16-No quiero perderte nunca

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*Gavi*

-Ponte esta corbata-me dijo Aurora dándome una corbata roja y yo la miré frunciendo el ceño.

-Me la iba a poner azul-le dije señalando la que tenía en la cama.

-Esta es más bonita-me dijo con una sonrisa antes de salir de la habitación.

Terminé pronto de prepararme porque quería pasar a por Dani, le había comprado un colgante con un infinito, simbolizando que por muy difícil que se pusieran las cosas yo la quería tener siempre conmigo y quería regalárselo para que se lo pusiese hoy por primera vez.

Baje las escaleras con las llaves del coche en la mano y mi madre estaba haciéndole el nudo de la corbata a mi padre en el salón.

-Pero que guapo, si parece que te fueras a casar tú-me dijo girandose en mi dirección mamá y rodé los ojos con una sonrisa.

-Tu me hiciste así de guapo-le dije dejando un beso en su mejilla.

-¿Dónde vas?-me preguntó mi padre al ver las llaves en mi mano.

-Voy a ir a recoger a Dani y ya vuelvo a por vosotros, así acabáis de arreglaros-les dije y mi madre asintió volviendo a lo suyo.

Cuando llegue a la casa de los Muñoz Carlos me abrió la puerta estrechandome la mano.

-Que guapo estas-dijo Celia saliendo de la cocina con su delantal puesto.

-Gracias Celia-le dije con una sonrisa.

-Dani ya casi estaba lista, debe estar al bajar-me dijo y yo asentí.

Carlos me sacó conversación mientras esperábamos hasta que se escucharon unos tacones bajar las escaleras.

Estaba preciosa.

El vestido le quedaba como un guante, dejaba a la vista una de sus piernas, tenía un semirecogido sencillo y no estaba demasiado maquillada aunque al ver sus labios de rojo me entraron ganas de lanzarme a por ellos.

Me quedé embobado mirándola, hasta que ella misma me chasqueó los dedos frente a mi cara haciéndome volver en sí.

-Estas preciosa, Dani-le dije sin apartar los ojos de ella y se ruborizó como si no se esperase que se lo fuera a decir.

-Tu también, Pablo-me dijo tímida dirigiendo su mirada a mi corbata y a su vestido disimuladamente, y ahí entendí la insistencia de aurora de que me pusiese la corbata roja, ella sabía que Dani iba de ese color.

-Esperad que os haga una foto antes de salir, que estáis guapisimos-dijo Celia y yo asentí sacando mi móvil del bolsillo y dandoselo.

Nos hizo una donde yo salía agarrandola por la cintura, ella miraba a la cámara con una sonrisa y yo también sonreía pero mirándola a ella, que estaba espectacular.

-Una mirándoos los dos-dijo su lado.

Nuestros ojos conectaron y ambos nos ruborizamos como dos adolescentes sonriendo tímidos, no sabía que estaría pasando por la cabeza de ella, pero la mía estaba sintiendo demasiadas cosas que quería frenar por el bien de ambos.

-Y ahora una dandoos un beso-soltó Celia.

-Mamá-dijo Dani negando intentando quitarle el móvil.

-Venga ya, se que haréis cosas peores-le dijo con burla.

-Mamaaa-Le dijo Dani sonrojada y yo reí porque es que Celia siempre había sido demasiado directa.

-Hazle caso a tu madre, venga, es para el recuerdo-le dijo esta y Dani rodó los ojos andando hasta mi que intenté reprimir la sonrisa que me había provocado la situación.

JURAMENTO ETERNO DE SAL-PABLO GAVIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora