pesar de jamás vivir ahí era mía, además no sabía dónde más dejarlas, salí de mi casa, iba a ir a la suya, pero sabía que Leah estaba trabajando como ayudante del entrenador en la preparatoria, así que fui ahí.
Tuve una gran sorpresa al encontrarme con Jackson y Ethan en la entrada de la preparatoria.
Ambos al verme soltaron una pequeña sonrisa, debo decir que no me llevaba del todo bien con ellos, a Ethan lo soportaba un poco, pero Jackson no me gustaba para nada.
Rodé los ojos al ver qué ellos venían hacia acá, luego recordé que ambos se habían ido de Beacon Hills, ¿Que hacían aquí? Y ¿Que hacían juntos?..
—Lahey — hablo Jackson.
—Whittmore — pronuncie no muy feliz.
—¿Que te trae por aquí, Isaac?, escuché que te habías ido — Me preguntó Ethan.
—Lo hice, justo hoy regreso — le respondí.
—¿Buscas a Leah? — me preguntó Jackson.
—Si, la busco — le respondí al hombre lobo.
—Genial, busquemos juntos — me dijo Ethan sonriendo.
—¿También la buscan? — le pregunté.
Ambos asintieron.
Comenzamos a caminar hacia la entrada mientras estos me platicaban sobre como dos cazadores fueron por ellos hasta Londres, por eso habían vuelto, ellos venían a ayudar también, así que trate de poner la mejor cara mientras caminábamos juntos.
Los tres entramos por las puertas de la preparatoria, las chicas se nos quedaban viendo, pero no solo ellas, si no también los chicos, vi como Jackson le dio una mirada a uno de ellos, luego la regreso al frente.
—Es raro volver — Dijo Ethan.
—Si — asintió Jackson.
—Disculpe — pare a una muchacha/señora morena, parecía una maestra — estoy buscando a Leah Stilinski, escuché que es ayudante del entrenador de lacrosse.
—Lo cual no impresiona, honestamente Leah era de las mejores — le dijo Jackson sonriendo. — ¿Esta por aquí? No lo sé... asistiendo.
—puedo ayudarlos a encontrarla — Dijo la morena y los tres sonreímos — ¿Me dicen sus nombres?.
—Isaac / Jackson —dijimos ambos a la vez.
—¿Isaac Lahey y Jackson Whittmore? — nos preguntó sonriendo.
—Si, ¿has odio de nosotros? — preguntó Jackson.
Bueno, claro que no nos ayudó, era una cazadora, dijo que nos llevaría con Leah pues estaba en el campo de lacrosse, lo único que recuerdo fue ver a varias personas frente a nosotros con Serbal, palos eléctricos y armas apuntando hacia nosotros.
Estos nos atraparon, a pesar de que intentamos dar pelea, eran demasiados.
Estábamos amarrados a una red de electricidad, mientras nos llenaban de agua cada cinco minutos.
—¿Has oido sobre nosotros? ¿Has oído sobre nosotros? — repitió Ethan imitando la voz de Jackson.
—pense que por el lacrosse — Le dijo Jackson.
—¿Por qué buscan a Leah Stilinski? — preguntó la morena.
—¿se supone que debemos saber quién eres o que nos impresione todo esto? — pregunté, pues no me gustaba su forma de hablar.
La morena giro el interruptor haciendo que varios toques pasaran por nuestros cuerpos evitando que nos transfomaramos, eran dolorosos, lo único que se escuchaba eran nuestros quejidos del dolor.
—¿Por qué.... Están.... Buscando... A Leah Stilinski? — repitió la pregunta cada vez más lenta.
—De hecho tengo algunas preguntas para ti — le dijo Jackson.
—Esto no funciona asi — le dijo la chica.
—¿Enserio? Porque parece que tú nos necesitas más que nosotros a tí — Le dijo Jackson. — o nunca sabrás lo que íbamos a decirle a Leah Stilinski.
La chica nos miro por unos segundos, después volvió a mover el interruptor, haciendo que todos gritaramos de nuevo.
—¿Por qué matan hombres lobo en Londres? ¿Por qué mandan cazadores a perseguirnos? — Jackson de nuevo abrió su bocota.
—Quizas te calles Jackson — me queje con el Kanima.
Y de nuevo estábamos siendo electrocutados.
—Como dije, esto no funciona así — le dijo la morena para después mirarme — ¿Isaac Lahey? Eres beta de Leah, ¿No es así?.
