Nieve.
Todo se remonta a la nieve.
Sus primeros recuerdos son con sus padres de vacaciones en la fría Finlandia, tendría tal vez 3 o 4 años.
A Michael le encantaba ponerle la ropa mas a la moda que hubiera para bebes, no sabia de donde la conseguía, pero a veces hacia match con sus tres bebes.
Al igual que para Mick y Gina era algo que amaban, quienes adoraban al nuevo bebe rubio cabezón.
Con el que jugaban delicadamente, siempre atentos a lo que necesitara.
Porque al mínimo llanto ellos estaba dándole su juguete favorito o meciéndolo, incluso contrabandeando galletas o caramelos.
Recordaba sus sonrisas, a veces con uno o dos dientes menos, siempre dirigidas al pequeño Maxie.
Nuevamente nieve, ahora Max estaba acurrucado junto a una chimenea, observando la nieve caer, estaba en los brazos de su padre omega, era un niño.
Era navidad muy probablemente por la cantidad anormal de regalos junto al árbol, y bueno, había tres niños y tres adultos.
Era claro que habría demasiados.
"Tio Mich, ¿puedo abrir mis regalos ya?" el alfa lo veía amorosamente, con esos ojos transmitiendo todo lo que realmente quería decir, que eran una familia.
"Aun no Maxie, debemos esperar a la mañana ¿Por qué no duermes? y cuando despiertes podrás abrir todos los regalos que quieras" el pequeño rubio asintió y se fue.
"Mi hijo crece tan rápido" escucho distantemente el niño, pero no le tomo importancia, aunque hubiera sido Michael quien lo dijera.
El tío Mich normalmente le decía hijo, seguro se confundía porque el también era rubio.
Volvió a ver la nieve cuando hacia ángeles y tenia pelea de bolas de nieve con Gina y Mick, amaba tener hermanos.
Después del anuncio de que tenia mas hermanos y su padre era el legendario Michael Schumacher, bueno el pequeño Maxie estaba en las nubes, y aunque quería decirles a sus compañeritos quienes eran su familia, su papa Jos dijo que no, que no era tiempo, sea lo que eso significara.
Aunque no negaba que extrañaba a su hermanita Vic, pero bueno, su papa había dicho que no eran realmente hermanos, como decía, complicado.
Pero tenía a Gina, y ella era una increíble hermana mayor, incluso lo dejo acariciar a su pony.
Y Mick era increíble como competencia en los Karts, aunque no negaba que algunas veces se dejó ganar, más cuando su tía Cori iba a verlos, el sabia la importancia de quedar bien frente a quien te gusta.
Y Mick lo dejaba ganar cuando un bonito omega mayor de pecas participaba en alguna carrera, lo había visto 2 veces, pero era suficiente para saber que era el amor, por eso amaba estar en Alemania, porque esas dos veces lo vio ahí.
Su papa Michael era el único además de Mick que sabía, lástima que no pudo acercarse, ya seria para otra ocasión, pensó el alfita, e incluso el alemán acepto ayudarlo.
Lastima que no pudo ser asi, no cuando lo siguiente que recuerda de la nieve es sangre y un gran trauma.
Ver a su papá Michael tendido en la nieve y rocas mientras su cabeza sangraba y no reaccionaba claramente fue horrible.
Y por mas que le hablo y grito, no respondía.
Después simplemente perdió el conocimiento y empezó su odio por la nieve.
Era odiosa, se pegaba y humedecía su ropa, hizo que su padre se accidentara, y perdiera sus recuerdos preciados.
Por años la odio, hasta Sergio...
El siguiente recuerdo hermoso que tiene de la nieve es cuando después de su boda fue a Reino Unido y Sergio y el tuvieron precisos momentos jugando como dos niños pequeños en la nieve, persiguiéndose y haciendo muñecos algo deformes, se sintió como un deja vu.
Muchas fotografías fueron agregadas al álbum que Max le hacía a su esposo.
Era adorable verlo con su naricita roja, que enmarcaba más esas pecas.
Recuerda esa noche hacerlo suyo nuevamente, mientras veían la nieve caer desde su sala de estar.
