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By InataJE

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Se suponía Sergio siempre seguiría las normas impuestas para omegas como el. Pero antes de hacerlo, una fiest... More

Presentación
Lonely omega
Awake
Why him?
Don't worry babe
I'm yours
No problem
Stupid alpha
He's mine
Great, Fuck
Party?
Mistake
Finally!
Celebrations
Conflicts
Painful truths
Dream a dream pt.1
Dream a Dream pt.2
Dream a Dream pt.3
Honeymoon
New beginning
Surprise!
Congratulations
Two? Two.
Dancing Queen Pt. 1
Dancing Queen Pt.2
I'm not okay
I'm Here
You're better be joking
Everything will get better
Life goes on
Calm

Are you okay?

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By InataJE

Había nieve acumulándose en la ventanas, cayendo lentamente, contrario a lo que pasaba dentro de la habitación.

Había dos pequeños gemelos idénticos, uno estaba con un mameluco con la letra F y otro con una M, ambos jugaban con pequeñas sonajas, entreteniéndose como si eso fuera lo más interesante del mundo.

Y básicamente lo era en su pequeña mente de bebe.

Al acercarse los bebes sonrieron soltando pequeños gorgojeos.

El bebe con la letra F lo miro, tenia los mismos ojos Verstappen.

Los ojos de Max y de Jos.

Hizo gorgoteos aún más ansiosos que agrandaron el corazón de Sergio.

"Mis pequeños campeones" escucho una voz desconocida, pero no se sintió alerta.

Era tranquilizadora, como un bálsamo.

El sueño continuo, ahora Max estaba junto a las cunas de los bebes un poco más grandes, leyéndoles un cuento, Checo los miraba desde la distancia, admirando como el alfa incluso recreaba las voces de los personajes con tal de captar mas la atención de sus pequeñitos, aunque uno ya había cerrado sus ojitos.

El otro lo veía tan atento, no perdiendo el hilo de lo que su padre le contaba. Max estaba más que feliz de leerles.

Sus cabellos eran rubios, parecían muñequitos.

Otra escena nuevamente.

Ahora Michael cargaba a ambos bebes , mientras Max les tomaba muchas fotografías con su celular, revisaba y volvía a tomar más fotos.

El abuelo orgulloso cargaba a ambos, ocasionalmente cambiaba la pose, pero se notaba la adoración que le tenía a sus nietos.

Era irreal, pero era una escena común en sus vidas.

Jos estaba cuidando a otro bebe, una niña de cabello rizado y grandes ojos azules, ella llevaba un hermoso vestidito muy a la moda.

Esos ojos los había visto en otro omega.

"Ahora una con la princesa" Checo sonrió, cuando Jos se acerco con la bebe, y por fin noto que todos los bebes llevaban trajecitos combinados con los abuelos.

Todo en torno al mítico abuelo, Michael Schumacher, era su cumpleaños y quería fotos con sus nietos.

Checo se sentía seguro, teniendo a la familia que siempre deseo.

Era un precioso sueño.

.

"Amor, despierta" fue lo primero que escucho al despertar.

El sonido de la voz de Maxie se combinaba con la felicidad que sintió al despertar de un precioso sueño, que no recordaba a la perfección, pero era encantando en definitiva.

Además de un poco de música clásica de fondo, algo que le encantaba al alfa reproducir después de que leyó que la música estimula el cerebro de los bebes, asi que desde que despertaba para hacer su rutina de ejercicios y cada que podía, ponía esas canciones.

"¿Que paso Max?" algo de lo que Checo siempre se quejaba, desde ella primera mañana, era ser despertado temprano, el no era la persona más madrugadora.

"Llegaron unos paquetes, enormes, ¿encargaste algo?" pregunto tímidamente el menor, pues al parecer realmente no lo quería despertar

"No" respondió el omega bostezando y sentándose en la cama mientras con una mano frotaba su pancita.

"¿Puedo abrirlos?" oh, también otra razón, el menor era muy curioso.

"Si amor" Max le sonrió y le dio un besito en la frente y un piquito, estaba algo sudado y no lo quería incomodar con el olor.

"Por cierto, el desayuno está casi listo, incluso te consentí y prepare un poco de café descafeinado" a Checo le parecía increíble como a veces Max era feliz con cositas tan simples, definitivamente era un alfita inocente

Antes de irse Max le dio un beso más profundo y después le dio uno en la pancita, donde sus bebes seguramente dormían, porque Checo había amanecido de buen humor, sin molestias ni vómitos.

Esos eran los días donde le encantaba estar embarazado.

.