—Creo que sabes la respuesta a esa pregunta — le dije a la morena enojado.
—Si, escuché sobre ti y su trágica historia de amor — dijo está riendo.
—¿Eres Monroe, cierto? — pregunté, no contesto pero sabía la respuesta — si, escuché sobre ti y tu trágica historia con esa bestia — le dije ahora yo sonriendo.
La cazadora me miró con cara enojada, luego volvió a prender el interruptor, para después levantarse de la silla e irse, dejándonos ahí solos.
No podía creer que con solo regresar y estás cosas volvían a pasar, pero de una cosa estaba seguro, si lograbamos salir de esto no huiria, no como la vez pasada, está vez me quedaría y lucharía contra todo lo que se me atravesara en mi camino, pues debía encontrarla y hacerle saber que todavía la amaba, tanto como hace unos años, la seguía amando de esa manera, una forma pura y hermosa, pues para mí ella lo era todo, Leah era una persona tan increíblemente buena, hermosa, y con unos sentimientos increíbles, podría pasar toda mi vida con ella y jamás aburrirme de estar así su lado, porque así era ella, te hacía sentir en casa, o al menos así era para mí.
Después de estar ahí durante buen rato, hombres entraron juntos a la mujer morena, nos tomaron a mi y a Jackson, dejando a Ethan solo, tuvieron que usar un tranquilizante además de los toques para podernos llevar a otra habitación, en esta nos volvieron a amarrar..
Estuvimos ahí otro buen tiempo, una persona era la que nos cuidaba, pero desde lejos, no se acercaba a nosotros, ambos estábamos amarrados con cadenas demasiado fuertes y no podíamos liberarnos.
Jackson se la pasaba hablado sobre como fue su vida después de irse de Beacon Hills, y el como conoció a Ethan, pero no estaba prestando mucha atención, pues solo podía pensar en Leah y la vez que la conocí.
Derek me convirtió y esa noche que discutí con papá fue la peor de mi vida, cuando busque a Derek ella estaba ahí.
Una chica castaña de ojos azules, demasiado hermosa y con una gran sonrisa, solo preguntó quién era yo, desde ese momento tuve un pequeño flechazo por ella, luego se convirtió en más que eso, cuando supe que era tuve un pequeña crisis, pues no lo entendía, así que pregunté muchas cosas, está respondió con una sonrisa en su cara.
Creo que cuando me di cuenta que en realidad la amaba fue en ese partido de lacrosse, aunque la vez que pasamos solos en ese estanque fue mágico, me divertí demasiado con ella, a pesar de que ella intento alejarse de mi, yo no quería hacerlo, la quería cerca siempre.
Cuando finalmente me fui de Beacon Hills tuve que comprar varios peluches que rodearán mi cama, pues no podia dormir solo pues faltaba ella a mi lado.
Estuve sonriendo mientras recordaba todo.
—¿Por qué sonríes? — me preguntó Jackson.
—Yo solo... Quiero volver a verla — dije sin más.
—Te estoy platicando como conocí a Ethan y tú solo puedes pensar en ella, ¿Acaso escuchaste algo de lo que te dije? — pregunté el Kanima enojado.
—No, la verdad no — le respondí sonriendo.
Jackson se miraba enojado, pero la verdad no me importaba mucho, desde que llegamos no se cuánto tiempo ha pasado, pues no podía ver la luz de afuera, pues el cuarto estaba cerrado..
La puerta se abrió dejando entrar un aroma que conocía a la perfección, un aroma que me hacía querer vomitar, y cuando estuvo frente a mi no podía creerlo, enserio creía que este viejo decrépito ya estaba muerto, pero pues no era así..
—Escuche que saliste por un tiempo con mi nieta, creo que te gustará escuchar su voz — Dijo este en cuanto entró. — pero no dejaré que ella escuché la tuya.
Luego se acercó un poco y coloco una gran cantidad de cinta sobre mi boca, la cual evitaba que pudiera hablar, y mis intentos de poder decir algo quedaban atrapados en la cinta.
—Sangre y destrucción serán tan comunes y las escenas de muerte tan familiares, las acciones bárbaras sofocarán toda piedad y el espíritu de César, hambriento de venganza, vendrá en compañía de Atis salida del infierno, y gritará en estos confines con su regia voz... — comenzó a decir Gerard por la radio - sabes lo que sigue Leah, sabes algo de Shakespeare.
Mire confundido al anciano, pues yo no era de leer, así que no sabía de que hablaba.