La nieve ya no parecía estúpida, ahora le parecía romántica
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Había nieve acumulándose en la ventanas de la casa de Países Bajos, cayendo lentamente, contrario a lo que pasaba dentro de la habitación, donde había revuelo por la hora de dormir
Había dos pequeños gemelos idénticos en unas cunas preciosas, enviadas por sus padres, sus pequeñitos, que aún se parecían a él completamente, uno estaba con un mameluco con la letra F y otro con una M, ambos jugaban con pequeñas sonajas, entreteniéndose como si eso fuera lo más interesante del mundo.
Y básicamente lo era en su pequeña e inocente mente de bebe.
Al acercarse Sergio y el los bebes sonrieron soltando pequeños gorgojeos.
Él bebe con la letra F los miro, tenía los mismos ojos Verstappen.
Sus ojos y los de su papá Jos.
Él bebe hizo gorgoteos aún más ansiosos que hacían que ansiara levantarlo y no soltarlo jamás.
"Mis pequeños campeones" Michael, su padre les dijo y los bebes se emocionaron aún más, amaban a su abuelo que los consentía en extremo.
"Yo me encargo, ustedes deberían ir con Frans con los otros torbellinos.
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Con un sobresalto Max despertó, estaba en el jet con destino a España, por un momento se sintió tan real ver a esos dos bebés, como los que el destino le arrebato.
Tal vez era un sueño que le mostro el que hubiera pasado.
Como pudo, se zafó del abrazo de su esposo, no sin antes dejarle un beso en su coronilla, parecía que Sergio igual soñaba, esperaba fuera un buen sueño.
Fue a refrescarse un poco el rostro, no creía volver a dormir, no lo necesitaba si eso significaba tener que soñar con él.
Simplemente no estaba listo para esa noticia, su padre no fue inteligente al revelarle esa verdad que ahora lo atormentaba
"¿Qué mierda haces Max? Tu eres fuerte, tu eres el alfa" se dijo al espejo, se veía demacrado, ojeroso y con los ojos rojos por querer llorar, pero él no lloraría, tenía que ser fuerte.
Él es quien debía cuidar a Checo.
Quien se mantuviera estoico.
Quien permaneciera presente.
Como el deseo tener a un alfa junto a el para consolarlo a lo largo de su vida.
Quería convertirse en lo que le falto, no le importaba que aun fuera joven.
Solo esperaba que su papá no saliera con alguna otra historia, ya no lo soportaría.
Se lavo el rostro y asintió frente al espejo.
Era semana de carrera, y debía hacerlo, por él, por Checo y por sus bebes que siempre estarían en su memoria.
Volvió con su omega que se acurruco con el nuevamente, se dedico a acariciarlo y abrazarlo, intentando transmitir la calma que tanto necesitaban.
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Checo había tenido ese sueño de nuevo, con los gemelos, pero ahora solo lo veía como algo que no fue.
Pero lo que lo hizo despertar fueron las nauseas y el vomito que se le empezó a acumular en la garganta.
Si, aún tenía esos horribles síntomas a pesar de que ya no estuviera gestando.
Eran un horrible recordatorio de lo que pudo ser pero ya no sería por el sufrimiento de haberlos perdido.
Max estaba junto a él, tendiéndole toallas de papel para limpiar un poco del desastre de su rostro.
Su alfa siempre tan atento, siempre cuidándolo.
Odiaba tener que ocultarle la información de Michael, pero no era nadie para decirlo, y tal vez por ello el omega sentía que se merecía este sufrimiento, tal vez era algún tipo de karma por haber desafiado a tantas personas a lo largo de su vida.
No lo sabía.
Asi que hizo lo que estuvo haciendo estos días.
Se soltó a llorar.
Era con lo único con lo que se desahogaba.
"Lo se amor, solo llora" le decía Maxie que lo abrazaba más fuerte que nunca.
Y ahí, en medio de ese lujoso jet privado, alfa y omega seguían lamentando la perdida de sus bebes.
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En cuanto bajaron del avión y se dirigieron a la zona donde un auto enviado para ellos los recogería, pero sucedieron varias cosas.
Bueno, Max si era famoso por ser un corredor.
Y Checo creía que solo era un empresario con un pasado en el automovilismo.
Pero muchos reporteros y paparazis los perseguían, eso no era normal, ellos no eran ese tipo de famosos.
"Dígannos, ¿es cierto la noticia?" imprudentes reporteros empezaban a preguntar en cuanto los vieron, poniéndoles micrófonos que ellos miraban confusos.
"¿Tuvo un aborto?" pregunto otro imprudente
"¿Alguien lo obligo?"