Cuando bajo vio la sala de estar hecha un desastre.

Oh, bueno, al menos Max estaba feliz en el centro del alboroto leyendo los instructivos de las cunas que les enviaron.

Ellos no habían encargado nada, por lo que suponía serian un regalo.

Eran color blanco, pero cada una tenia detalles, como que una tenía grabado Verstappen Pérez en dorado y la otra en plateado.

"Las envía mi papá, venían con una nota, una para mi y otra para ti" señalo el desayuno servido, que tenía un sobre.

"Deja limpio el desastre y te acompaño a desayunar" volvió a hablar el alfa, dejando que Checo tocara la madera de aquellas preciosas cunitas gemelas.

Max siempre respetaba su privacidad, asi que no era necesario que tuviera miedo de que algo se supiera.

Sospechaba que las cunas no eran solo de Jos, también lo era de Michael, es decir, el alfa alemán seguramente estaba encantado con la idea de ser abuelo,.

Con un suspiro fue al comedor y comenzó a ingerir el sano e insípido a su parecer desayuno lleno de fibra asi como sus vitaminas en capsulas, pero disfrutando un poco del café que Max con amor le preparo.

Mientras el comía, abrió rápidamente la nota, estaba en alemán, ingenioso, pero no reconoció la letra.

Estas cunas albergaran a mis preciosos nietos, espero sean de tu agrado.

M.S.

Checo guardo la nota en su bata, después la guardaría muy bien, hasta que Max supiera la verdad.

"¿Quieres?" ofreció Checo cuando Max regreso de limpiar el embalaje.

"Yo desayune antes, pero no me importaría un poco de fruta"

Algo que Max cuidaba mucho y con lo que era estricto era su dieta y su rutina de ejercicios, debía estar listo, y más después del abandono que tuvo la carrera pasada.

"¿Algo para hacer antes de irnos?" pregunto el alfa con la boca llena de cuadritos de mango.

Checo sabia que pronto se acercaban a sus 6 meses, bueno faltaban dos meses, pero el tiempo pasaba demasiado rápido para su gusto, asi que aprovechando que tenía tiempo libre y su esposo estaba con el empezaría a hacer una de las cosas que más espero.

Adornar la habitación de los bebes.

Y si, los primeros meses dormirán con ellos, pero quería tener esa sensación de anidamiento, donde estaría el armario con toda la ropita que había comprado tanto Checo como Max, que cada que veía en algo internet sobe bebes lo pedía y poco a poco la habitación designada se convirtió en un lugar lleno de cajas por abrir.

"Quiero comenzar la habitación" bueno, mas ordenar, porque la pintura ya estaba hecha.

Habían decidido pintar solecitos en vez de algún animal o figuras, creían que asi los bebes no se asustarían.

Se decidieron por un blanco hueso, como fondo.

Además de que mandaron a tapizar la habitación, evitando el alfombrado, por cuestiones hipoalergénicas.

También había decidido colocar una lampara de techo con forma de sol.

Idea de Max, que había estado muy al pendiente.

Ahora lo que faltaba era armar las cunas recién llegadas y colocar la ropa y juguetitos en los estantes designados.

Algo que ambos decidieron fue vestir idénticamente a sus bebes antes de que ellos decidieran sus estilos, independientemente si eran niño o niña, ya si eran uno y uno se decidirían por detalles que remarcaran cual era cual, como diademas o moñitos.

Ahora toda la ropita que tenían era unisex, como overoles, mamelucos, camisitas, trajecitos, todo en colores claros.

Tal ve se excedieron un poquito con las compras, pero eran ricos, no les afectaba.

"Deberíamos fotografiar cada instante, nuestros bebes lo querrán ver" el menor tomo sus celular y fotografió a su esposo colocando pequeños adornos en las repisas de los muebles que había n colocado.

Checo le sonreía y en ocasiones le enviaba besos.

Algunas fotos definitivamente no se las mostrarían a sus hijos, se irían a la carpeta de la luna de miel.

"Sabes, porque no armamos primero las cunas antes de colocar toda la ropita, para enviarle una foto a tu padre" Y al decir padre, Checo solo pensaba en Michael, quería que supiera que su regalo era muy bien apreciado.

Ambos comenzaron a armarlo según las instrucciones, claro que Max lo hacia casi todo, pero la intención es lo que cuenta, pensaba Checo mientras probaba la cómoda silla donde le daría pecho a sus bebes.

También grababa como Max se esforzaba por atornillar los barrotes. Tan concentrado que no notaba como Checo grababa su sufrimiento.

