*Gavi*
El corazón pudo con la mente, aunque por dentro estaba cagado de miedo.
Dejé el coche en la calle de mi casa, con mi móvil dentro, y me apunte la dirección que mi suegro me había dado en un papel mientras las manos me temblaban.
No era una persona miedosa, pero estaban amenazando a lo más preciado que yo tenía, y ese era mi mayor miedo, solo rezaba todo lo que sabía por no arrepentirme de esto.
Miraba a los lados comprobando que nadie me estuviese siguiendo, me temblaba hasta el cielo de la boca, jamás en mi vida había pasado tanto miedo.
Cogí un taxi, y le pedí al taxista dar un buen rodeo por un montón de calles extrañas, si alguien me estaba siguiendo se lo iba a poner muy difícil.
Hasta que finalmente le di la dirección al taxista, que me llevó hasta una especie de mirador bastante solitario. Le pagué y me bajé del taxi cuando divisé a Carlos apoyado en una barandilla mirando al mar.
-Carlos-le llamé haciendo que se diese la vuelta.
Andó hasta mi mirándome, intentando descifrar mi mirada, y después de una segundos me dio un tirón dándome un fuerte abrazo que me supo a gloria.
-Ahora mismo vas a contarme que es lo que pasa, yo sé que tú la quieres-me dijo haciéndome sentir la desesperación en su voz, y me abracé a él como un niño pequeño buscando protección mientras tragaba grueso intentando no llorar.
-Espero estar haciendo lo correcto-le dije al separarnos entrecortado, y sentí como en su mirada algo cambió mirándome con miedo.
-Gavi, tranquilo-me dijo y yo solté todo el aire que tenía en el cuerpo.
-¿Le has dicho a alguien que estábamos aquí?-Le pregunte y el negó.
-¿Qué pasa hijo? Me estás asustando-Me preguntó cuando me vio mirar a los lados, aunque no había ni rastro de nadie.
-Carlos, necesito que te lleves a Dani de aquí de Barcelona, convencela, llévatela lejos, no la dejes sola, cuidala-le pedí casi temblando sin respirar-no puede estar aquí, no...-me cortó.
-Pablo, desde el principio, me estas asustando, respira-me pidió y yo respiré hondo-¿Te estas amenazando? ¿Es eso?-me preguntó y yo asentí.
El cogió aire intentando mantener la calma.
-¿Y porque no lo has denunciado?-me preguntó confuso.
-No lo entiendes Carlos, es más complicado que todo esto, es...Esther es una loca, una tía que está mal de la cabeza-intenté explicarle.
-Gavi, la policía..-negué rápidamente.
-¡No!-le dije- no lo entiendes, ella...ella me tiene controlado, no se como, nose si es el coche, el móvil, si tiene cámaras en mi casa...he venido sin nada por lo mismo-le intenté explicar- jamás me perdonaría que algo le pasase a Dani por mi culpa, no, prefiero que piense que soy un cabron, que me odie, así al menos uno de los dos sería capaz de pasar página-tuve que parar cuando la voz se me quebró y una lágrima empezó a caer por mi mejilla.
-Nunca he tenido ninguna duda, pero con esto sé que eres el hombre que quiero que tenga mi hija a su lado-me dijo y yo negué llevando mis manos a mi cabeza desesperado.
-Esto no es bonito, ni siquiera se que hago aquí, llevo un mes sin hablar con nadie, con nadie, y no sabía si venir aquí o no venir, no sé si estoy haciendo lo correcto-le dije asustado- solo te pido que te la lleves de aquí, por favor, como sea-le pedí y el suspiró mirándome.
-Gavi, ¿tu no sabes...-se quedó callado y yo frunci el ceño.
-¿Saber el qué?-le pregunté.
-Gavi, ella no está aquí, ella se fue al día siguiente de que tu la dejaras-me dijo y yo abrí los ojos, ¿se había ido?
Miré al frente tragando saliva mientras miraba el mar, y volví la vista a mi suegro.
-Me duele decir esto, pero es lo mejor-dije en un sollozo que ya no pude controlar, y él me abrazó mientras se le saltaban también las lágrimas.
Tuvimos una conversación bastante larga, él me dijo que solo Carla y su mujer sabían donde estaba Dani, y que ella no quería a nadie a su lado ahora mismo y apenas cogía el teléfono cuando la llamaban.
Y yo acabe contándole todos los detalles del desequilibrio de Esther, desde que metió a aina en nuestras vidas para controlarnos hasta el accidente que ella mismo me aseguró que provocó que mi hermana acabase en el hospital.
Me agradeció querer a su hija de esta manera, porque al final yo parecía el malo que se había reído de ella a ojos de todos, cuando solo estaba intentado protegerla sobre cualquier cosa.
-Gavi, te juro que vamos a encontrar todo lo que haga falta para que acaben encerrando a esta chica en un manicomio, solo te pido como padre que...que sigas como hasta ahora, cuidándome a mi niña, que yo te prometo que te voy a ayudar desde la distancia hijo, no estás solo-me dijo.
-Puedes estar tranquilo, para mí Dani está antes que cualquier cosa y voy a hacer todo lo que esté en mi mano por cuidarla-le dije y el me abrazó de nuevo.
Volví a casa pidiéndole al taxista que me dejase un par de calles antes que mi casa, y después cogí mi móvil del coche para entrar en casa rezando de que esto no me viniese largo.