"¿Fue un accidente?"
"¿Afectara esto su desempeño como corredor?"
"¿Esto los separara?"
Muchas preguntas de ese tipo fueron lanzadas, tanto en inglés, español y holandés.
Ellos ni siquiera sabían que estaba pasando. Se miraron y se apretaron las manos unidas.
Pronto fueron separados por la pequeña multitud, los periodistas los atacaban por separado, eso los aterro a ambos, porque se preocupaban por el bienestar del otro.
Incluso el aroma de Checo denotaba lo asustado que estaba, era un omega en su estado más vulnerable.
La gente a veces no sabia comprender eso y solo por tener una exclusiva acosaban a las personas al punto de quiebre.
"Aléjense, por favor" pedía Checo que seguía siendo atacado por muchos reporteros.
El feroz y tenaz omega había desaparecido.
Aquel hombre con unos increíbles y deslumbrante ojos cafés ahora habían perdido su brillo y se habían convertido en una cascara, todo en cuestión de un par de días.
Max ya era otra cosa, el estaba furioso, se suponía alguien debería estar aquí y defenderlos de toda esta bola de estúpidos.
"Aléjense de mi omega, YA" el alfa estaba fúrico, su pobre Sergio no merecía ese horrible trato.
Pronto y con ayuda de la seguridad del aeropuerto fueron escoltados lejos de esa multitud, pero el daño estaba hecho. Eran una noticia sensacionalista por haber perdido su embarazo.
Y las imágenes del aeropuerto seguramente se harían virales.
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En un precioso loft de España se encontraban el matrimonio español-canadiense, con Lance apoyado en el costado de su alfa, ambos disfrutando de un cómodo silencio mientras se ponían al día en sus redes.
Lance fue el primero en leer la noticia sobre el aborto del mexicano, y se le hizo una total mierda que los medios sensacionalistas se aprovecharan de la situación de sus amigos para tener más vistas.
Y lo peor era la gente que compartía la noticia sin parar.
Ahora entendía porque Max no respondió a sus mensajes.
Con cuidado abrazo su propio vientre, agradeciendo a alguna fuerza superior que el aun tuviera a su pequeño con el sano y comenzando a patear como ligeros aleteos de mariposa.
"Creo que debo ir con Max en cuanto sepamos que llegaron a su hotel" le dijo a su esposo, y Nano, bueno, él tenía un loft lo suficientemente cerca del lugar de la carrera, asi que ahí se encontraban.
"No creo que sea prudente, ellos deben tener un duelo, y si no lo compartieron, más bien se filtró, es porque no quieren que se sepa, asi que debemos respetar eso" el alfa acariciaba el vientre del menor, formando figuras y dejando toquecitos, esperaba que en los próximos meses las pataditas las pudiera sentir el.
Y Lance, bueno el omega odiaba cuando su alfa tenía la razón.
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Y bueno, Lance y Fernando no fueron los únicos que se enteraron de la situación de Checo y Max.
"Hola a todos, los convoque porque creo que debemos tocar un tema muy delicado"
Charles había realizado una pequeña reunió de emergencia de omegas en la villa de Carlos, todo previo al inicio del GP de España.
"Charles, es obvio que no somos unos insensibles" respondió George con obviedad.
"Pero tampoco debemos ignorarlo, no podemos actuar frente a ellos como si no pasara nada" le contesto el monegasco.
"¿Entonces que sugieres?" pregunto Mick, que estaba usando lentes oscuros para evitar que sus ojos llorosos se notaran.
"Que si lo llegamos a ver, y creo que es obvio que lo haremos, lo hagamos sentir querido, y no usemos las típicas frases de todo estará bien o pronto pasara" y tal vez Charles lo decía desde su propia experiencia. Tal vez.
"Me parece bien" contesto Zhou que también asistió, el omega chino le tenia gran aprecio al mexicano.
"Con Max será algo parecido, no creo que el estuviera listo, es tan joven" algunos se sorprendían de la presencia del omega japones.
Yuki, que fue invitado porque los omegas le levantaron la ley del hielo sentía un horrible deja vu.
"Creo que Max debería ser consolado igual, a veces los alfas sufren igual o peor" hablo con una voz tranquila, pues con Pierre fue un caso asi.
Afortunadamente estaban juntos de nuevo.