"Deberías colocar primero el barrote amor" reía Checo y Max hacia pucheritos.

"Eso intento, pero no sabia que eso era tan difícil" hasta sacaba la lengüita de la concentración.

Envió el video a su suegro, esperando que lo viera pronto y notara que tal vez necesitaban ayuda.

Según el, Jos llegaría el día siguiente en la noche o madrugada del martes.

Recibió una respuesta rápida, era un gracias, seguido de un, mejor que alguien que si sepa hacerlo las arme.

Aunque era muy cierto.

Cuando estaba por levantarse para ir por algo de comer lo sintió.

Pequeños aleteos dentro de sí.

Era una sensación nueva.

Sus bebes pateaban, pronto comenzó a sentirlo por todo el vientre, era como si sus bebes lo saludaran.

Ante el silencio del mexicano, Max lo miro y vio como el omega se tocaba el vientre con cara de emoción, asi que se acercó rápidamente a él.

"¿Todo bien amor?" pregunto cauteloso, aun que su alfa le decía que era algo muy bueno, a juzgar por las reacciones.

"Si, solo los bebes que decidieron hacer una fiesta" Checo seguía sonriendo, contagiando a Max

"¿Los estas sintiendo?"

"Si, intenta tocar"

"Aver" Max coloco su mano pero no sintió nada, aunque sabía que era normal, aun era pronto para que el sintiera las pataditas.

Pero sonreía porque sus bebes cada vez hacían más acto de presencia.

Además a través de su lazo con Checo, podía llegar a sentir rastros de esa nueva sensación.

Con gran felicidad abrazo a su esposo mientras besaba su coronilla.

.

En Alemania ya estaba oscuro cuando Sergio envió un video y un mensaje de agradecimiento por tan preciosas cunas.

Michael inflo el pecho como abuelo alfa orgulloso, estaba encantado con la expectativa de tener nuevos integrantes en la familia.

Dos pequeñas motivaciones más para recuperarse y poner todo su empeño en la terapia.

"Max es feliz" dijo, su voz cada vez mas recuperada, sus cuerdas vocales casi eran las mismas de antaño.

"Lo es, aunque me encantaría que supiera la verdad Mich" pidió Jos acercándose a él, que estaba sentado en su cama viendo algunos programas de carreras.

"Es pronto" siempre decía eso, pero en si el alfa sentía otra cosa.

"No lo es, el debe saberlo antes del nacimiento, el tiempo corre" le recordó su pareja.

"¿Y si se enoja?" y he ahí su temor.

"Claro que se enojara, o nos ignorara, pero sé que es un alfa maduro y comprenderá cuando le contemos todo" a veces contaban con el hecho de que Max ya era un alfa muy maduro, vaya, ya estaba casado y en espera de hijos y aun ni 20 años tenia

"¿Y si me rechaza?"

"No lo hará, porque pese a cualquier cosa, eres su padre, y el te amaba y admiraba cuando era un niño" si, uno de los héroes que Max tuvo después del accidente fue a su propio padre, sentía esa conexión.

"Ya no es un niño" pero tampoco era un adulto realizado, todos consideraban a Max como alguien realmente maduro,

"Pero sigues siendo su padre, asi que ánimo" Jos se sentó a su lado y acaricio la espalda del alfa, animándolo a poder darle permiso para contar todo de una buena vez

"Bien, en el descanso de verano se lo diremos" acepto con un poco de pesar el alfa que una tenia miedo de que Max lo rechazara.

Le gustaría que lo aceptara como lo hizo el día del accidente.

"Ay Mich, te amo" el omega se acerco y dejo un beso en los labios del alfa, que era casto, pero se profundizo un poco más, algo con lo que recientemente habían estado luchando era con el hecho de que ciertas necesidades resurgieron nuevamente.

Pero aunque quieran hacer algo, Michael debía mantenerse quieto y sin que sus signos vitales se alteraran.

Al menos Cori y Jos hicieron un frente unido frente a su alfa y le prometieron que en cuanto sus médicos y terapeutas le dirán luz verde, podrían intentar algo.

Nunca habían visto tan motivado al alemán.

Ya ni cuando corría en la F1.

Ambos Omegas compartieron sus experiencias y les causo mucha risa. Definitivamente el alfa si hubiera tenido mas tiempo hubiera tenido más hijos.

Pero vaya que lo llenarían de nietos.

No lo sabían, pero parecería competencia entre Max y Lewis.

"Por cierto Mick viene, llegara probablemente mañana, quiere presentarte oficialmente a sus parejas" Cori había llegado, sonriendo por las noticias que llevaba.

