Cambios.

By vaneecomelibros

3.6K 1.5K 404

Se necesita coraje para cambiar las cosas, para dejar de mentirnos, aceptar nuestras realidades y cumplir nue... More

Capítulo uno.
Capítulo dos.
Capítulo tres.
Capítulo cuatro.
Capítulo cinco.
Capítulo seis.
Capítulo siete.
Capítulo ocho.
Capítulo nueve.
Capítulo díez.
Capítulo once.
Capítulo doce.
Capítulo trece.
Capítulo catorce.
Capítulo quince.
Capítulo dieciséis.
Capítulo diecisiete.
Capítulo dieciocho.
Capítulo diecinueve.
Capítulo veintiuno.
Capítulo veintidós.
Capítulo veintitrés.
Capítulo veinticuatro.

Capítulo veinte.

84 35 5
By vaneecomelibros

Mi balcón contaba con preciosas vistas al mar. Llevaba horas apollada sobre la barandilla de este, apreciando la belleza que se escondía entre las olas que rompían con fuerza e ímpetu contra el oro de la arena. Su sonido, combinado con la brisa nocturna que se extrellaba con delicadeza en mi rostro, creaban una paz, que poco a poco que iba alojando en tu alma para proporcionarte estabilidad y tranquilidad.

Si agudizabas la vista y te fijabas bien, podías ver gaviotas cruzar el oscuro cielo; volando libres, sin rumbo y sin preocupaciones. En estos momentos, me gustaría ocupar el sitio de una de ellas.

—¿Adivina a quiénes descubrí espiando a las vecinas?.—preguntó Hanni, entrando en la habitación.

—Sorprendeme.—sonreí al ver su enfado.

—¡A Brandon y a Oliver!. Ash, son unos asquerosos. Pero no te preocupes, ya me ocupé de ellos.—una sonrisa maliciosa se formó en sus labios al pronunciar las últimas palabras.

—Ay, no. ¿Qué hiciste, Hanni?.

—Puede que les halla puesto hormigas en los calzoncillos.

—¡Hanni!.—la reprendí.

—¿Qué?. Eso se considera acoso sexual, solo ayudo a cumplir la Ley; mi papá es jefe de policía, estaría orgulloso de que su hija siga sus pasos.

—Para empezar, Brandon no va por ahí acosando sexualmente a las chicas, y segundo, ¡¿Se puede saber por qué juzgas en la ropa interior de los demás?!.—torcí el gesto.

—Fue por una buena causa.—se defendió

—O porque estabas celosa.

—Yo no.....

—¡A comer!.—la voz de Charlie la sacó del apuro.

—Vamos.—dijo, saliendo de mi habitación a toda prisa.

Me apresuré a alcanzarla, pero una figura alta que ya conocía muy bien se interpuso en mi camino.

—No corras en las escaleras.—advirtió, sonriendo.

—Creo que estoy bastante grandecita como para que me des órdenes.—elevé las cejas.

—Digamos que tengo la necesidad de protegerte, chica del suéter.

—¿Piensas que no puedo defenderme yo sola?. ¿Acaso eso no es un poco machista?.

Alejandro río un poco.—Estas poniendo sobre mis labios palabras que no he dicho. ¿No prefieres poner otra cosa?.

Un escalofrío me recorrió el cuerpo, aún no lograba sacar nuestra conversación de mi mente, era como si sus palabras hubieran quedado tatuadas, imposibles de borrar u olvidar.

—Talvéz.—susurré, poniéndome de puntillas para intentar alcanzar su boca.

—Con permiso.—habló Pol detrás de nosotros, con cara de fastidio—Estan en el medio del pasillo, por si no se habían dado cuenta.

—Lo sentimos.—bajé la cabeza, apenada por la situación.

—No te disculpes. Podemos estar donde queramos.—defensió Alejandro, serio y frío.

—Claro, pero si van a besarse, usen a sus habitaciones; nadie necesita ver ese espectáculo.—contratacó—Además, estoy seguro de que Brandon no querría toparse con ustedes mientras lo hacen en un lugar público.

—Eso no es tu puto problema, Pol.—espetó, apretando los puños.

—Tranquilo, primito. No te quitaré a tu novia, si es eso lo que te preocupa.

—¿En serio crees que me siento intimidado por ti, idiota?.

No sabía que hacer. Había acabado en medio de una pelea entre primos, la cual no acababa de entender. Desde mi perspectiva, ellos conformaban una familia bonita y unida. Talvéz sabía menos sobre la vida de Alejandro de lo que pensaba.

—Sé que no.—Pol suspiró—Solo....no lo arruines, primito.

—¿A que te refieres?.—intetvine, confundida.

—Alejandro terminará hundiendote en su mierda, no dejes que lo haga.

—Cállate.—escupió su primo, a mi lado.

—Ya te advertí, Alegre. Es tu decisión podrirte con él, o salvarte.

Observé su espalda mientras bajaba las escaleras, sentía sus palabras quemar mi interior sin piedad ni escrúpulos.

—¿Estás bien?.—sentí la necesidad de preguntar, a pesar de lo aturdida que Pol me dejó.

Nunca había visto a Alejandro en ese estado, su rostro era un remolido de emociones. Sus ojos reflejaban todo el dolor, frustración y miedo que tenía dentro de sí. Pensé que explotaría de rabia e impotencia,  sin embargo, al escuchar mi voz, relajó los músculos y cerró los ojos. Luego Asintió despacio, recopilado todo el autocontrol que podía.

—Vamos a comer.—me tomó de la mano, animandome a seguirlo.