—Matanza y desencadenar a los perros de guerra — Se escucho la voz de Derek por la radio.
—Guerra, así es, bienvenido de vuelta Derek — le dijo Gerard por la radio — todos deben sentirse muy nostálgicos, ¿Te agrada la reunión familiar que arregle para ti, Leah?.
Leah todavía no decía nada, y yo estaba desesperado por volver a escuchar su voz después de mucho tiempo.
—¿Por qué no vienes? Así esto se vuelve más familiar — Su voz vino a mi.
Mire a Jackson quien estaba a mi lado, cuando la volví a oir sentí un brinco en mi corazón, Leah todavía me hacía sentir demasiadas cosas, incluso con solo escuchar su voz.
—Hasta te traje distinguidos visitantes desde Londres, hasta Jackson Whittemore no pudo resistirse a volver a Beacon Hills — Dijo Gerard y yo mire a Jackson — Saluda a uno de tus mejores amigos, Leah..
Gerard traía un palo de electricidad en la mano, lo prendió y fue directo a Jackson, haciendo que este soltara un grito por el dolor.
—Hazlo de nuevo anciano, acercate mas, ¡voy a meterlo por tu trasero! — Jackson grito en su dirección.
—No ha perdido el encanto, ¿Cierto? — preguntó Gerard — puedes encontrarlo en la armería Leah, tal vez encuentres a alguien más aparte de Jackson, ¿Otro viejo amigo?.
¿Otro viejo amigo? Estaba seguro que Gerard no quería que Leah supira que estaba aquí, pues si no me deja hablar es por algo, ademas de que no menciona mi nombre.
—De hecho te diré donde encontrarlos a todos - le dijo Gerard ¿Acaso éramos muchos atrapados? — tu sabueso infernal se encontró con unos amigos, mientras recibía un llamado a la casa eichen, el padre de Scott venía de regreso de San Francisco con la esperanza de unirse a la pelea, pero no llego muy lejos, por cierto Scott, deberías decirle a tu madre que está noche no vaya a su turno en el hospital — dijo Gerard, lo mire enojado, pues Melissa era como una madre para mí — Liam y sus amigos están ahí ahora, un plan optimista, pero desasertado, así es como se hace la guerra Leah, colocas tu ejército estratégicamente contra el otro, es por eso que vendrás a mi y intentarás salvar a todos los que puedas y puede que salves a unos pocos, pero tus recursos limitados intentarán abarcar demasiado, y al final fracasaran, mis perros de la guerra van por ustedes, pero especialmente por ti querida nieta.
Diciendo eso Gerard apagó la radio y Leah no volvió a hablar, estaba seguro que estaba enojada, sobre todo porque al parecer tenía a demasiadas personas importantes para ella, Gerard nos miró sonriendo, luego quitó la cinta de mi boca.
—No podrás vencerla anciano — le grite cuando esté se estaba alejando — Leah es mas poderosa de lo que crees, sobre todo cuando atacan a su manada.
—Pero ella tiene una debilidad, esa eres tú y Stiles por supuesto — Dijo este al detenerse y sonreir — ¿Que pasaría si Leah llega y te encuentra muerto? — dijo este y mis ojos se abrieron — o ¿Que pasaría si ella se vuelve a encontrar contigo? Sus emociones acabarían con ella y eso es lo que sucederá..
Gerard salió del lugar, estaba harto de estar aquí, sobre todo amarrado, este viejo me las pagará cuando logré soltarme..
Otra vez un cazador estaba frente a nosotros sosteniendo un arma, pero parecía asustadizo y fácil de manipular, sobre todo porque lograba escuchar sus latidos y el aroma a nervios me lo confirmaba.
Mire a Jackson sonriendo, quien también lo había notado..
—¿Tienes miedo o no? — le pregunto Jackson al cazador — ¿Te dijeron por qué debes tenernos miedo, sobre todo a mi? Si no tienes miedo ¿Por qué no te acercas? — Jackson continuaba hablando, mientras yo lo miraba
— ¡Cállate! — le ordenó el cazador.
—¿Es por qué todavía es mitad Kanima? — pregunté intentando ayudarlo.
—¿Sabes que es eso? — le pregunto Jackson.
El cazador lo miró curioso, Jackson sonrió al tener su atención, luego miró sus garras.
—Mira mis garras, vamos, ven a verlas — lo alento Jackson.
El cazador no estaba muy convencido, pero comenzó a acercarse.
—Son diferentes a las mías — Le dije al chico cuando las miro.