"Hamilton es un asaltacunas" Michael no estaba tan seguro acerca de esa relación.

Su único niño omega, en las garras de Hamilton.

"No es para tanto" resto Cori y se sentó al otro lado de Michael.

"Yo corrí con el" pareciera que el alemán intentaba que vieran su punto de vista, pero ambos omegas, que habían visto y sabían mas o menos la historia del trio, pues como que aceptaban un poco más a Hamilton como pareja de Mick.

"Si, bueno, pero el es un gran alfa" omitiendo el pequeño periodo en el que estaba tras Sergio, entonces is era un buen alfa.

"Tienes otro yerno si ese no te agrada" intento bromear Jos, y Michael solo lo miro, porque bueno, Michael conoció a Hamilton y como era antes, esperaba que cambiara y fuera un digno alfa para su bebé omega.

Pero tenia un punto, estaba George, quien era omega.

"Un momento, ¿no estaban peleados?" si, a estos tres les encantaba platicar de las vidas amorosas de sus hijos.

.

El atardecer estaba cerca y ellos consideraban que casi habían terminado.

Asi que deshicieron salir a caminar por el malecón, para ver el atardecer y hacer un poco del ejercicio que se le recomendaba a Checo.

El sol comenzaba su lento descenso sobre el horizonte del océano Pacífico, pintando el cielo de tonos naranjas y rosados que se reflejaban en las olas suaves que besaban la orilla.

El malecón de Puerto Vallarta inusualmente estaba un poco despejado, por lo que fueron a caminar con la esperanza de que Max no fuera reconocido o algo, querían tranquilidad.

Aunque eso era complicado, porque ellos destacaban por su aura de felicidad palpable.

La gente ocasionalmente los volteaba a mirar, ellos los ignoraban.

Caminaban de la mano, Max orgulloso, su mirada radiante y ojos brillantes lo demostraban mientras el omega con la mano libre acariciaba suavemente su abultado vientre donde crecía su pequeño milagro.

Aún seguían inquietos, asi que Checo todavía sentía los movimientos y era lo máximo.

"Quiero algo de comer Maxie" pidió el omega, y el menor solo lo miro, pensando en cómo habían terminado de comer y salieron, pero no dijo nada, apreciaba su vida muchas gracias.

"Caminemos hacia la zona de restaurantes y ahí compramos algo va" Max a veces salía a correr en esta zona, por lo que mas o menos se ubicaba.

El omega asintió y se estiro para darle un besito a su alfa.

Cada paso que daban parecía lleno de significado.

El alfa detenía de vez en cuando su andar para capturar el momento con su celular, inmortalizando cada gesto, cada mirada cómplice, cada sonrisa que intercambiaban. Querían congelar en el tiempo aquellos instantes de dicha pura y compartirla con el mundo.

Max era de los que le gustaba tomarse selfies besando a su pareja.

El murmullo del mar proporcionaba un fondo perfecto para su paseo, mezclándose con las risas y conversaciones de los presentes. A medida que avanzaban, Max no podía contener su emoción, expresándola con cada clic de su cámara.

Se agachaba a veces para capturar el perfil resaltado de su pareja contra el mar, otras veces enfocaba en sus manos entrelazadas sobre el vientre redondeado.

Siempre siendo la estrella su precioso esposo.

Checo se detenía de vez en cuando para descansar, pues algo que empezó a molestarle desde el tercer mes fueron los tobillos que se le comenzaron a hinchar.

Cuando se detenían Maxie aprovechaba esos momentos para rodearlo con sus brazos, acercando su rostro al de el en un gesto lleno de amor y complicidad. Sus ojos se encontraban y se perdían en un mundo compartido, donde la llegada de sus bebés era el centro de todo.

"Quiero que alguno de ellos lleve tu nombre" pidió Sergio, que recordó momentáneamente su sueño y recordó al bebe con el mameluco estampado con una M.

"Oh, yo había pensado en algunos otros, pero como nunca salio el tema se me olvido" la mayoría de los nombres en los que Max pensó eran de varones, el secretamente deseaba que ambos fueran niños.

"Cuando regresemos hablemos de ello, mañana sabremos el género de nuestros bebés y quiero estar listo para todo"

"Eso suena perfecto"

Las luces comenzaban a encenderse a lo largo del malecón, iluminando su camino con destellos dorados. Max, con una sonrisa etérea en los labios, le susurraba palabras de amor y promesas al oído mientras seguían su paseo. Hablaban del futuro, de los sueños que querían cumplir como padres, de la familia que estaban formando juntos.