Lando, que estaba muy preocupado puesto que Oscar le pego esos nervios al escuchar todo el rato una llamada de cómo debería ir y darle apoyo emocional al garaje red Bull, Lando tenía pena de hacer eso, pero solo lo haría si tenía tiempo prometió a su novio.
Mick estaba siendo abrazado por George, que al saber un poco mas del contexto con los hermanos Schumacher-Verstappen, sabía que su pareja omega estaba triste.
Aunque el no sabia que la verdad sobre el origen de Max ya había sido revelada.
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Después de las primeras prácticas, Max volvió a ser acosado por la prensa.
Ahora fue un poco más incómodo, porque había más gente que seguramente quería saber lo mismo pero tenían un poco mas de decencia y esperaban que respondiera a una entrevista.
Algo que claramente no haría.
Checo lo estaba esperando en el motor home, donde veía como los medios atacaban a Max y el, solo era un adolescente, aun con un poco de acné, que ya estaba casado.
Por un pequeño momento pensó en si no apresuraron demasiado las cosas.
Pero hizo que esos pensamientos se disolvieran prontamente.
Todo estaría bien. Esas palabras le quemaban el interior.
"Es cierto que una pelea ocasiono el aborto del omega mexicano?" una reportera pregunto burlescamente y Max estaba a nada de lanzarse contra ella, como se atrevía a hablar tan despectivamente del amor de su vida.
Carlos y Pierre acudieron al rescate de Max, era obvio que el alfita se sentía incomodo, y ellos, como parte de la parrilla mayor fueron y dejaron clara su postura.
"Creo que estamos en un deporte serio no en una ronda de chismes" Sainz respondió muy claro, e hizo que los reporteros se centraran en él.
"Merecemos hablar de carreras, eso es a lo que ustedes vienen" el francés respondió más pasivo-agresivo, respaldando a Carlos y colocándose frente a Max como una barrera para protegerlo de aquellas cámaras y micrófonos que los rodeaban.
"Asi que si tienen alguna pregunta que hacer con gusto la responderemos, si no es asi, podemos retirarnos" los medios estaban como locos, no esperaban la reacción de los pilotos, no cuando siempre se rumoreaba de rivalidades y enemistades dentro y fuera del paddock, tal vez lo que se veía en las comarcas no lo era todo.
"¿Carlos crees ganar tu carrera de casa?" un reportero se animo y pregunto algo dejando el tema de Max de lado, lo que hizo que tanto Carlos como Pierre se hicieran cargo de la situación, dejando que el adolescente huyera de la situación tan desagradable.
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Dentro del motor home de Red Bull, Checo se enterraba entre las pertenencias de Max, pues quería aspirar algo diferente a la leche materna que él había comenzado a expulsar.
Ese constante recordatorio lo volvía loco.
Ni siquiera pudo disfrutar de ver las practicas libres, estuvo más enfocado en encontrar ropa u objetos de Max que estuvieran impregnados con su esencia.
Asi es como lo encontró el alfa, rodeado de la mayoría de su ropa de RB.
El simplemente se acerco en silencio y dejo que el omega llorara en su pecho, ocasionalmente dejaba besos en su cabello.
El mismo se sentía derrotado, no importaba lo que pasara ese fin de semana, simplemente estaría destrozado.
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El omega neerlandés llegó destrozado a Berlín, de verdad él nunca quiso que las cosas llegaran a esa escala.
Fue un estúpido al haberle contado a su pequeño sobre aquel aborto espontáneo que tuvo después de la partida de Michael.
El realmente no tuvo muchos sentimientos hacia ese fetito, pero aun así no significaba que después de la pérdida llegó a quererlo.
Quiso algo que nunca tuvo, pero en esos momentos anhelaba mas la presencia de su alfa.
Vaya, Michael incluso no sabía sobre ello, no tuvo el valor de decirle que pudo haber tenido otro hijo, pero la desolación de sentirlo perdido hizo que en ningún momento se cuidara o sintiera algún síntoma.
Ahora estaba de nuevo en la casa de los Schumacher a la expectativa de tener que contarles sobre el rechazo de un herido Max hacia su verdadero padre
El alfa lo recibió cariñosamente. Cada día más ya podía dar algunos pasos más que el anterior, sus miembros le respondían más, además de otras áreas como el lenguaje progresaban cada vez más.
Tal vez no se volvería a subir a un monoplaza, pero en definitiva volvería a ser un alfa funcional.
