La habitación era de gran elegancia pero sencilla a la vez. Las cortinas blancas se mecían con el viento que se filtraba, y en cada mueble había tallados con símbolos de nubes.
Todo parecía tan perfecto y en armonía. La habitación estaba iluminada por una gran ventana que daba al jardín trasero de la casa. Desde allí, se podía ver el sol brillando y el césped verde perfectamente cortado.
Wuxian abrió los ojos de golpe, saltando de la cama con un grito de sorpresa. Pero en el momento en que tocó el suelo, se tambaleó y se dejó caer de rodillas, una mano sujetando su cabeza mientras intentaba recordar lo que había pasado.
Se despertó con una sensación extraña en su cabeza, como si algo no estuviera bien. Trató de recordar todo lo que había pasado, pero no fue mucho lo que logró, pero lo poco que recordaba le hizo fruncir el ceño. Había sido un día extraño, eso seguro.
Lo último que recordaba era estar en medio del bosque con Jiang Cheng, su hermano. ¿Cómo habían llegado ahí? No lo sabía, pero de alguna manera habían sobrevivido la noche, y eso era un buen comienzo. La última vez que supo algo fue cuando acordaron que él pescaría mientras a-Cheng arreglaría una fogata.
Después de tratar de reconocer el lugar, se rindieron muertos de hambre, pero a lo lejos vieron un estanque.
Cuando se acercó al estanque, vio unos peces saltando, por lo que decidió probar suerte. Fue entonces cuando todo se volvió confuso.
No podía recordar cómo llegó a la habitación elegante. Trató de levantarse del suelo, pero su cuerpo parecía pesado. Se llevó una mano a la cabeza tratando de recordar todo lo que había pasado, pero solo podía recordar flashes de imágenes. Recordó a Jiang Cheng gritándole algo, pero no podía entender las palabras.
Giró la cabeza para ver a su shidi, que seguía durmiendo. Se trató de levantarse del piso y se dejó caer al suelo, tratando de sacudir la niebla de su mente.
Jiang WanYin, por otro lado, se despertó con un movimiento suave. Miró a su alrededor, descubriendo rápidamente que estaban en los terrenos de la secta Lan. Vio a su hermano en el suelo, aparentemente en trance.
-Tu expresión es como la mierda- le dijo desde su cama.
Wuxian sacudió la cabeza, tratando de entender lo que estaba sucediendo.
-¿Reconoces el lugar dónde estamos?- le preguntó.
-Es más que obvio que estamos en la secta Gusu Lan- , respondió, y se levantó de la cama con un movimiento suave.
Funciendo el ceño - Sí, todo es muy confuso - Gira a ver a Jiang Cheng- ¿Crees que estamos en la secta Lan?
Asintiendo con una cara de ¿enserio? - Es más que obvio que estamos en GusuLan.
-¿Cómo lo sabes?- sorprendido
Muy seguro de sí mismo - Lo sé. - Mirándolo fijamente - ¿Acaso no te das cuenta de dónde estamos?
- No lo sé. Todo es muy confuso. Además yo no me quedé tanto tiempo aquí como tú.
Levantándose de la cama con un movimiento sutil- Vamos a salir y lo verás por ti mismo.
Se miraron entre sí, asintiendo, y salieron lentamente del cuarto. Al salir, se cubrieron los ojos al encontrarse con la luz del sol directamente, pero después de un rato se acostumbraron. El Wei se puso al frente, dirigiendo el camino. Burlaron a los vigilantes y, al acercarse al jardín, pudieron distinguir un puente en medio de este. Había tres chicos allí, uno de ellos parecía bastante molesto.
-Mejor nos vamos. Ese chico parece bastante molesto - susurrando
- Sí, mejor nos vamos - Pisando una rama- Oops.
Los jóvenes se volvieron hacia ellos y les preguntaron qué hacían allí. Wuxian y el Jiang no sabían qué responder.
-¿Qué están haciendo aquí?- preguntó uno de los chicos con una mirada seria.
- No lo sabemos. Solo recordamos despertar en una habitación.
- ¿Qué les paso? ¿Están bien?¿Acaso no nos conocen?
- Soy Wei Wuxian, el sexy, inalcanzable, hermoso, primer discípulo de la secta Jiang. Este es Jiang Cheng, mi shimei. Y no recuerdo haberlos visto antes. Tal vez a-Cheng los reconozca, él estuvo todo el año en receso de las nubes.
Se giró para ver al Jiang que seguía parado detrás de él, sin percatarse de los jóvenes que rodaban los ojos. El Jiang con mirada inquisitorial pasó su vista por cada uno de los jóvenes, para después menear la cabeza de un lado para otro, en señal negativa.
-Entonces lo correcto es presentarnos. Mucho gusto, soy Lan ShiZui. El que está a mi lado izquierdo es Lan JinYing. Y el de la derecha es el joven amo Jin.