Al final del malecón, donde las olas rompían suavemente contra las rocas, se detuvieron.

"Ahora se me antojo un elote con chile del que pica" Checo hizo un puchero, porque si antes tenía hambre, ahora descubrió que era un antojo de elotes.

"Vamos por ese etole" Max seguía practicando su pronunciación, iba bien. Ya casi pronunciaba bien México.

Y así, con el atardecer como testigo de su amor, la pareja embarazada se alejó del lugar en busca del elote del mayor.

Estos momentos, improvisados, donde simplemente eran ellos existiendo sin ninguna persona que los viera eran los momentos que más apreciaban, pues podían ser ellos mismos, dos hombre felices que no tenían nada de que preocuparse mas que de que sus bebés crecieran grandes y nacieran perfectos.

.

Después de una intensa búsqueda por el elote del mexicano, ambos volvieron nuevamente a la casa, donde decidieron darse un momento de amor, no sexo, sino cuidado del otro.

Normalmente Sergio estaba lleno de hormonas, pero ahora solo quería tranquilidad, además de que se sentía muy cansado del día y no quería dormirse a mitad del acto, eso seria en definitiva muy vergonzoso, y no, no pasaría eso.

"Preparare el jacuzzi, eso te relajara y mis músculos también me lo agradecerán" que mejor forma de relajarse que estando desnudo con su esposo.

Max hábil como siempre fue a preparar todo.

Checo sonrió, la habitación de su bebe estaba casi terminada, aún faltaba mucho, sí, pero sentía que los últimos meses seria enorme y no podría hacer tantas cosas.

Y lo que pudiera hacer definitivamente se reduciría a su trabajo.

Dejo de pensar en ello y fue a la habitación de los bebes.

Le encanto la estética, y aunque las cunas aun no estaban completas, era lo único que faltaba, pues se encargaron de colocar todas las pequeñas prendas dentro de cada mueble.

Era algo minimalista, pero vamos, entre menos pueda desordenar menor tendrá que limpiar, y es probable que sea su habitación donde estarán cada noche.

Max llego y lo abrazo por detrás.

"Prometo que conseguiré a alguien que sepa armar esas cunas" una risita se escuchó, su esposo por fin no era bueno en algo.

"Tenemos tiempo amor, no creo que los bebes nazcan y ya quieran la habitación perfecta" conforto el omega, que no encontraba una gran razón para que el alfa se preocupara.

"No, pero si tendrá a los padres perfectos" el alfa comenzó a mordisquear la oreja de su esposo, quería su momento de relajación

"Vamos allá"

Llegaron a su habitación, que estaba justo enfrente.

Se desnudaron el uno al otro, siempre era increíble para el otro hacerlo.

La suave brisa marina acariciaba sus rostros mientras se sumergían en el cálido abrazo de su jacuzzi. Sus cuerpos tocándose, unidos por la promesa de una nueva vida que crecía dentro de ella. La luz estrellas y la luna se reflejaban en las aguas tranquilas del océano extendiéndose hasta el horizonte.

"Oh, esto es un bálsamo para mi cuerpo" exclamo el omega, feliz de estar ahí, con Max a sus espaldas.

El descansaba su cabeza en el pecho de Max, sintiendo el latido de su corazón que parecía sincronizarse con el suyo. Una sonrisa iluminaba su rostro mientras acariciaba suavemente su vientre, donde sus dos pequeñas vidas flotaban seguramente. Sus suspiros se encontraban en un silencioso entendimiento, compartiendo la emoción y el amor que crecía con cada día que pasaba.

"¿Qué te parece si empezamos a pensar en nombres para estos preciosos solecitos?", susurró el alfa, sus labios rozando su nuca con ternura. Checo asintió emocionado, su mente comenzando a tejer sueños y posibilidades para los dos pequeños que pronto llenarían cada momento de sus vidas.

Juntos, comenzaron a lanzar ideas al aire como estrellas fugaces, cada nombre llevando consigo una historia, un significado especial. Hablaron de nombres que homenajeaban a sus familiares, otros que habían pertenecido a pilotos muy famosos y algunos simplemente resonaban en sus metes por razones extrañas.

"¿Qué tal Max? Es tu nombre y creo que es razonable" propuso el omega, sintiendo cómo el nombre de Max resonaba con fuerza en su interior, mientras que el actual dueño de ese nombre no parecía muy convencido.

"No es que me moleste, pero sería algo confuso, creo que podríamos intentar nombres con M si te parece" por alguna razón no quería que sus bebes llevaran su nombre.

"Bueno, acepto" Checo pensó en las posibilidades.