"Michael, ¿podemos hablar sobre algo?" Le pregunto después de que la terapia física del día terminara.
El alfa asintió y se acercó a besarlo, presentía que lo que sea que tuviera que hablar con él no era algo exactamente bueno, considerando la premura del regreso del omega.
Se suponía estaría en estos momentos en España con Max, no de regreso a él.
Presentía que algo malo pasaba con su omega y cachorro.
"Cuéntame cariño, ¿Qué te atormenta?" ambos tomaron asiento, sujetándose de las manos.
"Ya no seremos abuelos, Max y Sergio perdieron a los gemelos" dijo muy bajito el omega, pero el alfa escucho perfectamente y sintió que su corazón se rompía.
"No" negaba Michael, el estaba muy emocionado con la expectativa de ser abuelo.
"Y le dije a Max sobre ti, sobre mí, sobre nosotros y nos odia probablemente" eso ultimo lo soltó con los ojos cerrados, porque sabia que tenía que esperar, ese era su acuerdo.
"Oh" Michael solo se dejo caer en el sofá, sus peores miedos se hacían realidad, su hijo menor lo rechazaba, y no solo eso, su propio cachorro atravesaba la dolorosa perdida de sus propios cachorros.
"No lo digo con afán de juzgarte pero ¿Por qué lo hiciste Frans?" sabia que no estaban en edad de peleas, no después de todo lo que pasaron, pero si se sentía frustrado y expuesto, su propio hijo no lo quería.
"Simplemente quise mostrarle que no estaba solo y que como omega podía comprender el sentimiento" afortunadamente esas palabras no calaron en el alfa que no se dio cuenta del verdadero trasfondo de aquella respuesta.
"¿Ahora que haremos?" pregunto Jos ante el silencio del alfa, que miraba detenidamente la unión de sus manos.
"Creo que es hora"
Ambos sabían que significaba aquello.
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Despertó entre los brazos de Max.
Normalmente era al revés, pero ahora solo anhelaba ese contacto.
Sin querer acaricio su vientre.
Esperando tal vez alguna patadita, o algún signo de que lo que vivieron estos últimos días fue una horrible y jodida pesadilla.
Pero no era asi.
Permaneció despierto, mirando el techo, esperando que su alfa despertara, merecía descansar un poco, más que era día de carrera y en la madrugada tuvo algunas pesadillas que involucraban abortos más dolorosos de lo que fue.
La alarma sonó y ninguno se movió.
Ambos miraban el techo, angustiados por lo que pasaría en el día.
No es que Max dudara de sus habilidades, vamos el saldría desde la 4ta posición en este Gran Premio.
Pero sentía que ese día algo sería diferente.
"Buenos días cariño" Max saludo, rompiendo ese silencio tan angustiante.
"Buenos días" respondió el omega acurrucándose y apretándose contra el cuerpo del alfa.
Sabía que no debía hacerlo, no cuando había miles de cosas que hacer antes de la carrera.
Pero el quería estar con su alfa.
"Te prometo que terminare lo más rápido posible la carrera y podre regresar contigo" se dedicaron una larga mirada y unos cuantos besos antes de separarse.
El día definitivamente estaría lleno de sorpresas.
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Checo como buen omega se ubico en su lugar habitual en el garaje.
Donde cómodamente podía estar viendo la carrera pero sin tener que convivir con las celebridades o personas indeseadas.
Y mas ahora que la prensa lo rondaba como buitres.
Afortunadamente los mecánicos y staff de Red Bull le tenían mucho aprecio y cariño, por lo que esta muy consentido y le espantaban a cualquiera que no estuviera autorizado para hablar con él.
Vaya, incluso con algunos pilotos se mostraron reacios a dejarlos entrar.
Pero no sufrieron mucho, porque pronto la carrera daba inicio.
Siendo Max un gran conductor, teniendo un buen inicio y posicionándose dentro de los primeros lugares muy pronto.
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La carrera comenzó con drama desde la primera vuelta, cuando los dos Mercedes colisionaron en la curva 4, dejando a ambos fuera de carrera y abriendo la puerta a una competencia impredecible pues ellos habían tenido las dos primeras posiciones.
Verstappen, quien había empezado en cuarta posición en la parrilla de salida, aprovechó la oportunidad y rápidamente se colocó en la pelea por el liderato.
Dentro del garaje de Red Bull el personal estaba super emocionado, eso significaba demasiado, ya que incluso podría darle la primera victoria al joven piloto.