—Estas garras producen un veneno que puede paralizarte — le explicó Jackson — hasta tengo ojos diferentes, mira.
El cazador se acercó un poco más, Jackson coloco sus ojos de Kanima, que por cierto eran horribles y el cazador retrocedió un poco al verlos.
—no puedo cambiar por completo, pero puedo tener una pequeña transformación — Le explicó Jackson — puedo pasar de automático a manual, ¿Te gustan los autos? Solía conducir un Porsche, pero ya no puedo conducir autos deportivos — dijo este en un suspiro y hasta yo lo mire confundido.
—¿Por qué no? — le pregunté.
—Mi cola no cabe en ellos — respondió Jackson.
Segundos después de atrás de el salió una cola demasiado larga, cola de Kanima, la coloco en el cuello del hombre y lo golpeó contra la pared, haciendo que se desmayara por el golpe, mire con asco la cola, pero al menos nos había ayudado.
Jackson tomo la llave del hombre y abrió mis cadenas, para después abrir las suyas.
—Buen trabajo — le dije sonriendo.
—es asquerosa, pero útil — dijo este sonriendo.
Comenzamos a caminar con cuidado, estábamos frente a una puerta, coloque mi oreja sobre ella para ver si lograba escuchar algo.
Pude escuchar mas de un latido, así que Jackson y yo retrocedimos un poco, no miramos entre si y asentimos.
Antes de que pudiéramos hacer algo se escucharon varios disparos, después todo quedó en silencio, un grito, y nada más.
La puerta se abrió, alguien la había golpeado, y cierta castaña estaba frente a frente de ambos, detrás de ella estaban Lydia y Stiles.
—¿Leah? — preguntamos Jackson y yo a la vez.
—No me jodas — maldijo al verme.
—¿Jackson? — la pelirroja lo vio y corrió hacia el.
Yo no sabía que hacer o que decir, me quedé inmóvil durante unos segundos mirándola fijamente, ella estaba cada vez más hermosa, cuando finalmente salí de mi trance intenté acercarme a ella, pero está simplemente retrocedió, como si fuera a lastimarla.
—Escuché que salías con alguien — hable, mientras ella todavía me miraba — espero hayan terminado, porque estoy de vuelta — dije sonriendo de una manera cálida — y estoy aquí para recuperar a mi chica.
No sabía si lo que había dicho estaba bien, pues suponía que ella no quería verme ni nada por el estilo, así que estaba asustado de lo que diría.
—¿Por qué volviste? — me pregunto con los ojos llorosos — ¿Por qué vuelves cuando estoy a punto de olvidarte? No puedes hacer eso.
No me gustaba verla así, la miraba demasiado frágil y cuando lloraba me partía el corazón en mil pedazos.
—Volvi por ti — repetí mirandola — porqué te amo, brujita.. — creí que me resultaría más difícil decirlo, pero no, fue tan sencillo.
—no, no me mires así, no puedes pretender que nada paso y simplemente decir que me amas — me dijo la castaña negando — no, no lo aceptaré.
Sabía que tenía razón, pero no quería que la tuviera, solo quería que corriera hacia mi y me abrazara, me dijera que todavía me amaba, pero sabía que eso no iba a suceder, los chicos al notar que no nos contentabamos decidieron dejarnos solos.
—Vamos Leah, yo se que todavía me amas, vamos dilo, di que me amas — dije en una súplica — se que no debí irme, debí quedarme a tu lado, intenté venir en vacaciones para verte, pero simplemente no podía pisar Beacon Hills de nuevo — le dije a la castaña, mis ojos comenzaron a llenarse de lágrimas — pero cuando Scott llamo y me contó todo no lo pensé dos veces, tome el primer vuelo, cuando llegue aquí me encontré con Jackson y Ethan, bueno creo que ya sabes lo demás.
—Espera, ¿Scott te llamo? — me pregunto confundida.
—Si, el me llamo, creí que lo sabías — le respondi.
—No, el no me dijo nada — la castaña negó, yo enserio creí que ella sabía que el y yo seguíamos en contacto.
—¿Solo te importa si el me llamo? ¿No te importa saber cómo estoy? O ¿Que ha pasado con mi vida? — le pregunte, pero nego.
—No, tu decidiste irte — me dijo la castaña.
— y tú dijiste que esperarias nuestro reencuentro — le recorde.
— me cansé de esperar — solto sin más.