Él sonrió, acariciando suavemente el vientre de su esposo "Que te parece Maxine si es niña seria perfecto" le quería dar felicidad al omega.

"Amor, bueno, creo que no suena tan mal"

Una sensación de paz y dicha los envolvió mientras contemplaban el horizonte dorado, imaginando los momentos que compartirían con sus gemelos.

"Y que tal Sophie, me gustaría ponerle el nombre de mi madre" y de pronto todo se volvió frio.

No quería que Max siguiera pensando que esa mujer es su madre.

El sonido del mar susurraba secretos de situaciones complicadas que estaban por venir, y en ese momento, en ese jacuzzi con vista al mar, Checo sabía que lo que sea que viniera lo podrían afrontar si están juntos

.

Jos viajo a México, calculaba que llegaría de noche, fue porque estaba emocionado por conocer el género de sus nietecitos, además de que no quería estar cuando llegaran los chicos Mercedes, se suponía que no sabían sobre si existencia.

Simplemente no quería hacer las cosas un poco más complicadas de lo que ya eran.

Se sentía como en los viejos tiempos como cuando era el secreto de Michael.

Ahora sólo quienes estaban en casa eran Michael  y Cori, ambos listos para recibir a su hijo menor y a sus parejas.

"Hola mamá" saludo Mick en cuanto la vio, además de abrazarla fuertemente.

Los británicos la saludaron de abracito y beso.

Muy educados, aunque algo temerosos por lo que venía, bueno Lewis y Mick más temerosos, George estaba super emocionado por lo que podría pasar.

Pronto pasaron ala la donde antes habían visto postrado al alfa Schumacher.

Pero ahora incluso olía diferente.

Pero definitivamente el olor de los claveles persistiría por siempre.

"Esto es emocionante" susurro George analizando las probabilidades.

Pronto estuvieron frente a él.

Definitivamente no eran lo que vieron meses atrás.

Este hombre era otro.

Claramente estaba mas sano, además de que tenía más peso, e incluso el tono de su piel era otro.

"Hola hijo" saludo Michael feliz de ver a uno de sus cachorros en casa.

"Papá, hola, ¿Cómo estás?" saludo calurosamente el menor, siempre agradecido por haber tenido la oportunidad de estar junto a su padre nuevamente.

"Genial, tu madre me dijo que tenías algunas personas que deseabas presentarme"

Ante esto el omega se sonrojo, muy notoriamente debido a su tez pálida.

"Si, claro" se hizo de lado, dejando a la vista a los otros dos.

"Ellos son mis parejas, George y Lewis a quien ya conoces" vaya que recordaba esa noches locas del alfa, incluso la prensa hablo de ello en esos años.

"Hola Michael" saludo tímidamente Lewis.

"Hamilton, cuantos años sin verte, ¿ya cambiaste?" directo al grano

"Lo hice, soy un alfa honesto, lo juro" incluso alzo sus manos en señal de paz, le parecía divertido que lo hiciera.

"Bien" El alfa ya vería eso, tendría que enterarse de más cosas.

"Hola señor, yo soy George" el más alto dio un paso adelante y se presento

"Un placer conocerte" sonrió el alfa y logro estrecharle la mano al omega, que sonreía por poder conocer a uno de sus héroes, que a la vez es su suegro..

"¿Puedo hablar con usted a solas?" pidió George, una petición que hizo que todos lo miraran.

"Bueno, claro si es posible" aclaro.

"Claro, está bien" Michael concedió, tenía curiosidad de lo que este joven le tenía que decir.

Lewis y Mick salieron de la habitación, un poco mas relajados, seguramente George quería hacerle preguntas de sus carreras, creyeron, no sospechaban que fuera algo exactamente malo.

De vuelta con George y Michael, el omega simplemente, con su carisma natural y con el encanto que el mismo alfa tenia, comenzaron una conversación... casual.

"¿Estas enojado con mi hijo?" pregunto el alfa

"Si, osea, creía que era un chismoso de lo peor" George se sentó frente a él, demostrando confianza que realmente no sentía, pero que poco a poco ganaba.

"Bueno, él es algo desconfiado"

"Pero no le di razones jamás, aun asi, como le decía, Lewis también lo supo desde la boda de Max"

"Cuéntame de Lewis" ya le estaba pareciendo realmente interesante la plática.

"Claro, primero le termino de contar de Mick, y ahora le cuanto lo que ese alfa nos hizo pasar por meses, y adivine con quien, con nada menos con su yerno faltante, aunque aclaro que Sergio se dio a respetar como el omega decente que es"

Eso sorprendió a Michael, eso no le habían contado.