—¿Seguro?.—dudé.

—Es tu cumpleaños, preciosa. Vamos a disfrutarlo al máximo.

Dejé que me guiara escaleras abajo, porque a partir de hoy, comenzaría a disfrutar mi vida al máximo.

Alejandro.

Estaba furioso con Pol, su actitud había sido egoísta e infantil. Era muy consciente de que él solo quería verme feliz; pero al parecer, mi primo no lograba entender el hecho de que mi felicidad estaba junto a Alegre.

Expulse cada pensamiento negativo de mi cabeza, y me centré en llevar a Alegre hasta el salón, donde todos esperaban esparcidos por sillas y muebles. Algunos habían comenzado ya a comer, mientras que los demás hacían chistes y mantenían conversaciones animadas. De fondo se escuchaba a bajo volumen Tacones Rojos de Sebastián Yatra, creando un ambiente familiar y agradable.

—Por fin llegan, ¿Pasó algo?.—preguntó Brandon, observando detalladamente el rostro de su hermana.

—No. Todo perfecto.—se me adelantó a responder.

—Oye, Alegre.—la llamó Oliver.—Tu hermano te preparó algo parecido al sancocho que comen los cerdos.

—¿Qué?.—frunció el ceño, confundida.

—Hay espaguetis para cenar.—informó Brandon.

—¡Te amo, Weasley!.—exclamó, repentinamente feliz.

—Ya lo sé.—sonrió—Tu plato está en el micro.

Alegre salió disparada hacia la cocina, conmigo siguiéndola de cerca. Me negaba a separarme de ella ni un solo segundo, no permitiría que Pol le envenenar en cerebro. Era mi primo, y lo amaba, pero sabía de lo que era capaz de hacer por mantener unida a la familia que le quedaba.

—Amo tanto el espaguetis como lo hago con Harry Potter.—comentó mientras me servía en un plato, a pesar de decirse que ni tenía hambre.

Quería que me amaras de esa forma a mi también.

—Toma.—me brindó la cena, sintiendo.

—Tiene buena pinta.—agregué a la conversación.

—¿El espaguetis o yo?.—bromeó.

—Ambos. Aunque si debiera elegir que deseo comer hoy, ya no tendrías ropa puesta.

Sus mejillas se encendieron, pero aún así, dejó de lado el microondas para acercarse a mi. Yo por mi parte, coloqué mi plato en la mesa, dispuesto a darle toda mi atención a la cumpleañera.

—Tenemos que hablar, Alejandro.

—No hemos empezado a salir y ya quieres terminar.—la molesté, sintiendo.

—¿Podemos hablar en serio o no?.—intentó sonar sería, pero a mí solo me pareció extremadamente tierna.

—Venga.—accedí—¿Qué pasa?.

—No te hagas el tonto. Quiero que mr digas por qué Pol dijo todo eso. Sin mentiras.

Me pasé la mano por el pelo para desordenarlo, nervioso. ¿Qué podría perder si le contaba?.

A ella. La perderías a ella.

—Mañana te explicaré cada detalle de mi pasado, ¿vale?.

—Pero..... 

—Te lo juro, Alegre. Pero hoy solo disfruta de tu noche.—sonreí como pude y acaricié su mejilla.

—Está bien.—suspiró, cansada.

—Coge tu plato, y vamos con los demás.—ordené con dulzura.

Ella asintió, y me sonrió de lado, logrando que mi corazón palpitara más rápido.

Segundos después, Alegre se posicionó a mi lado, y no pude evitar poner cara de asco al ver lo que sostenía.

—Ahora entiendo lo de sancocho.

—Lo como así desde pequeña.—se encogió de hombros—Sé que parece asqueroso, pero es una delicia. Deberías probarlo.

—Mejor no.—reí, comenzando a caminar hacia el salón otra vez.

—Un día te obligaré, y terminarás ahogándote en espaguetis y leche en polvo.—sonrió maliciosamente.

—¿Es una amenaza?.—la reté, sonriendo.

—Solo te advierto, mentiroso.

                            *****
La madrugada trajo consigo muchas más risas, hasta ahora todo estaba llendo bien. El único problema era que no podía quitar los ojos de Alegre.

Todos estaban concentrados en la película de acción que se comenzó a desarrollar en el televisor, pero mi atención había sido robada por esa chica de ojos alegres, labios carnosos y mejillas rosadas. Esa que podía ver a través de mi sin a penas esforzarse. Esa a la que había empezado a amar de un día para otro.

Esa chica por la que estaba dispuesto a cambiarlo todo.

                           -----------
hooolaaa!!!! este capítulo va dedicado a @Mariviki02, que estuvo comentando mucho<3, y bueno, que me cae bien.

beso en la pata<3333.

Continue Reading

You'll Also Like

309K 17.2K 69
En inglés: Friendzone. En español: Zona de amigos. En mi idioma: Mi mejor amigo me mira como a su hermanita y jamás de los jamases me verá como alg...
1K 122 8
Félix y Patrick se enfrentan a nuevos desafíos como príncipes. Historia extra después de Tales Of Cadah Orden de lectura: 1. ¿Princesa? 2. ¿Rey? 3. ¿...
261K 23.2K 73
Un amor, un amor diferente. Poliamoris BTS ➼ Jeon Jungkook
Él Te Escucha By Jobs

Mystery / Thriller

3.2K 519 16
Ella, una chica inocente. Él, el asesino incógnita más buscado. ¿Quién diría que un simple podcast haría que tú muerte estuviera tan cerca?