"Tu puedes, si amor, tu puedes" susurraba Checo que se encontraba emocionado por primera vez después de esa noticia.
No noto cuando Jos llego y se sentó cerca de él, como dándole su espacio.
Max por otro lado mostraba una calma asombrosa bajo presión, mantuvo a raya a pilotos más experimentados y consolidó su posición en la punta. Sin embargo, la presión no se redujo en ningún momento. Detrás de él, el Ferrari de Sainz lo presionaba y aunado a ello el compañero de equipo del mismo Max, Ricciardo, lo seguían de cerca, dispuestos a arrebatarle la victoria en cualquier momento.
El joven rubio sabía que debía concentrarse en la carrera, pero en algún punto su mente volvió hacia sus solecitos, el primer ultrasonido, donde pudo escuchar ambos latidos.
Ese momentáneo segundo lo motivo, hizo que su determinación por gran aumentara.
Asi que el alfa holandés no flaqueó, mostrando una habilidad sobresaliente para defender su posición y gestionar los neumáticos en una estrategia de una sola parada.
La tensión se palpaba en el ambiente mientras Verstappen mantenía su ritmo, respondiendo a cada ataque del español y manteniendo la distancia con Daniel.
De vuelta con Sergio, ambos omegas se abrazaron y dejando por un momento de lado los problemas que hayan tenido, se dedicaron a observar como el amado esposo de Sergio, y el amado hijo de Jos, lideraba la carrera.
Cada curva, cada frenada, era crucial para asegurar su primera victoria en la Fórmula 1 y Max lo sabía.
Finalmente entre vítores y gritos de emoción, Max cruzó la línea de meta con una ventaja de apenas 0.6 segundos sobre Carlos convirtiéndose en el piloto más joven en ganar una carrera de F1.
La emoción en el paddock era palpable, con felicitaciones de todos los equipos y una ovación unánime para el joven prodigio.
Literalmente todo Red Bull había explotado de euforia, su piloto más joven lo había logrado.
Checo por primera vez lloro de la emoción, su rostro demostraba el orgullo que sentía, mientras era abrazado por su suegro que igualmente soltó un par de lágrimas por la emoción de ver como su pequeño hijo lo lograba,
"El es simplemente increíble" dijo Checo que se jactaba de las habilidades de su alfa
La victoria de Max Verstappen en el Gran Premio de España no solo marcó el inicio de una carrera meteórica en la Fórmula 1, sino que también estableció un nuevo estándar de precocidad y talento en el deporte motor. Fue el momento en que el mundo se dio cuenta de que estaba ante un piloto extraordinario, destinado a dejar una huella imborrable en la historia de la Fórmula 1.
Pero para Max no solo era una victoria, era una dedicatoria.
Para ellos, y para él, demostrando que el también podría llegar a ser un increíble piloto.
Escuchar como Horner hablaba con él a través de la radio hacia que volviera a la realidad, donde se escuchaba la emoción de la afición. Por él y para él.
Estaba haciendo historia, pero ahora solo estacionaria el auto en el lugar del 1er puesto, su primera victoria de muchas, estaba seguro.
Junto a él estaban Carlos Sainz y Charles Leclerc, ambos ferraris subirían al podio junto a él.
Todo pasaba tan rápido, en cuanto salio del monoplaza e hizo una pose de victoria se dirigió hacia sus mecánicos e ingenieros.
Ahí entre la multitud eufórica estaba el amor de su vida, que permanecía con una sonrisa de orgullo, esperando su turno para ser abrazado, ni siquiera noto la presencia de su papá.
Es más, el joven alfa se quitó el casco y beso con pasión a su omega, entre vítores y gritos de agitación entre los que los rodeaban.
"Estoy tan feliz y orgulloso de ti mi amor" fue lo único que se le alcanzo a decir antes de que el alfa tuviera que partir a las entrevistas y al recibir su merecido trofeo.
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Pronto al adrenalina se acabó.
Y aunque fuera uno de los momentos mas gloriosos de su joven vida, bueno, aun asi esa victoria no cambiaba mucho de lo que pasaba en su vida personal.
Es pensó mientras miraba a Sergio que se esforzaba por sonreír, también vio a su padre, bien, al menos su esposo tenia alguien conocido cerca, pero eso no significaba que lo perdonara.
Después del baño de champagne le dio un sorbo y el sabor le supo a victoria.