"Bueno, por un momento sentí que Lewis estaba del lado de Mick, fue más que nada mi enojo, ya después se me paso, pero ahora tengo un plan" sonrió conspirativamente el omega.

"Te escucho" pasaba mucho tiempo encerrado, necesitaba diversión, sana por supuesto

"Los pondré celosos, será algo simple, pero ellos siempre han tenido celos de mi amigo Alex, gran tipo por cierto, que tiene una gran novia, pero eso ellos no lo saben, asi que será algo divertido" literal parecía que le salieron dos cuernitos y un cola al más joven,

"Gran idea"

"Y creo que logre un avance, Lewis se molesto porque baile un poco con él, fue gracioso" lo que el omega no conto fue como cojeo por dos días, porque Lewis se sintió tan territorial que en cuanto tocaron una cama Mick y el alfa se volvieron muy posesivos. Un escalofrió de placer le recorrido, que bonito recuerdo.

"¿Qué hay de Sergio?" ah sí, la información primero.

"Oh, si, Lewis estuvo supuestamente enamorado de el por varios años, lo que lo volvió estúpido" soltó como si eso no hubiera provocado un gran drama que dejo varias consecuencias, entre ellas que Checo tuviera una fea reacción alérgica por tanta flor que le envió el moreno.

"Que"

"Si, usted cree, incluso nos rompió el corazón el año pasado, pero lo hicimos recapacitar, incluso Sebastian, Kimi y yo lo golpeamos, pero por un buen propósito" conto orgulloso.

"Cuéntame más"

"Bueno, todo comenzó cuando Max llevo a un omega mexicano al paddock, que después nos enteramos iba a ser prometido a Lewis" comenzó ya más en confianza.

Y asi nacido el dúo más improbable de todos los tiempos..

.

De vuelta en México.

Era lunes, despertaron temprano, porque finalmente esperaba que sus bebes estuvieran en posición y poder saber si eran niños o niñas, la emoción los consumía en extremo.

Incluso despertaron antes de que sonara su despertador.

Max como siempre que estaba lejos de MK, entrenaba desde muy temprano y dejaba que su entrenador, por videollamada lo corrigiera o le pusiera nuevos ejercicios.

Pero hoy no, hoy quiso despertar junto a su esposo, pues este día los marcaria.

Max quería estar todo el día, hacerle un rico desayuno e ir tomados de la mano al hospital.

Checo despertó entre los brazos del menos, con bostezos y gruñiditos por despertar tan temprano.

"Hora de despertar mi amor" Max lo beso profundamente, creando un ronroneo en el omega, era una increíble mañana.

Ojala despertaran asi todos los días que restan del embarazo.

Se besaron un poco mas antes de salir de la cama y tomar un baño, separados, porque no querían llegar tarde.

Algo con lo que el omega era muy metódico era con la ropa que usaría al día siguiente, era algo que le gustaba controlar y con lo que se sentía feliz, dependiendo su ropa era su estado de ánimo. Asi que preparaba todo desde una noche anterior, para evitar complicaciones.

Ahora usaba un outfit de tonos neutros, un pantalón color crema, junto a una playera verde pastel con una margarita tejida en el vientre, justo donde está el ombligo, y aunque pareciera algo femenino, era ropa muy común en los omegas.

Se complementaba con un suéter crema de punto algo largo y holgado complementándolo con unos tenis de suela plana blancos.

Se veía adorable, o eso creyó Max en cuanto lo vio listo.

Checo queria tener un buen outfit para que cuando sus bebes vieran las fotos, notaran el estilo de su papá omega.

Que notaran que al menos uno de sus padres tenía estilo.

Y aunque Max ya por fin había dejado el estilo de playera de Red Bull y skinny jeans, pero ahora usaba solo ropa de dos colores, blanco o negro.

Pero mas a la moda, y en ocasiones incluso usaba abrigos claros.

Bueno, por algo se empezaba, tampoco es como que quiera ver vestido a su Maxie como Lewis, ese estilo solo le quedaba al británico, solo el lo puede lucir tan genial.

Qué curioso , pensó Checo, Lewis termino siendo su concuño.

"¿Amor? ¿Estás listo?" le grito el omega a Max, este seguía vistiéndose, era curioso, el alfa era quien más tardaba en arreglarse.

Compartían el "armario" que en si era una habitación completa que esta repleta de todo tipo de ropa y accesorios.

"Si, wow, luces hermoso, la casita de nuestros bebes esta adornada muy bonito" en cuanto salio, Max admiro a su omega, lo lindo que lucía, la pancita definitivamente le daba un toque especial.