Escuché como mi corazón se rompía cada vez más, lo sabía, sabía que ella no me esperaría para siempre, y no podía culparla, solo me culpaba a mi mismo, pero haría que ella cambiará de opinión sobre todo esto, ella volvería a confiar en mí y podríamos volver a empezar de cero.
La chica salió de la habitación, pero yo la seguí, iba detrás de ella, pues estaba dispuesto a ayudarla, aunque ella no quisiera.
—Esta bien, yo debo irme — le dijo la Stilinski a Stiles — Scott me mando mensaje, dice que Melissa está en el hospital con Masón, Liam y Corey, debo ver si Theo logro llegar a ellos y ayudarlos, debo ir por mi beta — Dijo, yo solo la miraba, pues parecía que su nuevo beta le importaba más. — después iré a la preparatoria, lo prometo.
—Nos vemos ahí entonces — le dijo Lydia
—Dejame ir contigo — le dije, pero ella negó.
—No, quédate con ellos y ayudalos — me ordenó.
—Ve con ella, llevense mi coche — me dijo Stiles y ella a regañadientes acepto.
Stiles me guiño el ojo, creo que ella lo noto, pues su cara no se veía muy feliz.
La chica tomo la llave de Stiles y salió de la armería, yo iba detrás de ella, al principio creía que al verla todo estaría bien, aunque sabía que no lo sería, pero ella estaba haciendo que mi corazón brincara de nuevo.
Enserio quería que ella me hablara, sabía que la había lastimado, pero ella sabía que la amaba, y quería hacerle saber que estaba vez no me iría, al menos no si ella no se iba conmigo.
Sabía que ella me amaba todavía, podía sentir su nerviosismo al estar a mi lado, pero era una chica orgullosa y no me lo diría así de fácil, yo era distinto, cuando se trataba de ella me importaba muy poco mi orgullo..
Ambos subimos al coche y Leah lo prendió para después acelerar, ambos estábamos en silencio, pues sabía que ella necesitaba tiempo para pensar.
Ella estacionó el Jeep en el hospital y ambos nos bajamos, caminamos con cuidado hasta la puerta viendo que no hubiera ningun cazador cerca, para nuestra desgracia la puerta estaba cerrada con una cadena con candado.
—¿Ahora que haremos? — pregunte al verlo.
—Dissera Portus — la escuché decir.
La puerta se abrió de par en par dándonos paso al hospital..
—Me perdí de muchas cosas — dije sonriendo.
—Demasiadas cosas — dijo comenzando a caminar.
Apenas íbamos entrando cuando se escucharon unos balazos en la planta de arriba, no quería estar en el hospital, pues recordaba cuando estuve aquí por semanas y no era el mejor recuerdo.
Leah comenzó a caminar más rápido, yo iba a su lado, pero en recepción nos encontramos con dos cazadores frente a nosotros, saque mis colmillos y ella también, corrimos hacia ellos, creí que dispararian, pero se escuchó como ambos cuerpos cayeron al piso.
—¿Tu hiciste eso? — le pregunte confundido
Nego, ¿Si no había sido ella quien más podría ser?
—¿Corey? — preguntó mirando hacia el frente.
Frente a nosotros aparecieron dos chicos, uno moreno y un castaño, retrocedí un poco al verlos ¿Cómo hicieron eso?, ambos soltaron un suspiro al ver a Leah, para después correr hacia ella y abrazarla.
Esto me recordaba a cuando era su beta, siempre intento protegerme.
¿Ellos eran de su manada?.
—¿Ambos están bien? — les pregunto Leah.
—Si, pero el hospital está lleno de cazadores — le dijo el chico moreno.
—Theo y Liam deben de estar en el segundo piso — dijo el otro chico — escuchamos el ascensor y los disparos.
—Esta bien — les dijo a ambos — iremos por ellos.
—Eso también es nuevo, ¿Eres brujo o como te haces invisible? — le pregunte al chico castaño, pues no me quedaría con la duda.
—Corey es una quimera, es parte camaleón — me explico Leah.
—Es increíble — dije sonriendo hacia ambos chicos.
Los cuales me miraron confundidos, pues no me conocían
—Ohh, claro, siempre lo olvido — dijo Leah sonriendo — ellos son Corey y Masón, parte de la manada..
—Un gusto — dijeron ambos a la vez.
—El es Isaac, fue beta de Derek — me presento como beta de Derek y no como el suyo, Auch.
—Un gusto — le dije a ambos.
Masón se me quedó mirando durante unos segundos, después miró a Leah.