Asi que sonriendo ante las cámaras alzo su trofeo hacia el cielo, si, esa victoria se la dedico a sus pequeños solecitos.
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Max era el centro de atención, pero después largas entrevistas posterior al podio pudo por fin escabullirse, se sentía asfixiado.
Encontró un punto entre el motor home de Mercedes y el de Ferrari. Simplemente se desplomo, afortunadamente el lugar estaba oculto, donde el eco de los motores y los pasos resonaba entre las estructuras.
El joven alfa simplemente se deshizo emocionalmente.
Abrazo su trofeo y comenzó a llorar, pero sus lagrimas solo denotaban la tristeza que sentía la saber que este momento era uno de los mas agridulces de su vida.
Se sentía un completo estúpido por celebrar y beber champagne cuando su omega estaba desolado, y sus propios bebes muertos.
Solo pensar en la palabra muerto lo exprimió más mentalmente.
era la primera vez que lloraba por esa perdida.
Su pecho se oprimía por el mero pensamiento de que no era un alfa fuerte.
Estaba tan concentrado en su dolor que no noto cuando alguien llego junto a él.
"¿Verstappen? ¿Estas bien?" era Lewis que solo veía a un adolescente destrozado.
Él había visto los titulares y las noticias, además de que su amado par de chismosos le contaron la situación, la perdida de un bebe, en este caso dos, siempre era motivo de duelo.
El más joven, apoyado contra la pared, miraba con ojos cansados y con lágrimas hacia el suelo, como si buscara respuestas en el pavimento manchado
A su lado, Lewis, parecía querer estar en otro lugar, aunque sus palabras eran cálidas y cercanas.
"Lo siento mucho, Max", murmuró el británico con una voz profunda, llena de comprensión. "No puedo ni imaginar lo que estás pasando." El alfita solo asintió levemente, agradecido por el gesto de consuelo, aunque aún se aferraba a su dolor como si fuera lo único tangible en su mundo.
Y cuando Lewis creyó que podía irse y fingir que esto no paso escucho la voz rota, de verdad no recordaba escuchar a alguien asi alguna vez.
"Es tan injusto", susurró, con la voz quebrada por la emoción contenida. "Solo queríamos ser buenos padres, y ahora... ahora esto" Max se acercó.
La resolución llego a la mente del mayor, Max solo es un niño.
No es lo suficientemente maduro físicamente y mucho menos emocionalmente, pero a pesar de eso el quiso dar lo mejor de sí. Hizo mas de lo que miles de hombres irresponsables harían.
Lewis se acercó un paso, extendiendo una mano con cautela como si temiera que Max se desmoronara ante su contacto. Y lo abrazo, dejando que el menor se desmoronara bajo su tacto, y justo paso eso.
"Mis solecitos no merecían eso, ellos debían tener una vida larga y buena" hipidos y llantos se escuchaban mientras Max renegaba y golpeaba ligeramente al cuerpo que le abrazaba.
El moreno se dejó hacer, comprendía que el adolescente debía desahogarse de alguna forma, y los golpes no eran tan duros.
Asi que pasados algunos minutos, Lewis decidido abrazarlo más fuerte, atrapándolo completamente.
Y cuando el contrario no retrocedió, el mayor colocó con delicadeza su mano sobre el hombro del joven, sintiendo el temblor de su cuerpo bajo su palma.
"Sé que no puedo arreglar las cosas, Max", comenzó Lewis, su voz llena de una empatía que solo puede venir de haber visto demasiadas cosas.
Vaya, incluso consoló a Seb cuando paso el accidente de Michael.
"Pero puedo escucharte. Puedo estar aquí contigo, si lo permites." Max inhaló profundamente, tratando de contener el torrente de emociones que amenazaba con abrumarlo. Miró al mayor, realmente lo miró por primera vez desde que comenzaron esta conversación incómoda pero necesaria.
"No tienes que hacerlo", respondió Max, su voz un poco más firme ahora. "No tienes por qué preocuparte por mí. Somos solo compañeros de trabajo, después de todo."
Lewis asintió lentamente, reconociendo la distancia que siempre había mantenido entre ellos, una barrera de formalidad debido al pequeño incidente de una obsesión por Checo, pero eso ya era pasado, el era feliz con sus parejas, mas de lo que alguna vez creyó soñar.