Carlos me iba a ayudar, y si yo podía tener fe en alguien ciegamente ese siempre había sido él, estaba seguro que encontraría la manera de solucionarlo todo.
Solo me faltaba contar los días para poder tener a Dani entre mis brazos otra vez.
*Dani*
-No estás hablando enserio-me dijo ansu mirando al frente mientras abría los ojos.
-Ansu, entiéndeme, por favor-le pedí conteniendo las lágrimas.
Él se quedó callado, no dijo nada durante unos minutos que a mi se me hicieron horas, y entonces volvió a dirigir la mirada hasta mi muy serio.
-Pues si eso es lo que quieres, estamos también en el sitio indicado, contra más tiempo lo tengas ahí, peor será para ti supongo-me dijo y yo agaché la mirada asintiendo.
Tenía la cabeza echa un lío, pero sabía que lo correcto era no tenerlo, no así, porque era muy injusto para él tener a sus padres separados desde antes de nacer.
-¿vamos?-preguntó abriendo su puerta y yo asentí secando las lágrimas que no podía controlar que salieran de mis ojos.
Entré a esa clínica con todos mis nervios a flor de piel, abrazandome a mi misma, y vi como ansu saludaba con la mano a un doctor que parecía conocer.
Estuvo unos minutos hablando con él, y después de que el muchacho asistiera varias veces escuchando a mi amigo, ansu me hizo una señal con la mano indicándome que me acercase.
El doctor me pidió que lo siguiera hasta la consulta, y yo asentí esperando que ansu también viniera conmigo, pero vi como se dirigía a la sala de espera cabizbajo.
Cogí su brazo parándolo y lo miré asustada, no quería hacerlo sola, no podía.
-No me dejes sola-le pedí y él me miró apenado.
Cogió mi mano en silencio y entró conmigo a la consulta.
Me hicieron un análisis de sangre, y otro rápido de orina, confirmando mi embarazo. Joder estaba embarazada y ni siquiera me había parado a pensarlo hasta ahora.
El doctor me dijo las pautas a seguir después de un aborto, que necesitaría de tres a cinco días de reposo absoluto dependiendo del tiempo de embarazo que tuviese y que era un proceso no muy agradable.
Me dolía en el alma perder a este bebé, pero quería convencerme a mi misma que era lo mejor.
-Vale, pues solo nos queda hacer una eco para comprobar de cuanto estás y te daré cita para el aborto, ¿me acompañas?- me preguntó y yo asentí levantándome cogiendo la mano de ansu que no había hablando en todo el rato y estaba más que serio.
Cambiamos de sala, a una con una máquina de ecografrias y un monitor enorme al que no quería ni mirar.
El doctor me pidió que me levantase la blusa echándome un líquido muy frío por el abdomen.
-Vamos a ver cuanto tiempo tiene este bebé-murmuró mirando la pantalla buscando al bebé.
Aunque no quería mirar, no pude evitarlo, viendo un punto brillante en mitad de toda una oscuridad.
-¿Es..eso?-le pregunté al doctor.
-Si, está muy formadito la verdad-dijo él doctor pendiente de la pantalla.
Miré a ansu por un segundo, que miraba la pantalla con los ojos más brillantes que había visto en mi vida, y yo quise volver a dirigir la mirada ahí sin poder evitarlo, esa marchita brillante era una cosita preciosa que había formado con Pablo, lo único real en toda la mentira que había vivido.
-Bueno, pues serán cinco días de reposo, el embarazo está más avanzado de lo que suponía, casi diez semanas-me dijo el doctor apagando el monitor y dejándome con ganas de salir más de mi bebé.
-¿El bebé está bien?-preguntó Ansu casi qué leyéndome la mente.
-Pues..tiene el tamaño adecuado, está en una buena posición y el latido de su corazón era de un feto bastante sano-dijo mientras me daba un papel para que me limpiase el gel-imprimo un informe y ahora voy, podéis esperarme en la consulta- nos dijo y yo asentí echando para abajo mi camiseta.
Ni ansu ni yo hablamos en los casi diez minutos que estuvimos esperando al doctor, pero mi mente no paraba de recordar la imagen del bebé en el monitor una y otra vez.
-Bueno, el martes a las seis sería la operación y tendría que pasar la noche aquí y...-lo corté sin querer escuchar nada.
-Disculpe, no quiero marearle, pero me lo he pensando mejor y...quiero que me de cita para un seguimiento del embarazo, no...no voy a abortar-dije con la voz quebrada y ansu me miró sorprendido mientras el doctor me sonrió asintiendo.
-¿Estás segura?-me preguntó mi amigo con emoción en su voz y yo asentí muerta de miedo, pero muy segura de la decisión que acababa de tomar- dios menos mal, eres la mejor Wendy, y vas a ser la mejor mamá del mundo-me dijo dándome un beso en la cabeza feliz.
-Es una buena decisión seguro-me dijo el doctor y yo asentí echa un flan- en ese caso, la siguiente eco sería dentro de dos semanas-me dijo apuntándome toda la información en un papel y mandandome unas pastillas que me tenía que tomar para el buen desarrollo del feto.
Por primera vez desde que me había enterado acaricié mi abdomen por encima de la ropa y respiré profundo intentando buscar fuerza de donde no las tenia porque esta locura solo acababa de empezar....
(CONTINUARÁ...)
¡Os leo!❤️✨️