—¿Ese Isaac? — preguntó Masón.
—Si Masón, ese Isaac —dijo Leah rodando los ojos.
—¿Les ha hablado de mi? —les pregunte sonriendo.
—No es necesario, todo el equipo de lacrosse sabe que a nuestra capitana la dejo un chico al que el entrenador le dice "Lahey" — Le respondió Corey. — además ella usa tu camiseta.
Al escucharlo decir eso no pude evitar sentirme mal, pues al parecer el equipo de lacrosse sabía la historia de Leah y yo, no debió pasarla bien..
—¿Eres capitana de lacrosse? — le pregunte sonriendo — ¿Y por qué usas mi camiseta?.
¿Era por qué me extrañaba y la hacia sentirse más cerca?.
—Era capitana y uso tu camiseta porque rasgaron la mía y el entrenador no quiso mandarme a hacer una hasta la temporada siguiente — se excuso comenzando a caminar.
Bueno, creo que había pensado demasiado, ella solo lo usaba por eso, no por algo en especial.
Veníamos los tres detrás de Leah, me cayeron bien, veníamos platicando sobre cosas como las "quimeras" era emocionante, Scott me lo platico, pero ellos lo platicaba aún mejor que el castaño, también me platicaron sobre Leah y el lacrosse, según me dijeron ella era la mejor y el entrenador la amaba.
Siempre creí que Leah eligiría el patinaje sobre el lacrosse, pues sabía que a ella le encantaba patinar sobre hielo, no era un simple hobby, era lo que ella más amaba y estaba seguro que anhelaba volver a competir.
Tuvimos que guardar silencio al llegar a la puerta, Leah colocó su oreja sobre la puerta en un intento de escuchar lo que había del otro lado.
—Al suelo — se escuchó gritar.
La castaña vino hacia nosotros y les dijo a Masón y Corey que no salieran, luego me miró y la seguí, la chica abrió la puerta.
Frente a nosotros estaba un chico de cabello largo y ojos azules peleando contra un cazador, y a lo lejos se miraba a alguien apuntandoles.
Leah me hizo una seña y asentí, fui con cuidado hacia donde estaba el tirador, mientras ella ayudaba al otro chico.
No llegue a tiempo y este disparo, pero no fue hacia el chico de pelo largo si no al cazador, así que no me preocupe mucho.
Agarre un apagador de incendios y lo golpeó en la cabeza, este cayo al piso y yo tiré lo que traía en manos.
—Despejado — le grite a Leah.
Comencé a caminar hacia la castaña, quien me miraba, luego miró al tirador y el extintor detrás de mi.
—Esa voz.. — escuché a Melissa.
Salí detrás de Leah y me encontre cara a cara con Melissa, la castaña sonrió de oreja a oreja y corrio hacia mi, nos abrazamos hasta más no poder, había extrañado a Melissa.
—Volviste — sonrió la castaña..
—Vine a ayudar — sonrei de vuelta.
Leah estaba hablando con dos chicos y parecía demasiado preocupada por ellos, sentí celos, hubiera deseado que ella se preocupara de la misma forma cuando vio que regrese, pues jamás me preguntó cómo estaba.
Creo que Melissa lo noto, pues tomo mi mano y sonrió por un instante.
—Duele, duele — escuche al cazador en el piso..
En su boca había sangre, al igual que en toda su camiseta, el chico que estaba con Leah, tenía una mano sobre su hombro y parecía herido, pero aún así el hombre lobo camino hacia el cazador y se inco a su altura, mientras Leah miraba lo que hacía.
Tomo la mano del cazador, la cual sangraba y coloco su mano sobre la suya, después de unos segundos las venas negras comenzaron a subir por la mano del chico.
Recuerdo la primera vez que hice eso, fue con Leah, y después con un perrito, me sentí muy bien al hacerlo, era doloroso, pero me hacía sentir bien el hecho de ayudar a alguien.
—¿Te sigue doliendo? — le pregunto el hombre lobo.
—No —nego el cazador..
—Excelente — le dijo el castaño.
El cazador finalmente cerró los ojos, Leah fue hacia el chico y coloco su mano sobre su hombro.
—Lo hiciste bien — le dijo al chico.
Este giro a verla, tenía los ojos llorosos, se levantó y vino hacia la castaña rodeando sus manos sobre su cintura, hundió su cabeza en su cuello soltando un par de lágrimas sobre el..
Ella solo coloco su mano en su espalda en un intento de consolarlo, mientras yo miraba fijamente.