- Para los amigos, la joven amante - El de amarillo resopló fuertemente ante el atrevimiento de JinYing.
- Fue grosero de nuestra parte no presentarnos antes. Pero estamos un poco confundidos y no sabemos cómo llegamos aquí - con una gran sonrisa en su rostro habló mientras posaba sus brazos detrás de la nuca.
-No lo sabemos, me suena a manada, tú solo recuerdas despertar en una habitación. Yo estoy seguro que estamos en Gusu Lan, así que pido una reunión con el gran maestro Qiren - respondió, aburridísimo el Jiang.
Los juniors se quedaron mirándolos sin saber qué decir.
En un gran salón, un grupo de ancianos se encontraba reunido, con un semblante sereno y tranquilo. De repente, entraron dos personas recién rejuvenecidas, visiblemente confundidas y asombradas.
Al entrar, iniciaron la respectiva reverencia a sus mayores, que estaban en un silencio sepulcral, examinándolos de pies a cabeza perdiendo sus buenos modales.
-¿Qué está pasando aquí? ¿Dónde estamos y el viejo Qiren? -preguntó el azabache, deshaciendo su intento de reverencia.
Los ancianos hicieron una mueca al escuchar a ese tianqian sin modales y falta de etiqueta, que actualmente es el Segundo consorte de Gusu Lan o Segundo Madam Lan.
-Tranquilos, Jóvenes amos de Yummeng Jiang. No se alarmen -respondió uno de los ancianos con una voz pausada y amable-. Están en Gusu Lan, pero no en el presente, sino en el futuro. Me imagino que habrán notado los cambios que han ocurrido a la secta desde su estancia aquí.
Los juniors que se mantenían en el umbral de la puerta se les quedan mirando a Lan Feng como si le hubiera salido una tercera cabeza.
- Wei Wuxian, ¡¿Qué hiciste!?
- ¡¡¿Qué yo no hice nada esta vez!!? Estaba pescando con los demás y shijie. Te lo juro a-Cheng esta vez no es mi culpa.
-¿Cómo es posible? ¿Qué ha pasado? -preguntó, aún más desconcertado el Jiang, pero mostrando más respeto que el azabache al dirigirse a los ancianos.
-No podemos darles muchos detalles, pero lo que sí es importante es que deben mantener la calma y no hacer mucho escándalo -dijo otro de los ancianos, con un tono más firme-. Las cosas son muy diferentes aquí, y no queremos que tengan problemas.
-¿Qué va a pasar con nosotros? -preguntó, cada vez más nervioso. No le gustaba el rumbo que estaba tomando el asunto. No quería ni imaginarse volver a estar en esa aburridísima secta, prefería estar con los Wen. A volver a comer esa insípida comida y tener clases con la barba de chivo...
-Mañana se retoman las clases, así que asistirán a la formación como cualquier otro estudiante -respondió el primer anciano, borrando la sonrisa de uno de los presentes-. Pero por ahora, deben volver a su habitación, que ya les ha sido asignada. Un profesor los escoltará.
- Pero...
-Sin peros, joven amo Wei, ahora retírense, excepto ustedes tres necesito que se queden para acordar unos asuntos.
Jin ling, Lan JinYing y Lan ShiZui caminaban por el jardín, con sus mentes trabajando por todo lo dicho por el consejo de ancianos, es preocupante solo pensar esa posibilidad. Iban tan metidos en sus pensamientos cuando notaron que un grupo de discípulos los miraban fijamente.
Al principio, pensaron que quizás eran conocidos, pero después de unos segundos se dieron cuenta de que no los conocían en absoluto y que eran de la secta Su.
- Oye, ¿por qué nos están mirando esas copias baratas?
-No lo sé, quizás nos confunden con alguien más. Y JinYing, no debes referirte así, a los discípulos Su.
- Como digas ¿Y si vamos a hablarles? Al parecer están entretenidos. ¿Qué estarán haciendo? Se ven nerviosos. Joven amante, ¡vamos a ver, puede ser divertido!
-Sí, podemos hacerlo. Tal vez sea divertido.
Los más jóvenes se fueron aún encontrarse en el corredor con todos los discípulos Lan y Su observándolos.
No escucharon los pasos que se aproximaban que gritan un jadeo ahogado.
-¿¡¡WEI WUXIAN, JIANG WANYIN?!! POR TODOS LOS DIOSES, DÍAS DE HORROR SE APROXIMAN A GUSU LAN QUE LAN AN TENGA PIEDAD DE ¡NOSOTROS! ¡¡¡LOS HERMANOS DE YUMMENG, OTRA VEZ JUNTOS!!!
Los ancianos gritaron sus nombres y exclamaron que días de horror se aproximaban con los dos hermanos otra vez juntos con sus recuerdos de joven.