Hanbin estaba esperando a Hao en la entrada de su escuela. El mayor le envío un mensaje hace unas horas indicándole que llegaría tarde porque un viejo cliente había solicitado su presencia inmediatamente. Sung le envío un emoji con un ok flotante, antes de guardar su celular y seguir en clases.
"Sung Hanbin" el escalofrío que recorre su cuerpo es un mal augurio. Sabía que su padre era insistente, pero no tanto como para ir nuevamente a su escuela a formar un segundo caos.
"Pad—" la respuesta quedó a medias cuando el fuerte golpe cayó en su mejilla, llevando su rostro a un lado. Sung Doyoung le había propinado un puñetazo bien dado, odio y decepción haciendo eco en su músculo adolorido.
"¿Cómo te atreviste a meterte con Zhanghao?" la pregunta quedó sin respuesta. Doyoung no parecía querer escuchar nada de parte de su hijo, se acercó a él para seguir golpeando su rostro a puño limpio. A Hanbin le ardía la cara y sentía un sabor metálico tocando su lengua. Sin contar las lágrimas que se escapaban de sus ojos magullados. "Asqueroso homosexual sin modales" el empujón que lo hizo caer al suelo no dolió tanto como las palabras de su papá.
"¡Papá!" el grito no proviene de Hanbin que se hace un ovillo en el suelo. Alcanza a ver la imagen borrosa de Yujin corriendo hacia ellos, intentando detener las patadas violentas que da Sung Doyoung al cuerpo de su hijo. Un golpe doloroso en la espalda de Hanbin, hace que el menor se revuelque en el suelo. "Detente, detente. ¡Gyuvin, Gyuvin!" Yujin está más que histérico, tomando uno de los brazos de su padre.
Gyuvin toma el otro y alejan al mayor de su hermano. Hanbin no se mueve, su respiración lenta es una confirmación de que le duele siquiera tomar aire. "Eres una porquería de hijo, Hanbin. Todo lo que tu madre y yo hicimos por tí. ¡Esto es lo que le enseñas a tus hermanos! ¡A ser unos maricas degenerados!" Yujin deja escapar un sonido de indignación, Gyuvin tampoco puede creer lo que escuchan sus oídos.
El chirrido de unas llantas sobre el pavimento hace que el rostro de los tres Sung de pie se gire hacia el sonido. Zhanghao sale del auto tras un fuerte portazo. Corriendo hacia el menor herido en el suelo. Está a punto de arrodillarse a su lado cuando su cuerpo se impulsa hacia Sung padre y le da un golpe directo en la nariz, sintiendo el hueso quebrarse bajo el toque.
"Ya ha sido suficiente, Sung Doyoung. Ten un poco de humanidad y deja el tema aquí" con todo el esfuerzo que puede darle su cuerpo también malherido, levanta a Hanbin. El menor se apoya en su costado mientras caminan al auto. Yujin y Gyuvin sin dejar de sostener a su padre que no parece entender lo que ven sus ojos.
"Es mi hijo, Zhang. No puedes decirme nada sobre qué puedo o no hacer con él"
"Es tu hijo, pero no te pertenece. Me encargaré que no lo puedas volver a ver. En un tribunal, uno que conoces bien" la amenaza hace que Sung padre se congele en su lugar.
"No estás pensando..."
"La citación debe estar llegando a la oficina en estos días" y entra al auto, alejándose de ese lugar sobrepasando el límite de velocidad permitido.
"¿Y cómo te sientes?" Hao coloca una curita sobre la herida en su mejilla. El botiquín a su lado, con el alcohol, algodón y ungüento ubicados al azar en la cama.
"Como si mi padre me hubiera golpeado sin cesar fuera de la escuela" Hao, con un algodón lleno de alcohol, presiona la herida en el labio de Sung. El menor se queja adolorido.
"No es gracioso"
"No es gracioso, pero es la verdad"
Terminando de curarlo, recoge los implementos y deja el botiquín en el baño nuevamente. Hanbin recostado en la cama, mirando al techo en silencio.
"¿Demandaste a mi padre?"
"Solo por violencia física" se encogió de hombros, acostándose al lado del menor. Pasando su brazo por la cintura. "Aunque ya escribí a mi abogado, anexaremos tu ataque"
"¿No puedes ser tú mismo el abogado a cargo?"
"Mucho trabajo"
Hanbin está de acuerdo. Se acomoda dentro del abrazo, quedando frente a frente con Hao. "Si no fuera por tí y mis hermanos, me hubiera regresado al vientre de mi madre a puros golpes"
"No es gracioso"
"No dije que lo fuera" sus delicados dedos acariciando el contorno de los labios de Zhang. "Gracias" susurra antes de inclinarse y darle un corto beso. Su labio herido le molestaba más de lo que quería admitir.