"Oh, bueno, solo es una playera que tu padre me compro en Japón" y que conversación tan complicada que fue esa, solo esperaba que la verdad del origen de su esposo pronto fuera revelada, no merecía estar en la oscuridad.

"Eres hermoso, definitivamente soy el hombre mas afortunado del mundo"

Se dieron un piquito, tierno, amaban los labios del otro

Desayunaron tranquilos y se fueron al hospital.

Max ya había aprendido a manejar en México, le costó, pero ya sabía mentarla en caso de ser necesario.

Checo estaba tan orgulloso de su alfita.

.

Llegaron al pabellón de omegas, donde Checo vería a su médico, lo habían visto hace poco tiempo, pero Checo a fuerzas quería saber que serian.

La emoción se desbordaba.

"Señor Pérez, puede pasar" anuncio la enfermera de recepción.

"Deberíamos corregir eso y decir que eres Verstappen Pérez" Max hacia pucheritos mientras entraban a la sala.

"Después lo corregimos, recuerda que me registre como Pérez con lo del implante, y por esas fechas aun no nos casábamos" y bueno, asi que digas mucha ayuda no fue ese implante, mentira, fue un increíble error, que los llevo a estar aquí.

Su plática se interrumpió porque se sentaron y el doctor les saco la plática ocasional, en inglés, para que Max entendiera.

"Ahora a lo que vienen, seguramente deben estar ocupados" el doctor se levanto y les indico que pasaran a la sala de revisión.

"Algo asi, pronto iremos a España, mi esposo correrá ahí" Checo WAG orgulloso.

"Perfecto, esperemos gane señor Verstappen" y bueno, Max se sintió un adulto, el señor Verstappen era su papá.

Pronto el doctor le pidió al omega alzara un poco su playera para mostrar el abultado vientre.

Claro que Max grababa todo.

Querían ver su reacción cuando les dijeran que eran.

Algo que ellos no sabían era que sus amigos tenían un grupo donde apostaron cual seria el genero de los bebes, había algunos miles de dólares en juego.

La mayoría aposto por niñas, pero algunos como Lance apostaron por dos niños.

"Ahora, descubrámoslo" el doctor también se veía emocionado.

Coloco el gel y paso la maquina y vio la pantalla donde aparecieron dos figuras de bebes, más formaditos.

Pero su rostro sonriente pronto empezó a decaer., volviéndose serio.

Checo no lo noto, pero Max sí.

Dejo de grabar.

Poco a poco el doctor pasaba el transductor esperando ver algo.

Movió algunos botones, y todo seguía igual, excepto por un ruido blanco de fondo.

Ahora si Checo noto que algo estaba mal. Se suponía que ahí debía escuchar algo.

"¿Hay algo malo?" pregunto serio el omega, presentía la respuesta.

"Sergio, debes estar en calma, pero, no hay latidos, de ningún bebe" le respondió en español

"Amor que dijo" Max preguntó, pues el tono no auguraba nada bueno.

"No hay latidos" dijo seriamente el omega, que estaba extrañamente quieto, como en trance, incluso decirlo no lo hacía real para él.

"Lo lamento mucho, en ocasiones esto suele suceder, más cuando son embarazos gemelares" se excuso el doctor y limpio el vientre del omega, este solo tenia la mirada perdida, su mano había encontrado la de Max y sentía que o era lo único que lo mantenía unido a la tierra.

El omega asentía, entendía perfectamente que estaba perdido, probablemente el también estaba muerto justo ahora.

Sus bebes se... fueron.

"Podrán intentarlo en algunos meses" el doctor hablaba pero él no entendía

"Sentí algunas pataditas ayer" la voz del mexicano estaba rota, quería una explicación, él los había sentido hacia menos de 24 horas, no podía ser cierto.

"Lo siento Sergio, es una muerte fetal" no no no no no no

"Ah"

Max solo tomaba fuertemente la mano de su omega, no sabia que hacer, estaba perdido, literalmente no tenia ni la mas renta idea de que hacer.

"¿Estas bien?" pregunto el doctor a nadie, ellos solo lo miraron.

¿Quién mierda pregunta eso en esta situación?

.

.

.

Antes que nada, no me funen.

Esto fue lo primero que planee de todo el fic.

Y creanme que me costo mucho escribirlo, pero me agrada el resultado.

Hoy no hay curiosidades, es un dia triste.

Ina los ama mucho, recuerdenlo, no me funen y si si lo hacen me etiquetan :)

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