Quería ser el, quería ser la persona que la estuviera abranzado, queria que todo volviera a ser como antes, aunque sabía que era imposible.
Iba a caminar hacia ella, pues no aguantaba más verla con el, pero Melissa me detuvo.
—Quedate donde estas — me ordenó.
No quería hacerlo, pero está me detuvo, solo quería estar a su lado ¿Acaso era mucho pedir?
—¡Leah! — escuché que se quejo el chico y gire mi vista a ella.
—Debia sacar esa bala —solto encogiendose de hombros.
Después fue hacia el chico de ojos azules, este retrocedió al verla, y finalmente el chico saco la bala de su pierna, pues no quería que Leah lo hiciera.
—Dale un poco de espacio — escuché que Melissa me dijo y gire a verla.
—Es difícil — le confesé.
—Lo se, pero siempre lo es, solo espera a que todo pase — me dijo Melissa.
Asentí, luego gire de nuevo a ver a Leah, esta ya me estaba mirando, mi corazón se aceleró como loco cuando nuestros ojos azules se juntaron, ella también lo sintió, lo sabía, estaba seguro que fue así, pero está desvió su vista hacia el ojiazul quien le comenzaba a hablar, no escuché, pues estaba seguro que ese era el nuevo beta.
—Soy Monroe, ¿alguien tiene un reporte del estado? — se escuchó Monroe por una de las radio — que alguien me responda, que alguien hable conmigo, ¿Que pasa? Alguien responda el radio y díganme que pasa.
Gire hacia donde provenía el sonido, estaba en uno de los cuerpos tirados en el piso, Leah se acercó a la radio y la tomo entre manos.
—Perdieron, así que huye antes de que te encuentre perra psicópata —le grito por la radio.
Dejo la radio en el piso y se levantó, yo estaba a su lado con una sonrisa, quería que supiera que estaba con ella, está solo se me quedó viendo de nuevo, mi vista se despegó de ella al escuchar pasos acercarse, eran Stilinski, su oficial y Rafael el padre de Scott, venían con sus armas en alto.
—¡Isaac! — Grito el Stilinski.
El padre de Leah tenía una sonrisa de oreja a oreja, se acercó a mi y me abrazo, luego incluyo a Leah al abrazo, el Stilinski nos abrazaba con demasiada fuerza, creo que me extraño, pues Leah tuvo que intervenir para que nos soltara.
—Lo extrañe señor Stilinski — le confesé a mi ex suegro.
—Y yo a ti muchacho — dijo este sonriendo.
Creo que el enserio me extraño, creo que de tanto verme en su casa creo cierto cariño hacia mi, y me gustaba.
—Deberia ir con Scott — le dijo Leah al Stilinski —nos vemos más tarde papá.
Comenzó a caminar hacia la salida, por supuesto yo iba a su lado caminando, ambos subimos al Jeep.
Leah manejo hasta la preparatoria, nos bajamos y fuimos en busca de los chicos, logramos encontrarlos en la biblioteca, ahí estaban todos rodeando a Scott.
Scott estaba sentado en las escaleras, no se encontraba en buen estado, pues sus ojos sangraban y parecía tenerlos cerrados.
Leah se acercó un poco a Stiles y yo me puse a su lado.
—¿No está sanando? ¿Scott, que te pasó en los ojos? — le pregunto Leah preocupada.
—Tuve que hacerlo —respondió el alfa.
—Scott, debes sanar o el daño será permanente — le informo Derek.
—Vamos Scott, concéntrate — le dijo Stiles.
—Eso intento, no funciona, no puedo concentrarme —nos dijo el castaño.
—Oye, oye, mírame, si puedes solo concéntrate — le dijo Malia.
Por lo que escuché Malia era la media hermana de Leah, al parecer Peter no había sido muy sincero con la castaña y su madre.
La verdad cuando la chica le dijo esto a Scott no pude evitar reír un poco, Leah me miró y yo me quedé inmóvil.
—Si puedes Scott, inténtalo — continuo diciendo la castaña.
La verdad si estaba preocupado por Scott, pero Leah me ganaba por mucho, pues lograba ver su cara de preocupación.
Lleve mi mano hacia la suya y finalmente se entrelazaron después de mucho tiempo, Leah giro a verme, mi cara no estaba feliz estaba sería, pues Scott me ocupaba, Leah no quitó su mano de la mía, lo cual me hizo sentir bien, no la rechazaba porque sabía que la necesitaba, por eso nunca soltó mi mano.
