Siento que las cosas con Enzo cambiaron un montón. No en el sentido de amarnos, porque lo hace de la misma manera que siempre y lo demuestra, pero, ya no pasamos tiempo juntos, no salimos, nada.
Quiero hablar con el pero a la vez no, me da miedo, me dan esos nervios en la panza que son tan feos.
Lo veo un poco distante, pero no que lo haga por malo, sino que por las cosas que suceden en general.
Para dar un poco de contexto;somos novios hace 2 años, tenemos una relación de lo más linda y amorosa pero, ahora todo está cambiando poco a poco.
Las pocas veces que nos vemos, está siempre con el celular, no se ni siquiera que hace, porque, el nunca fue de utilizarlo mucho, más que para sacar fotos de lo que le gusta y admira.
Quizás soy yo, que me estoy aburriendo, últimamente cuestiono mucho mi personalidad, yo me creo muy buena persona, generosa pero, quizás no sea tanto así. Eso me preocupa.
Estoy en una batalla mental y solo tengo ganas de llorar.
Lo amo mucho, como no se imaginan, es lindo, atento, sensual, masculino y todo lo bueno que te puedas imaginar en un hombre, pero no se que nos pasa.
Quizás se busco a otra y no se anima a decirme por tan bueno que es.
Hoy me invito a salir a un restaurante, acepte, le voy a decir que quiero que terminemos.
Ya llego la noche, me vestí linda pero bastante tranqui, le voy a terminar así que no creo precisar la gran cosa.
Cuando llego, me dijo que estaba preciosa, el camino en el auto fue silencioso. Cuando llegamos al restaurante teníamos una mesa apartada de la gente con las luces de la ciudad.
Comimos bastante bien, cada uno pidió lo que gustaba, y bueno, finalmente llego el momento de decirle.
- Tengo que decirte algo. — Decimos los dos al mismo momento, ambos nerviosos, se notaba.
El ríe nerviosamente.
- Empeza vos. — Dice nervioso pero sonriente.
Dale boba, te tenés que animar, no pueden seguir así.
- Eh... Lo que pasa esque, yo, tipo, no me siento muy bien en la relación y bueno, quiero que terminemos, perdón enserio. — Le digo un poco angustiada.
El se queda plantado en su lugar, veo cómo abre la boca para hablar pero no podía. Sus ojos se empezaron a cristalizar.
Ay no, lo peor que me puede pasar es verlo llorar.
- Para, para. No te pongas mal, es para bien... ¿Vos que me querías decir? — Pregunto intentando cambiar de tema, aunque era un tema de charla el cual no podes cambiar.
- Te... Te quería preguntar si querías casarte conmigo. — Dice con la voz un poco quebrada.
El estaba mirando al piso.
Me quiero matar. Pegar tres tiros. Tirarme de un puente. Ahorcarme.
- Enzo... — Susurre viéndolo, no era para decirle nada, era una forma de reaccionar de aquella semejanza que me había dicho.
- No pasa nada, Lu. Vamos, te llevo a tu casa. No digas nada, olvídate, fue un error. — Dice para que no me preocupé.
No quiero llorar pero la situación no ayuda.
Al rato estabamos yendo a mi casa, va, yo estaba yendo, el solo me estaba llevando, ya no se iba a quedar más.
Finalmente llegamos a el edificio en donde vivo. Tenía que salir del auto pero, no podía, era como si mis piernas no funcionaran.
- Dale Lu, baja. — Dice sin siquiera verme.
Y sin aguantar más, me pongo a llorar. Tapo mi cara.
- No, no llores, me haces mal. — Dijo ahora con la voz quebrada.
Y me abrazo, me abrazo, era el que más amor demostró, porque era un abrazo de despedida. Ambos lo sabíamos. El sobaba mi espalda demostrando que no quería verme llorar pero, eso me hacía peor.
Tenía que salir de ahí o terminaría llorando toda una vida.
Sin siquiera pensarlo salgo del carro, sin decirle algún chau o despedirme.
Veo que su auto no se va hasta que finalmente yo entro al edificio.
Quiero llorar una eternidad, no se si hice bien en dejarlo.
DOS MESES DESPUÉS...
Me estaba encargando de ver que vestido elegir, para dar un poco de contexto;Karen, una amiga, se va a casar, va, en realidad ya lo hizo ayer por civil, hoy sería una "pequeña" fiesta adicional, según ella. Nos invito a todo su grupo de amigos, el cual es muy grande.
Finalmente me decidí por un vestido azul marino, corto pero muy formal.
Me termine de preparar y para ser sinceros;quede hermosa.
Al llegar al lugar en donde íbamos a festejar, era un lindo salón el cual estaba muy bien decorado.
Me fui a sentar a mi mesa y ahí fui cuando me di cuenta que en esta misma mesa y en este mismo momento lo estaba viendo a el, Enzo...
El no paraba de verme, yo en cambio ni siquiera me inmutaba a mover mi cabeza para verlo a él. Estaba nerviosa, mucho para ser reales.
Los novios dieron sus respectivos saludos y la fiesta comenzó.
Yo bailaba con mis amigas y mientras disfrutábamos un mesero me tiro algún tipo de licor en el vestido.
Fui al baño maldiciéndo. Me fijé que no hubiera nadie y cerré con el pestillo.
Ya segura de que nadie me vería me saque el vestido y me puse a lavar aquel fuerte olor.
Iba todo bien hasta que me doy cuenta que si había alguien en el baño, pero estaba en los cubículos del fondo y fue por eso que ni lo vi.
Me quedo parpleja cuando lo veo salir de aquel cubículo.
Justo a mi me tiene que pasar esto.
Lo más lindo es que estoy en ropa interior, que se note el sarcasmo.
El se da cuenta de que estoy ahí y levanta las cejas al verme.
- No digas nada. Me mojaron el vestido con alguna mierda. — Le digo para que no haga preguntas.
- Bueno. — Lo escuche susurrar.
El se lavó las manos y ya se iba ir, pero abrió la puerta del baño y la cerró nuevamente con el pestillo.
- ¿Que pasa? — Pregunté.
- Ahí afuera hay un montón de gente para entrar al baño, no voy a dejar que entren hasta que termines de arreglarte. — Dice sincero.
No sé si decir gracias, ok, ándate. Realmente no lo sé.
Yo estaba de espaldas a el y noté por el espejo como el daba alguna que otra miradita que no iba.
Finalmente termine de lavar el vestido, fui hasta el secador de manos para secarlo un poco y que quede regularmente bien.
Mis brazos se estaban cansando y el pareció notarlo.
Sin decir nada agarro mi vestido y el se quedó secándolo.
Yo me estaba quedando dormida hasta que siento que me tocan el hombro. Abrí los ojos y vi que estaba más cerca de lo que pensaba.
Sin decir absolutamente nada me pone el vestido, en un absoluto silencio.
- Gracias... — Le dije.
Salimos del baño y la gente que esperaba nos miraba mal o se susurraban entre ellos.
𝔼𝕟𝕕.
Holaa, espero que les guste, de todas formas en estos días voy a subir la segunda parte.