"Sí, somos compañeros de trabajo", dijo Lewis con calma. "Pero también somos seres humanos, Max, y cuando uno de nosotros sufre, todos lo hacemos en cierto sentido"
Las palabras de Lewis resonaron en el espacio vacío del lugar, creando un puente entre ellos que Max no había sabido que necesitaba.
"Gracias", dijo Max, su voz más firme ahora, cargada de gratitud. "Gracias por estar aquí, Lewis, no sé qué haría sin alguien que no solo me mire con compasión" Y con una mirada llorosa y mocosa Max agradeció.
Lewis sonrió levemente, sintiendo cómo se desvanecía la distancia entre ellos, una conexión naciente que tal vez, solo tal vez, podría convertirse en algo más que una relación de trabajo.
"Estoy aquí para ti, Max", respondió Lewis, apretando suavemente el hombro del joven en un gesto de solidaridad.
"Si alguna vez necesitas hablar, o simplemente estar en silencio, estoy aquí." Max asintió, sintiendo un peso se levantaba de sus hombros, al menos por ahora. Miró a Lewis, viendo más allá del piloto, hasta al hombre con el que talvez estaba dispuesto a compartir su dolor.
"Gracias, Lewis", dijo Max una vez más, esta vez con un poco más de esperanza en su voz. "Creo que podría necesitar eso... estar en silencio contigo, por un tiempo." Lewis asintió, dejando que el silencio entre ellos se llenara con la promesa de una amistad en ciernes, una conexión que había surgido de la oscuridad de la pérdida y la soledad.
Así, dos hombres encontraron un resquicio de luz en la oscuridad, comenzando un viaje hacia una amistad que podría ser un refugio en los momentos difíciles que seguramente vendrían. Y mientras Max miraba a su nuevo amigo con gratitud en sus ojos, supo que no estaba solo en este doloroso pero compartido viaje hacia la sanación.
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Mick y George habían estado buscando a Lewis, él había desaparecido, probablemente yendo a desahogarse detrás del edificio de Mercedes.
Pero cuando vieron como un pequeño alfa era consolado por su alfa se alejaron, intentando soltar alguna lagrima, pero fallando en el proceso, pues habían notado la desolación del rostro de Max.
Ellos tenían razón, el pobre Max no sabia hablar de sus emociones.
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Después de ese abrazo y tiempo junto al Hexa-campeón mundial, Max se sentía un poco más reconfortado, sabiendo que ese alfa no era completamente malo, y que incluso podría ahora considerarlo un amigo.
Sergio le había enviado un mensaje para quedar de verse en el hotel.
Dijo que las emociones del día fueron geniales, pero aún tenía un poco de dolor y quería descansar.
Max pasó al siguiente mensaje, era su papá, al parecer lo esperaba en la habitación contigua a su propia habitación.
Con un suspiro aviso al staff y se retiró.
Acertadamente casi nadie le invitó a alguna celebración, tenían en claro que era aún un adolescente y que cursaba por una situación mas complicada de lo que alguien de su edad debería hacer.
Pero si hubo muchas felicitaciones, y eso hasta cierto punto elevaba su ánimo.
Y antes de ir a su propia habitación decidido ir con su papá, quería simplemente hablar sobre que no estaba listo para esa noticia, pero que si hubiera sido dicha en otro momento, bueno, otra cosa seria.
Simplemente le envio un mensaje a Checo diciéndole que si despertaba el estaría en la habitación contigua, y que en cualquier momento podía llegar si lo necesitaba.
Con un suspiro toco la puerta, estaba agotado.
Espero unos segundos antes de que la visión de su padre, nervioso, se presentara.
"Hijo, gracias por venir"
"Claro, simplemente quiero que sepas que..." se quedó sin habla.
Miro dentro de la habitación y jodanlo.
Su padre, Michael Schumacher estaba sentado en el sofá, viéndolo fijamente, anhelante.
¿Tenía que ser una broma?
¿Verdad?
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Holis, cuanto tiempo, y justo los deje en el momento mas dramático
Bueno, ya volvi y los extrañe, por ello crei que merecíamos un poco de drama.
Espero les guste este capitulo.
Curiosidades:
-La parte del duelo de Max me puso triste, incluso a mi.
-Lewis sera bestie de Max jajaja, y pensar que casi eran socios
-FINALMENTE veremos una interacción de Max y Michael
Bueno, los quiero muchísimo, porfavor, cuídense mucho.