"Recuérdame darle un regalo a tus hermanos"
"¿Otro celular?"
"A menos que quieran un iPad o algo por el estilo"
"¡Eso es muy costoso, hao-ya!"
"No hay problemas con el dinero en esta casa, Sung"
"Entonces quiero un auto"
Hao sabe que está bromeando, pero le gusta molestar al menor. "Está bien, luego vamos por uno"
Hanbin le había repetido a Hao que aquello era una broma. Lo había dicho un millón de veces cada vez que tenía la oportunidad. Estaba evitando justo el momento que vivía ahora.
Era el día de su graduación y luego de una incómoda ceremonia, dónde sus padres mágicamente decidieron aparecer, Hao le había llevado a la salida de la escuela para entregarle su regalo. Un auto igual al suyo, pero blanco.
"No lo acepto"
"Ya lo pagué, Sung. No seas quejoso y acepta las llaves"
"¡Pero no sé manejar!"
"Lo sé, también pagué el curso de manejo. Comienzas mañana" y un beso en su frente para calmarlo. Hanbin se deja comprar fácilmente con esa muestra de cariño.
Le sonríe a su novio como un bebé feliz antes de aceptar las llaves y darse vuelta buscando regresar a la escuela, tenía que despedirse de Matthew. Tan pronto emprende su camino, sus ojos se encuentran con los de sus padres, quienes los miran desde la entrada con un poco de disgusto.
"Han—" su madre lo llama, pero Hao corre a su lado y tomándolo del brazo, lo lleva al interior rápidamente. Los evanden sin segundas miradas mientras buscan a Seok en la multitud.
"Yo me encargo de ellos, tú despídete de tus amigos"
Hanbin acepta un poco aturdido por haberse encontrado con sus padres y se queda con Matthew que está ocupado tomándose fotos con Kim Jiwoong. Hao regresa en sus pasos hasta la entrada de la escuela, encontrándose a los Sung en el mismo lugar.
"¿Qué hacen aquí?" la pregunta es directa y molesta. Zhang no los quería ahí arruinando el humor de su novio.
"Es nuestro hijo, tenemos derecho" responde Miyeon con el ceño fruncido, golpea el suelo con uno de sus pies para dar emoción a su comentario. Hao la mira sin ánimos antes de proceder.
"Hay una orden de alejamiento" les recuerda. El rostro de Doyoung se contorsiona en molestia y vergüenza. Hace unos días, en un juicio, Zhanghao había conseguido un papel que obligaba a Sung padre a mantenerse lejos de Hanbin. El juez lo consideraba un peligro para su hijo y Hao estaba de acuerdo.
"Miyeon puede acercarse a él"
"Tienes razón, ella puede. Tú no. Si quiere hablar con él, tú te quedas aquí" sentencia Zhang molesto. Su voz fría y dura no da espacio para refutaciones. Miyeon acepta y le pide a su esposo que la espere mientras habla con su hijo. Sung no está de acuerdo, pero acepta.
Miyeon y Hao se alejan.
"Hanbin" dice su madre en un leve susurro mientras abraza al menor. Hanbin le deja que sus brazos lo rodeen, pero está inmóvil. Responde con un "hum" que suena bastante incómodo. "Lamento todo lo que te pasó, Binnie" es un buen comienzo, piensa Hao. Ella parece querer y entender la situación de su hijo. "aunque debes también debes entender a tu padre, que salgas con su socio... es bastante asqueroso sin decirlo menos"
Y Zhang no dice nada por respeto a la conversación ajena, pero la mirada que le entrega Hanbin es todo rabia y decepción. "Ya puedes irte. Dijiste lo que tenías que decir, madre"
"Por favor, regresa a casa, Hanbin. Haremos como que nada pasó, ¿eh? Saldrás con una linda chica de tu edad y todos seremos felices como antes"
"Bueno, es suficiente" se aleja de su abrazo incómodo y camina hacia su novio un poco cansado de la conversación. Se aferra a su brazo mientras organiza las palabras que le quiere dedicar a su madre por última vez. "¿Quiénes serían felices? ¿Todos? ¿O tú y papá? No funciona así la vida, mamá. Vamos a despertar un poco del cuento de hadas, muchas gracias" se da la vuelta aún sin soltar a Zhang, indicándole que ya desea irse a casa. Mira sobre sus hombros a la mujer con ojos aquosos "Esperaba más de ti, pero eres igual a él"
Han Miyeon no pudo responder a los comentarios hirientes de su hijo, solo pudo verlo marcharse sonriente con el hombre que alguna vez creyó era amigo de ella y su esposo.
Hanbin llega del trabajo aquel día más cansado de lo habitual. Ser maestro en un pre-escolar tenía sus días bueno y sus días increíblemente agotadores, especialmente cuando los niños llegaban con energía destructiva al salón. Sung cierra la puerta detrás de él y deja los zapatos en la entrada, colocándose sus pantuflas acolchadas.