—Malia, besalo — le dijo Lydia.
La mire confundido, pero no dije nada, me mantuve al margen.
—¿Que? — le pregunto Malia.
—Besalo — le repitió Lydia.
Malia hizo caso y lo beso, mientras todos mirábamos atentamente lo que pasaría, entonces sus ojos se ilumaron y sanaron.
Soltamos un gran suspiro al verlos sanos de nuevo, pues Scott no quedaría ciego.
Al final todo había regresado a la "normalidad", finalmente estábamos bien, y nada malo sucedía.
Scott derrotó al Anuk-ite y Leah a los cazadores, hacian buen equipo.
Jackson y Ethan habían regresado a Londres, pues ellos ya tenian su vida ahí y no querían regresar a Beacon Hills, al menos Ethan no quería y Jackson estaba a su lado así que se fueron..
¿Yo me fui? claro que no, jamás lo volvería a hacer.
Me quedé en casa de Leah pues Noah me dio permiso, tratamos de volver a restaurar nuestra confianza, al menos el tiempo que estuve en su casa, queria que todo cambiará y volviéramos a estar bien
«No podemos estar separados durante mucho tiempo, eres mi otra mitad» me confesó cuando finalmente volvimos a estar juntos.
Estaba dormida en su cama, ella estaba a mi lado, la tenía abrazada pues no quería separarme de ella en un largo tiempo, entonces alguien comenzó a tocar la puerta, pero me hice el que no escuchaba, Leah intento pararse, pero yo no la dejaba moverse.
—Isaac, levantate — Me dijo la castaña.
—No quiero — me queje.
Esta me tomo y me aventó al piso, mientras yo maldecía, pero no hacia ella, creo que me escucho, pues me miró.
Cuando abrió la puerta Chris apareció frente a ella, al parecer lo había encontrado.
Con eso me refería al chico que Leah y Chris habían estado buscando, pues alguien lo cazaba, al parecer Chris lo había encontrado finalmente.
Me dijo que fuera por los chicos y les dijera que nos veríamos donde Deucalion, por lo que escuché Deucalion estaba muerto, pero ella dijo que ellos sabrían en donde era.
Le hable a los chicos y ahí estábamos todos reunidos finalmente, fui en el coche de Stiles, Lydia venía igual, detrás nuestro en otros coches estaban Malia, Scott y Liam.
Quién si había sido el novio de Leah, pero no me importo, el chico me caía bien, o sea mal por lo que le hizo, pero se veía buen chico sin contar eso, además ella lo había perdonado, así que yo no decía nada..
Cuando llegamos Leah ya estaba ahí, a su lado estaba un niño de unos 16 años, castaño y un poco alto, ella hablaba con el, luego todos nos bajamos de los coches, mientras el nos miraba confundido.
—¿Todos son diferentes? — le preguntó el castaño.
—algunos si, algunos hacen cosas que no creerías, y otros pueden ser solo humanos, pero los compensan siendo muy listos o muy buenos peleando — le dijo Leah al chico sonriendo..
—¿Quienes son? — preguntó.
—Mis amigos... Mi manada — le respondio Leah. — puedes estar con nosotros si quieres, pero deberás pelear.
—¿Contra Monroe? — preguntó.
—y todos sus seguidores — respondio la Hale..
—Dijo que me encontraría, que cazaria y mataria sin importar mi edad — el chico le dijo, sentí tanta lástima por el, era tan joven y vivía en un mundo de mierda y cazadores. — dijo que soy un monstruo.
—No eres un monstruo, eres un hombre lobo —le dijo Leah sonriendo.— como la mayoría de nosotros.
Sonreímos al escucharla, fui hacia ella entrelazando nuestras manos, mientras nos mirábamos sonriendo, al fin estábamos de nuevo juntos y está vez no la dejaría escapar...
Bueno, pues hice una versión de parte de Isaac, sobre cuando regreso a Beacon Hills y como se sintió durante el tiempo que no estuvo al lado de Leah.
Se que no es perfecto ni tan increíble, pero lo intente, asi que espero que les guste.
El lunes estaré subiendo el Último Vol, que es sobre la película, no estaré subiendo nada de mis otros fanfics hasta que termine este, para así tener tiempo de escribir y lograr terminarlo rápido.
En serio gracias por el apoyo que me han estado dando durante todos estos meses, enserio lo aprecio mucho.
Bueno, pues si les gusta voten la historia y comenten en alguna parte, que tengan una bonita tarde.