Sung mira a sus hermanos acostados en el sofá, es la primera vista al ingresar a la casa, uno leyendo un libro con audífonos a todos volumen y el segundo, el menor, jugando videojuegos en la play que Hao le había regalado hace algunos años. Piensa que debería pedirle a Yujin que baje el volumen del televisor, pero está agotado incluso para ello. Los saluda con una leve sonrisa y sigue su camino en busca de su novio.
"¿Estás escondido aquí para escapar de Yujin jugando Fortnite?" asomándose por la puerta, Hanbin llama la atención de Hao quien trabaja en su escritorio, papeles regados por todos lados y su portátil iluminando su cara por el alto brillo.
"No realmente. Estaba jugando con él cuando recordé debo entregar algunos adelantos" asiente y se autoinvita a ingresar a la oficina. Esquiva los archivos en el suelo hasta llegar a su novio, sentándose en sus piernas.
Hao se ve cansado, Hanbin sabía que no era solo por su trabajo de abogado tiempo completo, sino que ahora también era un tipo de padre tiempo completo para sus hermanos menores. Los dos habían dejado la casa Sung tan pronto habían cumplido la mayoría de edad. Gyuvin tenía una razón de peso sobre él, era gay y tenía un novio. Su padre sabía y le había implementado la ley del hielo, no compartían ni una sola palabra incluso viviendo en la misma casa. Yujin por otro lado, vivió en la casa de los locos por dos años más, antes de tener los 18 años y poder salir de ahí con su maleta sobre sus hombros.
Hao los recibió aún cuando estos solo aparecieron en la puerta de su casa con sus pertenencias y una sonrisa tímida. Los aceptó sabiendo que no iba a ser solo cosa de darles dónde dormir.
"¿Fuiste con Yujin a la universidad hoy?" Hao lo confirmó con un leve sí. Gyuvin estaba en el segundo año de su carrera, Yujin apenas comenzaría el primer semestre en unas semanas.
"Está matriculado y todo pagado. Aunque a mitad de la réunion se puso un poco nervioso, creo que le daba vergüenza verme pagar su matrícula" señala el mayor, recordando como Yujin se había coloreado de rojo y le había susurrado un leve no tiene que hacer esto, Hyung, antes que Zhang entregara el cheque a la oficina de finanzas.
"Él seguramente intentará devolverte todo el dinero que gastas en él cuando sea independiente. Gyuvin también lo intentó cuando consiguió su empleo de medio tiempo"
"No lo aceptaré"
Hanbin lo sabe. Sus hermanos también, solo que quieren agradecer la inmensa generosidad del mayor. "¿Quieres pizza? Puedo ordenar el sabor que te gusta"
"Claro, pero llama a la pizzería nueva que recomendó Matthew. La tarjeta está en ese gabinete" Hao señaló al otro lado de la habitación. Hanbin sospechando algo extraño, se levanta y camina con cuidado hasta aquel lugar.
Abre el cajón y no encuentra nada. Está vacío. Excepto por una caja negra de terciopelo justo en la mitad. Se queda estático en su lugar, espera que no sea lo que él piensa que es. Toma la caja entre sus dedos y se gira, encontrándose a un Zhanghao arrodillado frente a él.
"No" es lo primero que dice Sung. Hao levanta una ceja curioso. "No, o sea, sí"
"¿Me dejas preguntar, por favor?" Hanbin asiente y cierra la boca como un niño pequeño. "Bonito Hanbin que ha estado conmigo por muchos años y me ha convertido en casi papá de sus hermanos sin darme cuenta, ¿te gustaría casarte conmigo?"
"¡Obvio que sí!"
Un hanbin vestido con su uniforme de profesor, una pijama impermeable con gatitos dibujos, es abrazado por Hao rápidamente y este le da vueltas en el aire. Yujin y Gyuvin observando toda la escena desde la puerta de entrada.
"Siempre siendo tan romántico en los lugares menos esperados"
"¿Quién fue el que me llevó a un restaurante-motel una vez?"
El chillido de sus hermanos por haber escuchado algo que no debían fue bastante gracioso a oídos de la pareja "Fui yo"
"Hao-hyung dijo que yo podría organizar la boda, Hyung"
Yujin corre a ambos y se deja abrazar por sus figuras paternas, Gyuvin a lo lejos toma algunas fotografías para subirlas a sus redes sociales "Papá se va a morir cuando vea esto"
Todos miran a Gyu luego de su comentario, pero lejos de enojarse, se ríen en grupo. "Oh, sí, estoy seguro que así será"
Terminé /o.o/ espero re-subirla a AO3 en inglés luego. Este último capítulo no lo he revisado o corregido, espero hacerlo en un futuro cercano. Hasta la próxima.